Dios Modelo de Paternidad.

Padres  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 1,061 views

Dios se revela en la Biblia como Padre. Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada (Salmo 68:5). Jesucristo nos enseña en la oración modelo que el Señor es nuestro Padre: Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre (Mateo 6:9). La paternidad de Dios es un excelente ejemplo para que el ser humano pueda convertirse en un buen padre aquí en la tierra. Del Señor podemos heredar las virtudes necesarias para ejercer nuestra paternidad en el mundo. Muchos hogares en la actualidad sufren por la presencia de un padre agresivo, irresponsable, abusivo o impositivo. Algunos hombres no han logrado estabilidad en su paternidad y en la medida en que cometen errores van destruyendo la vida de sus hijos. Lo mejor será aprender de nuestro Padre celestial para vivir con responsabilidad y cuidado ayudando a formar el carácter de nuestros hijos e impulsar su desarrollo. Entre las cualidades de la paternidad de Dios, encontramos las siguientes:

Notes
Transcript

1- Dios un Padre amoroso y proveedor

mt. 7.11
Mateo 7.11 NVI
11 Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!
Mateo 7.11 NVI
11 Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!
Ilustración. El padre que demandó a su hijo porque no quería salir de la casa, tenia mas de cuarenta años , no quería trabajar.
Michael Rotondo está siendo demandado por sus padres en una corte de Nueva York por negarse a dejar el hogar familiar. Los padres dicen que le han dado cinco avisos escritos pidiéndole que se mude y que incluso le ofrecieron ayuda para que se independizara.
No se trata de darle todo a los hijos, sino darles “cosas buenas”, lo que les conviene , lo que les hacen bien, lo justo, lo necesario; cariño, amor, confianza, disciplina, valores y conducta ejemplar, conducir el corazón de nuestros hijos hacia el corazón de Jesucristo.

2- Dios un Padre Justo.

Juan 17.25 NVI
25 »Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo sí te conozco, y éstos reconocen que tú me enviaste.
Juan 17.25 NVI
25 »Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo sí te conozco, y éstos reconocen que tú me enviaste.
Jn.
Génesis 18.19 NVI
19 Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor cumplirá lo que le ha prometido.»
. 19
Salmo 7.9 NVI
9 Dios justo, que examinas mente y corazón, acaba con la maldad de los malvados y mantén firme al que es justo.
. 9
La justicia de Dios se ha manifestado en el perdón de nuestros pecados. Nuestra paternidad terrenal debe vivirse tolerando los errores que nuestro hijos cometen como resultado de su inmadurez y ayudarles a caminar en la vida con mayor inteligencia. Enseñar a nuestros hijos a ejercitarse en la justicia de Dios, que guarden el camino del Señor y amen la verdad.

3- Dios un Padre que disciplina con el propósito de enseñarnos.

Proverbios 13.24 NVI
24 No corregir al hijo es no quererlo; amarlo es disciplinarlo.
Proverbios 13.24 NVI
24 No corregir al hijo es no quererlo; amarlo es disciplinarlo.
Proverbios 13.
La disciplina como la describe la Palabra de Dios es un termino positivo y constructivo, en relación a la educación y muestra de amor a los hijos.
Dios nunca movido por una ira incontrolable. Su disciplina actúa bajo la influencia del amor y el motivo de que lleguemos a ser como él , que participemos des sus santidad y gloria.
En la carta a los entendemos las razones por las que debemos aceptar con agrado la disciplina del Señor:
1. La disciplina de Dios anima a sus hijos (v 5).
Hebreos 12.5 NVI
5 Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige: «Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda,
Hebreos 12.5 NVI
5 Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige: «Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda,
Hebreos 12.5 NVI
Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige: «Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda,
Heb. 12.
2. La disciplina de Dios es señal de su amor paternal (vv 6–8).
Hebreos 12.6–8 NVI
6 porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.» 7 Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina? 8 Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos.
Hebreos 12.6–8 NVI
6 porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.» 7 Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina? 8 Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos.
-8
Hebreos 12 NVI
1 Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. 2 Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. 3 Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo. 4 En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre. 5 Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige: «Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda, 6 porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.» 7 Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina? 8 Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos. 9 Después de todo, aunque nuestros padres humanos nos disciplinaban, los respetábamos. ¿No hemos de someternos, con mayor razón, al Padre de los espíritus, para que vivamos? 10 En efecto, nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía; pero Dios lo hace para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad. 11 Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella. 12 Por tanto, renueven las fuerzas de sus manos cansadas y de sus rodillas debilitadas. 13 «Hagan sendas derechas para sus pies», para que la pierna coja no se disloque sino que se sane. 14 Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos; 16 y de que nadie sea inmoral ni profano como Esaú, quien por un solo plato de comida vendió sus derechos de hijo mayor. 17 Después, como ya saben, cuando quiso heredar esa bendición, fue rechazado: No se le dio lugar para el arrepentimiento, aunque con lágrimas buscó la bendición. 18 Ustedes no se han acercado a una montaña que se pueda tocar o que esté ardiendo en fuego; ni a oscuridad, tinieblas y tormenta; 19 ni a sonido de trompeta, ni a tal clamor de palabras que quienes lo oyeron suplicaron que no se les hablara más, 20 porque no podían soportar esta orden: «¡Será apedreado todo el que toque la montaña, aunque sea un animal!» 21 Tan terrible era este espectáculo que Moisés dijo: «Estoy temblando de miedo.» 22 Por el contrario, ustedes se han acercado al monte Sión, a la Jerusalén celestial, la ciudad del Dios viviente. Se han acercado a millares y millares de ángeles, a una asamblea gozosa, 23 a la iglesia de los primogénitos inscritos en el cielo. Se han acercado a Dios, el juez de todos; a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección; 24 a Jesús, el mediador de un nuevo pacto; y a la sangre rociada, que habla con más fuerza que la de Abel. 25 Tengan cuidado de no rechazar al que habla, pues si no escaparon aquellos que rechazaron al que los amonestaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le volvemos la espalda al que nos amonesta desde el cielo. 26 En aquella ocasión, su voz conmovió la tierra, pero ahora ha prometido: «Una vez más haré que se estremezca no sólo la tierra sino también el cielo.» 27 La frase una vez más» indica la transformación de las cosas movibles, es decir, las creadas, para que permanezca lo inconmovible. 28 Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente, 29 porque nuestro «Dios es fuego consumidor».
3. La disciplina de Dios está diseñada para nuestro bien (v 10).
Hebreos 12.10 NVI
10 En efecto, nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía; pero Dios lo hace para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad.
Hebreos 12.10 NVI
10 En efecto, nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía; pero Dios lo hace para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad.
4. La disciplina de Dios es dolorosa, pero trae fruto apacible de justicia (v 11).
Hebreos 12.11 NVI
11 Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.
Hebreos 12.11 NVI
11 Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.
Aplicación
Es maravilloso comprender que Dios es mas que el mas sabio de los padres terrenales. Cada hombre en la tierra que ha tenido la oportunidad de engendrar una familia, ejercerá mejor su paternidad si hace de Jesús el Señor de su vida. Solo a través del Señor Jesucristo podemos conocer al Padre celestial y adquirir de él todo para poder se amados, respetados y de existo en la tierra.
Es maravilloso comprender que Dios es mas que el mas sabio de los padres terrenales. Cada hombre en la tierra que ha tenido la oportunidad de engendrar una familia, ejercerá mejor su paternidad si hace de Jesús el Señor de su vida. Solo a través del Señor Jesucristo podemos conocer al Padre celestial y adquirir de él todo para poder se amados, respetados y de existo en la tierra.
Ser padres es para valientes. Tener hijos no es para cobardes. Si el hombre logra comprender lo que Dios es para su vida, entonces podremos educar a nuestros hijos, escucharlos cuando nos hablen, y levantar-los cuando caen . Guiarlos a un estilo de vida con las normas de conducta que agraden a Dios y edifiquen el mundo que nos observa.
Palabras que alumbran DIOS: MODELO DE PATERNIDAD

Dios se revela en la Biblia como Padre. Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada (Salmo 68:5).

Jesucristo nos enseña en la oración modelo que el Señor es nuestro Padre: Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre (Mateo 6:9).

La paternidad de Dios es un excelente ejemplo para que el ser humano pueda convertirse en un buen padre aquí en la tierra. Del Señor podemos heredar las virtudes necesarias para ejercer nuestra paternidad en el mundo. Muchos hogares en la actualidad sufren por la presencia de un padre agresivo, irresponsable, abusivo o impositivo. Algunos hombres no han logrado estabilidad en su paternidad y en la medida en que cometen errores van destruyendo la vida de sus hijos.

Lo mejor será aprender de nuestro Padre celestial para vivir con responsabilidad y cuidado ayudando a formar el carácter de nuestros hijos e impulsar su desarrollo.

Entre las cualidades de la paternidad de Dios, encontramos las siguientes:

Related Media
See more
Related Sermons
See more