Sermón sin título
PRESENTACIÓN
Finalmente, Cristo escribirá sobre él el nombre de su Dios, el nombre de la ciudad de su Dios, la nueva Jerusalén… y su propio nombre nuevo. En otras palabras, al vencedor se le dará la seguridad de que pertenece a Dios, a la nueva Jerusalén y a Cristo, y que participará eternamente de todas las bendiciones y privilegios de estos tres.
También se presenta (v. 7b) como «el que posee la llave de David. Lo que él abre, nadie lo puede cerrar; y lo que Él cierra, nadie lo puede abrir» (NVI). Tenemos aquí una cita de Isaías 22:22, donde se usa como símbolo de autoridad; se indica así que Cristo tiene el supremo poder y la suprema autoridad en el Reino de Dios (comp. con 5:5 y Mt. 28:18). Curiosamente, ninguno de los tres títulos que Jesús se da a sí mismo en este versículo figura en el capítulo 1.
CONOCE A LA IGLESIA
El Señor está muy bien enterado de todo lo que hace su Iglesia, bueno o malo, así como lo que deja de hacer. En este caso, se trata de obras excelentes, como lo muestra la segunda parte del versículo, después de una especie de paréntesis. Tres veces en sólo dos versículos (8 y 9)—y una más según el Textus Receptus, al comienzo del v. 11—sale el vocablo griego idoú (¡mira!, ¡he ahí!), que, en este contexto, indica admiración ante algo excelente
UNA PUERTA ABIERTA
La puerta abierta significa, primero, una maravillosa oportunidad de predicar el evangelio, y segundo, la operación de la gracia de Dios, creando oídos dispuestos a escuchar y corazones ansiosos de recibir (cotéjense 2 Co. 2:12; Col. 4:3; Hch. 14:27).
La puerta abierta significa, primero, una maravillosa oportunidad de predicar el evangelio, y segundo, la operación de la gracia de Dios, creando oídos dispuestos a escuchar y corazones ansiosos de recibir (cotéjense 2 Co. 2:12; Col. 4:3; Hch. 14:27).
La puerta abierta significa, primero, una maravillosa oportunidad de predicar el evangelio, y segundo, la operación de la gracia de Dios, creando oídos dispuestos a escuchar y corazones ansiosos de recibir (cotéjense 2 Co. 2:12; Col. 4:3; Hch. 14:27).
La iglesia de Filadelfia, aunque insignificante a los ojos humanos, era grande a los ojos de Dios.
POCO PODER
Se refiere al poder material, puesto que era una iglesia pequeña en el número de sus miembros, y pobre en recursos materiales, por ser sus componentes de baja condición social; pero eran ricos en bienes espirituales, leales a Dios y fieles a su palabra, cosas que comportan, no un poder humano, sino el verdadero poder del Espíritu de Dios
LA RECOMPENSA
Un glorioso galardón cuádruple se promete a esta iglesia que demuestra de una manera tan adecuada lo que es ser una portadora de luz.
LA RECOMPENSA
PRIMER RECOMPENSA
Un glorioso galardón cuádruple se promete a esta iglesia que demuestra de una manera tan adecuada lo que es ser una portadora de luz.
Un glorioso galardón cuádruple se promete a esta iglesia que demuestra de una manera tan adecuada lo que es ser una portadora de luz.
Primero, la iglesia en Filadelfia no solamente prevalecerá a sus mofadores y acusadores como la de Esmirna, sino también ganará la victoria, una victoria en la cual los vencidos, por medio de su conversión, participarán. Segundo, será guardada de la hora de la prueba
Tercero, el que venciere será hecho «columna» en el templo de Dios. Una columna es algo permanente. Obtendrá la «única cosa» que David deseaba (Sal. 27:4)
Finalmente, Cristo escribirá sobre él el nombre de su Dios, el nombre de la ciudad de su Dios, la nueva Jerusalén… y su propio nombre nuevo. En otras palabras, al vencedor se le dará la seguridad de que pertenece a Dios, a la nueva Jerusalén y a Cristo, y que participará eternamente de todas las bendiciones y privilegios de estos tres.
la iglesia de Filadelfia, no sólo prevalecerá contra los «falsos judíos» que la acosan (comp. con 2:9), sino que los conquistará, hasta el punto de que muchos de ellos se convertirán (no se trata aquí de la conversión, casi masiva, de Israel—Ro. 11:26—), y los convertidos participarán alegres de la victoria de los cristianos gentiles, y reconocerán que Dios—Jehová—les ha amado como amaba al propio pueblo elegido de Israel (v. 1 P. 2:10). Hallamos aquí una clara alusión a Isaías 60:14
PRIMER RECOMPENSA
Un glorioso galardón cuádruple se promete a esta iglesia que demuestra de una manera tan adecuada lo que es ser una portadora de luz.
SEGUNDA RECOMPENSA
El mandato de Cristo de aguantar pacientemente por su causa.
TERCER RECOMPENSA
era columna y baluarte de la verdad (1 Ti. 3:15)
CUARTA RECOMPENSA
UNA ÚLTIMA EXHORTACIÓN
la necesidad de estar siempre agarrando firmemente lo que se tiene.
«Lo que tienes» podría describirse en términos muy generales: la Palabra, la gracia, la fe, el poder del Espíritu, etc. Pero en el contexto actual se refiere, en mi opinión, a la lealtad que la iglesia de Filadelfia había guardado hasta entonces a su Señor.
CONCLUSIÓN
El mensaje a la iglesia en Filadelfia nos debe llenar de estímulo, al saber que las maravillosas promesas que el Señor hace a esta iglesia serán nuestras también si de veras GUARDAMOS SU PALABRA Y NO NEGAMOS SU NOMBRE (v. 8). ¡Que Él nos conceda serle tan leales como era este grupo de creyentes, pequeño y débil en la carne, pero valioso y poderoso en el Espíritu del Hijo de Dios!