EL SEÑORÍO DE CRISTO EN LA RESURRECCIÓN (1 Corintios 15.12-23)

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1 Corintios 15.16–21 TLA
Si en realidad los muertos no resucitan, entonces tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, de nada sirve que ustedes crean en él, pues sus pecados aún no habrán sido perdonados. Y los que antes creyeron en Cristo y murieron, están totalmente perdidos. Si nuestra esperanza es que Cristo nos ayude solamente en esta vida, no hay nadie más digno de lástima que nosotros. Sin embargo, ¡Cristo resucitó! Esto nos enseña que también resucitarán los que murieron.
1 Corintios 15.16–22 TLA
Si en realidad los muertos no resucitan, entonces tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, de nada sirve que ustedes crean en él, pues sus pecados aún no habrán sido perdonados. Y los que antes creyeron en Cristo y murieron, están totalmente perdidos. Si nuestra esperanza es que Cristo nos ayude solamente en esta vida, no hay nadie más digno de lástima que nosotros. Sin embargo, ¡Cristo resucitó! Esto nos enseña que también resucitarán los que murieron. Por el pecado de Adán todos fuimos castigados con la muerte; pero, gracias a Cristo, ahora podemos volver a vivir.
1 corintios 15.16
Algunas religiones afirman en forma vaga la creencia en la inmortalidad, en una u otra forma; y el judaísmo, en sus afirmaciones ortodoxas, podría dar expresión a la idea de una futura resurrección corporal, pero jamás se le ocurriría sugerir que su fundador, en algún momento y sobre esta tierra, se hubiera levantado de la tumba en una resurrección corporal.
Ninguna otra religión del mundo ha elaborado una confesión que incluya afirmaciones como éstas. Algunas religiones afirman en forma vaga la creencia en la inmortalidad, en una u otra forma; y el judaísmo, en sus afirmaciones ortodoxas, podría, en forma de credo, dar expresión a la idea de una futura resurrección corporal, pero jamás se le ocurriría sugerir que su fundador, en algún momento y sobre esta tierra, se hubiera levantado de la tumba en una resurrección corporal.
Si Jesús de Nazaret realmente se levantó de entre los muertos con su propio cuerpo, en el tercer día, como lo había anunciado, todas las demás afirmaciones de la fe cristiana adquieren coherencia, incluyendo las que corresponden a nuestro destino final; si tal hecho no ocurrió históricamente, Pablo lo dice, nuestra fe es vana, nuestra predicación es vana, y todavía estamos en nuestros pecados.
Smith, W. M. (2006). RESURRECCIÓN. En E. F. Harrison, G. W. Bromiley, & C. F. H. Henry (Eds.), Diccionario de Teología (p. 529). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

INMORTALIDAD O RESURRECCIÓN

-Los que creemos en Cristo somos mortales, pero sí creemos que un día seremos resucitados.
-La muerte es la separación de la vida. Es la consecuencia del pecado.
Romanos 5.12–14 RVR60
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
romanos 5.12
Romanos 5.12 RVR60
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
-La Biblia promete
-No debe confundirse el concepto de inmortalidad con el de resurrección. En algunas fuentes del pensamiento extra bíblico se cree que el alma o el espíritu del hombre son inmortales. La idea de inmortalidad que así se propaga pone énfasis en que el alma sigue existiendo aún después de la muerte. Algunas filosofías y religiones presentan ideas muy vagas que hablan de que el alma es básicamente material, y vuelve a vivir en el universo al cual se reintegra. O que el alma no se destruye, pero que reencarna en otra persona o en un animal, según la bondad o ausencia de bondad de las obras del individuo.
La resurrección que presenta el cristianismo, en cambio, habla de una vuelta a la vida en cuerpo y alma de las personas, con identidad propia, en la presencia de Dios. La Biblia habla de que el hombre puede recibir, como un don de Dios, un “cuerpo espiritual” en la resurrección, que no conocerá deterioro ni corrupción. La resurrección, pues, hace énfasis en el retorno a la vida del todo del hombre, en alma y cuerpo.
No debe confundirse el concepto de inmortalidad con el de r. En algunas fuentes del pensamiento extrabíblico se cree que el alma o el espíritu del hombre son inmortales. La idea de inmortalidad que así se propaga pone énfasis en que el alma sigue existiendo aún después de la muerte. Algunas filosofías y religiones presentan ideas muy vagas que hablan de que el alma es básicamente material, y vuelve a vivir en el universo al cual se reintegra. O que el alma no se destruye, pero que reencarna en otra persona o en un animal, según la bondad o ausencia de bondad de las obras del individuo. La r. que presenta el cristianismo, en cambio, habla de una vuelta a la vida en cuerpo y alma de las personas, con identidad propia, en la presencia de Dios. La Biblia habla de que el hombre puede recibir, como un don de Dios, un “cuerpo espiritual” en la r., que no conocerá deterioro ni corrupción. La r., pues, hace énfasis en el retorno a la vida del todo del hombre, en alma y cuerpo.
La Biblia nos habla ampliamente de la resurrección. Job, por ejemplo, habla de una vida posterior (“Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios” []). En el leemos: “Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; él nos guiará aun más allá de la muerte”. En el 73:24: “Me has guiado según tu consejo y después me recibirás en gloria”. Se lee en Isaías: “Destruirá [Dios] a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros” (). Y en : “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”.
El tema de la resurrección, entonces, aunque se conocía y se discutía sobre él, no estaba muy claro en la mente de los sabios de la época de Jesús. Los mismos discípulos, cuando el Señor les hablaba de que tendría que morir y resucitar, “guardaron la palabra entre sí, discutiendo qué sería aquello de resucitar de los muertos” ().
La gran luz sobre el tema de la resurrección surge cuando el Señor efectivamente resucita de los muertos. Entonces los discípulos “se acordaron que había dicho esto, y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho” (). Es decir, que en el período posterior a la resurrección de Cristo, durante el cual él les instruyó más detalladamente sobre el reino de Dios y las Escrituras, fue cuando los discípulos vinieron a entender muchas cosas. Y el mensaje que emitieron desde entonces incluía este aspecto de la resurrección (“A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos” []).
Lockward, A. (1999). En Nuevo diccionario de la Biblia (pp. 880–881). Miami: Editorial Unilit.
Lockward, A. (1999). En Nuevo diccionario de la Biblia (pp. 880–881). Miami: Editorial Unilit.

EFECTOS DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

-Pablo nos dice que el Señor Jesucristo es el primero en la resurrección.
1 Corintios 15.23 RVR60
23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
1 Corintios 15.23
Colosenses 1.15–18 RVR60
15 El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
colosenses 1.15
-Aunque otros antes que El resucitaron, El Señor ha sido el primero en resucitar para no morir más. Por eso El es el Señor también en la resurrección.
-La resurrección de Cristo tuvo dos grandes resultados:
Victoria sobre el pecado
-Porque la paga del pecado es la muerte, pero el Señor no pudo ser retenido por la mu
Victoria sobre la muerte
Romanos 8.1–2 RVR60
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
-El Señor Jesucristo “quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio” (2 T. 1.10). Pero el quitó la muerte no evitándola, sino vendiéndola. El Señor no huyó de la muerte, sino que la confrontó; por medio de la resurrección le quitó su poder.
-La tumba vacía es el verdadero símbolo del cristianismo. La resurrección representa la victoria de la vida sobre la muerte.

EL DADOR DE LA VIDA

- El Señor Jesucristo confirmó la doctrina de la resurrección a los saduceos (una de las dos principales sectas del judaísmo, quienes negaban la resurrección), respondiendo acerca del tema de la resurrección:
Mateo 22.29–32 RVR60
29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. 30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo. 31 Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: 32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
mateo 22.29-
-En Juan capítulo 5, se menciona 4 veces el tema de la resurrección. En todas el Señor Jesucristo se atribuye la facultad expresa y única de El de ser el dador de la vida:

1. Para afirmar que El es el Padre

Juan 5.21 RVR60
21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.

2. Para afirmar que El es quien da vida nueva por medio de Su palabra

Juan 5.24 RVR60
24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

3. Para afirmar que El ha venido para trasladar de muerte a vida

Juan 5.25 RVR60
25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
Juan 5.25 RVR60
25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.

4. Para afirmar que hay dos clases de resurrecciones:

Para vida
Para condenación
Juan 5.29 RVR60
29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
-La resurrección de Cristo nos demuestra la potestad que El tiene sobre nuestra vida.

BENEFICIOS DE LA RESURRECCIÓN PARA LA IGLESIA

-La doctrina de la resurrección es parte fundamental del cristianismo. La resurrección de Cristo es la garantía de que aquellos que creen en él también resucitarán (“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” []; “Porque yo vivo, vosotros también viviréis” [])
-Esto nos dice que la resurrección es una de las más grandes esperanzas del creyente, la resurrección de Cristo se realizó para cuatro beneficios de la iglesia:
Para nuestra justificación

1. Para nuestra justificación

Para nuestra justificación
Romanos 4.25 RVR60
25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
Romanos 4.24–25 RVR60
24 sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, 25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
-Esto significa que nuestras transgresiones hicieron necesario que él fuera entregado, en tanto que él fue resucitado por, o causa de, nuestra justificación. Cristo fue resucitado para asegurarnos que ante los ojos de Dios nosotros estamos sin duda libres del pecado. Porque nosotros caímos, Jesús fue condenado; porque hemos sido justificados, él resucitó. Por Su muerte fuimos perdonados, entonces ya no era necesario que El permaneciera en la tumba.
-La resurrección de Cristo tenía como propósito sacar a la luz el hecho que todos los que reconocen a Jesús como su Señor y Salvador han entrado en un estado de justicia ante los ojos de Dios.

2. Para la seguridad de nuestra fe

2. Para la seguridad de nuestra fe

2 Corintios 4.13–14 RVR60
13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, 14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.
Para nuestra seguridad
2 corintios 4.

3. Para nuestra esperanza

Para nuestra esperanza
1 Tesalonicenses 4.13–14 NTV
13 Y ahora, amados hermanos, queremos que sepan lo que sucederá con los creyentes que han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza. 14 Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto.
1 Tesalonicenses 4.13–14 RVR60
13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.

4. Para nuestra redención

Romanos 8.22–23 RVR60
22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
23 y los creyentes también gemimos —aunque tenemos al Espíritu de Dios en nosotros como una muestra anticipada de la gloria futura— porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento. Nosotros también deseamos con una esperanza ferviente que llegue el día en que Dios nos dé todos nuestros derechos como sus hijos adoptivos, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió.
v. 23 (NTV): “… porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento. Nosotros también deseamos con una esperanza ferviente que llegue el día en que Dios nos dé todos nuestros derechos como sus hijos adoptivos, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió”.
-Nuestro cuerpo se desgasta a medida que pasa el tiempo, lo cual confronta nuestra realidad. La resurrección de Jesús nos afirma el verdadero valor de las cosas espirituales, ya que el hombre interior se renueva cada día ().
-Pablo también nos dice que la muerte de Cristo nos ha demostrado la dimensión del amor de Dios, y la resurrección de Cristo nos ha demostrado la dimensión de Su poder; de esta manera, debemos vivir para El (, , 14-15).
-Todo esto debe cambiar nuestra perspectiva de la vida, y creer que lo más grande que Dios tiene para nosotros aún está por venir. Nuestra esperanza no es solo el bienestar material y la buena vida familiar y emocional. Tenemos una esperanza más grande y duradera.
Por lo tanto, debemos someter nuestra voluntad al Señor Jesucristo, porque solo El tiene la potestad sobre la vida. El es el Señor en la resurrección.
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