las causas para doblar las rodillas
14Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
14Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Toda oración debe ser dirigida al Padre celestial. Así nos enseñó a orar Jesús y así lo hizo Pablo. No hay necesidad de intermediarios y el que ora va directamente a Dios, a quien describe como de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra
Arraigados y fundamentados (v. 17) forman una metáfora tomada de la experiencia cotidiana de la gente. La primera palabra, arraigados (rizóo 4492), se refiere a las raíces de una planta bien sembrada, y la otra, fundamentados (themelióo 2311) implica la buena base que un constructor pone para que la casa que edifica permanezca en pie.
Arraigados y fundamentados (v. 17) forman una metáfora tomada de la experiencia cotidiana de la gente. La primera palabra, arraigados (rizóo 4492), se refiere a las raíces de una planta bien sembrada, y la otra, fundamentados (themelióo 2311) implica la buena base que un constructor pone para que la casa que edifica permanezca en pie.