Salmo 22
I. El Buen Pastor (22)
Es obvio que en este pasaje, el salmista se sentía desamparado por Dios al verse rodeado por sus enemigos, que lo perseguían y escarnecían. Lamentó su terrible sufrimiento y lucha desesperada con la muerte, rogando a Dios que lo librara de tan terrible fin. Parece que su oración fue contestada, porque pudo declarar a los escogidos y al mundo entero que Dios había respondido a su clamor.
v. 1: ; . Cristo habló estas palabras.
Aunque sentía que Dios lo había desamparado (v. 1), el cantor renovó su confianza en el hecho de que Jehová había contestado a las oraciones de sus padres (v. 4). El clamor inicial de David, Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? es una expresión que Cristo utilizó en la cruz (Mt. 27:46; Mr.15:34). Dios, a quien David estaba dirigiéndose como “Dios mío”, parecía haberlo desechado. Aunque David oraba constantemente (de día … y de noche), parecía que no obtenía respuesta.
v. 2: Luz y tinieblas alternadas; .
vv. 6–8: El oprobio del pueblo;
vv. 11–12: No se le ofreció ayuda;
v. 16: Manos y pies horadados;
v. 17: La gente le contemplaba;
v. 18: Echaron suerte sobre sus vestidos;
En el versículo 22 la escena cambia y entramos a la resurrección.
22:27–31. Después de esto, el salmista se dirige al resto del mundo anticipando que la humanidad se volvería a Jehová (v. 27) y le adoraría (se postrarán delante de) porque él es el rey soberano, el único que rige a las naciones (v. 28), incluyendo a los poderosos y a los que están en agonía. De generación en generación, todos los habitantes de la tierra sabrían que Jehová escuchó su oración y lo rescató. Por esa razón, Dios es digno de nuestra confianza. Es indudable que estas palabras, cuando se aplican a nuestro Señor Jesucristo, adquieren mayor significado. Cuando las personas escucharan la forma en que Dios respondió a su oración levantándole de los muertos (He. 5:7), muchos se volverían a él, confiarían en él y le adorarían.