Sermón sin título (3)
EVANGELIO DE JUAN • Sermon • Submitted
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· 70 viewsCristo invita a Pedro que no deje extraviar su mirada en el llamado ministerial por estar interesado en lo que harán los demás
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Piensa conmigo
Piensa conmigo
¿Alguna vez te paso que sentiste que tus padres fueron injustos porque a ti es a quien te colocaban las tareas difíciles y a tus hermanos las fáciles?
¿Alguna vez miraste en el plato del otro, para ver si te toco lo mismo?
Siendo sinceros podremos afirmar que esto lo hicimos muchas veces, es algo que se encuentra en nosotros, es innato a nuestro corazón pecador. Muchas veces miramos a los demás para quejarnos de nuestra propia condición y para así lamentar que ellos todo les salga bien, mientras que a nosotros todo nos salga mal. Vemos la vida de los demás como tan fácil, mientras que la nuestra es un caos, y claro entonces pasamos mucho tiempo pensando en su paz y mucho tiempo pensando en nuestro tormento.
Esto es algo que no se vive solamente en nuestras vidas, también se vive en nuestro llamado, se convierte en una piedra de tropiezo en nuestro ministerio y finalmente vemos en eso la primera gran barrera para seguir al Señor, cuando no queremos caminar si los demás no caminan, o queremos caminar el camino caminado por otros, y pensamos en los ¿porque nosotros lo hacemos todo? ¿Porque los demás no colaboran? ¿Porque ellos siempre? o simplemente miramos al otro para quedarnos en el mismo punto estático de ellos.
Muchas veces nos pasa eso cuando miramos otros ministerios, muchas veces cuando leemos una gran biografía de un gran héroe misionero o vemos una película de alguien excepcional y nos vemos tan comunes y corrientes y fracasados o incluso pensamos en tener la formula mágica, tal vez si ayuno como el ayuno, tal vez levanto todos los días a las 3 de la mañana a orar, como él lo hizo, tal vez si me visto o hablo como él, y dejamos de repente de mirar al cielo a Cristo, y de verdad fracasamos porque no entendimos la naturaleza e intención verdadera de nuestro propio llamado.
Vamos entonces hoy a escuchar a Juan el inmortal, según Pedro, y así titularemos este Sermón: Juan el inmortal. Aunque leeremos toda la unidad de pensamiento, nuestra atención estará centrada solamente en los versos 19b hasta el 23:
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.
Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras.
Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.
Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?
Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste?
Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.
Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?
Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.
Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.
5-
Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme. Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste?Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?
Oración
Como hemos podido acabar de leer, se que no hemos podido observar de manera tan rápida lo que nos esta diciendo el apóstol Juan al escribir, por eso permítame por favor llamar su atención en tres cosas principales:
Un discípulo inmortal
Una reprensión fatal
Una aclaración vital
Un discípulo inmortal
Un discípulo inmortal
Antes de poder decir algo con respecto a esto, debo señalar que nuestro texto está íntimamente relacionado con el llamamiento que Dios nos hace y con la pregunta ¿Me amas? no estamos desconectados de la manera en la que Dios quiere que nosotros podamos acatar ese llamamiento a seguirle, un llamamiento que nos invita a amar mas a Dios que los demás, pero no solo es eso sino que ahora nos presenta el primer problema al querer hacerlo y es el problema de “los otros”, que en realidad no esta en otras personas, en realidad el problema no son “los otros” sino yo.
Lo primero que vemos en el verso 19b-20 es la descripción maravillosa del hombre que los discípulos terminarían creyendo que no moriría, no sin antes Cristo referirse a Pedro llamandole a seguirle, ellos ya se han alejado de los demás apostoles y ahora se han encaminado solos, pero esta palabra Sígueme no esta haciendo referencia a una invitación a apartarse solos, sino que este sigueme se refiere a colocar los ojos en el maestro, este es el mismo llamado que le hizo Cristo a Mateo y a Felipe
Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.
El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
Cristo no esta invitandolo a caminar aparte, sino que ya estan caminando aparte, así que mas bien, esta diciendole a Pedro que lo siga en el cuidado de las ovejas, que tome su llamamiento, y entonces siga el ejemplo que el le dejo en cuanto a las ovejas, a morir por el hermano, a sentir un amor agape hacia ellos, un amor filial, extraordinario, que le permita colocarse en segundo lugar, que le siga a la tumba, dando su vida por las ovejas, obedeciendo a su llamado.
Sin embargo con una simple mirada podemos darnos cuenta que la mente de Pedro se encuentra truncada porque esta pensando en otra persona la cual Juan pasa a describir.
Juan es el discipulo amado, él mismo se describe así, él se ha sentido beneficiario del amor de Cristo en su vida, se ha sentido beneficiario de un afecto especial de parte de Cristo, él se ha sentido amado por Dios. y esto es muy interesante cuando notamos que nosotros mismos nos sentimos poco amados por Dios en tantas ocasiones, incluso cuando estamos quejandonos de nuestras circunstancias, nos sentimos tan poco amados, pero Juan a pesar de que toda la historia no gira en torno suyo, él si lo hace, aunque no es quien esta siendo inquirido a pastorear las ovejas, y que todo se trata en este momento de Pedro, aun así el sí se siente amado. oh hermano y amigo déjame preguntarte
¿Te sientes amado por Dios?
El problema de no sentirnos amado radica en nuestro interior en una gran insatisfacción por lo que Dios ha hecho con nosotros, aunque no podemos reconocer que en realidad los responsables por las cosas que vivimos ahora, son nuestras propias decisiones apartadas de Dios del pasado.
Voltear nuestros ojos a ver a otros como Pedro hizo con Juan son un despiste en la atención de lo que Dios esta haciendo con nosotros, esto es un tronco en la vía, si no centramos nuestra mirada en el llamado que Dios nos está haciendo y nos centramos en mirar lo que va a hacer con otros, entonces caeremos en el tronco y empezaremos a lamentarnos por la caída. El llamamiento de Dios es un asunto individual, nos invita a recordar la multiforme gracia de Dios, que a cada uno de nosotros nos ha hecho una invitación y un llamado con características propias de quienes somos.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Pedro lo ha entendido, lo nota, en su primera carta asume que la gracia de Dios es multiforme y que ha dado a cada uno mucho de ella para que la administre, siendo esto, entonces volvernos a pensar en el otro y que se nos convierta en un tropiezo, no es el deseo de Dios, sino que nosotros, por nombre propio ha sido llamado y así debemos conducirnos.
Ahora notemos la descripción de Juan, porque hace poco Jesús terminó diciéndole a Pedro que lo ama con un amor phileo, pero ahora se refiere a Juan como el discípulo agape, esto es interesante porque parece que Juan a entendido lo que a Pedro le costaría mas tiempo. Juan con su llamado particular sabia que había sido elegido para un propósito especial de enseñar sobre este amor al Pueblo.
Nota como Juan solamente en su primera carta usa la palabra amor, y notaras porque es el discipulo agape, esforzandose por formar la iglesia en su comunion los unos con los otros, mostrandonos ese amor agape de Dios hacia nosotros, que nosotros debemos replicar en cada congregación. Mostrandonos que quien no ama a su hermano no es creyente, mostrandonos la confraternidad de la iglesia y los errores en ellas, bien merece su título. así que el recuerda los momentos en que fue reconocio como amado.
Aparentemente las personalidades de Pedro y de Juan son bien distintas, en la resurrección Juan miro de Lejos y Pedro si entro de manera impetuosa, en la noche anterior Juan le vio de lejos, pero Pedro salto al agua para llegar a la playa a verlo. El punto de Pedro radica en que parece amar mas que Juan, pero Juan ha tenido el lugar de honor en la última cena, y Cristo le ha afirmado a Pedro ahora, como es que va a morir, y que de Juan, ¿acaso él lo ama mas?
Aparentemente las personalidades de Pedro y de Juan son bien distintas, en la resurrección Juan miro de Lejos y Pedro si entro de manera impetuosa, en la noche anterior Juan le vio de lejos, pero Pedro salto al agua para llegar a la playa a verlo. El punto de Pedro radica en que parece amar mas que Juan, pero Juan ha tenido el lugar de honor en la última cena, y Cristo le ha afirmado a Pedro ahora, como es que va a morir, y que de Juan, ¿acaso el lo ama mas?
Como es nuestro corazón, no cierto, preguntamos por el punto incorrecto, miramos lo que pasa con otros y nos quejamos por lo que nos pasa a nosotros, aún, incluso a veces lo aceptamos pero lo aceptamos renegando nuestra condición, no damos con el corazón del problema, el problema es que estamos muriendo sin Dios, mientras tenemos nuestros ojos puestos en otros. William Hendriksen el famoso comentarista cristiano dice:
«Hay personas que siempre están haciendo preguntas. Hacen tantas preguntas que dejan de dedicar a su verdadera misión en la vida la cantidad de interés y energía que deberían. Hay tiempos en que las preguntas están fuera de orden y sentido. Bien se ha dicho que una persona que ha sido herida con una flecha envenenada y cubierta de plumas no va a comenzar preguntando: ¿De qué madera han hecho esta flecha? ¿Y de qué ave son estas plumas? ¿Es rubia o morena, alta o baja, la persona que me hirió? Lo primero que hará es buscar el medio de curar la herida».
Sin embargo, cuantas veces morimos por el veneno, mientras miramos la madera de la flecha. Juan esta en el lugar indicado
Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
mateo 13.
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba.
pero la mirada de Pedro esta en el otro. Las distracciones en este mundo con respecto al llamado son innecesarias, debemos correr a mirar a Cristo, la curiosidad por como el otro esta cumpliendo su llamado, nos distrae de nuestra comunión con Dios. lo que nos lleva a nuestro segundo punto, verso 21
Una reprensión fatal
Una reprensión fatal
Digna y merecida.
Nuestro interes por la forma en que otros obedecen a Dios es un obstaculo pecaminos
¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?
Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
¿Señor si yo estoy sufriendo porque este otro no?
La muerte de Pedro y la curiosidad por la de Juan
La muerte de Juan según el Brevario Romano, que es muy poco digno de confianza asegura que Juan fue hechado en una marmita de aceite hirviendo y salio de ella mas rejuvenecido y fuerte
Comenta Leighton, citado por Burgon: “Esto fue un traspié de alguien que, tras haberse recuperado de una grave enfermedad, aún andaba con paso vacilante. Sin embargo, la mayoría de nosotros tiene la tendencia a pasarse la vida haciendo preguntas impertinentes. Por naturaleza, los hombres tienen el deseo de saber cosas acerca de los demás y descuidar las propias; y de estar más preocupados por el porvenir que por el presente[1]
[1] Ryle, J. C. (2004–2005). Meditaciones sobre los Evangelios: Juan. (E. F. Sanz, Ed., D. C. Williams, Trad.) (Vol. 3, p. 546). Moral de Calatrava, España: Editorial Peregrino.
Observa Burkitt: “Existen dos grandes tipos de personas en lo referente al conocimiento: quien no se molesta en saber lo que debemos saber y quien siente curiosidad por saber lo que no nos corresponde saber”.[1]
[1] Ryle, J. C. (2004–2005). Meditaciones sobre los Evangelios: Juan. (E. F. Sanz, Ed., D. C. Williams, Trad.) (Vol. 3, p. 548). Moral de Calatrava, España: Editorial Peregrino.
Una aclaración vital
Una aclaración vital
las tradiciones.
Adviértase con atención en este pasaje la facilidad con que comienzan las tradiciones y lo pronto que, aun con la mejor de las intenciones, se generan rumores infundados entre personas religiosas[1]
[1] Ryle, J. C. (2004–2005). Meditaciones sobre los Evangelios: Juan. (E. F. Sanz, Ed., D. C. Williams, Trad.) (Vol. 3, p. 550). Moral de Calatrava, España: Editorial Peregrino.
Teofilacto menciona la extraña tradición de que Juan sigue vivo en alguna parte y que cuando el Anticristo aparezca le matará junto a Elías[1]
[1] Ryle, J. C. (2004–2005). Meditaciones sobre los Evangelios: Juan. (E. F. Sanz, Ed., D. C. Williams, Trad.) (Vol. 3, p. 549). Moral de Calatrava, España: Editorial Peregrino.
Una equivocación entre creyentes, Juan si moriría.
oh hermano, mirad a la luz, no a las sombras, cada otra persona que quiere recibir este llamado lo recibe de acuerdo a la gracia de Dios, porque miras a las sombras, porque desgastas tus ojos teniendo en frente la luz, porque te lamentas por la oscuridad mientras que el sol brilla, no mires al suelo, mira al cielo y veras las cosas gloriosas que Dios tiene para quienes le sirven, se un bastón para el caído mientras cumples tu llamado, no te caigas con otro al hueco sino sácalo, cumple tu ministerio. Oh cuan recompensa de Dios a los que lo mirán a él para cumplir su llamado y no estan mirando al otro para desear el suyo. mira a la cruz, mira a la cruz, esta vacia, no esta Cristo en ella, no miro a sus hermanos huir, no miro a su familia reir, miro lo excelso por eso fue a la cruz, sus ojos estuvieron puestos en el Padre, cuanta gloria cuando nuestros ojos puestos en Él no decaen. MIra a Dios no al otro y encontraras a Dios siendo glorificado, en ti y en el otro.
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Servir a Dios demanda que seamos vigorosos labradores, mirando el arado y al otro buey
Colocar tus ojos en la prosperidad de otro
Sucumbir a la lamentación.
¿Puedes tu decir a Cristo, mis ojos están puestos en ti?
mira a David, de donde provenía su victoría
Cántico gradual.
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.
Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.
Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.
salmo 121
4. Ven a Cristo, tu vida destrozada, de lamento y desilusión solo tiene un refugio, date golpes contra la pared lo que quieras pero solo en Cristo encontraras refugio.
5.