Las 3 Dimensiones Del Problema
Se trata del único pasaje que habla de las tres dimensiones del problema multidimensional del creyente con el pecado: la carne, el mundo y lo sobrenatural maligno
La lucha contra los pecados de la carne (vv. 1–3)
Cuando estamos resentidos contra otros y nos negamos a perdonarlos, abrimos las puertas a todo tipo de conflictos interpersonales y pecado
Santiago empieza por donde lo hace, en general, el pecado, por la carne
El espíritu que está detrás de esos celos amargos, ambición egoísta, disputas, contiendas, envidia, ira, resentimiento y rabia es un espíritu demoníaco
¿Por qué queremos aquello por lo cual oramos? ¿Cuáles son los motivos que nos impulsan a pedirlo? ¿Es el placer personal o la gloria de Dios
Tanto nosotros como la persona que recibe el consejo debemos examinar nuestra vida y tratar de identificar aquellas actividades de la carne en las tres áreas de conflicto. Hemos de confesar y rechazar dichas actividades, reclamar la limpieza de la sangre de Cristo y encomendarnos al señorío de Jesús y a su presencia en nosotros para una vida de santidad
Según la Escritura, necesitamos confesar a Dios nuestros pecados, tanto los generacionales como los personales
Para someternos de veras a Dios hemos de hacer frente a estas cuestiones relacionadas con el pecado
Una actitud humilde donde la obediencia se hace en el contexto de una relación, ya sea con Dios, autoridades u otras personas en el trabajo, en la iglesia, en el matrimonio o en la familia
«Someteos, pues, a Dios» implica una rendición al señorío de Cristo, una entrega completa de la persona entera y de cada una de las áreas de su vida a la autoridad de Dios. Sin duda alguna, esta rendición a Dios es la principal clave para la victoria en la guerra espiritual
«¿Y cómo resistimos al diablo
La mejor respuesta es: «Del mismo modo que lo hizo el Señor. Con una confrontación verbal basada en la verdad de la Palabra de Dios
Lo que está diciendo es: «Tened un espíritu sobrio para la oración. Prestad atención a vuestra vida de comunión con Dios». Es el mejor consejo para todos nosotros.
significa «mantenerse despierto, estar vigilante