Sermón sin título (5)
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Saludos y bendiciones.
Y por que se consideran buenas personas. Por lo tanto, son merecedores de toda la bondad de Dios, y por consiguiente del cielo.
Sin embargo, en la Biblia dice que la salvación por gracia y no por obras para que nadie se gloríe.
(slide 3)
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8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;9 no por obras, para que nadie se gloríe.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Sin embargo, en la Biblia se afirma que el hombre es pecador y que esta destituido de la gloria de Dios.
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
4 ¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?
2 Es cierto que al necio lo mata la ira, Y al codicioso lo consume la envidia.
4 ¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?
17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
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El Dr. Charles Caldwell dice:
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
“La justificación es no sólo uno de los grandes beneficios de la muerte de Cristo, sino que también es una doctrina que distingue al cristianismo como una religión de gracia y de fe. También menciona que la gracia y la fe son las piedras angulares de la justificación.
Charles Caldwell Ryrie, Teologı́a básica (Miami: Editorial Unilit, 2003), 339.
15 Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles,
1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
21 para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
el corazón del Evangelio (; ; ),
; ; ),
J. I. Packer, Teologı́a concisa: Una guı́a a las creencias del Cristianismo histórico (Miami, FL: Editorial Unilit, 1998), 172.
En los años 80 surgió un movimiento teológico de raíces filosófica marxistas llamado Teología de la Liberación, el cual expresaba que el verdadero significado de la salvación consistía en el rescate de la opresión de las injusticias sociales y económicas que ejercían los más poderosos sobre los más pobres. La teología de la liberación pregonaba que el la salvación solamente sería obtenida por la política y los movimientos revolucionarios.
De hecho, el movimiento pregonaba que el significado de la salvación
Su precursor utilizó conceptos de la filosofía marxista para asegurar que el medio de salvación sería la política y los movimientos revolucionarios. La teología de liberación condiciona la trascendencia de Dios, ya que consideran que Dios es solamente real en el hombre socialmente da y recibe un trato justo.
Por otro lado, La teología secular expresa que el significado de la salvación consiste en salirse de la religión y aprender a ser independiente de Dios. El medio de salvación es convertirse en autosuficiente sin ninguna dependencia de Dios.
Sin embargo, La teología evangélica señala que el verdadero significado de la salvación consiste en el cambio de posición que el creyente recibe ante Dios. Este cambio consiste de culpable a justificado. Recordemos que la Biblia dice...
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
De acuerdo a esta declaración de las escrituras, no podemos negar que el pecado cortó la relación perfecta que existía en el huerto del Edén; entre Dios y el hombre. Y desde luego, por causa del pecado, la naturaleza del hombre está arruinada e inclinada al mal.
El domingo pasado… Yo mencionaba que:
El pecado entró al mundo como una enfermedad genética, y una vez que se introdujo en la raza humana afecto a todo el mundo.
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Lamentablemente y aunque no parezca justo hubo una imputación del pecado de Adán a todos los seres humanos. Y esto se dede a que tenemos una relación representativa con Adán. Y por el hecho de que somos sus descendientes, poseemos una naturaleza pecaminosa. Por lo tanto, mis amados hermanos, El pecado debe ser visto como una condición y después como una acción.
1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.
3 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.
1 Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.
• De hecho… Por ser sus descendientes poseemos una naturaleza pecaminosa.
Cada uno de nosotros…
“No somos pecadores porque pecamos, sino que pecamos porque somos pecadores”
Es decir...
“No somos pecadores porque pecamos, sino que pecamos porque somos pecadores”
El pecado provocó una sentencia de muerte. dice..
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
La justificación por fe es la verdad fundamental de la provisión salvadora de Dios para los pecadores culpables y perdidos. Esta fue la gran verdad que la reforma protestante restituyó a la iglesia cristiana. Aunque es una doctrina frecuentemente mencionada en las escrituras, es sin embargo, una de las más desentendidas dentro de la teología evangélica. Es una doctrina de alcance tan extensivo y sorprendente, que muchos parecen temer enseñarla o aún creer en la verdad bíblica. No obstante, debemos conocerla si es que vamos a creer y entender completamente la “salvación tan grande” () que Dios nos ha provisto tan noble y libremente.
Guy P. Duffield y Nathaniel M. Van Cleave, Fundamentos de Teologı́a Pentecostal (San Dimas, CA: Foursquare Media, 2006), 240.
La justificación es no sólo uno de los grandes beneficios de la muerte de Cristo, sino también una doctrina cardinal del cristianismo, porque lo distingue como una religión de gracia y de fe. Y la gracia y la fe son las piedras angulares de la justificación.
Charles Caldwell Ryrie, Teologı́a básica (Miami: Editorial Unilit, 2003), 339.
La justificación es la acción de Dios al pronunciar que los pecadores son rectos ante sus ojos. Hemos sido perdonados y se declara que hemos cumplido todo lo que la ley de Dios exige de nosotros. Históricamente, fue este tema el que preocupaba a Martín Lutero y el que le llevó a separarse de la iglesia católica romana. También tiene una considerable importancia práctica hoy en día porque trata del tema de cómo se puede estar bien con Dios. ¿Cómo yo, un pecador, puedo ser aceptado por un juez santo y recto?
Millard J. Erickson, Teología sistemática, ed. Jonatán Haley, trans. Beatriz Fernández, Segunda Edición., Colección Teológica Contemporánea (Viladecavalls, Barcelona: Editorial Clie, 2008), 964.
La doctrina de la justificación, el centro de la tormenta durante la Reforma, fue una de las grandes preocupaciones del apóstol Pablo. La consideraba el corazón del Evangelio (; ; ), y les daba forma tanto a su mensaje () como a su consagración y su vida espiritual (; ). Aunque hay otros escritores del Nuevo Testamento que afirman sustancialmente la misma doctrina, los términos en los cuales los protestantes la han proclamado y defendido durante casi cinco siglos son tomados sobre todo de Pablo.
La doctrina de la justificación, el centro de la tormenta durante la Reforma, fue una de las grandes preocupaciones del apóstol Pablo. La consideraba el corazón del Evangelio (; ; ), y les daba forma tanto a su mensaje () como a su consagración y su vida espiritual (; ). Aunque hay otros escritores del Nuevo Testamento que afirman sustancialmente la misma doctrina, los términos en los cuales los protestantes la han proclamado y defendido durante casi cinco siglos son tomados sobre todo de Pablo.
J. I. Packer, Teologı́a concisa: Una guı́a a las creencias del Cristianismo histórico (Miami, FL: Editorial Unilit, 1998), 172.