No esperado (Dios es justo y misericordioso)

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Un hombre rico - se vestía de púrpura - seda y de lino fino, hacía banquete con esplendidez - todos los días. Otro hombre era mendigo y se llamaba Lázaro, estaba a la puert de aquel - con el cuerpo lleno de llagas y hambriendo -ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico y los perros le lamian sus llagas. Murió el mendigo, fue llevado por los angeles al seno de Abraham y murió tambien el rico y fue sepultado. En el Hade -infierno entre tormentos y ve de lejo a Abraham y a Lázaro en su seno. El rico se puso a dar voces: Padre Abraham compadecete de mí, y mandaba-enviame a Lázaro que mojara la punta del dedo en agua y refresque mi lengua-estoy atormentado en este infierno. Abraham le habló - lo recibiste todo en - tu- la vida y ahora Lázaro es consolado. Hay un sisma entre nosotros y vosotros, no se puede pasar. Te ruego, pues Padre, que le envies a la casa de mi padre, tengo cinco hermanos, para que les testifiques y no vengan a este tormento. Tienen a Moisés, los Profetas y ni aún si se levanta alguien de entre los muertos tampoco le oirán.

Notes
Transcript

Introducción

Estamos dialogando de una parábola de Jesús. Llena de contrastes. Es una mirada sobre la vida aquí y la del más allá.

En primer lugar, en esta parábola aprendemos que la situación de un hombre en el mundo no es prueba de su situación a los ojos de Dios. El Señor Jesús nos describe a dos hombres, de los cuales uno es muy rico y el otro es muy pobre. Uno “hacía cada día banquete con esplendidez”. El otro era un “mendigo” que no tenía nada que pudiera considerar suyo.

Si nos alabamos de algo que sea de conocer a Dios.
Jeremías 9.24 RVR60
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
La riqueza no es la marca del favor de Dios y mucho menos se debe considerar la pobreza como la marca del enojo de Dios.

En la vida terrenal

La del rico - vestido de lino y grandes ropas. una fiesta constante, pertenece las poderosas clases sociales de la época.
un mendigo a la puerta -siempre una puerta representa una entrada- es una posibilidad, aquella puerta pertenecía a una mansión terrenal. El mendigo estaba vestido de llagas. No conoce lo que es un festín lo ha visto todos los días pero no ha participado de ellos. No le dan ni de lo que sobra o las migajas. Solo posee un nombre-identidad-Lázaro que significa “Dios es ayuda”.
Es una escena insoportable. El rico lo tiene todo y no necesita a Dios. No ve a Lázaro - solo tiene ojos para sí mismo. No tiene conciencia de la realidad de Lázaro. Se construye una soledad y construyes tu propio Hades. Actitudes que traen consecuencia
La única esperanza de Lázaro es Dios.
ambas clases sociales pertenecen a la misma sociedad pero hay una barrera invisible - es una puerta que el rico jamás atraviesa para ver a Lázaro.
Jesús no condena al que tiene riqueza sino la actitud ante los necesitados. Jesús desenmascara la realidad de su época. Hay un abismo infranqueable entre el rico y Lázaro.
Un contraste insoportable / insostenible
a. El rico no tiene necesidad, pero carece de identidad.
b. Tiene banquetes todos los días pero carece de compasión.
c. No se puede vivir solo para sí mismo sino recordando a los demás.
d. El rico está fuera de la presencia de Dios.

En la Muerte

El rico muere y es enterrado, probablemente con todo esplendor.
También muere Lázaro y son los ángeles mismos los que lo buscan para llevarlo a la eternidad. Es muy probable que no tuviese una buena salida de esta tierra pero tuvo una buena entrada a la eternidad.
Esto nos permite entender que Dios tiene la última Palabra sobre ricos y pobres.
El pecado del rico no es el dinero sino la indiferencia. no es que no ama a los suyos sino a los que no son como yo

En la Eternidad

Es un lugar agradable

Suplica a destiempo -

Que Lázaro moje la punta de sus dedos
Que vaya a sus hermanos

El mensaje

Todos tenemos necesidad de vida eterna. Jesús plasma la necesidad de la vida eterna.
Aquel distanciamiento que existía en la vida podía continuarse en la eternidad. Jesús declara ese acto como uno que inició acá.
cuando la riqueza hace que quien la posee excluya a los demás no permite que crezca la persona.
la parábola es un reto a nuestra vida insatisfecha
el gran pecado de este tiempo es la “indiferencia”.
¿necesitamos todo lo que compramos?
¿Cuando es necesidad y cuando es capricho?
Junto a nosotros hay cada día más inmigrantes. No son personajes de una parábola. Son seres humanos de carne y hueso.
No podemos permitir que la indiferencia del rico sea con contaminante en nuestra realidad. No importa quién sea el extraño es un hijo de Dios. Esas indiferencias se resuelven cuando damos pasos y cruzamos las puertas. Dios con el huracán permitio que vieramos la casa del vecino.
Olvidar la necesidad del inmigrante es olvidar que somos hijos de la misma tierra y del mismo Dios.
Hemos de cuidar nuestro lenguaje discriminatorio para no despreciar ningun color, raza, creencia o cultura.
Nos hace más humanos saber la diversidad de los demás.
tienen defectos porque son como nosotros. Esas diferencias son las que hacen un gran abismo entre los humanos.
No lleva al infierno al rico lo que hizo sino lo que no hizo.
Romanos 10.5–17 RVR60
Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
La salvación implica una reacción de fe en la que se acepta la palabra de Dios.
Lucas 21.34-
Lucas 21.34–38 RVR60
Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos. Y todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el templo.
Lucas 21.34 RVR60
Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
No olvide que no se descubre el valor de la vida en la muerte.
En fin usted encontrará en la Palabra lo que se requiere para ser salvos, y un mensajero de ultratumba no cambiará eso.
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