Culto de Ninos

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mensaje para Ninos

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Buscando A Dios

Santiago 4:8
Debemos saber acerca de El porque le necesitamos.
Nuestros corazones buscan a Dios
Este es un libro sermon de Dios. Trata también de personas y de todo lo que vemos alrededor nuestro. Pero, en forma especial habla de Dios.
Habla de Dios en forma especial porque El es muy importante. Debemos saber acerca de El porque le necesitamos.
¿Has visto alguna vez a un bebé alzar los brazos hacia su mamá? Un bebé necesita a su mamá. Quiere el amor de mamá. Necesita el cuidado de mamá. También nuestros corazones se elevan a Dios. Queremos que El nos ame. Necesitamos que él nos cuide.
¿Alguna vez has mirado al cielo para ver cuán grande es? El mundo a nuestro alrededor también es muy grande. Y nosotros somos pequeñitos. Aun los adultos son pequeñitos. Adultos y niños todos necesitamos a Dios.
Hay una pequeña voz dentro de nuestros corazones que clama a Dios. Y esa vocecita nos dice que existe un Dios.
Toda persona tiene esa voz pequeñita en su corazón que le dice que existe Dios.
Pero, nosotros no podemos ver a Dios. Podemos mirar y mirar. Podemos buscar en todas partes. Mas no podemos ver a Dios.
Pero, nosotros no podemos ver a Dios. Podemos mirar y mirar. Podemos buscar en todas partes. Mas no podemos ver a Dios.
Algunas personas, cuando miran la salida del sol por la mañana, piensan que el sol es Dios. Miran al sol levantarse más y más alto en el cielo. El sol da luz. el sol nos hace sentir el calor. El sol hace que todas las plantas crezcan. Entonces estas personas dicen: “El sol es nuestro Dios” y oran al sol.
Pero el sol no es un dios, El sol no puede oírles cuando oran.
Algunas personas creen que las estrellas son dioses. De noche las estrellas se ven tan bellas y preciosas en el cielo. Estas personas oran a las estrellas. Pero las estrellas no pueden oírles cuando oran. Las estrellas no pueden ayudarles cuando necesitan algo.
Hace mucho tiempo la gente se hizo dioses. Fabricaron ídolos-dioses de madera, de piedra, de oro, de plata. Y oraban a estos dioses-ídolos. Pero estos dioses-ídolos no podían oírles ni ayudarles. Aún hoy día en algunos países hay personas que oran a los ídolos. Jamás han oído acerca del Dios verdadero.
Algunas personas dicen: “No existe Dios”. ¡Y no oran jamás! Pero, en lo más profundo de sus corazones hay esa pequeña voz que dice: “Sí, hay un Dios”.
Si no podemos ver a Dios, ¿cómo podemos conocerle? El es muy importante. Le necesitamos. Y en verdad queremos conocerle.
Este libro nos ayudará a encontrar a Dios y a conocerle. Nos ayudará a aprender acerca de Dios. Aprenderemos cuán grande y maravilloso es El. Aprenderemos cómo nos cuida. Aprenderemos cómo amarle y vivir cerca de El aunque no podamos verle.
Temas de conversación:
1. ¿Qué es lo que nos dice esa voz que se encuentra en lo más profundo de nuestros corazones?
2. ¿Por qué no pueden ser nuestros dioses el sol y las estrellas?
3. ¿Por qué necesitamos a Dios?
La Biblia dice:
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8). Eso es lo que queremos hacer cuando leemos este libro.
La lectura sugerida: Salmo 105:1–4
Dad al Padre toda gloria,
Dad al Hijo todo honor,
Y al Espíritu Divino,
Alabanzas de loor.
CORO
Adoradle, adoradle,
Adorad al Salvador.
Tributadle toda gloria,
Pueblo suyo por su grande amor.
(Himnos de Fe y Alabanza, No̱ 19)
¿Qué tal si pedimos que Dios nos ayude a aprender acerca de El por medio de la lectura de este libro?
Dios que estás en los cielos, estamos gozosos porque podemos orar a ti. Pedimos que nos bendigas cuando leamos juntos este libro. Queremos aprender más y más acerca de ti para amarte mucho. Amén.
Llevando los “pequeñitos a Dios” Capítulo 1: Nuestros corazones buscan a Dios

Nuestros corazones buscan a Dios

Este es un libro acerca de Dios. Trata también de personas y de todo lo que vemos alrededor nuestro. Pero, en forma especial habla de Dios.

Habla de Dios en forma especial porque El es muy importante. Debemos saber acerca de El porque le necesitamos.

¿Has visto alguna vez a un bebé alzar los brazos hacia su mamá? Un bebé necesita a su mamá. Quiere el amor de mamá. Necesita el cuidado de mamá. También nuestros corazones se elevan a Dios. Queremos que El nos ame. Necesitamos que él nos cuide.

¿Alguna vez has mirado al cielo para ver cuán grande es? El mundo a nuestro alrededor también es muy grande. Y nosotros somos pequeñitos. Aun los adultos son pequeñitos. Adultos y niños todos necesitamos a Dios.

Hay una pequeña voz dentro de nuestros corazones que clama a Dios. Y esa vocecita nos dice que existe un Dios.

Toda persona tiene esa voz pequeñita en su corazón que le dice que existe Dios.

Pero, nosotros no podemos ver a Dios. Podemos mirar y mirar. Podemos buscar en todas partes. Mas no podemos ver a Dios.

Algunas personas, cuando miran la salida del sol por la mañana, piensan que el sol es Dios. Miran al sol levantarse más y más alto en el cielo. El sol da luz. el sol nos hace sentir el calor. El sol hace que todas las plantas crezcan. Entonces estas personas dicen: “El sol es nuestro Dios” y oran al sol.

Pero el sol no es un dios, El sol no puede oírles cuando oran.

Algunas personas creen que las estrellas son dioses. De noche las estrellas se ven tan bellas y preciosas en el cielo. Estas personas oran a las estrellas. Pero las estrellas no pueden oírles cuando oran. Las estrellas no pueden ayudarles cuando necesitan algo.

Hace mucho tiempo la gente se hizo dioses. Fabricaron ídolos-dioses de madera, de piedra, de oro, de plata. Y oraban a estos dioses-ídolos. Pero estos dioses-ídolos no podían oírles ni ayudarles. Aún hoy día en algunos países hay personas que oran a los ídolos. Jamás han oído acerca del Dios verdadero.

Algunas personas dicen: “No existe Dios”. ¡Y no oran jamás! Pero, en lo más profundo de sus corazones hay esa pequeña voz que dice: “Sí, hay un Dios”.

Si no podemos ver a Dios, ¿cómo podemos conocerle? El es muy importante. Le necesitamos. Y en verdad queremos conocerle.

Este libro nos ayudará a encontrar a Dios y a conocerle. Nos ayudará a aprender acerca de Dios. Aprenderemos cuán grande y maravilloso es El. Aprenderemos cómo nos cuida. Aprenderemos cómo amarle y vivir cerca de El aunque no podamos verle.

Temas de conversación:

1. ¿Qué es lo que nos dice esa voz que se encuentra en lo más profundo de nuestros corazones?

2. ¿Por qué no pueden ser nuestros dioses el sol y las estrellas?

3. ¿Por qué necesitamos a Dios?

La Biblia dice:

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8). Eso es lo que queremos hacer cuando leemos este libro.

La lectura sugerida: Salmo 105:1–4

Un himno para cantar acerca de Dios:

Dad al Padre toda gloria,

Dad al Hijo todo honor,

Y al Espíritu Divino,

Alabanzas de loor.

CORO

Adoradle, adoradle,

Adorad al Salvador.

Tributadle toda gloria,

Pueblo suyo por su grande amor.

(Himnos de Fe y Alabanza, No̱ 19)

¿Qué tal si pedimos que Dios nos ayude a aprender acerca de El por medio de la lectura de este libro?

Dios que estás en los cielos, estamos gozosos porque podemos orar a ti. Pedimos que nos bendigas cuando leamos juntos este libro. Queremos aprender más y más acerca de ti para amarte mucho. Amén.

Llevando los “pequeñitos a Dios” Capítulo 1: Nuestros corazones buscan a Dios

Este es un libro acerca de Dios. Trata también de personas y de todo lo que vemos alrededor nuestro. Pero, en forma especial habla de Dios.

Habla de Dios en forma especial porque El es muy importante. Debemos saber acerca de El porque le necesitamos.

¿Has visto alguna vez a un bebé alzar los brazos hacia su mamá? Un bebé necesita a su mamá. Quiere el amor de mamá. Necesita el cuidado de mamá. También nuestros corazones se elevan a Dios. Queremos que El nos ame. Necesitamos que él nos cuide.

¿Alguna vez has mirado al cielo para ver cuán grande es? El mundo a nuestro alrededor también es muy grande. Y nosotros somos pequeñitos. Aun los adultos son pequeñitos. Adultos y niños todos necesitamos a Dios.

Hay una pequeña voz dentro de nuestros corazones que clama a Dios. Y esa vocecita nos dice que existe un Dios.

Toda persona tiene esa voz pequeñita en su corazón que le dice que existe Dios.

Pero, nosotros no podemos ver a Dios. Podemos mirar y mirar. Podemos buscar en todas partes. Mas no podemos ver a Dios.

Algunas personas, cuando miran la salida del sol por la mañana, piensan que el sol es Dios. Miran al sol levantarse más y más alto en el cielo. El sol da luz. el sol nos hace sentir el calor. El sol hace que todas las plantas crezcan. Entonces estas personas dicen: “El sol es nuestro Dios” y oran al sol.

Pero el sol no es un dios, El sol no puede oírles cuando oran.

Algunas personas creen que las estrellas son dioses. De noche las estrellas se ven tan bellas y preciosas en el cielo. Estas personas oran a las estrellas. Pero las estrellas no pueden oírles cuando oran. Las estrellas no pueden ayudarles cuando necesitan algo.

Hace mucho tiempo la gente se hizo dioses. Fabricaron ídolos-dioses de madera, de piedra, de oro, de plata. Y oraban a estos dioses-ídolos. Pero estos dioses-ídolos no podían oírles ni ayudarles. Aún hoy día en algunos países hay personas que oran a los ídolos. Jamás han oído acerca del Dios verdadero.

Algunas personas dicen: “No existe Dios”. ¡Y no oran jamás! Pero, en lo más profundo de sus corazones hay esa pequeña voz que dice: “Sí, hay un Dios”.

Si no podemos ver a Dios, ¿cómo podemos conocerle? El es muy importante. Le necesitamos. Y en verdad queremos conocerle.

Este libro nos ayudará a encontrar a Dios y a conocerle. Nos ayudará a aprender acerca de Dios. Aprenderemos cuán grande y maravilloso es El. Aprenderemos cómo nos cuida. Aprenderemos cómo amarle y vivir cerca de El aunque no podamos verle.

Temas de conversación:

1. ¿Qué es lo que nos dice esa voz que se encuentra en lo más profundo de nuestros corazones?

2. ¿Por qué no pueden ser nuestros dioses el sol y las estrellas?

3. ¿Por qué necesitamos a Dios?

La Biblia dice:

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8). Eso es lo que queremos hacer cuando leemos este libro.

La lectura sugerida: Salmo 105:1–4

Un himno para cantar acerca de Dios:

Dad al Padre toda gloria,

Dad al Hijo todo honor,

Y al Espíritu Divino,

Alabanzas de loor.

CORO

Adoradle, adoradle,

Adorad al Salvador.

Tributadle toda gloria,

Pueblo suyo por su grande amor.

(Himnos de Fe y Alabanza, No̱ 19)

¿Qué tal si pedimos que Dios nos ayude a aprender acerca de El por medio de la lectura de este libro?

Dios que estás en los cielos, estamos gozosos porque podemos orar a ti. Pedimos que nos bendigas cuando leamos juntos este libro. Queremos aprender más y más acerca de ti para amarte mucho. Amén.

Llevando los “pequeñitos a Dios” Capítulo 1: Nuestros corazones buscan a Dios

Este es un libro acerca de Dios. Trata también de personas y de todo lo que vemos alrededor nuestro. Pero, en forma especial habla de Dios.

Habla de Dios en forma especial porque El es muy importante. Debemos saber acerca de El porque le necesitamos.

¿Has visto alguna vez a un bebé alzar los brazos hacia su mamá? Un bebé necesita a su mamá. Quiere el amor de mamá. Necesita el cuidado de mamá. También nuestros corazones se elevan a Dios. Queremos que El nos ame. Necesitamos que él nos cuide.

¿Alguna vez has mirado al cielo para ver cuán grande es? El mundo a nuestro alrededor también es muy grande. Y nosotros somos pequeñitos. Aun los adultos son pequeñitos. Adultos y niños todos necesitamos a Dios.

Hay una pequeña voz dentro de nuestros corazones que clama a Dios. Y esa vocecita nos dice que existe un Dios.

Toda persona tiene esa voz pequeñita en su corazón que le dice que existe Dios.

Pero, nosotros no podemos ver a Dios. Podemos mirar y mirar. Podemos buscar en todas partes. Mas no podemos ver a Dios.

Algunas personas, cuando miran la salida del sol por la mañana, piensan que el sol es Dios. Miran al sol levantarse más y más alto en el cielo. El sol da luz. el sol nos hace sentir el calor. El sol hace que todas las plantas crezcan. Entonces estas personas dicen: “El sol es nuestro Dios” y oran al sol.

Pero el sol no es un dios, El sol no puede oírles cuando oran.

Algunas personas creen que las estrellas son dioses. De noche las estrellas se ven tan bellas y preciosas en el cielo. Estas personas oran a las estrellas. Pero las estrellas no pueden oírles cuando oran. Las estrellas no pueden ayudarles cuando necesitan algo.

Hace mucho tiempo la gente se hizo dioses. Fabricaron ídolos-dioses de madera, de piedra, de oro, de plata. Y oraban a estos dioses-ídolos. Pero estos dioses-ídolos no podían oírles ni ayudarles. Aún hoy día en algunos países hay personas que oran a los ídolos. Jamás han oído acerca del Dios verdadero.

Algunas personas dicen: “No existe Dios”. ¡Y no oran jamás! Pero, en lo más profundo de sus corazones hay esa pequeña voz que dice: “Sí, hay un Dios”.

Si no podemos ver a Dios, ¿cómo podemos conocerle? El es muy importante. Le necesitamos. Y en verdad queremos conocerle.

Este libro nos ayudará a encontrar a Dios y a conocerle. Nos ayudará a aprender acerca de Dios. Aprenderemos cuán grande y maravilloso es El. Aprenderemos cómo nos cuida. Aprenderemos cómo amarle y vivir cerca de El aunque no podamos verle.

Temas de conversación:

1. ¿Qué es lo que nos dice esa voz que se encuentra en lo más profundo de nuestros corazones?

2. ¿Por qué no pueden ser nuestros dioses el sol y las estrellas?

3. ¿Por qué necesitamos a Dios?

La Biblia dice:

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8). Eso es lo que queremos hacer cuando leemos este libro.

La lectura sugerida: Salmo 105:1–4

Un himno para cantar acerca de Dios:

Dad al Padre toda gloria,

Dad al Hijo todo honor,

Y al Espíritu Divino,

Alabanzas de loor.

CORO

Adoradle, adoradle,

Adorad al Salvador.

Tributadle toda gloria,

Pueblo suyo por su grande amor.

(Himnos de Fe y Alabanza, No̱ 19)

¿Qué tal si pedimos que Dios nos ayude a aprender acerca de El por medio de la lectura de este libro?

Dios que estás en los cielos, estamos gozosos porque podemos orar a ti. Pedimos que nos bendigas cuando leamos juntos este libro. Queremos aprender más y más acerca de ti para amarte mucho. Amén.

Santiago 4:8
Llevando los “pequeñitos a Dios” PRIMERA PARTE: BUSCANDO A DIOS

BUSCANDO A DIOS

1

Nuestros corazones buscan a Dios

Este es un libro acerca de Dios. Trata también de personas y de todo lo que vemos alrededor nuestro. Pero, en forma especial habla de Dios.

Habla de Dios en forma especial porque El es muy importante. Debemos saber acerca de El porque le necesitamos.

¿Has visto alguna vez a un bebé alzar los brazos hacia su mamá? Un bebé necesita a su mamá. Quiere el amor de mamá. Necesita el cuidado de mamá. También nuestros corazones se elevan a Dios. Queremos que El nos ame. Necesitamos que él nos cuide.

¿Alguna vez has mirado al cielo para ver cuán grande es? El mundo a nuestro alrededor también es muy grande. Y nosotros somos pequeñitos. Aun los adultos son pequeñitos. Adultos y niños todos necesitamos a Dios.

Hay una pequeña voz dentro de nuestros corazones que clama a Dios. Y esa vocecita nos dice que existe un Dios.

Toda persona tiene esa voz pequeñita en su corazón que le dice que existe Dios.

Pero, nosotros no podemos ver a Dios. Podemos mirar y mirar. Podemos buscar en todas partes. Mas no podemos ver a Dios.

Algunas personas, cuando miran la salida del sol por la mañana, piensan que el sol es Dios. Miran al sol levantarse más y más alto en el cielo. El sol da luz. el sol nos hace sentir el calor. El sol hace que todas las plantas crezcan. Entonces estas personas dicen: “El sol es nuestro Dios” y oran al sol.

Pero el sol no es un dios, El sol no puede oírles cuando oran.

Algunas personas creen que las estrellas son dioses. De noche las estrellas se ven tan bellas y preciosas en el cielo. Estas personas oran a las estrellas. Pero las estrellas no pueden oírles cuando oran. Las estrellas no pueden ayudarles cuando necesitan algo.

Hace mucho tiempo la gente se hizo dioses. Fabricaron ídolos-dioses de madera, de piedra, de oro, de plata. Y oraban a estos dioses-ídolos. Pero estos dioses-ídolos no podían oírles ni ayudarles. Aún hoy día en algunos países hay personas que oran a los ídolos. Jamás han oído acerca del Dios verdadero.

Algunas personas dicen: “No existe Dios”. ¡Y no oran jamás! Pero, en lo más profundo de sus corazones hay esa pequeña voz que dice: “Sí, hay un Dios”.

Si no podemos ver a Dios, ¿cómo podemos conocerle? El es muy importante. Le necesitamos. Y en verdad queremos conocerle.

Este libro nos ayudará a encontrar a Dios y a conocerle. Nos ayudará a aprender acerca de Dios. Aprenderemos cuán grande y maravilloso es El. Aprenderemos cómo nos cuida. Aprenderemos cómo amarle y vivir cerca de El aunque no podamos verle.

Temas de conversación:

1. ¿Qué es lo que nos dice esa voz que se encuentra en lo más profundo de nuestros corazones?

2. ¿Por qué no pueden ser nuestros dioses el sol y las estrellas?

3. ¿Por qué necesitamos a Dios?

La Biblia dice:

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8). Eso es lo que queremos hacer cuando leemos este libro.

Llevando los “pequeñitos a Dios” Capítulo 2: No podemos ver a Dios

No podemos ver a Dios

No podemos ver a Dios
¿Te gustaría ver a Dios? Nosotros hemos aprendido que no podemos ver a Dios. Ninguna persona ha visto a Dios jamás.
¿Por qué no podemos ver a Dios?
No podemos ver a Dios porque El. es espíritu. No podemos ver a un espíritu.
¿Qué es un espíritu?
Pues, cuando Dios te hizo, El te dio un cuerpo y un espíritu o alma. Tu espíritu vive dentro de tu cuerpo. Tu espíritu es tu verdadero “yo”. Es tu espíritu dentro de tu cuerpo, el que escucha cuando leemos; es tu espíritu el que piensa y ama; es tu espíritu el que está feliz y que te hace sonreír; es tu espíritu que está triste a veces y te hace llorar.
Nadie puede ver tu espíritu. Pero, tú puedes sentirlo viviendo dentro de ti.
Dios es totalmente espíritu. No tiene un cuerpo. Es por eso que no podemos verle. Pero, El sí puede oír, ver y amar; ve y oye mucho más de lo que nosotros podemos ver y oír, aunque no podemos verle a El.
Existe también una razón por la cual no debemos ver a Dios. Dios es totalmente glorioso. Esto quiere decir que Dios es muy santo y resplandeciente.
La Biblia nos cuenta acerca de un hombre llamado Moisés. Moisés fue un buen amigo de Dios. A menudo Dios hablaba a Moisés. Pero Moisés nunca veía a Dios.
Un día Moisés dijo a Dios: “Por favor, muéstrame tu gloria”.
Dios le dijo a Moisés: “Ninguno puede verme y vivir. Pero te esconderé en las rocas; luego pasaré por tu lado”.
Moisés subió solo a una montaña. Dios le escondió entre las rocas, y Dios pasó por su lado. Dios le permitió ver solamente un poquito de su gloria. Aun un hombre como Moisés no podía soportar ver más de la gloria de Dios.
Cuando Moisés bajó de la montaña, su rostro brillaba como rayos de sol. Al haber visto un poquito de la gloria de Dios, su rostro brillaba tanto que la gente tenía miedo de él.
La gloria de Dios es tan brillante que nadie soportaría verla. No podemos mirar el sol cuando está brillando fuerte. Nos duelen los ojos cuando miramos al sol. La gloria de Dios es más brillante que la gloria del sol.
La gloria de Dios es tan brillante que nadie soportaría verla. No podemos mirar el sol cuando está brillando fuerte. Nos duelen los ojos cuando miramos al sol. La gloria de Dios es más brillante que la gloria del sol.
Es bueno que no podamos ver a Dios.
El sol y las estrellas nos hablan acerca de su gloria. Pero, si le viéramos o aun una parte de su gloria, tendríamos miedo. ¡No podríamos aun vivir!
Temas de conversación:
1. ¿Alguien ha visto a Dios alguna vez?
2. ¿Por qué no podemos ver a Dios?
3. ¿Por qué no sería bueno que nosotros viéramos a Dios?
Dios dijo a Moisés: “…No me verá hombre y vivirá” (Exodo 33:20).
La lectura sugerida es: Salmo 104:1–13
Aunque Dios es tan glorioso, podemos orar a El. Cerremos los ojos e inclinemos nuestras cabezas para pensar solamente en El mientras oramos.
Al Rey adorad, grandioso Señor,
Y con gratitud, cantad de su amor.
Anciano de días, nuestro Defensor,
De gloria vestido, Te damos loor.
(Himnos de Fe y Alabanza, No̱ 39)
Aunque Dios es tan glorioso, podemos orar a El. Cerremos los ojos e inclinemos nuestras cabezas para pensar solamente en El mientras oramos.
Dios de gloria, más brillante que el sol, ayúdanos a alabarte. Haznos puros y sin pecado, por medio de Jesús nuestro Salvador para que no tengamos miedo de ti. Amén.
Schoolland, M. M. (2010). Llevando los “pequeñitos a Dios” (pp. 19–21). Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia.
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