Una comunión, que no voy a perder.
41 Pero respondiendo el Señor le dijo:
—Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas. 42 Pero una sola cosa es necesaria. Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Estas dos posiciones, de Marta y María, representan dos tipos de actitudes de aquellos que siguen al Señor. Algunos tienen un espíritu de trabajo y lucha, les parece que si ellos se mueven, trabajan, ponen garra, mucho esfuerzo, entonces el Reino de Dios verdaderamente se extenderá en la tierra. Estos serían los Marta. Pero hay otros que se animan a confiar y a esperar en el Señor y más que andar revolucionando todo, se dedican a orar, aprender, agradecer y escuchar a Dios, en una actitud mejor, de reposo, fe y confianza. Jesús dijo que era la mejor parte.
El Señor establece aquí las prioridades; él no está contra la hospitalidad, la buena comida, o las comodidades y arreglo de la casa. Sin embargo, lo que vale es la comunión espiritual que ejemplifica María. Se podría decir que es el servicio más alto que uno puede dar.
45 Muchos de los judíos que habían venido a María y habían visto lo que había hecho Jesús, creyeron en él.