Soy Parte del Cuerpo de Cristo

Texto:

1 Corintios 12.27 RVR60

Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.

INTRODUCCIÓN:

Hoy quiero continuar con lo que venimos hablando, y sin ánimo de cansarlos con el mismo tema, creo que Dios nos está preparando para lo que quiere hacer.

Isaías 43.19 RVR60

He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.

El Señor está queriendo hacer algo y nos está preparando para eso, no sólo por lo que yo estoy predicando, sino también, por todo lo que está pasando cada uno en particular y como iglesia también, nada de todo lo que nos pasa es ajeno a Dios y a sus planes.

Así que, agradezcamos a Dios por todo lo que estamos viviendo ya que es una preparación de lo que viene para nosotros en breve.

Venimos hablando de que el Señor encamine nuestros pasos por camino de paz, y para que eso suceda le pedimos al Señor que ponga en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad y luego compartí una palabra profética de lo que Dios quiere que hagamos en este tiempo.

Entendimos que toda la diversidad en el cuerpo responde a una sola cosa, a la cabeza, y la cabeza es Cristo.

Por lo tanto debemos entregarnos al cuerpo para ser absorbidos por él, sabiendo que ya no somos un individuo único y sólo en el mundo, sino que ahora formamos parte de un ser, junto a todos los demás creyentes, que es Cristo.

Y esto nos da un sentido de pertenencia y satisface nuestra necesidad de relacionarnos.

Por eso descubrir cuál es mi función y responsabilidad como parte del cuerpo es fundamental para funcionar.

DESARROLLO:

1. Creado, salvado y llamado para servir:

Fui creado para servir.

Efesios 2.10 RVR60

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Fuimos creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, fuimos creados para el servicio, y la mayoría de las personas no saben eso. Has sido creado para hacer buenas obras, que Dios preparó de antemano para que hicieras. Las personas se preguntan: ¿Para qué estoy aquí en la tierra? La respuesta es que fueron creadas para servir.

Fui salvado para servir.

"Fue Él quién nos salvó y nos escogió para su obra santa, no porque lo merecimos sino porque ése era su plan desde antes que el mundo comenzara"

2 Timoteo 1:9 (LBAD).

Dios planeó que serías salvo y que empezarías a servirle en el ministerio de la iglesia que es su cuerpo. La Biblia enseña que dentro de esta salvación tan grande, el servicio es una de las áreas más importantes.

Fui llamado para servir.

Gálatas 1.15 RVR60

Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,

1 Pedro 2.9–10 RVR60

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

Fui llamado para servir, cada cristiano, en el momento que aceptó a Cristo, es llamado al servicio para Dios.

¿Quién sos? No sos quien pensas que sos, no sos quien piensan los demás que sos, realmente, sos quien Dios dice que sos.

Dios dice que tú eres, entre otras muchas cosas, siervo de Jesucristo.

Si permites que esto se imprima en tu vida, cambiará toda tu perspectiva. Dios dice que fuiste creado, salvado, y llamado para servir. Cuando te entregaste a Cristo, te convertiste en un siervo. Esto es lo que enseña claramente la Escritura.

2. Capacitado para servir:

Fui dotado para servir.

1 Pedro 4.10 RVR60

Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

No podría poner mi vida al servicio de nadie, sin haber recibido con anterioridad algún don espiritual.

Se me dio autoridad y poder para servir.

2 Corintios 5.20 RVR60

Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Un embajador es alguien que representa a la realeza, un trono o gobierno. La Biblia dice que eres un embajador de Jesucristo aquí en la tierra. Te ha sido dada autoridad para ejercer tu servicio a Dios.

Mateo 28.18–19 RVR60

Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

Nosotros vamos en la autoridad y el poder de Jesucristo que es otorgado pura y exclusivamente por su Espíritu Santo.

Por esto mismo Jesús les dijo a sus discípulos que se quedaran en Jerusalén hasta que recibieran el poder del Espíritu Santo

3. Enviado para servir:

Juan 20.21 RVR60

Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.

Jesucristo fue enviado por el Padre para servir. El mismo lo dijo:

Mateo 20.28 RVR60

como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Jesús dijo: “así como me envió el Padre yo te envío”, no es una opción. Un cristiano que no sirve está desobedeciendo a Dios. Él espera que seamos como Jesucristo.

Pablo le dice a Arquipo, en

Colosenses 4.17 RVR60

Decid a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor.

El secreto de una vida plena es dejar que Cristo siga desarrollando su ministerio a través de tu vida y use todo tu ser para cumplir sus planes en este mundo. Para esto es crucial encontrar el área de servicio para la cual Dios te hizo y empezar a servir.

CONCLUSIÓN:

Cumpliendo el ministerio que recibiste del Señor vas a encontrar plenitud, más que en cualquier otra área de tu vida, porque es lo que Dios te hizo ser.

Él dijo:

Marcos 8.35 RVR60

Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.

Si estás haciendo cualquier otra cosa en la vida que no sea servir a Cristo, estás perdiendo el tiempo, estás desperdiciando tu vida, porque has sido enviado a este mundo para servir.

Todo plan, acción, tarea, obra, etc. fuera del Señor, es perdida.

Santiago 4.13–17 NTV

Presten atención, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero». ¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. Lo que deberían decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». De lo contrario, están haciendo alarde de sus propios planes, y semejante jactancia es maligna. Recuerden que es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerlo.

Romanos 14.12 RVR60

De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.