La no pecaminosidad/ El nacimiento virginal / Jesucristo como el hungenito
Repaso
Concilio de Nicea
Jesucristo como unigénito hijo
El nacimiento virginal de Cristo fue un milagro obrado por la Tercera Persona de la Trinidad, por el cual la Segunda Persona de la Trinidad, el eterno Hijo de Dios, tomó para sí mismo una naturaleza humana, de tal manera que «se hizo hombre». En este sentido Cristo fue engendrado en el curso de la historia humana en un tiempo y lugar determinado. Este engendramiento no fue el origen de su Ser. La preexistencia de Cristo se presume constantemente por toda la Biblia.
El nacimiento virginal de Cristo fue un milagro obrado por la Tercera Persona de la Trinidad, por el cual la Segunda Persona de la Trinidad, el eterno Hijo de Dios, tomó para sí mismo una naturaleza humana, de tal manera que «se hizo hombre». En este sentido Cristo fue engendrado en el curso de la historia humana en un tiempo y lugar determinado. Este engendramiento no fue el origen de su Ser. La preexistencia de Cristo se presume constantemente por toda la Biblia.
No se presenta al Hijo ni como engendrado, ni como un subordinado, ni como un inferior en ningún sentido. Pero cuando Jesús se llamó a sí mismo el Hijo de Dios, y sostuvo que Dios era su propio Padre, esto era «haciéndose igual a Dios» (Jn 5:18) en el idioma que habló
No se presenta al Hijo ni como engendrado, ni como un subordinado, ni como un inferior en ningún sentido. Pero cuando Jesús se llamó a sí mismo el Hijo de Dios, y sostuvo que Dios era su propio Padre, esto era «haciéndose igual a Dios» (Jn 5:18) en el idioma que habló
only begotten: A mistranslation of the Greek word μονογενὴς (from μονογενής (from G3666, John 3:16, et al), which actually means “unique” or “one-of-a-kind.” The Arians used this word to deny Christ’s deity, but the rest of the church understood it to mean that the Son eternally related as a son to the Father. (14C.2.a)
UNIGÉNITO (gr. monogenẽs). Se usa en sentido literal, significando «hijo único» (Lc. 7:12); «hija única» (8:42); «el único que tengo» (9:38). En otros pasajes del NT se refiere a Jesucristo como «el unigénito Hijo de Dios» (Jn. 1:14, 18; 3:16, 18; 1 Jn. 4:9). Aquí el énfasis recae sobre Su singularidad más que en Su naturaleza de Hijo, aunque ambas ideas están ciertamente presentes. Él es el Hijo de Dios de una manera que nadie más es. «Monogenẽs describe la relación absolutamente singular del Hijo con el Padre en Su naturaleza divina; prõtotokos describe la relación del Cristo Resucitado en Su humanidad glorificada con el hombre» (Westcott acerca de He. 1:6).
La singularidad de Cristo tal como es expuesta en los anteriores pasajes es ambivalente: (a) Revela al Padre (Jn. 1:14, 18). (b) Es el mediador de la salvación (1 Jn. 4:9; Jn. 3:16).
El término monogenẽs es también indicador de un intenso afecto derivado de una íntima relación materno-filial (cfr. He. 11:17).
La lectura de «Dios unigénito» que se halla en una cantidad de mss. griegos, aunque tiene considerable apoyo textual, es poco probable, y puede explicarse como originada por el celo del partido «ortodoxo» contra las tesis «adopcionistas» (cfr. Grimm-Thayer, Lexicon; Westcott, loc. cit.). (Véase HIJO DE DIOS, II.)
Where monogenēs is used to refer to Jesus, its meaning is likewise not “only-begotten,” but “only” or “unique.” The word is used with “son” and should be understood as “God’s only Son,” indicating both God’s favor toward Him and His uniqueness (John 3:16, 18; 1 John 4:9). The statement at the baptism and transfiguration of Jesus in the Synoptic Gospels, “This is my beloved son,” expresses virtually the same idea. In John 1:14, the word “only” is used by itself to stress that the incarnate Word comes as a unique One from the Father.
Because of the confusion related to the idea of the “Son of God” being “begotten,” the early Christians had many debates. The issue was finally solved by the beginning of the fourth century and formalized in the creed from the Council of Nicaea (A.D. 325). This creed speaks of the Son of God as “begotten not made, of one substance with the Father.” This wording of the creed completely rejected the heresy that the Son of God was the first created being. It unambiguously proclaimed that Jesus was fully God and fully man—the only One who could truly take our sins on Himself on the cross, the only One who can invite us in God’s kingdom to live with Him forever.
One and only God