EL MEJOR REGALO DE UNA MADRE
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
La Mayor Herencia de una Madre
La Mayor Herencia de una Madre
PASAJE CLAVE:
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Por su naturaleza, las madres son generosas.
Los padres tiene mucha influencia,pero las madres son muy especiales,Dios hizo las madre y tienen mucho potencial.
El discipulado no empieza en la iglesia,empieza en la casa y termina en la casa.Desde una casa, Pablo lo confirma,unas mujeres formaron a joven que llegó a estar su nombre en la Biblia y hasta su nombre está en 2 libros,les hablo de Timoteo.
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús,a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor.
Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día;deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo;trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
La gran mayoría están dedicadas a servir a sus esposos, a sus hijos y a muchos otros generosa y desinteresadamente. Es interesante considerar la mayor contribución que una madre piadosa hace a la vida de un hijo suyo. Cuando Pablo escribió a Timoteo, comentó:“Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también” (). Ambas legaron su fe de tal manera que influyera poderosamente en la vida y ministerio de aquel joven ().
La gran mayoría están dedicadas a servir a sus esposos, a sus hijos y a muchos otros sin esperar nada a cambio. Es interesante considerar la mayor contribución que una madre piadosa hace a la vida de un hijo suyo. Cuando Pablo escribió a Timoteo, comentó:
“Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también” ().
Ambas legaron su fe de tal manera que influyera poderosamente en la vida y ministerio de aquel joven .
Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego;y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.
Este es el mayor herencia que una madre o un padre puedan entregar a un hijo. Enseñar a nuestros hijos a amar y servir a Dios no solo transformará sus vidas, sino que las cambiará por toda la eternidad.
DESARROLLO DEL SERMÓN:
DESARROLLO DEL SERMÓN:
¿Vale la pena legar nuestra fe?
¿Cómo clasificaríamos nuestra fe? ¿Es débil y fácilmente sacudida, o es la confianza firme e inalterable en el amor y el poder de Dios? Aunque no lo percibamos, la profundidad de nuestra fe impactará fuertemente la vida de nuestros hijos. Gracias a nuestro estilo de vida podremos enseñarles a confiar en Dios o a rechazarlo.A su vez, ellos necesitan un ejemplo viviente y constante al cual acogerse al confrontar un mundo que en general se opone a Dios categóricamente. Nuestra responsabilidad como padres consiste en legar nuestra fe y ser el modelo fiel de una vida íntegra.
Enseñémosles Cómo es Vivir la Vida Cristiana.
Si deseamos que nuestros hijos sobrevivan en el mundo, primero debemos enseñarles principios bíblicos. El hecho de conocer la Palabra de Dios les ayudará a edificar sobre una base firme para su fe. Si nuestros hijos conocen la verdad, podrán detectar los engaños del maligno y resistirlos. Nosotros no siempre podremos protegerlos, pero si conocen la Biblia, serán guiados por “sendas de justicia” como dice el
Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Hablemos con el Ejemplo.
Debemos practicar lo que predicamos. Nuestro estilo de vida será el ejemplo más elocuente y convincente para nuestros hijos no solo de los principios a los que deban acogerse, sino de cómo los implementa el creyente fiel. Si demostramos lo que implica obedecer y confiar en Dios, ellos crecerán sabiendo relacionarse con Él. Nuestros hijos aprenden más de lo que nosotros hacemos que de lo que les decimos, por lo que nosotros debemos seguir las mismas normas morales que esperamos que ellos adopten, pues si rechazamos las verdades bíblicas en nuestra vida cotidiana e intentamos educar a hijos piadosos, ellos imitarán nuestra hipocresía como la conducta más natural.
Debemos practicar lo que predicamos. Nuestro estilo de vida será el ejemplo más elocuente y convincente para nuestros hijos no solo de los principios a los que deban acogerse, sino de cómo los implementa el creyente fiel. Si demostramos lo que implica obedecer y confiar en Dios, ellos crecerán sabiendo relacionarse con Él. Nuestros hijos aprenden más de lo que nosotros hacemos que de lo que les decimos, por lo que nosotros debemos seguir las mismas normas morales que esperamos que ellos adopten, pues si rechazamos las verdades bíblicas en nuestra vida cotidiana e intentamos educar a hijos piadosos, ellos imitarán nuestra hipocresía como la conducta más natural.
Seamos Constantes
Los principios que les enseñemos solo podrán surtir efecto si nosotros persistimos en obedecerlos. La verdad de Dios llega a ser parte integrante de la vida cotidiana al demostrar cómo se aplica para resolver los problemas de la familia. Si nuestros hijos observan que nosotros confiamos en que nuestro Padre celestial suplirá las necesidades, ellos sabrán reaccionar ante la adversidad en cualquier situación que confronten en el futuro. Instruir a nuestros hijos no solo consiste en lo que hagan en la actualidad, sino en cómo las decisiones del presente les afectarán en el futuro.
No los dejemos solos en las cosas de Dios.
Ser padre modelo debe incluir asistir a la iglesia con nuestros hijos. Aunque los pastores y los maestros de Escuela Dominical ejerzan influencia positiva en la vida de los niños, no pueden ocupar el lugar de padres piadosos. Si deseamos que ellos lleguen a ser fieles a Dios y amen a su pueblo, debemos dar el ejemplo amando a Dios y a los suyos. Debemos participar en las actividades de la iglesia que contribuyan al crecimiento de la fe de nuestros hijos. Si nos ausentamos y solo cumplimos con enviarlos, ellos querrán también alejarse de la comunión con ese pueblo y del Señor.
Elogiándolos
Nuestros hijos necesitan motivación.Al ir creciendo yo no sacaba buenas calificaciones, pero mi madre jamás me criticó, sino que me decía:“Gustavo ¿hiciste lo mejor que podías?”Al contestarle que sí, ella respondía:“Hablemos con Dios y pidámosle que te ayude”. Por supuesto que habrá ocasiones en que debamos disciplinarlos; toda rebeldía debe ser corregida firme y constantemente. Pero comprendamos que si un hijo nuestro no ha podido cumplir como es debido, el elogio logrará mucho más que cualquier regaño. Es mejor señalarles sus realidades y enseñarles a resolver sus problemas con la ayuda y dirección de Dios.
Ore con ellos.
Lo más efectivo es orar por y con ellos, no solo hacerlo nosotros a solas, pues necesitan oírnos al mencionarlos delante de Dios y elevar peticiones específicas a su favor. El Señor graba esas oraciones en sus corazones y nos ayuda a acercarnos más a ellos. Quizá algunos no podremos hacerlo debido a
que no vivimos de manera que honre al Padre, pero no permitamos que nuestros pecados sean obstáculos para orar con ellos. Arrepintámonos y obedezcamos a Dios. Nuestros hijos necesitan saber que hablar con Dios es el mejor camino a seguir, aunque hayan pecado. Esas oraciones afirmarán su relación personal con Él.
Prepare un plan que la lleve a cumplir el Plan de Dios para sus hijos.
Entendamos que el momento propicio para enseñar a nuestros hijos a ser piadosos es hoy mismo. No podemos intentar enmendar el pasado, pero si debemos influir en el futuro. Eso demanda planeación que a su vez requiere que tomemos el tiempo necesario para legar a nuestros hijos la clase de fe que necesitarán más adelante. Si deseamos protegerlos y edificar una base firme de su fe, debemos hacerlo con la debida dedicación y esfuerzo.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
¿Cómo quiere usted que sus hijos se relacionen con Dios? ¿Está usted ayudándolos a lograr el objetivo para el cual los creó el Señor o está impidiéndoselos con su conducta?
Usted tiene una gran oportunidad para influir en las vidas de sus hijos. Enséñeles los principios bíblicos, deles buen ejemplo, persista en ese esfuerzo, participe en las actividades de su iglesia, elógielos cuando más lo necesiten, ore por y con ellos y cumpla sus propios planes para lograr el éxito deseado. No los lance a una sociedad corrupta sin haberles puesto bases firmes fundadas en Cristo y en su Palabra. El privilegio de legar su fe será un factor determinante en la vida de sus hijos. Su vida será el mayor regalo que usted pueda darles.