Sal que sala

Texto:

Lucas 14.34–35 RVR60

Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará? Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.

INTRODUCCIÓN:

No quiero hacer un sermón largo y aburrido hablándoles sobre las propiedades de la sal y todo eso que ustedes ya saben.

Pero sí quiero resaltar lo que Jesús quiso resaltar en esta comparación.

Él viene hablando de lo que cuesta seguirlo y ser discípulo de él. El versículo anterior al de la sal dice:

Lucas 14.33 RVR60

Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Lo que él está queriendo decir es que aquellos que se convierten en sus discípulos, son únicos e irreemplazables como la sal.

No hay nada que pueda sustituir la sal. Aquellos que tienen problema con la sal la tienen que sustituir con otras cosas, pero la realidad es que no hay nada como la sal. Además en la época de Jesús, la sal también se usaba para comerciar, como dinero, y eso le daba un valor agregado.

De la misma manera los discípulos de Cristo no pueden ser reemplazados por nada, ni por nadie. Y lo que ellos hacen y producen no se puede reemplazar con nada.

Estamos viviendo tiempos en donde tenemos que ser más sal que nunca. Y no nos confundamos la sal, sala, no endulza.

Estos tiempos nos pueden confundir mucho, nuestra causa es una sola,

DESARROLLO:

1. IDENTIDAD.

Mateo 5.13 RVR60

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

Vosotros sois la sal...

En este versículo, Jesús dice que sus discípulos son la sal de la tierra.

Y la sal opera en base a lo que es. Es un tema de identidad

La sal es sal por su identidad, no por su actividad. Lo que no es sal no podrá actuar como tal.

La sal no puede endulzar, por más que endulzar sea tan bueno como salar.

Y uno se puede preguntar por qué no? si la sal quiere endulzar quién se lo puede prohibir, tiene libertad de hacer lo que quiera.

A que me refiero que así como la sal no puede hacer otra cosa que salar, porque para eso fue destinada, los cristianos, no tienen nada mas bueno que hacer que predicar el evangelio.

Lo que le da la identidad a los cristianos es el evangelio. Si no predicamos el evangelio, todo lo demás bueno que podamos hacer, será tratar de endulzar.

La sal no es sal sino sala, y el cristiano, no es cristiano sino predica el evangelio.

2. PROPÓSITO

Lucas 14.34 RVR60

Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?

Si la sal se desvanece...

En realidad es imposible que la sal pierda su sabor, pero si eso llegara a pasar, dejaría de cumplir el propósito para el cual fue creada. De igual manera los cristianos que no hacen discípulos, dejan de cumplir el propósito para el cual fueron salvados.

Cuando como cristianos nos involucramos en otras cusas que no son la de Cristo, perdemos nuestra esencia y es allí donde el cristiano pierde su poder.

Es por esto que debemos mantenernos enfocados en nuestro propósito.

Constantemente, y aún sus propios discípulos, lo tentaban a Jesús con la idea de actuar social y políticamente.

Recordemos que lo que esperaba el pueblo judío era un libertador de la opresión política social y económica. Sin embargo él nunca respondió ni reaccionó ante la presión.

Lucas 13.1–3 RVR60

En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

En los evangelios se narran varios episodios del ministerio de Jesús que nos muestran como Jesús se relacionaba con respecto a lo social y político de su época.

Por ejemplo, cuando tenía unos 30 años y acababa de bautizarse, el Diablo le ofreció ser el gobernante de la humanidad. Más tarde, una muchedumbre quiso hacerlo rey. Y tiempo después quisieron convertirlo en un activista político.

Gobernante de la humanidad. el Diablo le ofreció a Jesús gobernar sobre “todos los reinos del mundo”.

¿Se imagina todo lo que Jesús podría haber hecho por los seres humanos si hubiera aceptado ese puesto? ¿Habría dejado escapar semejante oportunidad si hubiera creído que con la política podía lograr algo? Curiosamente, él rechazó la oferta.

Mateo 4.8 RVR60

Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,

Rey. En tiempos de Jesús, muchos ansiaban encontrar a alguien que pudiera poner fin a la inestabilidad política y económica.

Impresionados por todo lo que Jesús era capaz de hacer, quisieron que entrara en la carrera política. ¿Qué hizo él? El evangelista Juan escribió: “Sabiendo que estaban a punto de venir y prenderlo para hacerlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo”.

Juan 6.15 RVR60

Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.

Activista político. Un grupo formado por discípulos de los fariseos y por miembros del partido de los herodianos lo abordaron para que tomara partido.

Los primeros estaban a favor de independizarse del Imperio romano, mientras que los segundos eran más tolerantes con el dominio extranjero. Tratando de obligarlo a tomar partido, le preguntaron si los judíos debían pagar impuestos a Roma.

‘¿Por qué me ponen a prueba? Tráiganme un denario para verlo’. Trajeron uno. Y él les dijo: ‘¿De quién es esta imagen e inscripción?’. Ellos le dijeron: ‘De César’. Jesús entonces dijo:

Lucas 20.25 NTV

—Bien —dijo—, entonces den al César lo que pertenece al César y den a Dios lo que pertenece a Dios.

¿Significa eso que Cristo era indiferente ante la pobreza, la corrupción y el sufrimiento?

Al contrario, pero no desde la política y la economía sino desde el evangelio que es el que trae el verdadero a cambio a la vida y a la economía.

Juan 18.36 RVR60

Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.

Cuando como cristianos nos enredamos en los negocios de la vida y dejamos de enfocarnos en el propósito que tenemos, sucede lo imposible… la sal pierde su sabor.

Por lo tanto debemos enfocarnos en el propósito que tenemos como sal de la tierra, llenarlo todo con el evangelio de Cristo.

CONCLUSIÓN:

Es por esto que debemos ser sal que sala…

Cristianos que predican el evangelio.

Discípulos que discipulan.

1 Tesalonicenses 1.8–10 RVR60

Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.