El pecado que vive en mí

Introducción

¿Porque creen que Dios no estableció el periodo de la gracia justo después del pecado de Adán y Eva? Dios establece un periodo entre el pecado original y el nacimiento, muerte y resurrección de Jesús, Él podría haber enviado a Jesús casi de inmediato a morir por toda la humanidad que iba a aparecer en el futuro, en cambio, decide establecer un periodo que se conoce como La Ley. La respuesta está en que Dios buscaba que el ser humano se diera cuenta de su incapacidad para llegar al estándar de Dios después de haber caído en pecado. Gálatas 4.4

El texto que vamos a estudiar ahora, en su contexto original busca recordar a los primeros lectores que no somos capaces, hagamos lo que hagamos de cumplir la ley de Dios y por tanto necesitamos un mediador, un Salvador que nos permita alcanzar el estándar de Dios.

Enseñanza (Romanos 7:14-25)

El contexto. Habían 2 extremos (ambos malos y erróneos) sobre la ley. Los primeros decían que la ley era mala en sí, que había que dejarla atrás, que había que olvidarla, el segundo extremo eran los que decían que la salvación necesitaba del cumplimiento de la ley para poder ser efectiva () . Si la ley no es mala pero tampoco es la base para la salvación, entonces ¿Qué es? el texto de hoy junto con otros nos ayuda a responder esa pregunta.

Las dos guerras. La Biblia habla que como creyentes tenemos dos guerras: una externa () y una interna ().Este último es el texto que vamos a estudiar ahora

¿De quién es la culpa? Se que han comenzado a estudiar las diferentes rupturas que el pecado causó en el ser humano y una de esas rupturas es justamente la de nuestra propia naturaleza que fue tergiversada con el pecado.

Nueva Traducción Viviente Capítulo 7

14 Por lo tanto, el problema no es con la ley, porque la ley es buena y espiritual. El problema está en mí, porque soy demasiado humano, un esclavo del pecado. 15 Realmente no me entiendo a mí mismo, porque quiero hacer lo que es correcto pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio. 16 Pero si yo sé que lo que hago está mal, eso demuestra que estoy de acuerdo con que la ley es buena. 17 Entonces no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.

18 Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. 19 Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago. 20 Ahora, si hago lo que no quiero hacer, realmente no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.

21 He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. 22 Amo la ley de Dios con todo mi corazón, 23 pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí. 24 ¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte? 25 ¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor. Así que ya ven: en mi mente de verdad quiero obedecer la ley de Dios, pero a causa de mi naturaleza pecaminosa, soy esclavo del pecado.

¿Que consecuencias causó el pecado al ser humano? La ruptura de nuestra relación con Dios, la tierra fue maldita y por tanto ahora necesitamos trabajar para obtener el alimento diario, a las mujeres les duele el parto, hubo ruptura en nuestras relaciones interpersonales.

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La historia inicial. Leamos y decidamos quien tiene la culpa

Dios. Algunos podrían pensar que Dios tuvo la culpa porque el puso el árbol en medio del huerto para que el hombre escogiera que quería hacer, “Si Dios no hubiera puesto ese árbol ahí, el ser humano nunca habría pecado”, o “Porque puso a Satanás en el mismo huerto donde vivía el ser humano en lugar de enviarlo directamente al infierno” . Esta es la más fácil de refutar, Dios no quería robots que le siguieran automáticamente sino personas que obedecieran por amor.

Satanás. Otros culpan a Satanás de haber incitado al ser humano a pecar. Satanás tuvo parte de la culpa y por eso fue juzgado pero no es el único responsable

La manzana.

El ser humano. Ellos tuvieron la posibilidad de obedecer a Dios y rechazar el ofrecimiento de Satanás, pero no lo hicieron.

El problema está en mi (versículo 14). La naturaleza humana, tiende a buscar culpables siempre (Volver a Génesis para ver como todos culparon al otro del pecado cometido), requiere un gran esfuerzo reconocer nuestra culpa, siempre vamos a querer salir bien librados de la acusación, pero el primer gran paso, la primera verdad bíblica que debemos recordar es que no hay más culpable del pecado que yo.

El problema está en mi (versículo 14). La naturaleza humana, tiende a buscar culpables siempre (Adán lo hizo con Eva),

Coaching. La forma que Dios utiliza para confrontarlos es muy interesante porque es a través de preguntas (hablar del modelo de coaching) Dios buscaba que por medio de las preguntas el ser humano llegara a reconocer su culpabilidad.

requiere un gran esfuerzo reconocer nuestra culpa, siempre vamos a querer salir bien librados de la acusación, pero el primer gran paso, la primera verdad bíblica que debemos recordar es que no hay más culpable del pecado que yo.

Tu no dices malas palabras porque tu entorno es más difícil que el de los demás, tu no haces tu devocional no porque tengas menos tiempo que todos los demás, no pides copia en el colegio porque estabas tan ocupado que no pudiste estudiar, no desobedeces a tus padres porque ellos sean malos padres . El único culpable de tu pecado eres tú

Responsables por nuestro pecado. Nunca vamos a poder avanzar si no reconocemos que hay algo malo, muy malo dentro de nosotros. Un principio bíblico que nunca debemos olvidar es el que encontramos en .

NO NOS ENGAÑEMOS, INTENTANDO CUBRIR NUESTRO PECADO NO VAMOS A EVITAR NUESTRA CULPABILIDAD

“Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia

¿A qué pecado has estado buscandole una excusa?

Nuestra naturaleza pecaminosa (versículos 15-24). Los textos que siguen, van a enseñarnos cosas muy importantes sobre nuestra naturaleza, nos van a ayudar a describirla y conocerla mejor.

No hay nada bueno en mí (18). Este es un principio Bíblico que todos los creyentes deberíamos entender pero que lastimosamente no todos lo hacen. Hay algunas personas que creen que son mejores que otras porque estudian en un mejor colegio, porque tienen un mejor carro o provienen de una mejor familia, porque viven en una mejor casa. Debemos estar consientes que nada de lo que hacemos, ni la mejor acción que hayas hecho en toda tu vida es capaz de impresionar a Dios.

“Estamos todos infectados por el pecado y somos impuros. Cuando mostramos nuestros actos de justicia, no son más que trapos sucios. Como las hojas del otoño, nos marchitamos y caemos, y nuestros pecados nos arrasan como el viento.” (, NTV)

El pecado nos domina (18-19). Este punto es importante mencionarlo porque muchas veces creemos que podemos detenernos cuando nosotros queramos, pensamos que somos nosotros los que controlamos nuestra carne pero es completamente necesario comprender que NO SOMOS CAPACES de controlar el pecado, no importa que tan buena sea tu relación con Dios, no importa hace cuanto te congregas, si eres líder o no, si estudiaste el seminario.

NO JUEGUES CON EL PECADO PORQUE TE VA A TERMINAR DESTRUYENDO, ALGO VA A TERMINAR MURIENDO EN TI

“La tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos seducen y nos arrastran. De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte.” (, NTV)

Jesucristo es la respuesta (25). Hemos definido que nosotros somos los culpables del pecado, pero Jesucristo pagó el rescate por nosotros el nos ha justificado, el pagó el precio que nosotros debíamos haber pagado y llevo nuestra culpa en la cruz, Él es digno de ser alabado y glorificado

“Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuvieramos en paz, fue azotado para que pudiéramos ser sanados. Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el Señor puso sobre él los pecados de todos nosotros.” (, NTV)