Somos diferentes
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¿Hay algo diferente en nosotros?
¿Hay algo diferente en nosotros?
En lo particular soy una persona que me gusta mucho evaluarme, y ver en que areás necesito cambiar, pero para ser honestos, me cuesta mucho ver mis defectos asi que hay personas encargadas de monitoriarme, una de ellas es mi esposa.
Estoy plenamente convencido que no puedeo ser el mismo de ayer, debemos ir tomando muy enserio nuestro compromiso con la santidad.
18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
que va aumentando en resplandor hasta que es pleno día.
Debe haber una inmensa transformación en lo que era antes de ser Cristiano y lo que ahora somos.
7 ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo,
8 y los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
9 Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El.
10 Y si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo a causa de la justicia.
11 Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en vosotros.
romanos 8.
Al principio del verso nueve el tema es:
¿Qué hay de diferente en ti?
¿Qué te coloca aparte de las personas de los versos 7-8?
Estos son los dos grandes grupos de seres humanos con los que Pablo trata. Los versos 7 y 8 describen cómo somos siendo simples humanos – lo que el llama estar “en la carne” (v. 8) o teniendo la “mente puesta en la carne” (v. 7).
Y lo que él dice que nos distingue cuando estamos “en la carne”,
5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas despertadas por la ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte.
) o cuando tenemos la “mente puesta en la carne” son tres cosas, o una cosa dicha de tres maneras: 1) verso 7ª: que somos hostiles e insubordinados a Dios; 2) verso 7b: que no podemos someternos a la ley de Dios – eso es cuán profunda nuestra corrupción y nuestra rebelión son; 3) verso 8: no podemos agradar a Dios. Esa es nuestra condición y nuestro aprieto y nuestra identidad cuando estamos en la carne – meramente humanos (compárese con ).
o cuando tenemos la “mente puesta en la carne” son tres cosas, o una cosa dicha de tres maneras:
1) verso 7ª: que somos hostiles e insubordinados a Dios;
verso 7ª: que somos hostiles e insubordinados a Dios; 2)
2) verso 7b: que no podemos someternos a la ley de Dios – eso es cuán profunda nuestra corrupción y nuestra rebelión son;
verso 7b: que no podemos someternos a la ley de Dios – eso es cuán profunda nuestra corrupción y nuestra rebelión son; 3) verso 8: no podemos agradar a Dios. Esa es nuestra condición y nuestro aprieto y nuestra identidad cuando estamos en la carne – meramente humanos (compárese con ).
3) verso 8: no podemos agradar a Dios. Esa es nuestra condición y nuestro aprieto y nuestra identidad cuando estamos en la carne – meramente humanos (compárese con ).
6 Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
¿QUÉ HAY DE DIFERENTE EN TI?
¿QUÉ HAY DE DIFERENTE EN TI?
Ahora, al principio del verso 9 la cuestión es: ¿qué hay de diferente en ti?
El verso comienza, “Sin embargo, vosotros. . .”. Así que hay un grupo de personas que son diferentes de aquellos descritos en los versos 7 y 8.
Estos son verdaderos cristianos. Entonces, aquí aprendemos lo que significa ser un verdadero cristiano. ¡Y, oh, qué diferencia es ser un cristiano así! ¡Que supiera el mundo lo que aquí se dice!
Así que, si te preguntas qué es un cristiano, escucha atentamente la Palabra de Dios.
No es la familia en la que creces.
No se trata de si fuiste bautizado o ya eres lider.
No se trata de si has ido a colegios cristianos.
No es sobre a qué iglesia vas o a qué denominación perteneces.
¿Qué es? ¿Qué te hace diferente, si eres un cristiano en la manera en que Pablo lo describe aquí?
Diferencias entre Cristianos y los que viven en la carne
Diferencias entre Cristianos y los que viven en la carne
EL ESPÍRITU HABITA EN TI
EL ESPÍRITU HABITA EN TI
Primero, tú, Cristo, son diferentes porque “el Espíritu de Dios habita en vosotros”.
9 Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El.
Observa en el mismo centro del verso 9 para ver esto (y hay una razón por la que inicio por el medio): “Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros”.
Observa en el mismo centro del verso 9 para ver esto (y hay una razón por la que inicio por el medio): “Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros”. Esta es la diferencia entre un cristiano y un no-cristiano. No es meramente un asunto de ideas diferentes. Es la mismísima presencia del Espíritu de Dios morando en nosotros.
Observa en el mismo centro del verso 9 para ver esto (y hay una razón por la que inicio por el medio): “Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros”. Esta es la diferencia entre un cristiano y un no-cristiano. No es meramente un asunto de ideas diferentes. Es la mismísima presencia del Espíritu de Dios morando en nosotros.
Esta es la diferencia entre un cristiano y un no-cristiano.
No es meramente un asunto de ideas diferentes.
Es la mismísima presencia del Espíritu de Dios morando en nosotros.
La palabra “habita” es importante. Es más que “estar ahí”, como podrías estar en una parada de autobús o en un tren o en un carro o en una tienda.
“Habita” (oikeM) viene de la palabra “casa” (oikos). Y así, la implicación es que el Espíritu de Dios no está presente en ti como si fueras una simple parada.
Él ha tomado residencia aquí. Aquí es donde vive. Este es su hogar. La implicación es cercanía y familiaridad e influencia.
Si alguien hace tu hogar su hogar, él estará mucho cerca de ti.
Se hará familiar contigo y tú con él.
Y tendrá una influencia en ti y en la manera en que vives.
Conozcan esto de ustedes, cristianos: el Espíritu de Dios habita – hace su hogar – en ti.
Si no te estás volviendo muy familiar con él, y teniendo comunión con él, y siendo influenciado por él, algo está profundamente mal.
No lo ignores o contristes o resistas. ¿Qué mejor regalo de navidad puede haberte dado el Cristo resucitado que el Espíritu de Dios para que habite en ti?
Pablo describe esta primera cosa distintiva sobre los cristianos en otras dos maneras: él dice, siguiendo en el verso 9, “vosotros tenéis el Espíritu de Cristo”.
Y entonces, al principio del verso 10 dice, “Cristo está en vosotros”. De modo que la primera cosa distintiva acerca de que los cristianos sean diferentes de aquellos que están “en la carne” es que somos personas “habitadas”.
Y lo dice de tres maneras: 1) “el Espíritu de Dios habita en vosotros” (v. 9b); 2) “vosotros tenéis el Espíritu de Cristo” (v. 9c); 3) “Cristo está en vosotros” (v. 10a).
El cambio de nombres aquí está lleno de tesoros. “Espíritu de Dios”, “Espíritu de Cristo”, “Cristo” – todos refiriéndose esencialmente a la misma presencia.
El Espíritu es igualmente el Espíritu de Dios el Padre y el Espíritu de Dios el Hijo, Jesús el Cristo.
Y el Espíritu comunica tanto de Cristo que es adecuado decir que Cristo mismo está presente en ti.
Escucha la manera en que Jesús lo dijo mientras estaba en la tierra.
16 Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre;
17 es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros.
18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
, “Y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre; (17) es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros. (18) No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”.
¿Ven lo que él dice? Verso 16: Él os dará otro “Consolador”, el “Espíritu de verdad”. Entonces sugiere (en el v. 17b) que el Espíritu es uno con él: “Él mora con vosotros y estará en vosotros”.
En otras palabras: yo estoy con vosotros ahora. Pero yo estaré en vosotros luego que regrese a mi Padre y envíe el Espíritu de verdad.
Entonces (en el v. 18) él habla explícitamente sobre sí: “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”.
De modo que para Jesús y Pablo el Espíritu de Dios – el Espíritu Santo – es uno con el Espíritu de Cristo y comunica tanto de Cristo que Pablo y Jesús dicen: cuando él está presente en ti, Cristo está presente en ti.
26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
) – es uno con el Espíritu de Cristo y comunica tanto de Cristo que Pablo y Jesús dicen: cuando él está presente en ti, Cristo está presente en ti.
Esa es la primera cosa que te hace diferente como cristiano:
Existen tesoros para ti aquí, cristiano. Date a ti mismo tiempo para sopesar estas cosas y fiestea en ellas. Nunca te alejes de Cristo. Él nunca está lejos. Él ha dicho “Estaré con vosotros hasta el fin del mundo” (), y ahora sabemos cuán cerca él en verdad promete estar.
Esa es la primera cosa que te hace diferente como cristiano:
El Espíritu de Dios mora en ti.
Tú tienes el Espíritu de Cristo.
Cristo está en ti.
Controlados o Dominados por el Espíritu
Controlados o Dominados por el Espíritu
9 Pero ustedes no están dominados por su naturaleza pecaminosa. Son controlados por el Espíritu si el Espíritu de Dios vive en ustedes. (Y recuerden que los que no tienen al Espíritu de Cristo en ellos, de ninguna manera pertenecen a él).
¿Qué significa “controlados por el Espíritu”? Significa que estás en el dominio del Espíritu, bajo el poder del Espíritu.
Significa que el Espíritu es la influencia decisiva en tu vida.
No digo la única influencia. Él tiene enemigos y competidores.
Pero el estar “controlados por el Espíritu” es venir del poder de la oscuridad a el poder de Dios ().
18 para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados.”
hechos 26.18
Fundamento esto principalmente en el paralelo de estar “en la carne” y lo que Pablo dice de ello en los versos 7-8.
Fundamento esto principalmente en el paralelo de estar “en la carne” y lo que Pablo dice de ello en los versos 7-8. El estar en la carne es estar atados a la carne, es estar bajo el dominio y la cautividad de la carne, por lo que no podemos someternos a la ley de Dios y no podemos agradar a Dios. Ahora él dice, “no estáis en la carne sino en el Espíritu”. Así que lo tomo significando que el Espíritu ha roto ese dominio de la carne y ahora es quien tiene las riendas de tu vida. Estás en sus manos, no en las manos de la carne.
El estar en la carne es estar atados a la carne, es estar bajo el dominio y la cautividad de la carne, por lo que no podemos someternos a la ley de Dios y no podemos agradar a Dios.
Ahora él dice, “no estáis en la carne sino en el Espíritu”. Así que entendemos el significando que el Espíritu ha roto ese dominio de la carne y ahora es quien tiene las riendas de tu vida. Estás en sus manos, no en las manos de la carne.
Ahora, para conectar estas primeras dos distinciones sobre el ser un cristiano y ver otro tesoro:
En otras palabras, el Espíritu nos libera y toma dominio sobre nosotros desde dentro de nosotros. Si el habita en ti, tú estás en Él – en su dominio y bajo su influencia decisiva.
Esto es precioso porque nos llama a pensar toda la transformación interna que nos hace libres en el servicio de Cristo.
El Espíritu no simplemente está afuera ladrándonos órdenes para influenciarnos. Él está dentro, trabajando un nuevo corazón y mente conformados a Cristo, de modo que nos deleitemos en hacer lo que nos manda. Esta es una de las grandes evidencias de que él está ahí.
TÚ PERTENECES A CRISTO
TÚ PERTENECES A CRISTO
9 Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El.
La tercera cosa que Pablo dice sobre nuestra diferencia como cristianos es que pertenecemos a Cristo. Nótense las dos últimas cláusulas del verso 9: “Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él”.
Así que el reverso también es verdad: si en verdad tienes el Espíritu de Cristo, así mismo perteneces a él. De modo que, como cristianos, deberíamos pensar de nosotros como pertenecientes a Cristo – la posesión de Cristo.
Así que el reverso también es verdad: si en verdad tienes el Espíritu de Cristo, así mismo perteneces a él. De modo que, como cristianos, deberíamos pensar de nosotros como pertenecientes a Cristo – la posesión de Cristo.
¿En qué sentido somos posesión de Cristo?
Pablo conecta las ideas de habitar y posesión en explicando:
19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Pablo describe dos maneras en las que Cristo nos hace suyos: compra y habitación.
“¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” ¿En qué sentido? Lo explica en el verso 20: “Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. Pablo describe dos maneras en las que Cristo nos hace suyos: compra y habitación.
“Sois el templo del Espíritu Santo . . . No sois de vosotros mismos” . . . “Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él” (; ) – ese es el habitar. Él nos compró con su sangre, y él se muda a nosotros por su Espíritu. Si eres un cristiano, no estás solo. Tú perteneces a Cristo.
Somos habitados por Cristo, estamos bajo el dominio de Cristo, y somos de la posesión de Cristo
Cristo cuida de los suyos. Él no nos compró para perdernos. Él nos compró para tenernos y mantenernos.
Cristo cuida de los suyos. Él no nos compró para perdernos. Él nos compró para tenernos y mantenernos.
El interés de Pablo por la materia puede verse en los dos últimos puntos. Dije que había cinco cosas que nos colocaban aparte de los no-cristianos, y una cosa que mostraba cómo somos iguales. Tomemos, ahora, el punto de similitud.
Los cristianos son como el resto del mundo en que sus cuerpos permanecen mortales
10 Y si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo a causa de la justicia.
Verso 10: “Y si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado . . .”. Así que hay un punto de similitud. En esta era nuestros cuerpos permanecen mortales, y morirán incluso siendo habitados por Cristo. En otras palabras, la redención ocurre por etapas. Y la redención de nuestros cuerpos no ocurre en esta era. Esperamos, dice el verso 23, por la redención de nuestros cuerpos. Sus cuerpos sirven tanto como el de un muerto porque son parte de una humanidad pecadora y caída. Así nos parecemos al resto de la humanidad. Moriremos.
Así que hay un punto de similitud. En esta era nuestros cuerpos permanecen mortales, y morirán incluso siendo habitados por Cristo.
Pero, hay otras dos cosas que hacen a los cristianos diferentes de los no-cristianos y que le quita el aguijón a nuestra mortalidad.
Pero, hay otras dos cosas que hacen a los cristianos diferentes de los no-cristianos y que le quita el aguijón a nuestra mortalidad.