El LLamado Pastoral de un Hombre Mortal

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Cristo Restaura a Pedro confrontandolo con el pastoreo de sus ovejas

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¿Que pasaría si mañana te levantaras con un llamado urgente a servir a Dios?...

Si tu respuesta es que acudirías entonces podrás comprender en este corto Sermón a Pedro y como Dios lo formo para este maravilloso llamado que le hizo a pastorear sus ovejas mientras sus fuerzas se lo permitían.
Hace ocho días nos encontramos a Pedro con algunos otros discípulos junto al Mar de Tiberias, que en realidad era el mismo mar de Galilea, solo que en esta zona era la playa que rodeaba la ciudad de Tiberias, pero más ampliamente conocida en el mundo comercial griego como Trachea que significa “lugar del pescado procesado”. Su nombre no nos deja verlo todo, pero lo que pasaba en realidad reconoce la realidad humana, también ese fue el mismo lugar donde Cristo llamo a Pedro, Andrés, Juan y Jacobo.
Mateo 4.18–22 RVR60
Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron. Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.
Pero que interesante verlos otra vez regresar al mismo lugar de donde fueron llamados, habían sido llamados para ser pescadores de hombres y nuevamente se volvieron al pescado, como si su llamado simplemente hubiese desaparecido, llego el momento de andar solos, sin su maestro, y regresaron atrás, olvidando su llamado momentáneamente. Que interesante que los cristianos hallamos sido conocidos en aquella época como pescadores, el ichtus o en palabras humanas el “Pescadito Cristiano” fue nuestro símbolo, la palabra griega ichtus, que significaba pez, fue usada como acróstico de ( Ἰησοῦς Χριστὸς Θεοῦ Υἱὸς Σωτήρ) que es Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador. Esto es porque hemos sido llamados a ser pescadores de hombres. No nos volveremos atrás de este llamado, no volveremos a los pescados sino a las ovejas.
Juan 21.15–19 RVR60
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras.Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.
Necesitaba recordarles lo anterior porque sin ello él profundo sentido de las palabras de Juan se perderían, puesto que no esta desconectado de El llamado vocacional de un siervo mortal:
Juan 4.15–19 RVR60
La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla. Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
Vamos por favor a
Una pregunta trascendental (vv. 15)
Una pregunta elemental (vv. 16)
Una pregunta confrontacional (vv. 17)
Una afirmación vital (vv. 18-19a)

Una pregunta Trascendental (vv. 15)

Esta es el tercer domingo que Cristo viene entre los discípulos, no es casualidad, el está mostrándonos porqué es que nos reunimos a adorarle y alimentarnos de él cada domingo, nos está recordando la institución del glorioso día como Señal de un nuevo y mejor pacto que el anterior donde cualquiera que cargase su hijo de brazos por mas de 20 minutos estaría quebrantando su día, pero este mejor pacto nos ofrece la libertad gloriosa de estar disfrutando de Él porque ha cambiado nuestro corazón. No se está presentando a desconocidos o gentes sobrenaturales, sino a discípulos débiles como nosotros, que fallamos ante las circunstancias.
Ninguno de nosotros es mejor que Pedro el seguro, el estuvo dispuesto a decirle al Señor
Juan 13.37 RVR60
Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti.
y luego le replico
Lucas 22.33 RVR60
El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.
Mateo 26.33 RVR60
Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.
Pero ya vemos como lo negó durante tres ocasiones y lloró amargamente, esté es Pedro el seguro, quien quiso caminar por las aguas, la caña cascada, la piedra pequeña que cualquier débil patea y saca del camino. Ha fracasado en su seguridad, lo ha negado y ha huido y ha estado experimentando la misericordia de Dios, el que pensaba que aunque ninguno lo siguiera ,él sí; ha estado experimentando la culpa, la confrontación interna y la vergüenza de aquel que todo lo sabe, seguro y es algo bochornoso.
pero no se apresure mi hermano por favor, no te apresures Pedro, porque esta es la misma sensación que debe experimentar cualquier criatura suya que se levanta esta mañana con las ganas de alcanzar el mundo para Cristo, de obedecer a su llamado, de hacerlo por amor, pero se acuesta asumiendo que no hay forma de poder cumplirlo. Cuantos de nosotros no sabemos que Dios nos ha llamado para algo, y vemos las capacidades que tenemos, capacidades tan altas que nos permiten observar las cosas que necesitan llenar un vació porque no se están haciendo tan bien, pero volvemos a la cama una noche mas y nos confrontamos una noches más.
Acaso no hemos sido piedras mas pequeñas que la piedra pequeña y muchas veces hemos vuelto al pescadero, a internarnos en la sombra de la noche y del frio, aun sabiendo que hemos sido llamados a ser pescadores de hombres. La dificultad no radica en sentir lo que Dios quiere que hagas, la dificultad radica en vivir con ello sin acudir a su llamado, la dificultad radica en hacer, porque allí es donde tenemos que enfrentarnos al diablo y a nuestros propios demonios, con la falta de fe en medio de la adversidad, o cuando falta el dinero, o cuando la salud flaquea, o cuando no sabemos por donde comenzar o como cumplirlo, allí cuando somos confrontados entonces es cuando volvemos al puerto y queremos quedarnos mirando desde la barca a aquellos que están pescando desde tierra. La dificultad radica en hacer, porque este llamado es superior y por ende mas excelente y difícil que lo que hacemos ahora, por ello son pocos quienes lo aceptan.
Lo que vemos en este punto es un llamado trascendental, una pregunta que pone a prueba nuestra fe, que pone a prueba lo que decimos amar a Cristo. Quién podría decirse que amaba mas a Jesús que sus discípulos, pero Jesús no esta satisfecho con este tipo de amor, sino uno mayor, el quiere que Pedro sea restaurado, lo ha negado tres veces y es necesario comprobar que aprendió la lección, que dejo de tener tanta confianza en si mismo, y que ahora entiende que todos requiere una porción mayor de Amor para poder mantenerse en tan maravillosa seguridad, que es una vanidad asegurar que seremos lo que no lo niegan, los que si lo siguen, los que tienen mas fe que otros que si han huido, que su porción de amor esta tan necesitada como la de todos ¿Será que Pedro aprendió su cuota de humildad?. Cuantos de nosotros aún no la obtiene, mirando a los demás como mas débiles en la fe, mientras esta caminando en la misma dirección que Pedro. A ellos Pedro les Pregunta:
¿Lo aman más ustedes que yo? ¿Ustedes si no dudarían de su llamado? ¿Ustedes si no lo negarían?
La pregunta es trascendental, porque para aceptar el llamado de Dios, debemos haber aprendido que no somos superiores en fe, y si debemos serlo en humildad, el líder entre los hermanos es el más humilde, al ha aprendido la lección que aprendió Pedro, que no somos profesionales, que no estamos excentos de las caidas, que no estamos en un plano espiritual superior, o que nos movemos en otra esfera mas poderosa y cercana a Cristo, sino que somos criaturas debiles, que conocen su debilidad pero que pueden aceptar este llamado porque aman más a Cristo que otros, mira la pregunta:
¿Me amas más que estos?
Es una pregunta trascendental, porque Cristo llama a Servir a aquellos que más aman, es decir al que sirve y lavan los pies a los demás, mira que no es a Juan a quien le pregunta, tampoco es a Jacobo su hermano, Juan ha aprendido, ya no son los hijos del trueno que cuya madre le dice a Jesús:
Mateo 20.21 RVR60
El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.
Es a un hombre que aprendió la lección y cuyo corazón entendido ahora esta preparado para demostrar su amor, no es un amor común el que cristo esta preguntando, es un amor especial, e l amor de alguien que no sea severo y que diga, ellos no lo hacen pero yo si lo hago, porque yo amo mas al Señor, sino de alguien que responda con sinceridad, porque tendrá que tener ese amor para poder alimentar a las recién nacidas, sensible y amoroso, que las trate con delicadeza. Jesús utiliza un juego de palabras, que involucran amar, alimentar y llevar a la madurez, permítame por favor le muestro:
Nota el verso 15: “Apacienta mis corderos”, el verso 16: “Pastorea mis ovejas” y el verso 17: “Apacienta mis ovejas”. Las Palabras con las que está jugando Cristo son reveladoras, porque se necesita más amor para poder tratar a los niños en la fe, los corderos, que todavía divagan e incluso son tercos y se salen del rebaño, a ellos hay que apacentarlos es decir alimentarlos, deben ser cuidados de no ser ultrajados por los mayores en medio de sus carreras, o se desvíen en medio de sus juegos, se requiere un amor especial para ello.
Pero esta no es la única palabra usada por Juan en el pasaje sino que también empieza a jugar con dos palabras que son traducidas como amor, pero que en realidad en el griego son distintas y con pequeñas distinciones, una es la palabra agape y la otra es la palabra fileo, ambas son traducidas como amor, pero en realidad son distintos tipos de amor; Cristo le pregunta, ¿Pedro tu me agape? y Pedro le responde, Señor yo te phileo, la segunda vez, ¿Pedro tu me agape? - Señor, yo te phileo; la tercera vez, Pedro tu me phileo y pedro se entristece y le dice tu lo sabes todo.
El punto radica en la distinción entre estos dos tipos de amor, el amor agape es un amor entrañable que coloca los interés de la otra persona por encima de los nuestros, un amor que esta dispuesto a todo, y que culmina en ser capaz de poner su vida por el otro, no es un amor que involucre atracción sexual, sino amistad, este es el tipo de amor que Cristo dice tener cuando dice, yo pongo mi vida por mis ovejas, el mismo usado por Juan para decirnos que uno pone su vida por sus amigos, en contraste el amor phileo es un amor humano, es lo máximo que puede ofrecer el hombre, por ello el Judas dice que los falsos maestros son manchas en nuestros ágapes, porque ellos no han llegado a este amor agape, porque este amor agape es de naturaleza divina y solo se puede dar entre los verdaderos Cristianos. El amor fileo es entonces aquel amor donde a pesar de sentirse un sentimiento aun así no deja de colocarse a uno mismo en primer lugar, es lo máximo que puede alcanzar el mundo.
Pedro aprendió la lección, él no puede ofrecer este amor a Cristo, él pensó que lo amaba de esta manera, pero en realidad no, y Jesús se lo demostró durante la última noche que pasó con sus discípulos (), él, anticipando el momento de la cruz, advierte a sus discípulos que adonde él va, ellos no pueden ir. “¿Y a dónde vas, Señor?” –preguntó entonces Simón Pedro. Jesús le reitera: “Adonde yo voy, no puedes seguirme ahora, pero me seguirás más tarde”. Pedro entonces, en un sincero intento por imitar a su Maestro insiste en la pregunta: “¿Por qué no puedo seguirte ahora? Mi vida daré por ti”. Jesús replica: “¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces”.
Pedro aprendió la lección, él no puede ofrecer este amor a Cristo, él penso que lo amaba de esta manera, pero en realidad no, y Jesús se lo demostró durante la última noche que pasó con sus discípulos (), él, anticipando el momento de la cruz, advierte a sus discípulos que adonde él va, ellos no pueden ir. “¿Y a dónde vas, Señor?” –preguntó entonces Simón Pedro. Jesús le reitera: “Adonde yo voy, no puedes seguirme ahora, pero me seguirás más tarde”. Pedro entonces, en un sincero intento por imitar a su Maestro insiste en la pregunta: “¿Por qué no puedo seguirte ahora? Mi vida daré por ti”. Jesús replica: “¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces”.
Notemos que Pedro pensó que era simple, pero Cristo le demostró a través de la prueba que en realidad el no lo amaba como decía amarle y su amor fue insuficiente para superar la prueba que le sobrevino. Por eso ahora le hace la pregunta trascendental, Me amas Pedro, pero ahora ya Pedro no le responde si Señor, te amo, sino mas bien, Si Señor te quiero. es como la traducen la mayoría de las versiones modernas. Su amor no alcanzaba a ser el amor de un hombre que pudiera dar la vida por los demás y él no queria atreverse a decir que lo amaba porque ya entendió su corazón y que no era tan sencillo como esto. Acaso no te suena familiar querido amigo y hermano, acaso no somos así,
¿Será que cuando le decimos a Dios que lo amamos en realidad estamos diciéndole que lo queremos?
Y que nuestro amor no llega a ser tal que podamos ser valientes para salir a hacer su obra, que lo queremos pero que el amor que sentimos por el no es suficiente como para cumplir con este llamamiento, que no es tan profundo el amor como decimos con nuestras palabras igual que paso con Pedro, que resulto que estaba seguro pero en realidad no le alcanzaba para actuar, oh hermanos esta es una pregunta trascendental, pero no es la única sino que también hay una pregunta elemental y ese es nuestro segundo punto en El llamado pastoral de un hombre mortal.

Una pregunta Elemental (vv. 16)

Nuevamente el Señor plantea la pregunta, Pedro seguro y ya lo entendió, el vio que su amor no era tan grande como creía como para responderle con la misma palabra, pero seguro y piensa que la distinción no es tan importante, y Cristo le muestra que si es muy importante tal distinción, por eso reafirma la pregunta, y ahora Pedro esta seguro de que su amor no era como el pensaba, que su corazón lo había engañado y porque sabia que su amor no estaba dispuesto a entregarse por su hermano o por una oveja, al fin y al cabo ya había negado a su propio maestro al que decía no dejar por nada, así que ya estaba seguro que su amor no era tan grande, y lo dice con seguridad, ahora esta seguro, pero seguro de que su amor es inseguro.
Sin embargo nota en este segundo punto que algo ha cambiado, ya no dice “apacienta mis corderos” sino “Pastorea mis ovejas”, pero como podemos pensar en esto, un hombre que esta seguro de que no ama lo suficiente, es llamado por Cristo, ya no a apacentar sino a pastorear, el que pastorea no es como el que apacienta, el que apacienta, es mayormente el que alimenta, pero el que pastorea es el que esta dispuesto a morir por las ovejas, el les da a beber agua corrientes cuando ellas están agotadas, es decir después de las arduas jornadas de camino en el desierto, también les da comida, pero también las resguarda en la oscuridad en un lugar seguro y si viene un devorador, sea león, oso o lobo y primero tendrá que enfrentarse a él. Estas ya no son corderitos sino que son ovejas, han sido adiestradas en escuchar la voz de su guía y ahora ya son maduras.
Te imaginas esto, como puede Cristo enviar a un simple mortal, que no ama lo suficiente, a hacer tan dura tarea, si no esta dispuesto a morir por otros porque su amor no llega hasta allá, como estar seguro que cuidará bien de las ovejas. Oh amigo, hemos dado en el clavo, agachemos nuestra cabeza y lloremos, estos son nuestros pastores, y así es como Dios no los ha enviado, aman, pero deben amar más, hasta estar dispuesto a morir por la oveja, lo que nos deja realmente confrontados, y ese es nuestro tercer punto en El llamado pastoral de un hombre Mortal.

Una pregunta confrontacional (vv. 17)

Retomemos la pregunta con la que iniciamos, Sí Dios te llama mañana a servirle, podrás decirle que lo amas y actuar, o tendrás que esperar tragar un poco de saliva y responder te quiero. Tal vez sea el momento de acrecentar tu amor, porque Pedro tampoco pudo soportar, el mantenerse tranquilo y sin dolor, al saber que su “te quiero” no llego a ser te amo. Dios no puede ser engañado, acaso le dirás a Jesús que quieres darlo todo y dirá, !!oh que amor tiene este creyente!! mira como me ama. Las palabras son verificadas por los hechos, o acaso creerás que porque alguien dice ser astronauta, en realidad lo es, solamente es cuando vaya al espacio, o porque un hombre dice amarte, por eso te ama, tal vez te quiere, pero si no demuestra su amor con actos no creerás.
En esta ocasión la pregunta es confrontacional, porque Cristo ya no dice, ¿Pedro tu me amas? sino que dice ¿Pedro tu me quieres?, Pedro, tus palabras están descubiertas delante de mí. Se que necesitas más amor, amarme más, se que solo me quieres. Acaso no es eso confrontador, que tu le digas a Dios, Dios yo te amo, y el te responda—no, sé que tu solo me quieres, porque no estas dispuesto a colocarte a ti mismo en segundo lugar— cuantas lágrimas crees que saldrían de nuestros ojos le gritaríamos—oh Señor solo te quiero es verdad, no puedo negarlo— ¿Acaso podríamos con nuestra cara piadosa, engañarle?— El lo conoce todo, el sabe como lo honramos fuera de la iglesia, en la casa, con nuestra familia,
¿Porque vienes a la iglesia a decirle que lo amas, mientras en fuera de ella no demuestras ni que le quieres?
Mejor ven y dile que lo amas de veras, y actúas a su llamado, y no te resistes a su voz, sino que acudes a Él, te niegas, te humillas, te llenas de humildad, lavas los pies de los demás y veras como allí, abajo, allí tu amor crecerá, allí crecerás. Esto no es para hombres, no es para mujeres, adultos o ancianos, esto es para tí, Dios no esta hablándole al vecino, no es para tu padre, es para ti, ¿Me amas? Dios sabe que nuestro amor debe crecer, el conoce esta condición humana que a veces nos limita, pero en esto nuestro amor crece, recuerda que el amor phileo, es a lo máximo que llegarán aquellos que no han venido a Cristo, pero este no es el limite del creyente, el que esta con Cristo siempre sabrá esto, “que no hay amor mas grande, que uno ponga su vida por sus amigos, eso es amar”.
Finalmente observemos esta afirmación vital, en el llamado pastoral de un hombre mortal,

Una afirmación vital (vv. 18-19a)

Esta afirmación vital nos muestra una realidad doble, la primera recae en que el llamado es para ahora, es pronto. Dios no esta esperando a que tú de repente en algún momento reaccione, porque si tu no muestras tu amor hacia él, entonces él usara otra persona, esto muestra tu incapacidad por crecer en tu amor hacia Dios, que afirmación mas aterradora, cuando él te está diciendo que aceptes tal llamamiento y actúes, y lo ames. La única evidencia del amor es la acción, ya no lo dejes en palabras, porque el usara a otra persona. Nuestros días son cortos y el tiempo pasa, ya será pronto cuando no podremos ser útiles para mucho, sino que dependeremos de otros. Que doloroso pararte en algún momento y decir pude haber sido útil; es ahora cuando nosotros debemos caminar en el sentido de Dios; es ahora cuando nuestro amor se acrecienta a través de su llamado, es la verdad con respecto a Pedro, muchos historiadores aseguran que murió crucificado boca abajo en Roma, yo discrepo de todos ellos, porque parece mostrarse que moriría de viejo y es lo que él mismo afirma cuando dice “yo anciano también con ellos y testigo de los padecimientos de Cristo” y cuando afirma desde la iglesia de Babilonia:
2 Pedro 1.14 RVR60
sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.
Sin embargo, sea como sea e independiente de como sea su muerte, su amor fue perfeccionado, y seguro que ahora si pudo decir “Señor yo te amo”
También tiene un sentido urgente, no se trata solo de Pedro, sino también de su obra, la obra de Dios, que ya no esta en la iglesia primitiva. Mira a tu alrededor, mira como es conducida por donde no quiere, en tantos lugares, y Dios esta extendiendo este llamado para que seas útil en su guianza, no te esta llamando tener una emoción, sino un sentido responsable de extrema urgencia, de dolor por tus hermanos, de negación a ti mismo y un que haya en ti una profunda preocupación por actuar. Vendrá el momento y es pronto, cuando otro te tomará por la mano y te llevará donde no quieres.
Espero puedas aplicar este sermón a tu amor hacia Cristo, que cuando te levantes te veas como mortal, necesitado de acrecentar tu amor por Cristo, de confesar con verdad al Señor yo te amo, que puedes responder a la pregunta trascendental, a la pregunta elemental y a la pregunta confrontacional y que esta maravillosa afirmación vital te lleve a actuar en dirección a esta obra que el tiene para ti en su cuerpo’.
Oh hermano y amigo, no lo digas, no abras tu boca para declarar un amor que no posees, entiende que necesitas amar mas, abre tu boca y declara tu necesidad de amarlo mas, tu necesidad de ser fortalecido, porque el hombre es la corona de la creación, pero no dejes que los ríos, los arboles y las bestias algún día se presenten delante de él y sean testigos contra ti, ya no pongas barreras en este amor, sino que descárgate con toda confianza, descárgate sin reservas, ama a otro mas que a ti mismo y así te entregarás por el que se entrego por ti, no permitas que nadie lo ame más que tú, es a ti, a ti es la pregunta ¿Me amas más que estos? mira las personas a tu alrededor ¿Lo amas más que estos? entonces corre, corre sin parar, cae de rodillas y grita, grita hasta no parar, que acreciente tu amor, que puedas morir por él “ya no esperes más, ya no dudes más, ya no te limites más, todo vale por él.
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