Amor y odio, Luz y Obscuriad

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Como podemos decir que andamos en Luz, y aborecemos al hermano, el cristiano verdadero ama al hermano y no le es tropiezo

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Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. 8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. 9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. 11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Introducción.

A lo largo de este libro totalmente practico, Juan nos ha ido mostrado la existencia de evidencias de una conversión verdadera.
2  Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
2  Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
Dentro de la obediencia a esos mandamientos, hay uno muy claro, que es el mandato de amar, una mandamientos que esta descritos desde la ley misma de Dios.
Sin embargo para poder obedecer fielmente la Palabra de Dios en nuestras vidas, primeramente es necesario poder comprenderla a cabalidad.
El mal uso de las palabra: Yo amo como mi esposa cocina la costilla en chile seco; Yo amo a mi esposa o mi novio. Tal como las monedas que estan en circulación mucho tiempo y comienzan a desgastarse; las palabras tambien les tiende a pasar lo mismo. El significado de la Palabra amor con el tiempo a perdido su valor y se ha mal utilizado para expresar un montón de cosas que en realidad no significan.
Tal como las monedas que estan en circulación mucho tiempo y comienzan a desgastarse; las palabras tambien les tiende a pasar lo mismo.
El significado de la Palabra amor con el tiempo a perdido su valor y se ha mal utilizado para expresar un montón de cosas que en realidad no significan.
El tema del Amor para Juan, es un tema tan importante y que es necesario comprender realmente bien, que a lo largo de la carta ocupa tres amplias secciones para hablar de el. (, , )
NVI El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad. En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente en la vida del que obedece su palabra. De este modo sabemos que estamos unidos a él: el que afirma que permanece en él debe vivir como él vivió.
El conocimiento verdadero de Dios no se queda en un ambito teórico solamente, sino que va a terreno de la practica y Juan mismo nos da su ejemplo.
Hermanos,
La Palabra usada por Juan en el griego aqui es Adelfós = VINE: denota a un hermano o un pariente cercano; en forma plural una comunidad basada en una identidad de origen o vida, que tiene relaciones fraternales y la ser portadora de esta cualidad; puede considerarse una hermandad.
Otras traducciones lo mencionan así:
BLA, NBLH, RVA,= Amados,
NVI, NTV, DHH, PDT, = Queridos hermanos,
TLA = Hermano en Cristo.
Juan es conocido como el apóstol del amor, sin embargo no siempre fue así, al principio de su caminar con Jesús, el y su hermano eran conocidos como los hijos de trueno, quienes hasta pidieron que fuego del cielo cayera para destruir una ciudad (). Sin embargo el trato de Dios para con el, lo transformo, hasta convertirlo en el hombre que ahora escribe esta carta.
Sin embargo el trato de Dios para con el, lo transformo, hasta convertirlo en el hombre que ahora escribe esta carta.
Es decir que el sentido de la exhortación que Juan esta apunto de hacer tiene como fondo el profundo amor por los creyentes.
Juan es conocido como el apóstol del amor, sin embargo no siempre fue así, al principio de su caminar con Jesús, el y su hermano eran conocidos como los hijos de trueno, quienes hasta pidieron que fuego del cielo cayera para destruir una ciudad
Cada Mensaje, cada enseñanza, que se da en este lugar, lleva en su misma un profundo amor por cada uno de ustedes, aun cuando pareciera ser dura, difícil de aceptar, hay una verdadera preocupación por que crezcamos juntos y caminemos rumbo a la madurez en Cristo.
Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.
El mandamiento del que Juan estaba escribiendo para recordales no era algo nuevo para ellos, sino algo que ya conocían.
¿Cual era ese mandamiento? ¿acaso Juan no nos lo dice?
NVI  Y ahora, hermanos, les ruego que nos amemos los unos a los otros. Y no es que les esté escribiendo un mandamiento nuevo, sino el que hemos tenido desde el principio. En esto consiste el amor: en que pongamos en práctica sus mandamientos. Y este es el mandamiento: que vivan en este amor, tal como ustedes lo han escuchado desde el principio.
Para los lectores de la carta, era claro saber cual era el mandamiento sobre el cual les escriba Juan.
Juan no llama a este mandamiento algo nuevo porque ya desde el AT, Dios enseño a su pueblo al cumplimiento de dos mandamientos que sintetizaban toda la ley.
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová. Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. 34 Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo;
Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. 34 Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo;
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.

33Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. 34Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo;

Dios mando a su pueblo a amarlo a Él con todo su ser; pero además de amar a su prójimo como a si mismo.
Es decir que no era un asunto desconocido para los lectores de la carta, y tampoco es un mensaje nuevo para los miembros de la iglesia el día de hoy.
No solamente era algo que sabían porque estaba escrito en la Ley, sino que durante el ministerio terrenal de Jesús, el lo enseño directamente a los discípulos.
Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? 29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
El amar a Dios y amar al prójimo son responsabilidades que son conocidas desde tiempos antiguos y que Jesús vino a refrescar en la mente y el corazón a sus discípulos para que abunden en ellas, aun el Apóstol Pablo escribe a los hermanos en Roma
PDT  No tengan deudas con nadie, excepto la deuda de amarse unos a otros, porque el que ama a los demás cumple con toda la ley. Pues la ley dice: «No cometas adulterio, no mates a nadie, no robes, no desees lo que es de otros». Esos y todos los otros mandamientos se resumen en uno solo: «Ama a tus semejantes como te amas a ti mismo». 10 El amor no le causa daño a nadie; así que el amor satisface toda la ley.
Cuando amas a las personas, entonces no mientes en cuanto a ellas, no les robas, No tienes deseos de matarlas. ¡El amor a Dios y el amor a los demás motiva a una persona para que obedezca los mandamientos de Dios sin siquiera pensar en ellos!
Cuando una persona actúa motivada por el amor cristiano, entonces obedece a Dios y sirve a los demás, no por causa del temor, sino como resultado de su amor.
Cuando amas a las personas, entonces no mientes en cuanto a ellas ni les robas. No tienes deseos de matarlas. ¡El amor a Dios y el amor a los demás motiva a una persona para que obedezca los mandamientos de Dios sin siquiera pensar en ellos! Cuando una persona actúa motivada por el amor cristiano, entonces obedece a Dios y sirve a los demás, no por causa del temor, sino como resultado de su amor.
Para los gnósticos que estaban siempre jactándose de que sus enseñanzas eran nuevas y más elevadas “buscando nuevas revelaciones”.
Cualquier enseñanza que no se encuentra en el contexto correcto de las Escrituras, de lo que Jesús enseño, debemos tener cuidado de ella, y desecharla, la Palabra de Dios nos debe ser suficiente en cualquier área de nuestra vida. Hay siempre el peligro de ir a la deriva y alejarse de aquello que era en el principio.
Pero también aqui hay una responsabilidad del creyente de examinar lo que esta escuchado y examinarlo a la luz de las escrituras, tal como los hacían los hermanos de de Berea.
8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo,
MacDonald, W. (2004). Comentario Bíblico de William MacDonald: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento (p. 1063). Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial CLIE.
Bueno entonces ¿Juan se esta contradiciendo? ¿es nuevo o no es nuevo?.
Los griegos tenían dos palabras para “nuevo”:
Neos = Significa nuevo con respecto al tiempo, se refiere a lo que es mas reciente.
Kainos 2537, denota de nuevo, de aquello que no es acostumbrado, no nuevo de tiempo sino nuevo de forma o de cualidad, de diferente naturaleza de aquello con lo que contrasta como viejo
La primera palabra aplicaría por ejemplo para describir a un auto 2018 vs 2005, la segunda describiría a un auto que hasta puede volar.
Por ejemplo, uno utilizaría la primera palabra para describir el último modelo de automóvil, el más reciente. Pero si compraras un coche que fuera tan revolucionario que lo hace radicalmente diferente, entonces se utilizaría la segunda palabra—nuevo en calidad. (Los términos españoles “reciente” y “renovado” expresan en cierto modo esta distinción: “reciente” significa nuevo en el tiempo, “renovado” significa nuevo en carácter.)
Los griegos tenían dos palabras para “nuevo”: una significa nuevo en el tiempo y la otra quiere decir nuevo en calidad. Por ejemplo, uno utilizaría la primera palabra para describir el último modelo de automóvil, el más reciente. Pero si compraras un coche que fuera tan revolucionario que lo hace radicalmente diferente, entonces se utilizaría la segunda palabra—nuevo en calidad. (Los términos españoles “reciente” y “renovado” expresan en cierto modo esta distinción: “reciente” significa nuevo en el tiempo, “renovado” significa nuevo en carácter.)
8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
El mandamiento de amarse los unos a los otros no es nuevo en el tiempo, pero sí lo es en carácter.
Es por causa de Jesucristo, que el antiguo mandamiento de amarse unos a otros cobra un nuevo significado.
Cuando el Señor Jesús estuvo aquí, no sólo enseñó a Sus discípulos a que se amasen los unos a los otros, sino que les dio un ejemplo viviente de lo que quería decir con ello. Su vida estuvo caracterizada por el amor a los otros
Su vida estuvo caracterizada por el amor a los otros
El mandamiento de amarse los unos a los otros no es un apéndice agregado a nuestra experiencia cristiana, tal como si a Dios se le hubiese ocurrido después. ¡No! Dios lo ha puesto en nuestro corazón desde el comienzo mismo de nuestra fe en Jesucristo.
Jesús dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” ().
Y Juan escribe en su carta : “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos” ().
Pero también es nuevo en énfasis en otro sentido. Está ubicado al principio de la vida cristiana. “Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio” (). Esta frase “desde el principio” se usa de dos formas diferentes en la carta de Juan, y es importante que las diferenciemos. En , al describir la eternidad de Cristo, leemos que él existió “desde el principio”. En —un versículo paralelo—leemos: “En el principio era el Verbo”.
Así que, el mandamiento de amarse los unos a los otros es nuevo en énfasis: es uno de los mandamientos más importantes que nos dio Cristo (). De hecho, “amaos los unos a los otros” se repite, por lo menos, una docena de veces en el Nuevo Testamento (; , , ; ; ; ; , ; , ; ).
Pero en , el tema es el principio de la vida cristiana. El mandamiento de amarse los unos a los otros no es un apéndice agregado a nuestra experiencia cristiana, tal como si a Dios se le hubiese ocurrido después. ¡No! Está en nuestro corazón desde el comienzo mismo de nuestra fe en Jesucristo. Si esto no fuera así, Juan no podría haber escrito: “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos” (). Y Jesús dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” ().
Así que, el mandamiento de amarse los unos a los otros es nuevo en énfasis: es uno de los mandamientos más importantes que nos dio Cristo (). De hecho, “amaos los unos a los otros” se repite, por lo menos, una docena de veces en el Nuevo Testamento (; , , ; ; ; ; , ; , ; ).
El amor cristiano no es una emoción sentimental superficial que los creyentes tratan de “elaborar” para poderse llevar bien entre sí. Es una cuestión de la voluntad más que una emoción—un afecto o atracción hacia ciertas personas.
Una persona que no es salva puede ser, por naturaleza, egoísta y aun odiosa.
amor cristiano. No es una emoción sentimental superficial que los creyentes tratan de “elaborar” para poderse llevar bien entre sí. Es una cuestión de la voluntad más que una emoción—un afecto o atracción hacia ciertas personas. Es cuestión de determinar—decidir—que permitirás que el amor de Dios alcance a los demás a través de ti, actuando luego para con ellos de manera amorosa. No debes actuar “como si los amaras”, sino por el hecho de que los amas. Esto no es hipocresía; es obediencia a Dios.
Es cuestión de determinación—decidir—que permitirás que el amor de Dios alcance a los demás a través de mi propia vida, actuando luego para con los demás de manera amorosa. No debemos actuar “como si los amaras”, sino por el hecho de que los amas. Esto no es hipocresía; es obediencia a Dios.
8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros,
Es por causa de Jesucristo, que el antiguo mandamiento de amarse unos a otros cobra un nuevo significado.
Cuando el Señor Jesús estuvo aquí, no sólo enseñó a Sus discípulos a que se amasen los unos a los otros, sino que les dio un ejemplo viviente de lo que quería decir con ello. Su vida estuvo caracterizada por el amor a los otros, en su mandato hacia el amor, Jesús no nos está pidiendo que hagamos algo que él mismo no haya hecho ya.
Jesús ilustró el amor por medio de la vida que él vivió.
Nunca mostró odio o malicia, el amor de Jesús hacia sus 12 discípulos aun a pesar de sus constantes disputas por el primer lugar, paciente con la impulsividad de Pedro, con la duda de Tomás, con el protagonismos de Jacobo y Juan, con la traición de Judas. El amor de nuestro Señor hacia toda clase de personas, niños, bebes, mujeres, enfermos, publicanos, fariseos, prostitutas, etc.
el amor de nuestro Señor hacia toda clase de personas
Su amor toco las vidas de sus enemigos,
Aún cuando lo acusaron de ser aliado de Satanás (), cuando la multitud vino a arrestarlo, pudo llamar a su ejercito desde el cielo para defenderlo, sin embargo se entrego a ellos. Y luego murió por ellos. “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (). ¡Pero Jesús no sólo murió por sus amigos, sino también por sus enemigos! Y cuando lo crucificaron, él oró por ellos, diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
amor de Jesús hacia sus 12 discípulos
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (). ¡Pero Jesús no sólo murió por sus amigos, sino también por sus enemigos! Y cuando lo crucificaron, él oró por ellos, diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
PDT  De esta manera, el amor alcanza su plenitud en nosotros, y así podremos estar seguros en el día del juicio. Tenemos esa confianza porque como Jesús es, así somos nosotros en este mundo.
Lo que es una realidad en Cristo; debe ser también realidad en cada creyente.
Jesucristo es el modelo de amor para los creyentes
Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado
No tenemos que medir nuestro amor cristiano comparándolo con el amor de algún otro creyente (¡y generalmente escogemos a alguien cuya vida es más una excusa que un ejemplo!), sino frente al amor de Jesucristo, nuestro Señor.
Jesucristo es el modelo de amor para los creyentes
No tenemos que medir nuestro amor cristiano comparándolo con el amor de algún otro creyente (¡y generalmente escogemos a alguien cuya vida es más una excusa que un ejemplo!), sino frente al amor de Jesucristo, nuestro Señor.
Lo que es una realidad en Cristo debe ser también realidad en cada creyente.
8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
Un creyente debe vivir una vida de amor cristiano “…porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra”
Es por la nueva naturaleza dada por Dios al creyente que puede amar.
NVI  Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Es por que el ES de Dios ha sido puesto en nuestra vidas como el sello de nuestra redención, que ahora podemos amar a otros hermanos.
Es ahora ilustraban y encarnaban la gran ley del amor en sus vidas.
En esta dispensación, no es sólo verdadero en el Señor Jesús, sino también en los creyentes. Estos cristianos habían sido antes paganos, viviendo en odio y pasión. Ahora ilustraban y encarnaban la gran ley del amor en sus vidas.
Los hombres que antes de venir a conocimiento del Dios verdadero y vivian en en odio rencor, falta de perdón inmisericordes, y sin compasión. Es ahora deben ilustrar con sus vidas, y encarnar la gran ley del amor en sus vidas.
Así, las tinieblas van pasando cada vez que los hombres reciben la luz del evangelio. Las tinieblas no se han desvanecido del todo, porque muchos no han acudido a Cristo, pero la luz verdadera —Cristo— ya alumbra, y siempre que los pecadores se vuelven a Él, son salvos, y desde entonces aman a sus hermanos creyentes.
9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
Si un creyente anda en la luz y está en comunión con Dios, entonces estará también en comunión con los demás miembros de la familia de Dios.

Hay un contraste entre dos formas de vida: los que andan en la luz practican el amor y los que andan en tinieblas practican el odio.
El amor y la luz van juntos, así como sucede con el odio y las tinieblas.
El amor y la luz van juntos, así como sucede con el odio y las tinieblas.
Es fácil hablar del amor cristiano, pero es mucho más difícil practicarlo.
Es una mentira cuando un creyente dice (¡o canta!) que ama a los hermanos, cuando en realidad odia a otro.
Es una mentira cuando un creyente dice (¡o canta!) que ama a los hermanos, cuando en realidad odia a otro.
Es imposible estar al mismo tiempo en comunión con el Padre y sin comunión con otro creyente.
Esta es una de las razones por las cuales Dios estableció la iglesia local, la comunión de creyentes. “No puedes ser creyente solo”. Una persona no puede vivir ni desarrollar una vida cristiana completa a menos que esté en comunión con el pueblo de Dios. La vida cristiana tiene dos relaciones: la vertical (en dirección a Dios) y la horizontal (en dirección a los hombres). ¡Y lo que Dios ha juntado, el hombre no lo debe separar! Y cada una de estas dos relaciones tiene que ser de amor, el uno hacia el otro
.21Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Para el Señor Jesús, el amor entre hermanos es un asunto de mucha seriedad, el deseo y su mandamiento es que su pueblo se ame, no que se ofenda entre ellos, que se dejen de hablar, que se digan toda clase de males, etc.
23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
Una ofrenda carece de todo valor en el altar si el adorador tiene algún problema que arreglar con su hermano. (Una colaboración dentro de lo ministerios es lo mismo).No debemos esperar que el que nos ofendió venga a nosotros. Nosotros debemos ir a él.
No debemos esperar que el que nos ofendió venga a nosotros. Nosotros debemos ir a él.
Cuando abrigamos un espíritu que no perdona ni ama, nos hacemos más daño a nosotros mismos. Nos llenamos de amargura, nos enfriamos, nos alejamos de la comunión, con los hermanos, con Dios, comenzamos a ver moros con trinchetes, etc.
Es fácil practicar un cristianismo de “palabras”—cantando las canciones correctas, utilizando el vocabulario correcto, orando las plegarias correctas—y, a través de todo esto, engañarnos a nosotros mismos pensando que somos espirituales.
Lo que decimos debe ser la expresión verdadera de nuestro carácter. Si decimos que estamos en la luz, demostrémoslo amando a los hermanos. Hay muchos creyentes que tienen la necesidad imperiosa de ser aceptados, amados y alentados.
si decimos que estamos en la luz, demostrémoslo amando a los hermanos. Hay muchos creyentes que tienen la necesidad imperiosa de ser aceptados, amados y alentados.
Cuando el verdadero amor cristiano fluya de nuestro corazón, entonces tendremos mayor comprensión y percepción de las cosas espirituales.
El amor cristiano no es un sentimiento superficial, una emoción pasajera que quizá experimentemos en una reunión en la iglesia. El amor cristiano es una cosa práctica. Se aplica a las cuestiones diarias de la vida.
Simplemente hay que mirar en el Nuevo Testamento la declaración “unos a otros” y verás lo práctico que es amarse unos a otros. Aquí aparecen sólo unas pocas (hay más de 20 declaraciones de esta clase):
Lavarse los pies unos a otros (),
Lavarse los pies unos a otros (), Preferirse unos a otros (), Tener la misma mente unos con otros (), No juzgarse unos a otros (), Recibirse unos a otros (), Exhortarse unos a otros (), Edificarse unos a otros (), Soportar las cargas los unos de los otros (), Confesarse las faltas unos a otros (), Ser hospitalarios unos con otros ().
Preferirse unos a otros (),
22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Tener la misma mente unos con otros (),
23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. (), No juzgarse unos a otros (), Recibirse unos a otros (), Exhortarse unos a otros (), Edificarse unos a otros (), Soportar las cargas los unos de los otros (), Confesarse las faltas unos a otros (), Ser hospitalarios unos con otros ().
No juzgarse unos a otros (),
Amar a los otros creyentes significa tratarlos de la manera que Dios los trata, y de la manera que Dios nos trata a nosotros. El amor cristiano que no se exhibe en acciones y actitudes es falso.( )
Recibirse unos a otros (),
Exhortarse unos a otros (),
9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
Edificarse unos a otros (),
amar a los otros creyentes significa tratarlos de la manera que Dios los trata, y de la manera que Dios nos trata a nosotros. El amor cristiano que no se exhibe en acciones y actitudes (ve ) es falso.
Soportar las cargas los unos de los otros (),
¿Qué le sucede a un creyente que no ama a los hermanos? Vive en tinieblas, aunque probablemente piense que está viviendo en la luz
Confesarse las faltas unos a otros (),
unque probablemente piense que está viviendo en la luz
¿Qué le sucede a un creyente que no ama a los hermanos?
vive en tinieblas
Ser hospitalarios unos con otros ().
Esta es la clase de persona que causa problemas dentro de la iglesia. Pues se cree que es un “gigante espiritual”, con gran entendimiento, cuando en realidad es un bebé con muy poca percepción espiritual.
Tal vez lea la Biblia fielmente y ore fervientemente, pero si tiene odio en su corazón, está viviendo una mentira.
10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
Un creyente de esta clase se torna en causa de tropiezo, no solamente se daña a si mismo al estar en tinieblas, ahora comienza a dañar a los demás y esto es más grave aun.
Un hermano sin amor se tropieza y, además, hace que otros tropiecen.
El anciano ciego que va por la calle obscura con una linterna y un bastón blanco.
El amor nos hace piedras sobre las cuales poder afirmarse; el odio (o cualquiera de sus “primos”, tales como la envidia o la malicia) nos convierte en piedras de tropiezo.
El amor nos hace piedras sobre las cuales poder afirmarse; el odio (o cualquiera de sus “primos”, tales como la envidia o la malicia) nos convierte en piedras de tropiezo.
La mejor manera de ayudar a que los otros creyentes no tropiecen es amándolos. El amor nos hace piedras sobre las cuales poder afirmarse; el odio (o cualquiera de sus “primos”, tales como la envidia o la malicia) nos convierte en piedras de tropiezo. Es importante que los creyentes practiquen el amor en una iglesia local, de lo contrario, siempre habrá problemas y desunión. Nunca nos convertiremos en una familia espiritual verdaderamente feliz cuando, en vez de levantarnos unos a otros, estemos cayendo los unos sobre los otros.
Es importante que los creyentes practiquen el amor en una iglesia local, de lo contrario, siempre habrá problemas y desunión. Nunca nos convertiremos en una familia espiritual verdaderamente feliz cuando, en vez de levantarnos unos a otros, estemos cayendo los unos sobre los otros.
Puesto que los creyentes provienen de diferentes trasfondos, no siempre están de acuerdo. ().
DHH  Por eso, ya no debemos criticarnos unos a otros. Al contrario, propónganse ustedes no hacer nada que sea causa de que su hermano tropiece, o que ponga en peligro su fe. 14 Yo sé que no hay nada impuro en sí mismo; como creyente en el Señor Jesús, estoy seguro de ello. Pero si alguno piensa que una cosa es impura, será impura para él. 15 Ahora bien, si por lo que tú comes tu hermano se siente ofendido, tu conducta ya no es de amor. ¡Que tu comida no sea causa de que se pierda aquel por quien Cristo murió!
La mejor manera de ayudar a que los otros creyentes no tropiecen es amándolos.
Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
El resultado trágico del odio es que retrasa el progreso espiritual de un creyente ¡Un ciego —una persona que anda en oscuridad—no puede encontrar el camino!
La única atmósfera que conduce al crecimiento espiritual es la atmósfera de la luz espiritual, la del amor. Así como las frutas y las flores necesitan el brillo del sol para crecer, de la misma manera el pueblo de Dios necesita del amor.
¡Un ciego —una persona que anda en oscuridad—no puede encontrar el camino!
resultado trágico del odio es que retrasa el progreso espiritual de un creyente
El mandamiento, “Amaos unos a otros”, se hace nuevo en nuestra propia experiencia diaria. No es suficiente que reconozcamos que es nuevo en énfasis, y digamos: “¡Sí, el amor es importante!” Tampoco es suficiente que veamos el amor de Dios en el ejemplo de Jesucristo. Debemos conocer este amor en nuestra propia experiencia.
La única atmósfera que conduce al crecimiento espiritual es la atmósfera de la luz espiritual, la del amor. Así como las frutas y las flores necesitan el brillo del sol para crecer, de la misma manera el pueblo de Dios necesita del amor.
Los resentimientos producen úlceras en nuestro corazón tal como si fueran llagas infectadas, y envenenan todo el organismo.
Los resentimientos producen úlceras en nuestro corazón tal como si fueran llagas infectadas, y envenenan todo el organismo.
En vez de mantener en cuenta todos los registros de las cosas que nos han lastimado, comencemos a recordar todas las cosas que nos agradan de nuestros hermanos, amigos, esposos, hijos, etc. Un espíritu que no perdona siempre genera veneno, pero un espíritu de amor que ve y recuerda lo mejor, siempre produce salud.
En vez de mantener registros de las cosas que lastiman, comiencen a recordar las cosas que agradan. Un espíritu que no perdona siempre genera veneno, pero un espíritu de amor que ve y recuerda lo mejor, siempre produce salud.
Andar en la luz y andar en amor son el secreto del crecimiento cristiano, el cual casi siempre comienza con el amor.
Es El Espíritu de Dios quien hace del mandamiento de “Amaos unos a otros” una nueva y emocionante experiencia de cada día. Si andamos en la luz, el Espíritu de Dios producirá amor en nuestras vidas. Pero, si andamos en tinieblas, nuestro propio espíritu egoísta producirá odio en nosotros .
andar en la luz y andar en amor son el secreto del crecimiento cristiano, el cual casi siempre comienza con el amor.
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