DIOS TRASFORMA
Hay algo más fuerte que todos los ejércitos del mundo”, escribió Víctor Hugo, “y es una idea cuyo tiempo ha llegado”.
El evangelio de Jesucristo es mucho más que una idea. El evangelio es “poder de Dios para salvación a todo aquel que cree
Hay algo más fuerte que todos los ejércitos del mundo”, escribió Víctor Hugo, “y es una idea cuyo tiempo ha llegado”.
El evangelio de Jesucristo es mucho más que una idea. El evangelio es “poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16).
El poder del evangelio
16Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Es la dinamita de Dios para derribar las barreras del pecado y poner en libertad a los presos
Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.
El libro de los Hechos y las Epístolas dan suficiente información para un bosquejo de la vida temprana de Saulo. Nació en Tarso de Cilicia (Hechos 22:3
El libro de los Hechos y las Epístolas dan suficiente información para un bosquejo de la vida temprana de Saulo. Nació en Tarso de Cilicia (Hechos 22:3)
Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros
Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.
era “hebreo de hebreos” (ve 2 Corintios 11:22; Filipenses 3:5),
era “hebreo de hebreos”
5circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo
Era uno de los fariseos jóvenes más prometedores de Jerusalén, avanzado en la posibilidad de convertirse en un gran líder para la fe judía (Gálatas 1:14).
y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres
El celo de Saulo por la ley se mostró vívidamente en su persecución a la iglesia cristiana (Gálatas 1:13–14; Filipenses 3:6). En realidad pensaba que una manera de servir a Dios era perseguir a los creyentes, así que lo hacía con conciencia limpia (2 Timoteo 1:3). Obedecía la luz que tenía
El apedreamiento de Esteban, el cual Saulo aprobó, muestra hasta dónde llegaría él para lograr su propósito. Perseguía por igual a hombres y a mujeres “hasta la muerte” (Hechos 22:4), entrando en casas y sinagogas (Hechos 22:19). Hizo echar en la cárcel y azotar a los creyentes (Hechos 22:19; 26:9–11). Si renunciaban a su fe en Jesucristo (“los forcé a blasfemar” Hechos 26:11), los dejaba en libertad; si no se retractaban, los mataba.
Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras
Era un hombre con gran autoridad cuya devoción a Moisés controlaba completamente su vida, y casi la destruyó. Lo hizo “por ignorancia, en incredulidad” (1 Timoteo 1:13), y Dios le mostró misericordia y lo salvó. Saulo de Tarso era la última persona en Jerusalén que se hubiera escogido para ser el gran apóstol a los gentiles.
habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. 14Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. 15Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores
y Dios le mostró misericordia y lo salvó. Saulo de Tarso era la última persona en Jerusalén que se hubiera escogido para ser el gran apóstol a los gentiles.
Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, 2y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. 3Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 6El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.