EL NUEVO NACIMIENTO
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INTRODUCCION.
INTRODUCCION.
El nuevo nacimiento es cambio de naturaleza para los que están en Cristo, con implicaciones que se manifiestan en la vida practica del creyente.
El nuevo nacimiento no es una reforma de la vida, sino que es un cambio radical y absoluto en el corazón del pecador que es dado por la persona del Espíritu Santo como una especie de regalo.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Debido a que es imposible para el hombre regenerarse por sí mismo, el nuevo nacimiento ocurre exclusiva y únicamente por la acción del Espíritu Santo
23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
El nuevo nacimiento o la regeneración, es la recreación interna de la naturaleza humana caída en el huerto del Edén cuando los primeros seres humanos (Adán y Eva) se rebelaron en contra de los mandamientos de Dios.
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La Biblia plasma la salvación como la renovación redentora del hombre sobre la base de una relación restaurada con Dios en Cristo.
Es presentada como «una transformación radical y completa obrada en el alma (; ) por Dios el Espíritu Santo (; ).
Es una virtud de lo cual llegamos a ser ‘hombres nuevos’ (; ).
El hombre nuevo no se conforma a este mundo (; ; ), sino creados según la imagen de Dios en conocimiento y santidad de la verdad (; ; )»
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Los resultados de la regeneración se manifiesta con la entrada del hombre nacido de nuevo en el reino de los cielos (). El nuevo nacimiento es una verdad posicional en la que Dios adopta al hombre pecador a través de la obra redentora de Cristo.
El hombre que ha sido regenerado es llamado a vivir una vida de santidad, apartado de lo que empaña la relación con Dios, es decir, el hombre regenerado debe vivir de acuerdo al patrón de vida que Dios ha diseñado en su palabra, ya que la Biblia apunta a que el hombre nacido de nuevo tiene victoria en Cristo sobre los patrones pecaminosos de la vida .
Sin embargo, el hecho de que una persona haya nacido de nuevo, no elimina la lucha interna que se desarrolla en el interior del corazón del hombre para no pecar.
(B.B. Warfield, Biblical and Theological Studies, Presbyterian and Reformed Publishing Company, Filadelfia, 1952, p. 351).