Siendo gente de dedicación
Reconstruyendo con Dios • Sermon • Submitted
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El jueves fui a Chicago para oficiar la boda de una de las profesoras de Divine Savior Academy: Miss Stellick. El padre de Miss Stellick también participó en la ceremonia. Cuando el Pastor Stellick le hizo la pregunta a ella: “¿Recibes a este hombre para ser tu legítimo esposo?” ella respondió sin vacilar y en voz alta, “Sí.” Cuando Becky y yo nos casamos y el pastor le hizo a ella la misma pregunta, ella respondió de la misma manera, “Sí.” Sin embargo acabo de leer algo escrito por alguien que asistió a una boda en la cual ocurrió algo distinto. Él cuenta que todo iba bien en la ceremonia hasta que el pastor le hizo la pregunta a la novia, “¿Recibes a este hombre como tu legítimo esposo?” Pero la novia no respondió inmediatamente. De hecho hubo una pausa que les parecía a los asistentes como una eternidad. Por fin la novia dijo que sí, pero la pausa larga debía haberle causado dudas en el corazón del novio, y no sólo del novio sino de todos los presentes. Los votos matrimoniales son un compromiso de por vida. Cuando las hacemos le decimos a nuestra pareja: “Me estoy dedicando a ti hasta la muerte,” y nuestra pareja merece que digamos esos votos con firmeza.
La Biblia describe a la Iglesia como la novia de Cristo. En nuestro bautismo Cristo se comprometió con nosotros completamente. Perdonó nuestros pecados, nos adoptó como sus hijos, nos dio su Espíritu Santo con sus dones, y nos prometió que éramos herederos del cielo. Su dedicación a nosotros es completa y eterna. No merecemos su dedicación sino su condenación por nuestros pecados, pero por puro amor, Jesús se dedica a nosotros, y por eso merece nuestra dedicación. Como hijos de Dios queremos dedicarnos a Jesús; queremos decirle que sí todos los días, así como los Nehemías y los judíos que reconstruyeron las murallas de Jerusalén en 444 a.J.C. Pero tal como ellos, nuestra dedicación no alcanza el nivel que queremos. Hoy terminamos nuestra serie de mensajes sobre el libro de Nehemías y le pediremos al Señor que fortalezca las murallas de nuestra vida espiritual para que podamos ser siempre gente de dedicación a él.
Empezamos nuestro estudio de este libro recordándonos por qué Jerusalén y Judá habían sido destruidos. Sucedió porque habían sido infieles al Señor y se negaron a arrepentirse. Los Babilonios destruyeron Jerusalén, el templo del Señor y desterraron a la mayoría de los judíos a Babilonia. Pero el Señor había hecho un pacto con Abraham, el padre de la nación, y prometió mandar al Mesías al mundo por medio de Israel. Era un pacto que el Señor no quebrantaría por amor a todo el mundo, así que después de 70 años permitió que grupos de judíos volvieran a Judá a causa del edicto de Ciro, Rey de Persia. Un grupo volvió y reconstruyó el templo, pero después de 90 años las murallas de Jerusalén quedaban todavía en ruinas. En aquel tiempo Nehemías, un judío, era el copero del Rey de Persia, y pidió permiso para volver a Jerusalén a dirigir el projecto de reconstruir las murallas de la ciudad.
En los capítulos 1 y 2 vimos la dedicación de Nehemías al Señor y a la ciudad que él había escogido para morar entre su pueblo. La dedicación de Nehemías tenía sus raíces en su fe en el Señor y sus promesas.
En los capítulos 3 y 4 vimos la dedicación de Nehemías y el pueblo al proyecto de reconstruir las murallas (Capítulos 3 y 4)
Vimos un episodio en el capítulo 4 cuando surgió la oposición al proyecto de parte de los no judíos que habían vivido en la tierra de Israel desde los días del exilio Babilónico. Esa oposición se combinó con la fatiga porque mover y colocar las piedras de la muralla era un trabajo agotador y no había suficientes obreros para hacer. Pero ¿qué pasó? Se dedicaron a confiar en el Señor, animados por Nehemías, y siguieron adelante. Tomaron medidas para defenderse y trabajaron duro para que la muralla fuera una realidad. ¡Reconstruyeron las murallas en solo 52 días! Ahora estaban terminadas y planificaron una ceremonia de dedicación...
Nehemías 12:27-30 Cuando llegó el momento de dedicar la muralla, buscaron a los levitas en todos los lugares donde vivían, y los llevaron a Jerusalén para celebrar la dedicación con cánticos de acción de gracias, al son de címbalos, arpas y liras. 28 Entonces se reunieron los cantores de los alrededores de Jerusalén y de las aldeas de Netofa 29 y Bet Guilgal, así como de los campos de Gueba y de Azmávet, ya que los cantores se habían construido aldeas alrededor de Jerusalén. 30 Después de purificarse a sí mismos, los sacerdotes y los levitas purificaron también a la gente, las puertas y la muralla.
27 Cuando llegó el momento de dedicar la muralla, buscaron a los levitas en todos los lugares donde vivían, y los llevaron a Jerusalén para celebrar la dedicación con cánticos de acción de gracias, al son de címbalos, arpas y liras. 28 Entonces se reunieron los cantores de los alrededores de Jerusalén y de las aldeas de Netofa 29 y Bet Guilgal, así como de los campos de Gueba y de Azmávet, ya que los cantores se habían construido aldeas alrededor de Jerusalén. 30 Después de purificarse a sí mismos, los sacerdotes y los levitas purificaron también a la gente, las puertas y la muralla.
La purificación se hizo por medio de sacrificios y baños rituales, lo cual les recordó que la contaminación de su pecado había causado la ruptura en su relación con Dios y que había causado la destrucción de Jerusalén y el exilio. Pero también les recordó la gran misericordia y gracia del Señor que les perdonó y les permitió seguir adorándolo. La purificación ritual de las puertas y la muralla simbolizaba que la ciudad estaba dedicada al Señor.
Nehemías 12:31-37 “Luego hice que los jefes de Judá subieran a la muralla, y organicé dos grandes coros. Uno de ellos marchaba sobre la muralla hacia la derecha, rumbo a la puerta del Basurero, 32 seguido de Osaías, la mitad de los jefes de Judá, 33 Azarías, Esdras, Mesulán, 34 Judá, Benjamín, Semaías y Jeremías. 35 A éstos los acompañaban los siguientes sacerdotes, que llevaban trompetas: Zacarías hijo de Jonatán, hijo de Semaías, hijo de Matanías, hijo de Micaías, hijo de Zacur, hijo de Asaf, 36 y sus parientes Semaías, Azarel, Milalay, Guilalay, May, Natanael, Judá y Jananí, que llevaban los instrumentos musicales de David, hombre de Dios. Al frente de ellos iba Esdras. 37 Al llegar a la puerta de la Fuente, subieron derecho por las gradas de la Ciudad de David, por la cuesta de la muralla, pasando junto al palacio de David, hasta la puerta del Agua, al este de la ciudad.”
En el primer mensaje de esta serie leímos esto: Nehemías 2:13 “Esa noche salí por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y la puerta del Basurero. Inspeccioné las ruinas de la muralla de Jerusalén, y sus puertas consumidas por el fuego.” Con toda probabilidad esta procesión de coros comenzó en la misma puerta desde la cual Nehemías había comenzado su inspección secreta de las murallas cuando llegó 60 días antes.
31 Luego hice que los jefes de Judá subieran a la muralla, y organicé dos grandes coros. Uno de ellos marchaba sobre la muralla hacia la derecha, rumbo a la puerta del Basurero, 32 seguido de Osaías, la mitad de los jefes de Judá, 33 Azarías, Esdras, Mesulán, 34 Judá, Benjamín, Semaías y Jeremías. 35 A éstos los acompañaban los siguientes sacerdotes, que llevaban trompetas: Zacarías hijo de Jonatán, hijo de Semaías, hijo de Matanías, hijo de Micaías, hijo de Zacur, hijo de Asaf, 36 y sus parientes Semaías, Azarel, Milalay, Guilalay, May, Natanael, Judá y Jananí, que llevaban los instrumentos musicales de David, hombre de Dios. Al frente de ellos iba Esdras. 37 Al llegar a la puerta de la Fuente, subieron derecho por las gradas de la Ciudad de David, por la cuesta de la muralla, pasando junto al palacio de David, hasta la puerta del Agua, al este de la ciudad.
Nehemías 4:3 “Y Tobías el amonita, que estaba junto a él, añadió: —¡Hasta una zorra, si se sube a ese montón de piedras, lo echa abajo!”
13 Esa noche salí por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y la puerta del Basurero. Inspeccioné las ruinas de la muralla de Jerusalén, y sus puertas consumidas por el fuego.
Salmo 127:1 “Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.”
3 Y Tobías el amonita, que estaba junto a él, añadió: —¡Hasta una zorra, si se sube a ese montón de piedras, lo echa abajo!
El Señor bendijo el proyecto porque era su voluntad y sería para su gloria y para la salvación de todo el mundo porque dentro de 440 años su Hijo Jesús naceria a unos pocos kilómetros de Jerusalén, en Belén, y llevará a cabo mucho de su ministerio en la ciudad. Sufriría, moriría y resucitaría para salvar a todos los pecadores de la condenación eterna.
1 Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.
Nehemías 12:38-43 “El segundo coro marchaba en dirección opuesta, a lo largo de la torre de los Hornos hasta el muro Ancho. Yo iba detrás, sobre la muralla, junto con la otra mitad de la gente. 39 Pasamos por encima de la puerta de Efraín, la de Jesaná y la de los Pescados; por la torre de Jananel y la de los Cien, y por la puerta de las Ovejas, hasta llegar a la puerta de la Guardia. Allí nos detuvimos. 40 Los dos coros ocuparon sus sitios en el templo de Dios. Lo mismo hicimos yo, la mitad de los oficiales del pueblo, 41 y los sacerdotes Eliaquín, Maseías, Minjamín, Micaías, Elihoenay, Zacarías, Jananías, 42 Maseías, Semaías, Eleazar, Uzi, Johanán, Malquías, Elam y Ezer. En seguida los cantores empezaron a cantar a toda voz, dirigidos por Izraías. 43 Ese día se ofrecieron muchos sacrificios y hubo fiesta, porque Dios los llenó de alegría. Hasta las mujeres y los niños participaron. Era tal el regocijo de Jerusalén que se oía desde lejos.”
38 El segundo coro marchaba en dirección opuesta, a lo largo de la torre de los Hornos hasta el muro Ancho. Yo iba detrás, sobre la muralla, junto con la otra mitad de la gente. 39 Pasamos por encima de la puerta de Efraín, la de Jesaná y la de los Pescados; por la torre de Jananel y la de los Cien, y por la puerta de las Ovejas, hasta llegar a la puerta de la Guardia. Allí nos detuvimos. 40 Los dos coros ocuparon sus sitios en el templo de Dios. Lo mismo hicimos yo, la mitad de los oficiales del pueblo, 41 y los sacerdotes Eliaquín, Maseías, Minjamín, Micaías, Elihoenay, Zacarías, Jananías, 42 Maseías, Semaías, Eleazar, Uzi, Johanán, Malquías, Elam y Ezer. En seguida los cantores empezaron a cantar a toda voz, dirigidos por Izraías. 43 Ese día se ofrecieron muchos sacrificios y hubo fiesta, porque Dios los llenó de alegría. Hasta las mujeres y los niños participaron. Era tal el regocijo de Jerusalén que se oía desde lejos.
El domingo pasado vimos que como creyentes en el Señor queremos ser gente de luto a causa de nuestro pecado, pero aún más gente de celebración a causa del evangelio y de las muchísimas bendiciones que nos da el Señor. La gente reconoció todas la bendiciones que el Señor en su gracia les había mandado. El resultado fue la adoración de la congregación entera.
El resultado fue la adoración,
Si creemos que Jesús es nuestro Salvador, la adoración con el cuerpo de Cristo será una prioridad para nosotros. Nos dedicaremos a venir a este templo a escuchar la Palabra de Dios con nuestros hermanos en la fe, confesar nuestros pecados y recibir el mensaje del perdón de Dios, cantarle himnos, orarle y obrar juntos como congregación en los varios ministerios que tenemos.
Queremos que todos ustedes vengan regularmente a la casa de Dios para recibir estas bendiciones espirituales, pero no queremos que pases todo tu tiempo aquí. Es esencial que pases much tiempo con tu familia también para ayudarles a crecer espiritualmente.
Puede adorar a Dios en su trabajo también, y el Señor le da un salario para beneficiar a su familia, y también a su familia de fe...
Nehemías 12:44-47 “Aquel día se nombró a los encargados de los depósitos donde se almacenaban los tesoros, las ofrendas, las primicias y los diezmos, para que depositaran en ellos las contribuciones que provenían de los campos de cada población y que, según la ley, les correspondían a los sacerdotes y a los levitas. La gente de Judá estaba contenta con el servicio que prestaban los sacerdotes y levitas, 45 quienes según lo establecido por David y su hijo Salomón se ocupaban del servicio de su Dios y del servicio de purificación, junto con los cantores y los porteros. 46 Por mucho tiempo, desde los días de David y de Asaf, había directores de coro y cánticos de alabanza y de acción de gracias a Dios. 47 En la época de Zorobabel y de Nehemías, todos los días los israelitas entregaban las porciones correspondientes a los cantores y a los porteros. Así mismo daban las ofrendas sagradas para los demás levitas, y los levitas a su vez les entregaban a los hijos de Aarón lo que a éstos les correspondía.”
44 Aquel día se nombró a los encargados de los depósitos donde se almacenaban los tesoros, las ofrendas, las primicias y los diezmos, para que depositaran en ellos las contribuciones que provenían de los campos de cada población y que, según la ley, les correspondían a los sacerdotes y a los levitas. La gente de Judá estaba contenta con el servicio que prestaban los sacerdotes y levitas, 45 quienes según lo establecido por David y su hijo Salomón se ocupaban del servicio de su Dios y del servicio de purificación, junto con los cantores y los porteros. 46 Por mucho tiempo, desde los días de David y de Asaf, había directores de coro y cánticos de alabanza y de acción de gracias a Dios. 47 En la época de Zorobabel y de Nehemías, todos los días los israelitas entregaban las porciones correspondientes a los cantores y a los porteros. Así mismo daban las ofrendas sagradas para los demás levitas, y los levitas a su vez les entregaban a los hijos de Aarón lo que a éstos les correspondía.
Los judíos no solo contribuyeron ofrendas para que se construyera el templo del Señor, sino que todos los años contribuían ofrendas para el mantenimiento del templo, de los sacerdotes y levitas y de los servicios.
Worship/Arts Center. Queremos construirlo y dedicarlo al Señor, pero dependerá de nuestra voluntad.
Ya hemos repasado algunos principios de la mayordomía cristiana:
Proporcional y Regularmente 1 Corintios 16:1-2 “En cuanto a la colecta para los creyentes, sigan las instrucciones que di a las iglesias de Galacia. 2 El primer día de la semana, cada uno de ustedes aparte y guarde algún dinero conforme a sus ingresos, para que no se tengan que hacer colectas cuando yo vaya.”
Regularmente
1 En cuanto a la colecta para los creyentes, sigan las instrucciones que di a las iglesias de Galacia. 2 El primer día de la semana, cada uno de ustedes aparte y guarde algún dinero conforme a sus ingresos, para que no se tengan que hacer colectas cuando yo vaya.
De buena voluntad 2 Corintios 9:7 “Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.”
Are you, like Nehemiah and Ezra, finding, developing and using your gifts to build God's kingdom? How would you go about thanking God for shoring up the spiritual resources of your life?
7 Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.
Esta congregación ha respondido a esta llamada de manera increíble, y falta un poco más para que lleguemos a nuestra meta de $9.200 semanales. Ahora estamos en aproximadamente $8.600. ¡Falta poco! Mi familia y yo vamos a volver a aumentar nuestra ofrenda semanal, y te pregunto si puedes hacer lo mismo. No tiene que ser mucho, pero si todos pueden aumentar sus ofrendas un poco más, podemos lograr la meta.
Cuando el Señor nos adoptó como sus hijos, se dedicó a nosotros completa y eternamente. Por medio de la fe en Jesús tenemos su reino y todas sus bendiciones. Ya que el Señor se ha dedicado a nosotros de manera tan maravillosa, que nosotros seamos también gente de dedicación a él.