El fundamento del liderazgo: Integridad

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El líder del siglo XXI Capítulo 5: El fundamento del liderazgo: Integridad

El pastor Bob tenía todas las marcas de la bendición de Dios sobre su ministerio. Su iglesia había crecido de un modo notable con el correr de los años. Todos los domingos servía a miles de fieles que asistían regularmente a sus cultos. Su influencia, además, se extendía a millones, más allá de las paredes del santuario, a través del programa televisivo. Cualquier analista podría haber entendido muy fácilmente cuáles eran la razones de semejante éxito. El pastor Bob tenía un corazón en fuego, bastaba solamente verlo y oírlo predicar. Era asimismo un hombre de oración y, además, practicaba el retirarse a lugares desiertos para ayunar y buscar el rostro de Dios en intercesión por los millones que le seguían. A menudo hacía énfasis que su corazón estaba ligado a los pobres y que él vivía en absoluta humildad. Bien cabe preguntarse entonces: ¿cómo es posible que el pastor Bob haya terminado divorciado y con demandas judiciales por más de doscientos millones de dólares?

Los periodistas de un reconocido programa televisivo nacional americano comenzaron a investigarlo. Y entre las cosas que descubrieron, hallaron que la presunta pobreza del pastor Bob no era más que una farsa diseñada para encubrir tres propiedades millonarias, una en Miami, otra en California y la tercera en Texas. A esto se agregaba un estilo de vida fastuoso. El retiro al desierto que mostraba el programa de televisión no era más que una pretensión para las cámaras, ya que estaba a pocos metros de un hotel de super lujo, donde se había alojado con su séquito de colaboradores inmediatos, llevándose inclusive su propio televisor de pantalla gigante. Mucho más triste aún fue ver que el corazón intercesor del pastor Bob era otra farsa gigantesca. Las cámaras de televisión fueron al banco donde estaba la cuenta del ministerio. Allí llegaban directamente las cartas donde los fieles mandaban pidiendo oración. Los sobres eran abiertos por los empleados de la sucursal, quienes retiraban las ofrendas y arrojaban a la basura todo el resto. Los periodistas fueron al contenedor de los desperdicios y de allí sacaron varias bolsas de cartas personales que contenían los motivos de oración y gratitud por las respuestas recibidas. Fotos familiares que los fieles enviaban a su amado pastor … Como resultado del programa televisivo el gobierno nacional intervino para investigar posibles fraudes, y eso fue el comienzo del fin del ministerio “bendecido por Dios”. Parecería que el pastor Bob, al igual que muchos otros ministros evangélicos, nunca leyó Salmo 119:80: “Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado

El líder del siglo XXI Capítulo 5: El fundamento del liderazgo: Integridad

El pastor Bob tenía todas las marcas de la bendición de Dios sobre su ministerio. Su iglesia había crecido de un modo notable con el correr de los años. Todos los domingos servía a miles de fieles que asistían regularmente a sus cultos. Su influencia, además, se extendía a millones, más allá de las paredes del santuario, a través del programa televisivo. Cualquier analista podría haber entendido muy fácilmente cuáles eran la razones de semejante éxito. El pastor Bob tenía un corazón en fuego, bastaba solamente verlo y oírlo predicar. Era asimismo un hombre de oración y, además, practicaba el retirarse a lugares desiertos para ayunar y buscar el rostro de Dios en intercesión por los millones que le seguían. A menudo hacía énfasis que su corazón estaba ligado a los pobres y que él vivía en absoluta humildad. Bien cabe preguntarse entonces: ¿cómo es posible que el pastor Bob haya terminado divorciado y con demandas judiciales por más de doscientos millones de dólares?

Los periodistas de un reconocido programa televisivo nacional americano comenzaron a investigarlo. Y entre las cosas que descubrieron, hallaron que la presunta pobreza del pastor Bob no era más que una farsa diseñada para encubrir tres propiedades millonarias, una en Miami, otra en California y la tercera en Texas. A esto se agregaba un estilo de vida fastuoso. El retiro al desierto que mostraba el programa de televisión no era más que una pretensión para las cámaras, ya que estaba a pocos metros de un hotel de super lujo, donde se había alojado con su séquito de colaboradores inmediatos, llevándose inclusive su propio televisor de pantalla gigante. Mucho más triste aún fue ver que el corazón intercesor del pastor Bob era otra farsa gigantesca. Las cámaras de televisión fueron al banco donde estaba la cuenta del ministerio. Allí llegaban directamente las cartas donde los fieles mandaban pidiendo oración. Los sobres eran abiertos por los empleados de la sucursal, quienes retiraban las ofrendas y arrojaban a la basura todo el resto. Los periodistas fueron al contenedor de los desperdicios y de allí sacaron varias bolsas de cartas personales que contenían los motivos de oración y gratitud por las respuestas recibidas. Fotos familiares que los fieles enviaban a su amado pastor … Como resultado del programa televisivo el gobierno nacional intervino para investigar posibles fraudes, y eso fue el comienzo del fin del ministerio “bendecido por Dios”. Parecería que el pastor Bob, al igual que muchos otros ministros evangélicos, nunca leyó Salmo 119:80: “Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado”.

A diario vemos situaciones que nos enseñan y nos informan sobre lideres que han tenido una caída y también se ven grandes ministerios en crisis por caídas
El líder del siglo XXI I. Integridad: ¿Por qué es fundamental?

Integridad: ¿Por qué es fundamental?

Sin integridad el liderazgo es una farsa. Un líder deshonesto, insincero, es tan contradictorio como un diablo humilde. Y sin embargo, no hay un año en que las noticias no nos hagan saber sobre el derrumbe de ministerios reconocidos, la caída de celebridades espirituales. Y esto por docenas. Parecería que a pesar de las repetidas advertencias a través de la Biblia y las noticias seculares, muchos no han comprendido que la integridad absoluta es el fundamento de todo liderazgo verdadero. Que sobre ese fundamento debemos construir las nueve cualidades analizadas en los capítulos precedentes, pero si nuestro servicio carece de integridad es construir sobre un fundamento de arena ¿Por qué, entonces, la integridad es imprescindible y no opcional?

a menudo se ven familias afectadas por pequeños momentos de placer sin control
El líder del siglo XXI I. Integridad: ¿Por qué es fundamental?

¿Por qué es fundamental?

el semento que une a un lider con su pueblo esla confianza
personas en apuros sin empleo por que sencillamente a perdido grandes oportunidades por tomar decisiones que afectaron su estabilidad económica
El líder del siglo XXI I. Integridad: ¿Por qué es fundamental?

I. Integridad: ¿Por qué es fundamental?

A. Por la naturaleza de nuestro servicio
es fundamental por la naturaleza de nuestro servicio todo lider debe tener seguidores y la confianza es el cemento que une al líder con su pueblo por naturaleza nos han enseñado a desconfiar de nustros lideres
es fundamental por la naturaleza de nuestro servicio todo lider debe tener seguidores y la confianza es el cemento que une al líder con su pueblo, por naturaleza nos han enseñado a desconfiar de nustros lideres Todo individuo en posición de liderazgo debe comprender que, por naturaleza, todos le desconfiamos. Y que es él, con su palabra y su conducta quien nos debe convencer mas allá de toda posible duda, de que su persona está por encima de cualquier sospecha de falsedad. La sinceridad y la honestidad son las virtudes fundamentales que todos exigimos de nuestros líderes. Sin ellas no hay liderazgo posible.
lance a los asistentes el siguiente desafío: “Mencione las diez cualidades principales que esperamos de nuestros líderes”
¿Por qué es fundamental?
B. Por el mensaje que proclamamos: Si la integridad es fundamental para todo liderazgo, cualquiera sea su ámbito de influencia, cuánto más vital es cuando hablamos del servicio para Dios. Sobre los hombros de aquellos que representamos a Dios pesa una carga formidable. Malaquías nos enseña: “Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos”(2:7). Y el apóstol Pablo nos recuerda: “Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios hiciera su invitación por medio de nosotros. En nombre de Cristo les rogamos: Reconciliense con Dios” (
NOTA cuando un gerente de una empresa cae en desprestigio producto de la falta de integridad las perdidas son cuantitativas económicas (buscar ejemplos) pero cuando un hijo de Dios es avergonzado por su falta de integridad la perdidas son espirituales
¿Por qué es fundamental?
C. Porque Dios la demanda: En su último mensaje a la nación de Israel, Josué los confronta con las demandas que implican servir a Dios diciendo: “Temed a Jehová, y servidlo con integridad y verdad …” (24:14). Asimismo David nos recuerda que, “el que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón …” (),
A. Caleb, un ejemplo de sinceridad: De Caleb sabemos muy poco si se lo compara con otros personajes bíblicos a quienes el Espíritu Santo dedica largas secciones de la revelación divina. No obstante, semejante a un cometa que deja detrás de sí una estela de fulgor, Caleb, en su breve aparición, brilla con matices dignos de ser destacados e imitados, especialmente por aquellos que aspiran a ser líderes entre el pueblo de Dios. Cuando se levanta el telón de la obra, Caleb aparece como uno más entre un grupo de doce espías que deben ir a reconocer la tierra prometida. Ninguna señal de grandeza en particular, ninguna marca distintiva. Tampoco se cuenta que haya logrado alguna hazaña personal durante su misión. El regreso de los doce, sin embargo, fue un día pivote en la historia de la nación. El informe de la mayoría fue determinante. El pueblo rehusó seguir avanzando. No quisieron correr el riesgo de seguir a Dios. En consecuencia escogieron morir en el desierto. La sentencia de Dios fue fulminante: Todos los mayores de veinte años caerían en el desierto. Absolutamente todos excepto Josué y Caleb.
Pero a mi siervo Caleb por cuanto demostró un espíritu diferente, y me ha seguido de todo corazón yo lo introduciré a la tierra a la cual él fue, y su descendencia la tendrá en posesión.
Pero a mi siervo Caleb por cuanto demostró un espíritu diferente, y me ha seguido de todo corazón yo lo introduciré a la tierra a la cual él fue, y su descendencia la tendrá en posesión.
Sánchez, J. O. (2001). El líder del siglo XXI (pp. 76–77). Miami, Florida.
El líder del siglo XXI A. Por la naturaleza de nuestro servicio

lancé a los asistentes el siguiente desafío: “Mencione las diez cualidades principales que esperamos de nuestros líderes”

Sánchez, J. O. (2001). El líder del siglo XXI (p. 74). Miami, Florida.es fundamental por la naturaleza de nuestro servicio todo lider debe tener seguidores y la confianza es el cemento que une al líder con su pueblo por naturaleza nos han enseñado a desconfiar de nustros lideres
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