En la ribera occidental de ese mar vivía en aquella época la Comunidad del Mar Muerto, cuya biblioteca de rollos causó gran sensación cuando fue accidentalmente descubierta hace pocos años. Se trataba de una comunidad monástica de esenios que había escapado del mundo malo. Se autodenominaron ‘los hijos de la luz’, pero no dieron pasos para que su luz alumbrara, y en su ghetto su sal fue tan inútil como lo era en las costas del mar cercano. ¿Es posible que Jesús estuviese pensando en ellos?