Sermón sin título (7)

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6. LA VIÑA ESTÉRIL (5:1–7)

En la primera estrofa (vv. 1–2) de este cántico que Isaías compuso, elogia el cuidado de Dios por su viña y describe la condición de la misma. La segunda (vv. 3–6) detalla lo que él dijo a la luz de esa condición y en la tercera (v. 7), revela la identidad de la viña del poema. Dios también se refirió a Israel como la viña en otros lugares de la Escritura (3:14; Sal. 80:8–18; Jer. 2:21; 12:10; Ez. 15:6–8; Os. 10:1).

5:1–2. En su cántico, Isaías describe a su amado (i.e., Dios), plantando una viña en una ladera fértil, quitando las piedras (que, por cierto, ¡en Israel había muchas!) y plantando únicamente las mejores vides. Edificó una torre, una estructura de piedra desde la cual se vigilaba la viña (cf. “enramada” en 1:8). También hizo un lagar, previendo la producción de buen vino. Sin embargo, sólo se dieron uvas de mala calidad en su viña.

5:3–6. Las palabras de estos vv. en el cántico son “dichas” por Dios. Pidió al pueblo de Judá que juzgara la situación. Debía decirle si el hecho de que la viña diera malas (silvestres) uvas era culpa del dueño o no. Aunque Dios ya no pudo hacer nada más para que la viña fuera productiva (v. 4) había una cosa más que se disponía a hacer: dejar que otros la destruyeran (vv. 5–6). Al quitar el vallado y cerca (probablemente hecha de piedra) que la rodeaban, permitiría que los animales (entre las que se incluían las zorras, Cnt. 2:15) entraran a ella y la destruyeran. Por no cultivar las viñas, los espinos crecerían y cundirían. Dios tampoco dejaría que la lluvia la irrigara. A causa de los pecados (el fruto malo) de la nación, sobrevendría su destrucción. Sin la protección divina, Judá quedaría en ruinas.

5:7. En este cántico se identifica a la viña con Israel y Judá. Como en otros lugares de Isaías, “Israel” a veces es sinónimo del reino del sur (Neh. 1:6; 13:3). Dios quería gozarse con su pueblo y ver buen fruto en él, i.e., juicio y justicia (cf. el comentario de Is. 1:21). Pero, en lugar de ello, solamente vio vileza (“derramamiento de sangre”, BLA; cf.1:15) y clamor. Por sus “malas uvas” (injusticia) la mayoría del pueblo sería asesinada o llevada al cautiverio. Isaías utilizó dos diferentes casos de asonancia (fonética de las palabras que suenan semejantes) para remarcar el contraste entre lo que Dios esperaba de su pueblo y lo que realmente pasó. El “juicio” (mišpāṭ) se sustituyó por la “vileza” (“derramamiento de sangre”, BLA; mišpoḥ), y en lugar de “justicia” (ṣeḏāqâh) sólo había “clamor” (se‘āqâh).

Intro
La forma de reprender al pueblo, mediante una canción a su amado, concuerda con la manera dicha en
Efesios 5.18–19 RVR60
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
Efesios 3.16 RVR60
para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
El frecuente uso de la vid en la biblia

La descripción de la viña

En la primera estrofa (vv. 1–2) de este cántico que Isaías compuso, elogia el cuidado de Dios por su viña y describe la condición de la misma. La segunda (vv. 3–6) detalla lo que él dijo a la luz de esa condición y en la tercera (v. 7), revela la identidad de la viña del poema. Dios también se refirió a Israel como la viña en otros lugares de la Escritura ( ; ; ; ; ; ).
5:1–2. En su cántico, Isaías describe a su amado (i.e., Dios), plantando una viña en una ladera fértil, quitando las piedras (que, por cierto, ¡en Israel había muchas!) y plantando únicamente las mejores vides. Edificó una torre, una estructura de piedra desde la cual se vigilaba la viña (cf. “enramada” en 1:8). También hizo un lagar, previendo la producción de buen vino. Sin embargo, sólo se dieron uvas de mala calidad en su viña.

El Juicio a la viña

5:3–6. Las palabras de estos vv. en el cántico son “dichas” por Dios. Pidió al pueblo de Judá que juzgara la situación. Debía decirle si el hecho de que la viña diera malas (silvestres) uvas era culpa del dueño o no. Aunque Dios ya no quiso hacer nada más para que la viña fuera productiva (v. 4) había una cosa más que se disponía a hacer: dejar que otros la destruyeran (vv. 5–6).

Ayes de angustia

5:8–25

1. La avaricia (vv.8–10).

2. La adición (vv. 11–17).

3. Las dudas (vv. 18, 19).

4. La falta de discernimiento moral (v. 20).

5. El orgullo (v. 21).

6. La injusticia (vv. 22, 23)

7. La corrupción

La sentencia a la Viña

Al quitar el vallado y cerca (probablemente hecha de piedra) que la rodeaban, permitiría que los animales (entre las que se incluían las zorras, ) entraran a ella y la destruyeran. Por no cultivar las viñas, los espinos crecerían y cundirían. Dios tampoco dejaría que la lluvia la irrigara. A causa de los pecados (el fruto malo) de la nación, sobrevendría su destrucción. Sin la protección divina, Judá quedaría en ruinas.

La explicación de la viña

5:7. En este cántico se identifica a la viña con Israel y Judá. Como en otros lugares de Isaías, “Israel” a veces es sinónimo del reino del sur (; ). Dios quería gozarse con su pueblo y ver buen fruto en él, i.e., juicio y justicia (cf. el comentario de ). Pero, en lugar de ello, solamente vio vileza (“derramamiento de sangre”, BLA; cf.1:15) y clamor. Por sus “malas uvas” (injusticia) la mayoría del pueblo sería asesinada o llevada al cautiverio. Isaías utilizó dos diferentes casos de asonancia (fonética de las palabras que suenan semejantes) para remarcar el contraste entre lo que Dios esperaba de su pueblo y lo que realmente pasó. El “juicio” (mišpāṭ) se sustituyó por la “vileza” (“derramamiento de sangre”, BLA; mišpoḥ), y en lugar de “justicia” (ṣeḏāqâh) sólo había “clamor” (se‘āqâh).
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