una cosa te falta
18Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. 20Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. 21Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 22Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. 23Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. 24Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 25Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 26Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 27Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Lucas hace notar que este joven era un hombre principal. Pocos de los principales judíos de aquel tiempo tenían interés en escuchar al Maestro, pero aquí tenemos uno que estimaba la persona y las enseñanzas de Cristo.
Probablemente era un gobernante, incluso algunos piensan que hasta pudo ser un miembro de Sanedrín judío