El atrio de los gentiles
EL ATRIO DE LOS GENTILES
Estamos en la semana misionera, y me gustaría reflexionar en algo que tiene que ver con el corazón de Dios
1. El templo de Dios
EL TEMPLO DE NUESTRO CORAZON
Jesús fue muy diferente. Vez tras vez alcanzaba a gente de otras culturas: el centurión romano, el leproso samaritano, la mujer siriofenicia, el endemoniado gadareno y los griegos. Cuando limpió el templo de los cambistas, fue el atrio de los Gentiles el que dejó limpio y lo volvió a abrir para los que no eran judíos, los gentiles.
No era que ignorase a su propia gente, porque demostró compasión por los leprosos judíos, endemoniados judíos, enfermos judíos, y prostitutas judías, sino que su amor era universal; por lo tanto, incluyó lo que los etnocentristas llamarían «los pecadores y leprosos culturales del mundo», esto es, la otra gente, los que no eran judíos.
Estaba dividido en varias secciones llamadas atrios. El atrio exterior se conocía como atrio de los gentiles y toda la gente tenía acceso al mismo. Probablemente la limpieza del templo que se menciona en Juan 2:13–22 y en Mateo 21:12, 13 ocurrió en esa parte. Había una barrera que separaba el atrio de los gentiles del interior del templo, la cual tenía una señal que advertía que los gentiles se mantuvieran fuera de esa parte bajo pena de muerte. El incidente en Hechos 21:27–29 es una evidencia de esta prohibición de la presencia de los gentiles. En el interior más profundo del templo había atrios especiales reservados para las mujeres judías (atrio de las mujeres), para los hombres judíos (atrio de Israel) y para los sacerdotes.
yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.
Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.