DIOS ESCUCHA Y RESPONDE
Malaquías • Sermon • Submitted
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· 908 viewsEl juicio de Dios para condenación de unos y salvación de otros.
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Propósito del sermón: Ha sido mi intención, mediante un estudio serio, despertar las conciencias de mi audiencia a la realidad del juicio de Dios por el cual su Nombre será vindicado para salvación de unos y condenación de otros, de este modo alentarles a una fe sencilla que se muestre en conversaciones y obras que busquen exaltar a Dios. Comunicar esto será posible solo si por la gracia de Dios Él tiene a bien bendecir el mensaje
Objetivos.
Que mi audiencia sea consciente de la realidad del juicio de Dios
Que mi audiencia alentada al reconocer el camino de salvación que Dios ha abierto
Que mi audiencia sepa de maneras concretas lo que ha de hacer ante este tema
Introducción
Lectura de 3:18
Mientras elaboraba la investigación para la predicación del día de hoy leí algo que me parece muy apropiado para adentrarnos al tema. De antemano aclaro que según mi entendimiento de las Escrituras, Dios ya no se sigue revelando a través de sueños sino por medio de su Palabra. Entonces esta historia (real) era una que contaba un predicador de nombre John Angell James por eso de los 1800’s (S. XIX). Este hombre contaba de una mujer muy distinguida que en una de las noches en que estaba durmiendo soñó que ella estaba presente en el día del juicio. Según tal sueño la mujer quedaba admirada de la gloriosa majestad del juez y la solemnidad del momento. Ella miró alrededor y vio una multitud tan grande que sus ojos no alcanzaban a divisar donde terminaba, ahí estaba toda la humanidad. Para ese momento el juez se fue acercando a cada uno con paso lento y solemne poniendo misericordiosamente su mano sobre la cabeza de algunos en señal de aprobación. Ella veía como el juez pasaba muy cerca de algunos sin tocarlos y así avanzaba. La mujer que tuvo el sueño relata que mientras el juez se iba acercando poco a poco a ella su ansiedad crecía, insegura de que ella no fuese apartada por la misericordiosa mano del juez. Cuando por fin el juez llegó a su lugar y estaba frente a ella, de la angustia que sentía esperando ver su mano levantarse… despertó del sueño.
La angustia que le produjo ese sueño le hizo despertar, no solo fisicamente, también al afán de buscar con gran solicitud la salvación de su alma. Esta distinguida dama, no solo encontró la puerta de la salvación sino que caminó por el camino de la santidad convirtiéndose en una eminente y devota seguidora de Cristo.
Ahí está el ejemplo de una mujer que al ser consciente de la realidad del juicio de Dios eso le despertó a mirar por el bien de su alma, y quiera Dios que de la misma manera en este día tenga a bien usar la exposición de nuestro pasaje para hacer despertar a algunos a la fe y producir en otros la reverencia y temor apropiados del que se han apartado.
Los predicadores suelen evadir el tema del juicio final y del infierno por temor a que la audiencia se pueda sentir ofendida, sin embargo, son esa clase de advertencias las que nos despiertan de nuestra comodidad. En la Palabra de Dios se nos manda a tener presente de manera constante la realidad del cielo a fin de mantenernos desprendidos de las cosas y placeres mundanos, como también se nos manda a tener presente de manera constante la realidad del castigo de Dios si es que nos estamos apartando de Él en incredulidad.
ES LA REALIDAD DE QUE ESTAMOS A UN PASO DEL CIELO O EL INFIERNO LO QUE NOS MANTIENE EN LINEA CON LA VOLUNTAD DE DIOS Y PRODUCE EN NOSOTROS UN TEMOR REVERENTE
Contexto
El mensaje final del libro de Malaquías nos presenta el cuadro donde encontramos dos tipos de personas y dos destinos, uno para cada persona. Para los soberbios, impíos, malos, los que no sirven al Señor les espera un fuego ardiente interminable, sin esperanza de retorno, sin salida. Para los que temen al Señor, los que piensan en su Nombre, los de recto proceder, los que sirven al Señor les espera compasión, salvación, restauración, vindicación.
La Biblia no da pie para un punto intermedio, si usted no es la segunda persona, entonces es la primera. Es de INESTIMABLE importancia que usted sepa donde se encuentra y cuál es su destino. ¡Qué terrible sería cerrar los ojos y exhalar el último aliento sosteniendo una falsa esperanza de ir a la presencia de Dios y en lugar de ello despertar en el lugar del llanto y crujir de dientes.
Para los tiempos de Malaquías había ciertas conductas que ponían en evidencia a que grupo pertenecía cada persona. Quiero decirle que esa distinción no era entre los que iban al templo y los que no iban, tampoco era entre los que eran religiosos y los otros que no lo eran. Los dos tipos de personas asistian al templo y los dos tipos de personas eran religiosos. ¿entonces qué los distinguía uno de los otros? Lo que sus vidas comunicaban.
Usted sabe que la comunicación puede ser verbal (con palabras habladas) o no verbal (comportamiento, actitud, postura, etc.) En el caso del grupo de personas destinados a la perdición, sus palabras eran palabras violentas, una protesta contra Dios.
I. DIOS ESCUCHA LAS PROTESTAS QUE SE HACEN CONTRA ÉL
I. DIOS ESCUCHA LAS PROTESTAS QUE SE HACEN CONTRA ÉL
13 Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti?
14 Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?
15 Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.
Una vez mas encontramos en estos versículos el mismo patrón que en otros versículos del libro de Malaquías donde Dios hace una denuncia y el pueblo no reconoce su falta, lo que da espacio a que Dios tenga que explicar la denuncia.
Malaquías 3:13-
¿De que los estaba acusando el Señor? De usar palabras violentas contra Él.
El Dios infinito, digno de ser respetado y reverenciado hasta lo sumo estaba siendo insultado por sus insolentes criaturas. Que un hijo le falte al respeto a su padre es algo que despierta una profunda indignación pero el que una criatura insulte al Creador es simplemente espantoso.
Las palabras de este grupo eran violentas porque decían “Por demás es servir a Dios (Servir a Dios no vale la pena NVI). ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?”
Estaban acusando a Dios de injusto y mezquino. Sus palabras al final eran un sarcasmo, como si dijeran “servimos al Dios Todopoderoso y no nos paga ni con migajas lo que hacemos, sin importar que nos humillemos y le obedezcamos”.
Si usted tiene experiencia criando adolescentes o trabajando para una empresa donde el empleado se siente a la altura de sus jefes, se habrá percatado de acusaciones parecidas. Estas son el tipo de personas que creen merecer toda cosa buena que sus superiores les puedan proporcionar porque ya han llegado a cierta edad o por su desempeño. En la religión, este tipo de personas son las que mantienen una conformidad externa a la ley de Dios mientras que desatienden los motivos del corazón. Son este tipo de personas, que como el hijo mayor en la parábola del hijo prodigo, se quejan de que su padre no ha matado ni siquiera un cabrito para una comida con los amigos ().
Las acusaciones de este grupo llegan a un punto mas bajo cuando se comparaban con los declaradamente malvados que sí prosperaban. Fue en esa visión que cínicamente profirieron una bendición diciendo “Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon”. Estos, habían invertido completamente los valores de Dios.
Si hay algo que nos permite entender el tiempo es ver cómo cierto tipo de vida trae consecuencias. Aquél hombre que se enorgullecía de su inteligencia termina necesitado del servicio de personas incultas, aquél hombre soberbio lleno de dinero termina mendigando los pesos o el amor de su familia, aquella mujer amante termina triste y abandonada, aquél don Juan termina solo. Así que, si estos hombres proferían bendición para los soberbios y los impíos eso solo podría deberse a que con sus corazones corrompidos miraban las cosas a corto plazo.
Hablando ahora de nosotros, muy probablemente su tema de platica en la mesa o con otras personas de la iglesia no sea acusar a Dios como lo hacían estas personas. Seguramente no es así, pero es probable que con su estilo de vida esté comunicando lo mismo. ¿Como? Sí, recuerde que la comunicación puede ser tanto verbal como no verbal, y muchas veces una acción dice mas que mil palabras.
Primeramente, le pregunto ¿está usted sirviendo al Señor?
Dios pone las cosas en perspectiva
Palabras violentas
Si usted no está sirviendo, ¿por qué no lo está haciendo? los requisitos son muy altos, ¿y eso que? significa entonces que usted quiere seguir cómodamente en su pecado sin luchar contra él y disciplinarse, usted entonces está pensando servir a Dios con mediocridad y no con excelencia. Dios es gran Rey y no se merece menos que la excelencia, aunque eso represente un sacrificio para nosotros.
formalismo, religiosidad
Ahora le pregunto, ¿está usted sirviendo al Señor?… si, –¿esta usted creciendo en su servicio a Dios? ¿está su vida sirviendo de ejemplo o solo está ahí manteniendo cierto estatus?
Cinismo
Cuando juntamos a un grupo de personas que no están sirviendo, por las excusas que tengan, y los que están sirviendo sin crecer, entonces no solo hay una comunicación fuerte, se crea una atmósfera, hay un sentir que casi se puede palpar de mediocridad, irreverencia, insolencia delante de Dios.
No con palabras pero si con sus hechos usted puede estar comunicando las mismas cosas que aquél grupo de judíos. Si usted dice con sus labios que servir al Señor es un honor y una dicha pero pasa la mayor parte de su tiempo ocupado pensando en sus cosas, persiguiendo metas mundanas, entonces con sus hechos usted está diciendo todo lo contrario.
Tenga usted presente que Dios juzgará el que las palabras concuerden con los hechos...
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Si usted ha hecho una profesión de fe en Cristo pero su vida no refleja esa clase de obediencia, entonces debe preguntarse seriamente si no es de aquellos que dirán “Señor, Señor… y el Señor les declare: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad”.
El servicio del cristiano debe ser de tal modo que las personas vean que Dios es estimado por encima de todas las cosas. Servir a Dios de esa manera conlleva retos y sacrificios que se convierten en oportunidades para que Cristo sea exaltado. Porque… ¿qué refleja mas el valor de Cristo, una persona que debe caminar 4 horas entre cerros para llegar a congregarse en la iglesia el domingo o una persona que llega en su auto con aire acondicionado? Es verdad que el que debe caminar 4 horas, pero la persona que llega en auto puede tener otra clase de retos tales como ganar menos, perder reconocimiento en el trabajo, dejar algun hobby, etc. con tal de aprovechar su tiempo para la causa de Cristo. Hay razones de sobra para entender que servir a Dios es un gran honor.
Hay razones de sobra para entender que servir a Dios es un gran honor.
T: Es verdad que DIOS ESCUCHA LAS PROTESTAS QUE SE HACEN CONTRA ÉL, pero no solo escucha eso...
II. DIOS ESCUCHA Y ATIENDE A LA PREOCUPACIÓN PIADOSA
II. DIOS ESCUCHA Y ATIENDE A LA PREOCUPACIÓN PIADOSA
Malaquías 3:16-
16 Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.
Que imagen tan mas bella nos pinta este versículo, un gran contraste entre las palabras insolentes de los impíos y la preocupación piadosa de los que temen al Señor.
Si bien es cierto que muchas personas que dicen llamarse cristianas en realidad son un tropiezo al cristianismo, Dios siempre guarda un remanente fiel. Desde el comienzo de la historia siempre ha sido así, un pequeño grupo que se mantiene fiel al Señor aun en medio de un ambiente tan tóxico como el que previamente se describió.
¿Que hizo este pequeño grupo de gente que tenía respeto y temor de protestar contra Dios? se juntaron a hablar… ¿cual era su tema? hay un indicio al final del versículo 16 “pensaban en el Nombre de Dios”. Este pequeño grupo estaba preocupado por la reputación de Dios. Estaban preocupados por las difamaciones que Dios recibía. Muy seguramente este grupo llevó tal angustia no solo en una conversación sino que lo convirtieron en un motivo de oración, Dios entonces lo escuchó y fue escrito en un libro de memoria delante de Él.
¿Dios lleva un registro que contenga las buenas acciones de los suyos? Así lo dice el texto. Dios lleva un registro por medio del cual también recompensará la obra de los suyos.
La historia bíblica nos cuenta del caso de un judío Mardoqueo que le causaba un profundo desagrado a otro hombre llamado Amán. El problema entre estos dos era mas grave por el hecho de que Mardoqueo era un simple sirviente y Amán un hombre poderoso. Sin embargo, en una ocasión, Mardoqueo salvó la vida del rey Artajerjes al delatar a unos hombres que conspiraban contra el rey. El rey no supo la hazaña pero la historia nos cuenta...
1 Aquella misma noche se le fue el sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias y crónicas, y que las leyeran en su presencia.
2 Entonces hallaron escrito que Mardoqueo había denunciado el complot de Bigtán y de Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, que habían procurado poner mano en el rey Asuero.
3 Y dijo el rey: ¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por esto? Y respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha hecho con él.
4 Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio exterior de la casa real, para hablarle al rey para que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.
5 Y los servidores del rey le respondieron: He aquí Amán está en el patio. Y el rey dijo: Que entre.
6 Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey honrar más que a mí?
7 Y respondió Amán al rey: Para el varón cuya honra desea el rey,
8 traigan el vestido real de que el rey se viste, y el caballo en que el rey cabalga, y la corona real que está puesta en su cabeza;
9 y den el vestido y el caballo en mano de alguno de los príncipes más nobles del rey, y vistan a aquel varón cuya honra desea el rey, y llévenlo en el caballo por la plaza de la ciudad, y pregonen delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.
10 Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma el vestido y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta real; no omitas nada de todo lo que has dicho.
Miren lo que hizo un rey pagano por el hombre que salvó su vida… ¿no hará Dios mucho mas por aquellos que se preocupan y actúan a favor de la causa de Cristo?
Dios lleva también un registro de cada obra que proviene de alguien que piensa en el Nombre de Dios. ¿Cuando fue la última vez que se sentó a platicar con un hermano acerca de ello? ¿Cuando fue la última vez en que su corazón se desgarró al ver que no se está haciendo ni siquiera lo mínimo por ver el Nombre de Dios enaltecido? ¿Cuando fue la última vez que oraron juntos entre hermanos en un tiempo informal rogando por la salud espiritual de la iglesia y el Nombre de Dios?
¿No es motivo de vergüenza que podamos llenar una biblioteca de libros describiendo nuestros pecados mientras que no podemos llenar una sola página de un libro que describe un recto proceder?
Sería muy provechoso si el día de hoy se pusiera de acuerdo con otros hermanos y comieran juntos para discutir de este tema y aprovechar el tiempo para orar unos por otros, por la iglesia y porque el Nombre de Dios sea exaltado en nuestra ciudad. Quizá ese tiempo serviría para añadir una página en el libro de las memorias de Dios.
Pero esa no es la única recompensa, el texto sigue diciendo...
17 Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.
Usted sabe que las posesiones de gran valor son guardadas y cuidadas de forma especial, no así con aquellas cosas sin importancia. Dios tiene a los suyos como un tesoro especial. Él guardará a los suyos en el día del juicio final. Dios tiene un registro de los nombres de aquellos que son su especial tesoro, aquellos que por la fe en Jesucristo han sido declarados justos delante de Dios.
11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Hasta ese día del juicio final será perfectamente evidente el trato de Dios para unos que no es para otros, tal distinción quizá no es muy clara hoy, el impío prospera y el cristiano está lleno de congojas pero en aquél día no será así...
Hasta ese día del juicio final será perfectamente evidente el trato de Dios para unos que no es para otros...
18 Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
Conclusión
1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.
Sirvanos estas palabras para traer espanto a nuestras almas si nuestras vidas no reflejan un autentico cristianismo. A su vez, sirvanos estas palabras para traer consuelo y temor reverente si nuestras vidas son útiles para exaltar el Nombre de Cristo. Dios no dejará sin consecuencias a los hipócritas, rebeldes, cínicos y los que no sirven y adoran al Señor, como también Dios no dejará sin recompensa a los que temen a su Nombre, piensan en Él, sirven para su causa y le adoran.
No espero que usted llegue a pensar que de algun modo hay algún mérito que obligue a Dios a recompensar a algunos. En realidad, nadie merece ningún bien del Señor. Si hay una razón por la cual Dios puede salvar a unos y condenar a otros, no es meramente por la conducta que cada uno haya exhibido, sino por la fe en Jesucristo que es evidente en una vida transformada. El árbol bueno, da frutos buenos, el árbol malo da frutos malos.
Si usted no ha pasado por un gran cambio de corazón, si su vida no refleja una sincera preocupación por las cosas santas, sin importar cuantos días, semanas, meses o años tenga viniendo a la iglesia, le ruego que considere mis palabras en este día. El infierno es un lugar sin salida, es un lugar de tormento eterno, un lugar donde las personas serán abandonadas a sus mas bajos impulsos absolutamente desprovistos de toda bondad. El infierno es un lugar de llanto y odio interminable, con la conciencia carcomiendo cada uno de los pensamientos. Si usted llega ser objeto de tal castigo, el cual es perfectamente justo por razón de sus pecados, usted recordará ahí estas palabras y sabrá que no le he mentido.
Querido hermano o hermana, si usted procura caminar fielmente en los caminos del Señor no olvide, Dios lleva también un registro de esas acciones y en su tiempo, no en esta vida, verá la recompensa en el cielo donde no hay polilla ni óxido y donde no hay ladrones que se la lleven.
13 »Ustedes han dicho cosas terribles acerca de mí, dice el Señor. »Sin embargo, ustedes preguntan: “¿Qué quieres decir? ¿Qué hemos dicho contra ti?”.
14 »Ustedes han dicho: “¿De qué vale servir a Dios? ¿Qué hemos ganado con obedecer sus mandamientos o demostrarle al Señor de los Ejércitos Celestiales que nos sentimos apenados por nuestros pecados?
15 De ahora en adelante llamaremos bendito al arrogante. Pues los que hacen maldad se enriquecen y los que desafían a Dios a que los castigue no sufren ningún daño”».
16 Entonces los que temían al Señor hablaron entre sí y el Señor escuchó lo que dijeron. En la presencia de él, escribieron un rollo de memorias para registrar los nombres de los que temían al Señor y que siempre pensaban en el honor de su nombre.
17 «Ellos serán mi pueblo —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—. El día en que yo venga para juzgar, serán mi tesoro especial. Les tendré compasión así como un padre le muestra compasión a un hijo obediente.
18 Entonces de nuevo podrán ver la diferencia entre los justos y los perversos, entre los que sirven a Dios y los que no lo hacen».
1 El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: «El día del juicio se acerca, ardiente como un horno. En aquel día el arrogante y el perverso serán quemados como paja. Serán consumidos, desde las raíces hasta las ramas.
2 »Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol de Justicia con sanidad en sus alas. Saldrán libres, saltando de alegría como becerros sueltos en medio de los pastos.
3 El día en que yo actúe, ustedes pisotearán a los perversos como si fueran polvo debajo de sus pies, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.
4 »Acuérdense de obedecer la ley de Moisés, mi servidor, todos los decretos y ordenanzas que le entregué en el monte Sinaí para todo Israel.
5 »Miren, les envío al profeta Elías antes de que llegue el gran y terrible día del Señor.
6 Sus predicaciones harán volver el corazón de los padres hacia sus hijos y el corazón de los hijos hacia sus padres. De lo contrario vendré y haré caer una maldición sobre la tierra».