Soli Deo Gloria
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Introducción
Introducción
Si pudiéramos comparar la carta de Pablo a los Romanos con una encumbrada montaña como el Everest, el texto que leímos de Romanos 11:36 sería la cima de esta montaña.
Pablo ha estado hablando en su Carta a los Roanos, en la sola escritura, sobre como la salvación es solo por gracia, solo por Cristo y solo por la fe, entonces culmina su exposición del evangelio con esta gloriosa doxología o invitación a la alabanza: “Solo a Dios la Gloria”.
Este es el corazón del evangelio, el climax de las cinco solas, el propósito y el fin de todas las cosas “Soli Deo Gloria”.
En este solo versículo se resume la esencia de nuestra fe, es en resumen todo el legado que los reformadores dejaron para la iglesia de todos los tiempos, fue en esencia el mensaje central de todo lo que predico Martin Lutero, y Ulrich Zwinglio, y Juan Calvino, y Theodoro de Beza y otros, fue la gloria de Dios lo que cautivo sus corazones al estudiar la escritura.
Todos ellos al unísono respondieron amen a la doxología o alabanza de Pablo, ellos pudieron apreciar la grandeza, la gloria, la majestad de Dios, en un mundo y en una iglesia que estaba engrandeciendo al hombre. Confesaron con Pablo “Solo Dios sea glorificado en toda su majestad”.
En la reforma la iglesia procuro hacer todas las cosas para la gloria de Dios, SDG era la firma que ponía Bach en sus increíbles obras musicales. Solo a Dios la Gloria en la vida, en familia, en el trabajo, en la educación publica, en la economía, en las artes y todo lo que hacemos bajo el sol, debe ser la meta mas elevada de la iglesia. Estamos llamados a vivir para la gloria de Dios. Fue el entendimiento de que Dios es glorioso lo que transformo vidas y naciones.
No es posible decir amén a la alabanza de Pablo sin tener un concepto adecuado de Dios que fluya de la Sola Escritura. Alguien dijo “Dime tu concepto de Dios y te diré todo acerca de tu vida”. La forma como piensas, como sientes, como vives, esta determinada por tu conocimiento de Dios. Tener en cuenta al Dios que se revela en las creación y en las escrituras determina que tipo de vida vive alguien.
“Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.” (Romanos 1.28–32, RVR60)
Así que Pablo en Romanos abre el cielo para nosotros, para que contemplemos quien es Dios (1-11) y vivamos en consecuencia, es decir, vivamos para su gloria (12-16). Este es en resumen toda la carta de Pablo a los Romanos y como una cápsula que resume todo tenemos este versículo que analizaremos hoy:
“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.” (Romanos 11.36, RVR60)
Vemos en el texto como Pablo nos describe quien es Dios y la respuesta adecuada del hombre al considerar quien es Dios. Tenemos una consideración y una exhortación.
1. Consideración ¿Quien es Dios?
“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas”
Este texto nos invita a considerar que Dios es el principio, la mitad y el fin de todas las cosas. Dios es la fuente de todo, El es señor de todo y es el fin ultimo o el propósito de todo.
Y cuando decimos todo, es todo, abarca todo cuanto existe, toda la realidad que vemos y la realidad que no vemos. Las cosas materiales y espirituales. El cielo, el infierno, la tierra y todo lo que en ella hay, cada partícula del universo.
Todo es de él: él es creador, diseñador y arquitecto de todo cuanto existe
Todo es por él, no hay nada que este fuera de sus propósitos, el ordena, dirige y sustenta todo lo que existe ç
Todo es para él, todo lo que ha hecho, todo lo que esta haciendo es para su gloria. ¡“Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, Y aun al impío para el día malo.” (Proverbios 16.4, RVR60)
Nada esta por fuera de esta declaración TODAS LAS COSAS: La creación, la historia, no solo la universal sino cada una de nuestras historias personales y la salvación de los hombres es de él, por él y para él.
Consideremos cada una de estas cosas por separado:
A. La creación es de él, por él y para él
Fue lo primero que considero Pablo en su carta: “Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.” (Romanos 1.20, LBLA)
“Los cielos proclaman la gloria de Dios, y la expansión anuncia la obra de sus manos. Un día transmite el mensaje al otro día, y una noche a la otra noche revela sabiduría. No hay mensaje, no hay palabras; no se oye su voz. Mas por toda la tierra salió su voz, y hasta los confines del mundo sus palabras. En ellos puso una tienda para el sol, y éste, como un esposo que sale de su alcoba, se regocija cual hombre fuerte al correr su carrera. De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el otro extremo de ellos; y nada hay que se esconda de su calor.” (Salmo 19.1–6, LBLA)
La creación es de Dios, él es el origen y la fuente de todo. Así como una obra de arte puede dar evidencia de que hay un artista diestro, toda la creación evidencia que hay un Dios personal y todopoderoso, que creo el cielo y la tierra.
La creación es por Dios, el la sustenta, desde las cosas mas grandes hasta las mas pequeñas, dependen de él. Dios controla el clima, las inundaciones, lo tsunami, los terremotos, la gravedad, cada animar que se mueve sobre la tierra, sobre el cielo y sobre el mar.. “Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo. Tú les das, ellos recogen; abres tu mano, se sacian de bienes. Escondes tu rostro, se turban; les quitas el aliento, expiran, y vuelven al polvo. Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra.” (Salmo 104.27–30, LBLA). La caída del hombre no estropeo sus planes de llenar la tierra de su gloria, toda la tierra le dará gloria, el la creo, el la sostiene y el la llenara de gloria: “Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar.” (Habacuc 2.14, LBLA)
La creación también es para Dios. Cada vez que Dios hablaba y creaba por el poder de su palabra, Genesis dice “Y vio Dios que era bueno” el disfruta de la obra de sus manos, y todo lo creó para su deleite. Hay animales y cosas que jamás verán nuestros ojos, porque no fueron creadas solamente para servirnos a nosotros, sino para Dios, para su deleite.
“¡Sea para siempre la gloria del Señor! ¡Alégrese el Señor en sus obras!” (Salmo 104.31, LBLA)
Todo le pertenece a él, “¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.” (Job 41.11) - Dios puede dar y quitar según le plazca, porque a nadie le debe nada. Toda criatura es dependiente de su generosidad.
Dios se deleita en su creación, porque la creación es un reflejo de su gloria. Dios esta satisfecho con el mismo. El no necesita de nada ni de nadie, el es el origen y la fuente de todo, Pero él mismo es eterno, independiente y feliz.
Así que todo fue creado por Dios, es sustentado por Dios y todo es para Dios, para su deleite eterno.
“Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de El y para El. Y El es antes de todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen.” (Colosenses 1.16–17)
Calvino, dice que la creación no es mas que el «teatro» o escenario de la gloria de Dios. En este teatro Dios exhibe la riqueza abundante de su conocimiento y sabiduría, en este teatro se exhibe el gran desarrollo de sus propósitos eternos, esto nos lleva a considerar que no solo la creación es de el, por el y para él:
B. La historia es de él, por él y para él
Fue Dios quien dio origen a la historia humana.
La historia es de él, él es el autor, el la controla, el creo el escenario donde se desarrolla la historia, el hizo el guión y también se convirtió en el actor principal.
“también hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad,” (Efesios 1.11, LBLA)
Que grandes palabras: Predestinación, Propósito, designio, su voluntad.
El controla la historia y cada una de nuestras historias son como la hebra de hilo en un gran tejido, en manos de un experto tejedor. Ves hebras y hebras que para ti no tienen sentido, pero el artista tiene un diseño en mente, así es cada una de nuestras vidas en manos de Dios, el gran tejedor, tiene absoluto control de todo y esta guiando la historia completa y cada historia en particular para que todo sea una exhibición de su gloria.
(El determino la familia en que naciste, los padres que te tocaron, las circusntancias buenas y malas que haz vivido, el colegio o la casa donde te educaron, los lugares por donde haz pasado, el trabajo que tienes o tuviste - todo lo hizo con un propósito bueno sano y justo, aunque nos parezca a veces que nada tiene sentido).
Dios ha determinado todo lo que sucede, la historia es por él.
Su voluntad y propósito nunca cambia, aunque él no es autor del pecado, la caída del hombre era su plan. Las cosas buenas y malas que suceden en el mundo estaba bajo su control, poder y autoridad:
“para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto.” (Isaías 45.6–7, RVR60) - Al final veremos que sus propósitos son buenos, santos y justos.
La historia es para Dios, dará gloria a Dios, exhibirá su sabiduría y su conocimiento. Esto para nosotros es insondable:
“¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo.” (Isaías 40.12–15, RVR60)
Dios determinó todo y todo sucede según su plan, su único plan. Todo lo dirige sin pedir el consejo de nadie, para exhibir la insondable riqueza de su sabiduría y conocimiento. Todos sus juicios o decretos o planes que él en su propia potestad determinó, sucederán en su providencia, todo su plan se ejecutará sin que sea estorbado:
“Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado;” (Isaías 14.24)
“Lo que pasó, ya antes lo dije, y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice pronto, y fue realidad.” (Isaías 48.3, RVR60)
ya puedes entender la alabanza de Pablo al considerar las obras de la creación y de la providencia de Dios: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado?” (Romanos 11.33–35)
Cualquier otro pensamiento sobre Dios, que no corresponda a esto, es solo idolatría. No hay nadie que pudiera rastrear lo que el ha planeado, no hay nadie que pudiera aconsejar a Dios, ni nadie que pueda reclamarle, todo es de el, por el y para el.
Pablo también tenia en mente la salvación de los hombres al escribir esto:
C. La salvación es de él, por él y para él
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.” (Romanos 8.28–30, RVR60)
Uno puede confiar en Dios en medio de las circusntancias, porque Dios tiene el control de todo y aun de nuestra salvación.
La salvación es de él: fue su idea, el planeo no solo la caída, sino también redimir para si a un pueblo de la masa de gente caída, a estas personas el las amó (o las conoció, antes de la fundación del mundo. Dios tomo la decisión de amarnos antes de que si quiera existiéramos, hiciéramos bien o mal. Aquí tenemos un claro ejemplo de esto:
“(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.” (Romanos 9.11–13)
Dios nos amo, o nos conoció, luego marco nuestro destino de manera que le demos gloria al tomarnos de entre los pecadores para conformarnos a la imagen de su hijo, de manera que es de Dios la salvación, el la ideo y la puso en marcha.
La salvación es por él, el la lleva a cabo, el nos vio nacer muertos en nuestros delitos y pecados, y habiendo trazado para nosotros un destino, ahora lo hace posible al darnos vida por medio del llamamiento del evangelio (el es quien llama predicares). No podíamos venir a él, pero es él quien envía su Santo Espíritu para darnos vida con Cristo por medio de la predicación de la palabra y así nos justifica por medio de la fe, nos hace libres de la culpa del pecado al imputarnos la obediencia perfecta de Cristo activa y pasiva. Es él mismo que logra nuestra salvación al enviar a su hijo en propiciación por nuestros pecados, de manera que obedeciera por nosotros su ley y muriera por nosotros a causa de nuestra desobediencia, y así nos presenta santos y sin mancha delante de él. Es el Padre quién planeo nuestra salvación, el hijo la llevó a cavo y el E.S. la aplica en nuestras vidas (Dándonos el arrepentimiento y la fe en Cristo para el perdón de pecados).
La salvación es para él, él por medio de su Espíritu esta haciendo una obra de santificación en nuestros corazones, de manera que vivamos para él :
“quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” (Tito 2.14)
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” (1 Pedro 2.9, RVR60)
Un día seremos glorificados, estaremos un día en la presencia de Dios por toda la eternidad, él mismo nos hará permanecer para que estemos con él para siempre y le demos gloria, nos salvo para que le glorifiquemos y disfrutemos de él para siempre:
“Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para sí.” (Salmo 33.12, RVR60)
Así que el día en que estemos delante de él y seamos coronados y recibamos galardones a causa de las obras que hicimos para Dios mientras estábamos en esta tierra. Nos quitaremos las coronas y las arrojaremos a sus pies, reconociendo por la eternidad que solo para él es la gloria.
“La salvación es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah” (Salmo 3.8, RVR60) Dios no le debe misericordia a nadie, no hay nada que podamos merecer, no hay nada que podamos hacer para ganarla.
La salvación, como la historia, como la creación, es de él por él y para él.
Estas verdades constriñeron el corazón de Pablo y lo convirtieron en un deudor de todos los hombres “A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.” (Romanos 1.14, RVR60). Estas verdades cautivaron el corazón de los reformadores, al estudiar la biblia conocieron a este glorioso Dios y quedaron sin aliento, y se entregaron por completo al que gobierna todas las cosas según el designio de su voluntad. Fue la visión gloriosa de Dios que les motivo a descansar en su palabra y a proclamar la grandeza de Dios y la miseria del hombre, de manera que en todo Dios fuera glorificado.
Este glorioso concepto de Dios, movió el corazón de muchos hombres a vivir para Dios y a morir para Dios, entendiendo que el tiene el control y es soberano sobre todo.
2. La Exhortación
¿Como debemos vivir hoy a la luz de lo que Dios es?
“A él sea la gloria por los siglos”.
Es la única respuesta apropiada al Dios que se ha revelado en las escrituras.
Deberíamos ser pues agradecidos con Dios, quien nos creo, nos sostiene y nos redimió en Cristo para su gloria. Debemos atribuible a él toda la gloria, es decir: darle a él toda nuestra adoración como a él le agrada, toda nuestra devoción, toda nuestra alabanza, todo nuestro amor, toda nuestra vida debe estar rendida a él en obediencia. Nos debemos a Dios. Esto es lo que el resto de la carta a los Romanos nos enseña “a ofrecernos en sacrificio vivo a Dios” es la respuesta razonable al considerar lo que el Es y lo que hace.
Estamos llamados a glorificar a Dios confesando tu pecado (reconociendo que el es justo, su juicio sobre nosotros es justo), arrepintiéndote (reconociendo que el es santo y ha dado un precio por tu rescate), glorificamos a Dios siendo celoso de su gloria, siendo fructífero, estado satisfecho en él, ocupándonos de nuestra salvación, conduciéndonos con alegría, viviendo para él, defendiendo sus verdades, alabándole, siendo celosos de su nombre, trabajando para traer a otros a sus pies, sufriendo por él, haciendo todo lo haces para su gloria, vive una vida santa de manera que adornes el evangelio y honres al que te rescato por gracia.
Cada cosa que hacemos, debemos hacerla para él.
“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” (1 Corintios 10.31)
“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Pedro 4.11, RVR60)
Hasta cuando? por los siglos de los siglos. Y gracias a Dios que tendremos cuerpos glorificados para hacer esto. Vendrá un día que podremos vivir para él si el increíble estorbo del pecado, que nos atrapa, nos engaña muchas veces y nos sega ante la majestad de nuestro rey.
¿dirás Amen.... ? ¿Crees esto de todo corazón? ¿dirás con el salmista: “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad.” (Salmo 115.1) ?
Entiendes que fuiste creado y redimido por Dios, eres de Dios y que estas llamado a vivir para Dios? ¿entiendes que existes para su gloria, para conocerle, glorificarle y disfrutar de él para siempre?
¿Te negaras a ti mismo (es decir a vivir para ti mismo, para tu placer y delite), llevaras tu cruz y vivirás para la gloria de Dios en dependencia de él, entendiendo que separado de él nada podrás hacer?
¿usaras tus dones para la gloria de Dios, sirviendo a otros y procurando ser luz y sal del mundo en el poder de su Espíritu?
Al final del día: ¿Cuando logres algo bueno, cuando crees algo, cuando hagas una buena obra, cuando construyas una empresa una familia o ganes un reconocimiento a causa de tu esfuerzo, la firma de quien pondrás? Haras como Bach que puso SDG? o como Pablo “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” (1 Corintios 15.10, RVR60) ?
¿Alabaras a Dios por sus decretos soberanos, por tus circusntancias, descansaras en él en medio de la prueba, entendiendo que todo te ayuda a bien?
Al final de todo, ¿Puedes imaginarte delante del trono de Dios, sabiéndote en paz por su gracia, sabiéndote allí y que triunfaste por su poder soberano?
Si no puedes decir amén. Vendrá el día cuando toda jactancia desaparecerá: “para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” (Filipenses 2.10–11).
Dirás amén hoy? o dirás amen luego cuando estés ante la presencia del glorioso y soberano rey? Mas vale que sea hoy, mas vale que reconozcas hoy que Dios es creador y te humilles en arrepentimiento y fe ante el salvador implorando su gracia, favor y misericordia. Y entonces desde hoy podrás vivir y disfrutar de él para toda la eternidad. De lo contrario solo veras su ira derramarse sobre ti, caerás para no levantarte a causa de tu altivez, al no reconocer que Solo a Dios es La gloria.
“¿cómo podría ser profanado mi nombre? Mi gloria, pues, no la daré a otro.” (Isaías 48.11, LBLA)
Oremos.