ANDAD EN EL ESPIRITU
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Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
NTV Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa.
Las obras de la carne y el fruto del Espíritu
Las obras de la carne y el fruto del Espíritu
16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
NBD Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la *naturaleza pecaminosa.
Vivir por el poder del Espíritu
Vivir por el poder del Espíritu
16 Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa.
La vida por el Espíritu
La vida por el Espíritu
PDT Por eso les doy este consejo: dejen que el Espíritu guíe su vida y no complazcan los deseos perversos de su naturaleza carnal.
TLA Por eso les digo: obedezcan al Espíritu de Dios, y así no desearán hacer lo malo.
16 Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la *naturaleza pecaminosa.
Obedecer al Espíritu de Dios
Obedecer al Espíritu de Dios
περιπατειτε→estén caminando alrededor
16 Por eso les digo: obedezcan al Espíritu de Dios, y así no desearán hacer lo malo.
SI NO QUEREMOS SATISFACER LOS DESEOS DE LA CARNE, SEGUIR LOS DESEOS DE LA NATURALEZA PECAMINOSA, HACER LO MALO…DEBEMOS CAMINAR ALREDEDOR DEL ESPIRITU SANTO.
YA HEMOS REPASADO LO QUE SON LAS OBRAS DE LA CARNE
V 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
DE LA ÚNICA MANERA QUE PODEMOS EVITAR CAER EN ESTAS OBRAS DE LA CARNE, O EN EL CASO DE QUE NECESITEMOS SALIR DE ALLI, ES NECESARIO SER GUIADOS POR EL ESPIRITU SANTO.
17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
ES UNA LUCHA CONSTANTE, PERO ES CLARO QUE DOS BANDOS HACEN PARTE DE ESTA LUCHA ESPIRITUAL: EL DESEO DE LA CARNE VS EL DESEO DEL ESPIRITU.
Y ESTA HABLANDO DE MI DESEO, CUANTO DESEO YO LA CARNE Y CUANTO DESEO YO EL ESPIRITU.
ES UNA BALANZA Y LA QUE MAS PONGA PESO SERA LA QUE TERMINE TRIUNFANDO.
EJEMPLO DE LA BALANZA
PERO PARA QUE PODAMOS ALCANZAR TAL VICTORIA NECESITAMOS SABER ANDAR EN EL ESPIRITU, Y PARA ELLO VAMOS A LEER
CUANDO LEEMOS ESTE PASAJE CLARAMENTE ENCONTRAMOS EL VERDADERO SECRETO DE COMO VIVIR /ANDAR EN EL ESPIRITU…
V9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
VIVIR EN EL ESPIRITU
PENSAR EN LAS COSAS DEL ESPIRITU
OCUPARSE DEL ESPIRITU
EL ESPIRITU DE CRISTO
ES DECIR SI NO NOS HEMOS IDENTIFICADO CON CRISTO, NO PODREMOS VIVIR EN EL ESPIRITU, SERA IMPOSIBLE ANDAD EN EL ESPIRITU.
CRISTO ES EL ÚNICO QUE NOS PUEDE LLEVAR A ESE NIVEL EN EL QUE PODEMOS DESECHAR LAS OBRAS DE LA CARNE Y EN CAMBIO OBTENER EL FRUTO DEL ESPIRITU.
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
SI AHORA TENEMOS EL ESPIRITU DE CRISTO, ENTONCES DEBEMOS TENER EN CUENTA TRES ASPECTO DE NUESTRA VIDA PARA ASEGURARNOS QUE ESTAMOS VIVIENDO EN EL ESPIRITU POR EL PODER DE CRISTO.
LA MENTE V5b 5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu
Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
En esto pensad
En esto pensad
8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
LAS ACCIONES 6b 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
DECISIONES 13b 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
DECISIONES 13b
Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
La promesa del Espíritu Santo
La promesa del Espíritu Santo
Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; 16 como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
15 Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
16 como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.
CONCLUSIÓN.
¿QUE ESTAS PONIENDO EN LA BALANZA?
¿QUE CREES QUE ESTARÍA PONIENDO JESUS EN SU BALANZA?
¿ACEPTAS LO QUE JESUS QUIERE PONER EN TU BALANZA?
V 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.