La Debilidad Del hombre Reforzada
La Debilidad del Hombre Reforzada
«Ésta sí es hueso de mis huesos
y carne de mi carne.
Se llamará “mujer”
porque del hombre fue sacada.
Si eres un hombre de santidad, debes buscar más una porción de gracia en una esposa que una porción de oro con una esposa. Debes procurar más la justicia que las riquezas, la piedad por sobre el dinero, más acerca de la herencia que ella tuviere en el cielo que las posesiones que tuviere en la tierra, más en relación a los intereses que tuviere en Cristo que los intereses que tuviere en las cosas creadas, más sobre su nuevo nacimiento que la clase social en donde hubiere nacido, más acerca de su carácter como persona buena que sus bienes terrenales.
20 Cuando David volvió para bendecir a su familia, Mical, la hija de Saúl, le salió al encuentro y le reprochó:
—¡Qué distinguido se ha visto hoy el rey de Israel, desnudándose como un cualquiera en presencia de las esclavas de sus oficiales!
21 David le respondió:
—Lo hice en presencia del SEÑOR, quien en vez de escoger a tu padre o a cualquier otro de su familia, me escogió a mí y me hizo gobernante de Israel, que es el pueblo del SEÑOR. De modo que seguiré bailando en presencia del SEÑOR, 22 y me rebajaré más todavía, hasta humillarme completamente. Sin embargo, esas mismas esclavas de quienes hablas me rendirán honores.