Del Palacio al Desierto

Hechos de los Apostoles  •  Sermon  •  Submitted
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Cuando Dios habla es para glorificarse

Hechos de los Apóstoles 7.23–29 RVR60
23 Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. 24 Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido. 25 Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya; mas ellos no lo habían entendido así. 26 Y al día siguiente, se presentó a unos de ellos que reñían, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os maltratáis el uno al otro? 27 Entonces el que maltrataba a su prójimo le rechazó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros? 28 ¿Quieres tú matarme, como mataste ayer al egipcio? 29 Al oír esta palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos.
Una vez educado en el palacio real, Moisés sintió que su sangre lo llamaba y salio a dar una vuelta.
Esta implícito que a el se le dijo en algún momento cual era su verdadera procedencia. Esto es algo que todos debemos recordar.
Tanto en lo humano como en lo espiritual.
Tu y yo tenemos un lugar donde nacimos y crecimos.
Pero también hemos sido adoptados por Dios para ser de El, ese es nuestra identidad eterna.
De momento Moisés se encuentra con una escena que lo hizo reaccionar en favor hacia un hebreo.
El verso 25 nos dice algo muy interesante, Moisés creía que Dios los iba a liberar por su mano.
O sea, aquí parece ser que Moisés concluyo que debido a todo el entrenamiento y educación que el tenia era lo que era necesario para liberar a los israelitas.
Vimos la semana pasada que decía que Moisés era poderoso en palabras y obras (22), todo parece indicar que el fue comandante en el ejercito egipcio y ademas parece ser que tenia una buena oratoria (una manera de hablar especial).
Pero parece ser que no era esto lo que pensaban los israelitas esclavizados en Egipto.
El plan de Dios todavía requiriria de Moisés el aprender cosas que no se aprenden en el palacio sino en la soledad e inconformidad.
Y cosas que se aprenden el el campo.
Cuando trata de intervenir en un altercado entre dos israelitas uno de estos le hace ver que ellos no lo reconocían a el como su líder sino como a uno que mato a alguien el día anterior.
Éxodo 2.14–15 RVR60
14 Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto.15 Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián.
El rumor se había regado y había llegado a oídos del Faraón. Este quería hacer justicia por el crimen cometido.
Todos nosotros pecamos delante de Dios, eso es un hecho. La pregunta a hacernos aquí es: Como nos vemos nosotros y si esto refleja la realidad de como somos vistos por otros?
O sea, decimos ser cristianos, es eso lo que ven en nosotros de verdad?
Moisés tuvo que dejar la comodidad del palacio para ir a vivir al desierto. Un cambio radical de vida.
Algunos de nosotros aquí hemos tenido esos momentos donde hemos tenido que vivir en el desierto también.
No me refiero a un desierto real, sino ese desierto espiritual, emocional, quebrantador por algo que hemos hecho en nuestras vidas.
Algunos han sido marcados tan fuertemente por ese cambio que nunca han vuelto a casa, otros están a medio caminar aun, algunos han llegado.
Hechos de los Apóstoles 7.30–34 RVR60
30 Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza. 31 Entonces Moisés, mirando, se maravilló de la visión; y acercándose para observar, vino a él la voz del Señor: 32 Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob. Y Moisés, temblando, no se atrevía a mirar. 33 Y le dijo el Señor: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa. 34 Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora, pues, ven, te enviaré a Egipto.
Dios siempre cumple sus promesas y lleva a cabo sus planes.
También El se manifiesta donde El quiere. No esta enmarcado El a un lugar fijo.
Jesucristo vino hace ya mas de 2 mil anos y hay gente que se han desanimado esperando el cumplimiento glorioso de sus promesas.
En el caso de Moisés tenemos que todavía pasaran 40 anos mas de su vida antes de que Dios le haga el llamado directo para ser su instrumento.
40 anos ya habían pasado en la vida del desierto, todo era diferente. Moisés tenia ya familia y estaba levantando su heredad.
Acostumbrado ya a la vida del desierto algo llamo su atención.
nos narra el evento donde este ve un arbusto, una sarza que ardía pero no se consumía.
La narrativa de Éxodo nos dice que el vio un Ángel que le hablaba y que era una visión.
Dios nos habla primeramente por Su Palabra pero también están los dones del Espíritu en la Iglesia para cuando Dios quiere hablarnos de algo a través de una palabra de ciencia o sabiduría.
En esta visión Dios le dice a Moisés que la tierra donde el estaba pisando es la tierra que el prometió a Abraham. Por eso le dice que se quite el calzado pues esta era una tierra dedicada o separada para los suyos.
Aquí Moisés también recibe oficialmente el llamado a servir a Dios como el caudillo de los hebreos.
Hechos de los Apóstoles 7.35–36 RVR60
35 A este Moisés, a quien habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez?, a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Este los sacó, habiendo hecho prodigios y señales en tierra de Egipto, y en el Mar Rojo, y en el desierto por cuarenta años.
Hechos de los Apóstoles 7.35–37 RVR60
35 A este Moisés, a quien habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez?, a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Este los sacó, habiendo hecho prodigios y señales en tierra de Egipto, y en el Mar Rojo, y en el desierto por cuarenta años. 37 Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis.
El rechazo no puede marcar nuestras vidas. Recuerdan un poco antes cuando Moisés trato de hablar con un hebreo que maltrataba a otro?
Recuerdan como fue rechazado y hasta tuvo que huir para salvar su vida?
Pues a este mismo personaje es a quien Dios llama después de haber sido pulido en el desierto.
Y es quien es usado por Dios para demostrar prodigios y senales en Egipto que ayudaran a que los hebreos sean libertados.
Éxodo 7.3 RVR60
3 Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas.
Éxodo 14.21 RVR60
21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
Moisés se sometió totalmente a Dios y por eso El lo uso.
Hemos dejado que Dios pula nuestras vidas en los desiertos que hemos pasado?
40 anos de palacio y 40 anos de desierto le tomo a Moisés para estar listo para ejercer el ministerio que Dios le tenia.
Tuvo que ir de ser un alto funcionario, posiblemente el sucesor del trono en Egipto a ser un pastor en el desierto para que Dios puliera su carácter y vida.
Cuanto hemos aprendido en nuestros desiertos? O no hemos aprendido nada?
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