Viviendo en la Paz de Dios
¿Qué es la Paz?
paz n. f. 1 Situación o estado en que no hay guerra ni luchas entre dos o más partes enfrentadas: tiempo de paz; plan de paz; al finalizar la Primera Guerra Mundial, en 1918, se constituyó un organismo para mantener la paz y la seguridad: la Sociedad de Naciones.
εἰρήνη, ης, ἡ. Paz, bienestar, tranquilidad. A.T. בֶּטַח Is. 14:30. לֶקַח, Is. 29:24. צַח Is. 32:4. שַׁלְוָה, Pr. 17:1. La gran mayoría de las veces שָׁלוֹם
16Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
19 Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud
20 y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas,
tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo,
haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz.
21 En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos.
¶27 La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
N.T. Turbar, molestar, inquietar, alborotar, espantar, asustar, conmover, agitar:
No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.
5 Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
6 Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
¶19 No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban;
20 sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban;
21 porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
22 La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz.
23 Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande no será la oscuridad!
24 Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezasb.
25 Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vidab?
28 Y por la ropa, ¿por qué os preocupáis? Observad cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan;
29 pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos.
30 Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?
31 Por tanto, no os preocupéis, diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?”
32 Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis todas estas cosas.
33 Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidasa.
34 Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
3 Porque tuve envidia de los arrogantes,
al ver la prosperidad de los impíos.
16 Cuando pensaba, tratando de entender esto,
fue difícil para mí,
17 hasta que entré en el santuario de Dios;
entonces comprendí el fin de ellos.
¶21 Cuando mi corazón se llenó de amargura,
y en mi interior sentía punzadas,
22 entonces era yo torpe y sin entendimiento;
era como una bestiab delante de ti.
23 Sin embargo, yo siempre estoy contigo;
tú me has tomado de la mano derecha.
24 Con tu consejo me guiarás,
y después me recibirás en gloriab.