Amor de Dios
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· 32 viewsLa expresión más profunda posible del carácter de Dios. Aunque Dios ama a todas las personas, está especialmente comprometido a tener una relación sacrificial y leal con su pueblo.
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El Amor de Dios
El Amor de Dios
la naturaleza del amor de Dios
la naturaleza del amor de Dios
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Ver también 1 Jn 4.16
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
Su amor es expresado perfectamente dentro de la Trinidad
Su amor es expresado perfectamente dentro de la Trinidad
Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.
Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
Ver también Jn 5.20; Jn 10.17; Jn 14.23; Ef 1.6; Col 1.13
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Características del amor de Dios
Características del amor de Dios
Es eterno
Es eterno
Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
Ver también Sal 103.17; Sal 136.1–26; Is 49.15–16; Is 54.8; Is 54.10
Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor.
¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.
He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.
Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia.
Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia.
Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia.
Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia.
Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia.
Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia.
Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia.
El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia.
La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia.
Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia.
Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia.
Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia.
Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia;
E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia;
Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia.
Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia.
Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia;
Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia;
A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia;
Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia;
Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia;
En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia.
El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia;
Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia.
El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia.
Alabad al Dios de los cielos, Porque para siempre es su misericordia.
Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
Es un amor de pacto
Es un amor de pacto
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
Ver también Éx 20.6; Dt 7.12; 1 Re 8.23; Sal 106.45; Dn 9.4
Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos;
Y se acordaba de su pacto con ellos, Y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.
dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón;
Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.
y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Es abundante
Es abundante
Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Ver también Neh 9.17; Sal 103.8; Jl 2.13; Jon 4.2; 1 Jn 3.1
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.
Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
No quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre. Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste.
Es santo y justo
Es santo y justo
El ama justicia y juicio;
De la misericordia de Jehová está llena la tierra.
Ver también Sal 37.28; Sal 99.4; Is 61.8
Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; Mas la descendencia de los impíos será destruida.
Y la gloria del rey ama el juicio; Tú confirmas la rectitud; Tú has hecho en Jacob juicio y justicia.
Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo.
Imágenes del amor de Dios
Imágenes del amor de Dios
Dios como un padre:
Dios como un padre:
Dt 1.31; Os 11.1–4; Lc 15.11–32; He 12.6; Pr 3.12
Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar.
Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios.
Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba.
Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
También dijo: Un hombre tenía dos hijos;
y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.
Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.
Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.
Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.
Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.
Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere.
Dios como un esposo:
Dios como un esposo:
Jr 31.32; Os 2.14–20; Ap 21.2
No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.
Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.
En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.
Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.
En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura.
Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.
Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
Acciones amorosas de Dios
Acciones amorosas de Dios
El regalo del Hijo de Dios es un acto único de amor
El regalo del Hijo de Dios es un acto único de amor
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Ver también Jn 3.16; Jn 15.13; Ro 5.7–8
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Dios demuestra su amor a los que no lo merecen
Dios demuestra su amor a los que no lo merecen
No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
Ver también Ez 16.1–14; Ro 5.8; Ef 2.4–5
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
Hijo de hombre, notifica a Jerusalén sus abominaciones,
y di: Así ha dicho Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea.
Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas.
No hubo ojo que se compadeciese de ti para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste arrojada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste.
Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: ¡Vive! Sí, te dije, cuando estabas en tus sangres: ¡Vive!
Te hice multiplicar como la hierba del campo; y creciste y te hiciste grande, y llegaste a ser muy hermosa; tus pechos se habían formado, y tu pelo había crecido; pero estabas desnuda y descubierta.
Y pasé yo otra vez junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía.
Te lavé con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite;
y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda.
Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello.
Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza.
Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar.
Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
Dios siempre actúa en amor hacia los creyentes
Dios siempre actúa en amor hacia los creyentes
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Ver también 2 Co 13.14; 2 Jn 3
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.
Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor.
El amor de Dios por su pueblo
El amor de Dios por su pueblo
Israel
Israel
Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.
Ver también Dt 10.15; 2 Cr 9.8; Mt 15.24; Ro 9.15–16; Éx 33.19; Ro 11.28
Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día.
Bendito sea Jehová tu Dios, el cual se ha agradado de ti para ponerte sobre su trono como rey para Jehová tu Dios; por cuanto tu Dios amó a Israel para afirmarlo perpetuamente, por eso te ha puesto por rey sobre ellos, para que hagas juicio y justicia.
El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.
Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres.
La iglesia
La iglesia
y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
Ver también Jn 16.27; Jn 17.23
pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.
Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
El amor de Dios por el mundo
El amor de Dios por el mundo
que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.
Ver también Sal 145.9; Sal 145.17; Mt 5.45; Hch 14.17; Hch 17.25
Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras.
Justo es Jehová en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras.
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.
ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.
El amor de Dios por los individuos
El amor de Dios por los individuos
2 Sm 12.24–25 “Jedidías” significa “amado por el Señor”. Ver también; Dt 33.12 Benjamín
A Benjamín dijo: El amado de Jehová habitará confiado cerca de él; Lo cubrirá siempre, Y entre sus hombros morará.
Y consoló David a Betsabé su mujer, y llegándose a ella durmió con ella; y ella le dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová,
y envió un mensaje por medio de Natán profeta; así llamó su nombre Jedidías, a causa de Jehová.
David:
David:
2 Sm 7.15; Is 55.3
pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti.
Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.
Esd 7.28 Esdras; Neh 13.26 Salomón
e inclinó hacia mí su misericordia delante del rey y de sus consejeros, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre mí, reuní a los principales de Israel para que subiesen conmigo.
¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Bien que en muchas naciones no hubo rey como él, que era amado de su Dios, y Dios lo había puesto por rey sobre todo Israel, aun a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras.
El amor de Dios transforma el amor humano
El amor de Dios transforma el amor humano
El amor humano debe responder al amor de Dios
El amor humano debe responder al amor de Dios
Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
Ver también Dt 6.5; Dt 30.6; Ef 5.1; Col 3.12–14
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
El amor humano debe ser modelado por el amor de Dios
El amor humano debe ser modelado por el amor de Dios
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Ver también Os 3.1; 1 Jn 2.15; 1 Jn 4.7–8; 1 Jn 4.11–12
Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas.
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.