La historia sobre el reino de Dios

Una introducción a las Parábolas

Su objetivo. Se resume en una frase de Jesús que es: “El que tiene oídos para oír, oiga” (Jesús dijo esta frase 6 veces en los evangelios y es interesante que en el otro libro que se registran es en Apocalipsis). Las parábolas tenían el objetivo de aclarar principios espirituales para aquellos que tenían un corazón dispuesto de escuchar a Jesús y aprender de Él, pero al mismo tiempo esconder esas verdades de aquellos que habían decidido no escucharle pasara lo que pasara. (Mateo 13:10-15)?

¿Porque esconder la verdad? Los fariseos habían dicho la peor blasfemia posible, habían cometido el pecado imperdonable: darle mérito a Satanás por lo que Jesús estaba haciendo o lo que es lo mismo decir que Jesús estaba poseído por Satanás (). Después de este momento Jesús comienza a hablar en parábolas. Esto estaba profetizado en

¿Qué necesito hacer para entender las parábolas?

Debemos tener un corazón dispuesto a escuchar la voz de Dios y seguirla, esa era la clave para comprender las parábolas en ese momento y lo sigue siendo a día de hoy.

No debemos buscar mensajes secretos en ellas, todas las parábolas tienen un mensaje central que debemos encontrar un mensaje escondido en cada parte de la historia.

Debemos estudiar un poco la cultura y contexto original ya que fueron historias contadas a una cultura diferente y en un idioma diferente

Una historia sobre lo que cuesta seguir a Jesús

El monte Everest. Uno de los deportes o actividades extremas que más toma vidas al rededor del mundo es el alpinismo, es peligroso por varios motivos y para aquellos que les gusta, el mayor reto es sin duda llegar a la cima del monte Everest. Se estima que un aproximado de 14 personas mueren por cada 100 que lo intentan hoy en día, la preparación toma entre 8 y 12 meses a tiempo completo si es que la persona tiene algo de experiencia. Además el intento para escalarlo puede costar cerca de $30,000. Aún con todo esto, hay personas que están dispuestas a pagar ese costo por lograr la meta. ¿Realmente vale la pena dejar todo por algo como eso?

¿Qué es el reino de los cielos? Una advertencia que constantemente encontramos en el ministerio de Jesús fue: “el reino de los cielos se ha acercado” ¿Que es el reino de los cielos? ¿Está ya entre nosotros o aun lo esperamos?

Tiene dos fases. La primera es en la que nosotros vivimos, en este momento es únicamente espiritual, Jesucristo gobierna los corazones de todos aquellos que ponen su confianza en Él (). La segunda fase será no solamente espiritual sino también terrenal, Jesús va a establecer un reino en la tierra por mil años ().

¿Tiene algún costo entrar al reino de Dios? Esta pregunta es importante, por un lado, no tiene ningún costo porque Cristo pagó el precio por nosotros, el tomó nuestro lugar y ahora por su infinita gracia podemos entrar al reino confiando en Jesús como Señor de nuestra vida. Sin embargo, es cierto que cada persona que decide seguir a Jesús tiene que estar dispuesta a pagar un precio, fue lo que Jesús enseñó en . ¿Cuál es el costo de entrar al reino? ¿Cuál es el costo de seguir a Jesús? las dos parábolas que vamos a leer a continuación nos van a dar las respuestas.

Las parábolas

El tesoro Escondido ()

Una parábola corta. Si cuando pensabamos en parábolas pensabamos en una historia larga, tenemos que ajustar nuestra creencia, esta historia es realmente corta, tanto que solamente toma un versículo para el autor.

La pareja que encontró un tesoro en su patio.

Más común antes que ahora. Encontrar tesoros, era mucho mas probable en los tiempos de Jesús que ahora, en la actualidad la gente pone su dinero en bancos pero antes no habían instituciones financieras por lo que las personas decidían enterrar muchas de sus pertenencias.

¿Y si no era ético? Algunos entran a discutir si lo que hizo la persona era ético o no, ya que encontró algo que no era suyo y sin decirle nada a nadie lo compró por un precio mucho menor de lo que el tesoro valía. Había una ley rabínica que decía que todo lo que se encontrara de la puerta hacia adentro era considerado de los dueños de la propiedad, pero si algo era encontrado de la puerta hacia afuera era de la persona que lo había encontrado.

UN HOMBRE ENCONTRÓ ALGO TAN VALIOSO QUE VENDIÓ TODO LO QUE POSEÍA PARA PODER CONSEGUIRLO

La Perla de gran precio ()

Los mercaderes. Eran personas que viajaban de ciudad en ciudad buscando las mejores perlas para comprarlas y revenderlas a un precio mayor.

Las perlas. Eran de gran valor en el tiempo de Jesús, equivaldrían ahora a las joyas más preciosas. Muchas personas las buscaban en el fondo del mar, atándose una piedra al pie y hundiéndose hasta el fondo buscando entre el lodo las perlas más grandes. Algunos de ellos murieron en ese intento. Encontrar una sola perla de suficiente tamaño era a veces suficiente para hacerse una persona rica.

¿Qué nos enseñan estas parábolas?

Su enseñanza principal. Estas historias no tienen que ver con métodos de inversión o consejos financieros para las familias, como salir de las deudas o como hacernos ricos con poco esfuerzo. El mensaje principal que estas dos parábolas enseñan es el valor incomparable que tiene ser parte del reino de Dios, las personas que por gracia entramos a su Reino (hacer de Jesús nuestro Señor, nuestro Rey) todas las demás cosas deberían parecernos poca cosa

“Y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse.” (, NTV)

“Antes creía que esas cosas eran valiosas, pero ahora considero que no tienen ningún valor debido a lo que Cristo ha hecho. Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo” (, NTV)

No hay nada que tenga más valor que el reino de Dios. Muchas veces le dedicamos más tiempo, más esfuerzo, más dinero y más sacrificio a cosas que tienen menos valor, la carrera universitaria, el título que algún día anhelamos tener es bueno, es importante pero comparado con la salvación eterna es nada, pero a veces le dedicamos más tiempo a nuestros estudios que a nuestra vida espiritual.

El reino no es visible superficialmente. En la primera parábola, el hombre tuvo que desenterrar el tesoro, en la segunda parábola, el hombre tuvo que buscar insistentemente hasta encontrar una perla de gran valor. El reino de Dios es accesible, esta al alcance de la mano pero para aquellos que diligentemente buscan a Dios. Las personas que se acercan únicamente para criticar o con objetivos equivocados, es probable que nunca encuentren el verdadero tesoro

“pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo, porque sólo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu quiere decir.” (, NTV)

“Jesús le respondió: —Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios.” (, NTV)

Las personas no comprenden nuestra pasión. Algunas personas de fuera, no comprenden como los creyentes podemos sujetarnos a la autoridad de Dios, porque lo que las personas buscan ahora es completamente lo contrario, buscan una completa independencia, que nadie les diga lo que tienen que hacer, que nadie imponga reglas en su vida, ellos son sus propios dueños, ellos deciden por sí mismos. No entienden que un sábado a las 4 de la tarde decidamos estar reunidos escuchando Su Palabra en lugar de estar en la playa, descansando en casa o haciendo cualquier otra cosa.

“Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora, mientras está cerca.” (, NTV)

El reino se apropia personalmente. Esto es muy importante comprenderlo, Jesús les estaba hablando a personas que tendían a pensar que por ser parte de Israel eran salvos, que por haber nacido judíos eran automáticamente hijos de Dios. Es importante que comprendamos que la salvación no es automática, no es grupal sino siempre individual, no se transmite genética mente ni por méritos de nuestros antepasados.

“Examínense para saber si su fe es genuina. Pruébense a sí mismos. Sin duda saben que Jesucristo está entre ustedes; de no ser así, ustedes han reprobado el examen de la fe genuina.” (, NTV)

Yo muchas veces he hecho este exámen y a veces he dudado y cada vez que eso pasa le pido al Señor que de seguridad de salvación por medio de la fe en su Hijo Jesucristo (“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” (, RVR60))

El reino tiene un costo. No está enseñando Jesús que la salvación o la entrada a Su reino se puede comprar, lo que está enseñando es que estos dos hombres de las parábolas tuvieron que estar dispuestos a entregar lo que para ellos en ese momento parecía valioso y así poder obtener la mayor recompensa.

¿De qué cosas debes desprenderte para demostrar el valor que la salvación eterna tiene en tí?