Soy Libre
Ministerio Las Americas - Chicago • Sermon • Submitted
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Soy Libre
Soy Libre
57 Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había convertido en discípulo de Jesús.
58 Se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús, y Pilato ordenó que se lo dieran.
59 José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia
60 y lo puso en un sepulcro nuevo de su propiedad que había cavado en la roca. Luego hizo rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro, y se fue.
61 Allí estaban, sentadas frente al sepulcro, María Magdalena y la otra María.
62 Al día siguiente, después del día de la preparación, los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron ante Pilato.
63 —Señor—le dijeron—, nosotros recordamos que mientras ese engañador aún vivía, dijo: “A los tres días resucitaré.”
64 Por eso, ordene usted que se selle el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, se roben el cuerpo y le digan al pueblo que ha resucitado. Ese último engaño sería peor que el primero.
65 —Llévense una guardia de soldados—les ordenó Pilato—, y vayan a asegurar el sepulcro lo mejor que puedan.
66 Así que ellos fueron, cerraron el sepulcro con una piedra, y lo sellaron; y dejaron puesta la guardia.
Mt 27:57
1 Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé compraron especias aromáticas para ir a ungir el cuerpo de Jesús.
2 Muy de mañana el primer día de la semana, apenas salido el sol, se dirigieron al sepulcro.
3 Iban diciéndose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?»
4 Pues la piedra era muy grande. Pero al fijarse bien, se dieron cuenta de que estaba corrida.
5 Al entrar en el sepulcro vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado a la derecha, y se asustaron.
6 —No se asusten—les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.
7 Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo.”
8 Temblorosas y desconcertadas, las mujeres salieron huyendo del sepulcro. No dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.
43 Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas: —¡Lázaro, sal fuera!
44 El muerto salió, con vendas en las manos y en los pies, y el rostro cubierto con un sudario. —Quítenle las vendas y dejen que se vaya—les dijo Jesús.
Jn 11
9 Al regresar del sepulcro, les contaron todas estas cosas a los once y a todos los demás.
10 Las mujeres eran María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo, y las demás que las acompañaban.
11 Pero a los discípulos el relato les pareció una tontería, así que no les creyeron.
12 Pedro, sin embargo, salió corriendo al sepulcro. Se asomó y vio sólo las vendas de lino. Luego volvió a su casa, extrañado de lo que había sucedido.
1 Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús,
1 En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados,
2 en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia.
3 En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios.
9 que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.
1 ¿Qué concluiremos? ¿Vamos a persistir en el pecado, para que la gracia abunde?
2 ¡De ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él?
3 ¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús, en realidad fuimos bautizados para participar en su muerte?
4 Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva.
17 Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus pecados.
1 Cor 15:
17 Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!
17 Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus pecados.
18 En este caso, también están perdidos los que murieron en Cristo.
19 Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales.
20 Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron.
21 De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos.
22 Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir,
23 pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; después, cuando él venga, los que le pertenecen.
24 Entonces vendrá el fin, cuando él entregue el reino a Dios el Padre, luego de destruir todo dominio, autoridad y poder.
25 Porque es necesario que Cristo reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies.
26 El último enemigo que será destruido es la muerte,
34 —Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado—respondió Jesús—.
35 Ahora bien, el esclavo no se queda para siempre en la familia; pero el hijo sí se queda en ella para siempre.
36 Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.
1 Cor 15:17-26
13 Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor.