El siervo humilde 2

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Una exposición del carácter humilde de Pablo frente a una iglesia engañada por falsos maestros orgullosos.

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Propósito del sermón. Si por la gracia de Dios soy un instrumento útil para la exposición poderosa de las Escrituras, ha sido mi intención a conciencia poder guiar a mi audiencia en la comprensión bíblica de la humildad que deben exhibir los siervos de Dios ante los demás miembros de la iglesia a fin de ser instrumentos de Dios para el bien de la misma.
Objetivos.
Exponer el contexto histórico de la carta
Señalar la actitud y carácter predominante frente a las circunstancias que enfrentaba Pablo
Señalar la actitud y carácter predominante frente a las circunstancias que enfrentaba Pablo
Establecer la relación entre la carta y lo que Dios espera de nosotros.
Establecer la relación entre la carta y lo que Dios espera de nosotros.
INTRODUCCIÓN
Hemos pasado algunas semanas abordando el tema del carácter forjado, pues como hemos aprendido este es un tema muy importante para Dios. Debido a nuestra dificultad para retener ciertas verdades importantes voy a recapitular solo ciertas ideas que son indispensables como base de lo que sigue.
EL CARÁCTER ES ALGO QUE PUEDE CAMBIAR Y QUE TODO CREYENTE DEBE CAMBIAR A LA SEMEJANZA DEL CARÁCTER DE CRISTO
EL CARÁCTER ES MAS IMPORTANTE QUE EL TALENTO, DON O HABILIDAD
TRABAJAR EN EL CARÁCTER NOS HARÁ MAS ÚTILES PARA LOS PROPÓSITOS DE DIOS Y PARA UNA MAYOR CALIDAD DE VIDA
EL CARÁCTER SE FORJA POR LAS CIRCUNSTANCIAS, NUESTRA RESPUESTA A ELLAS Y EL OBRAR DEL ESPÍRITU SANTO
Claro que cuando hablo de carácter no me refiero a ciertas acciones, ni a la personalidad sino a rasgos que caracterizan a una persona. Entonces espero que en la medida que avancemos vayamos aprendiendo a actuar como el Señor lo haría de modo que con el tiempo sea una respuesta natural en nosotros que ya nos caracterice, es ahí donde hemos logrado forjar el carácter.
Nuestro progreso debe ser percibido por la gente que nos rodea y por nosotros mismos, así como alguien que va al gimnasio o la persona que lleva algunas semanas controlando su alimentación. Debemos de ser capaces de observar cambios profundos en nosotros de modo que seamos sorprendidos de lo lejos que puede actuar Dios cuando coolaboramos con Él.
Hay muchos objetivos que pretendo alcanzar en la medida que progresamos con el tema del carácter. Aunque suene muy egoista decirlo, mi prioridad al abordar este tema es empezar con el cambio yo mismo. Tengo en claro que una iglesia no va a ir mas allá de lo que su pastor llegue, así que no importa cuanto enseñe del carácter si yo mismo no soy un hombre que se parezca cada día mas a Cristo entonces no los podré dirigir hacia allá, de ahí que cambiar yo primero es la prioridad.
Otro objetivo que deseo alcanzar tiene que ver con la formación de siervos y siervas que sean de mayor alcance e impacto sobre aquellos a quienes influyen. El mayor impacto sobre la vida de otros lo alcanzan aquellos que han logrado forjar un carácter virtuoso e imparten no solo conocimiento sino vida a través de sus enseñanzas. Mis mejores maestros no fueron aquellos que tenían mayores credenciales academicas sino aquellos en quienes se podía ver un intenso vigor cristiano bajo control, hombres que conocían la Palabra de Dios y al Dios de la Palabra. Anhelaba que no terminaran de enseñar. Uno de mis profesores mientras predicaba, se le acabó el tiempo y yo debía tocar la campana, en caso de no hacerlo me podían mandar a lavar los trastes por una semana. Él estaba hablando de conocer a Dios. Yo sentía que no debía tocar la campana y dejar que terminara de predicar, lamentablemente me faltó valor para estar dispuesto a ser castigado con tal de conocer todo aquello que el profesor quería comunicar. Cuanto me arrepiento de haber tocado la campana ese día, hubiera valido la pena lavar los trastes todo el año si fuera necesario por aprender mas de Dios de un hombre que lo conocía muy de cerca.
No me alcanza la imaginación para soñar que tan lejos podría llevar Dios a esta iglesia con cada hombre y mujer que sirve en esta iglesia si tuviera un carácter maduro que se pareciera cada día mas a Cristo. No me alcanzo a imaginar la clase de personas que eso produciría en las clases de los pequeños, o en los jóvenes y en los adultos.
Partiendo de estos cuatro puntos, debemos darnos a la tarea de trabajar en formar en nosotros los rasgos del carácter de nuestro Señor Jesucristo.
Hay quienes piensan, ¡oh! si la iglesia tuviera 20 millones de pesos ¡que tan lejos podría llegar!. ¡Ah! hermanos, pero ese no es el verdadero problema, porque la iglesia del primer siglo no los tuvo y pusieron el mundo de cabeza. ¡Oh! pero si empezáramos por ser una iglesia humilde ¡cuantas bendiciones no haría descender Dios sobre nosotros! Sería un diluvio sobre nosotros llenándonos de gozo, fe, obediencia, esperanza y paz. Si hermanos, porque quien es humilde con el tiempo logra cosechar estos nobles frutos en su carácter. De ahí que al hablar del carácter he decidido comenzar con el asunto de la humildad.
Un rasgo distintivo de la vida de Cristo no fue su poder, ni su elocuencia, ni su omnisciencia, sino su humildad. Nada debería dejarnos tan perplejos que el Dios de gloria se haya humillado en la persona de Cristo para revestirse de piel humana dejando velado su esplendor y sometiendo el ejercicio libre de sus atributos a la voluntad del Padre. La humildad podría verse segundo a segundo en la vida de Jesucristo. Desde su nacimiento hasta su muerte Él fue humilde, anteponiendo siempre su obediencia al Padre y la salvación de los perdidos antes que su propio bienestar.
El impacto de la vida de Cristo formó siervos humildes. Un hombre arrogante solo puede esperar formar arrogantes sobre quienes tiene influencia, pero un hombre humilde puede esperar formar personas humildes. Así Cristo, sella a sus siervos con la marca distintiva en ellos que sutilmente es la humildad. Pablo, Pedro, Santiago, Juan no titubean en presentarse como esclavos de Cristo.
De ellos, ha sido con el apostol Pablo que nos dimos el comienzo de la tarea de ver el carácter humilde bajo prueba. En 2 Corintios encontramos ciertas pruebas por las que estaba pasando el apostol que sacaban lo que había en el fondo de su corazón. Era esa clase de prueba donde se ve si realmente amas o eres indiferente, si eres humilde u orgulloso, si eres integro o no.
¿A qué prueba nos referiamos la semana pasada? Falsos maestros se habían infiltrado en la iglesia poniendola en contra de Pablo diciendo toda clase de calumnias para demeritarlo, restar su influencia y así poder desviar a la iglesia de la verdad. Antes de 2da de Corintios Pablo les escribió una carta que no conservamos, carta que atacó el problema y que a su vez trajo una profunda tristeza sobre la iglesia. Tito, quien fue el intermediario regresó con Pablo para darle las noticias que la iglesia se había arrepentido de estar en su contra. Como Pablo sabía que aun podían quedar ciertas brazas ardiendo escribió esta carta (2da de Corintios) con el fin de terminar de aclarar todas las cosas. En esta carta tenemos el corazón abierto de un hombre que es humilde, integro y ama a la iglesia. Ciertamente es algo que también quiero aprender.
La semana pasada extrajimos dos principios de los primeros doce versículos, ahora continuaremos con otros principios que nos ayuden a conocer el carácter humilde de un siervo.
En este mundo carecemos de ejemplos de liderazgo. El mundo habla de una crisis de liderazgo que se deja ver a través del manejo y dirección de las instituciones. Resulta increíble lo catastrófico que puede llegar a ser una institución cuando el liderazgo que debería estar dirigiendo en lugar de ello mira solo por sí mismo. Esto no solo afecta a instituciones y empresas, también afecta a la iglesia misma. El hermano o la hermana que debe dar la clase está tan ocupado durante toda la semana tratando de ganar el pan y hacer muchas otras cosas que solo dedica un pequeño tiempo para estudiar

UN SIERVO HUMILDE SE GLORÍA EN AQUELLOS QUE HA ALCANZADO

2 Corintios 1.14 LBLA
así como también nos habéis entendido en parte, que nosotros somos el motivo de vuestra gloria, así como también vosotros la nuestra en el día de nuestro Señor Jesús.
2 Corintios 1.13–14 RVR60
13 Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis, o también entendéis; y espero que hasta el fin las entenderéis; 14 como también en parte habéis entendido que somos vuestra gloria, así como también vosotros la nuestra, para el día del Señor Jesús.
Para Pablo, los Corintios eran su gloria porque ellos eran el fruto de su predicación, eran sus amados hijos espirituales. A su vez, para los Corintios su gloria era Pablo porque tenían a un amado y fiel siervo de Cristo que les había hablado el camino de salvación. Noten que Pablo no los miraba como sus esclavos ni tampoco los veía con oportunismo sino como su gloria.
Es muy triste y lamentable observar a tantos que han creído en Cristo y que aquellos que les compartieron el evangelio no anden caminando en obediencia. También es triste y lamentable cuando alguno ha creído, se lo dice a quien le compartió el evangelio y este no le toma ni la menor importancia. Tantos creyentes son abandonados lejos de una virtuosa influencia paternal. No me sorprende que tantos cristianos son como adolescentes delincuentes desorientados porque nadie los ha visto como su motivo de gloria.
¿Por qué muchos no se glorían en los nuevos creyentes? Creo que el pensamiento predominante es lo poco que pueden aportar. Por lo general, un nuevo creyente es alguien que viene con muchos y diversos problemas. Requiere tiempo, energía y dinero. Es por lo general desequilibrado y su primer amor por Cristo siempre humilla nuestra religiosidad.
Solo una persona humilde se puede gloriar en aquellos que alcanza porque no se fija en lo difícil que será tratarlo sino en que su alma va de camino al cielo. A su vez, le asombra lo que Dios pueda hacer por medio de ese hombre o mujer que es una nueva criatura en Cristo.
Vea usted a un hombre humilde y verá a un hombre que no puede contener la felicidad cada vez que alguien confía en Cristo por medio de su labor evangelistica.
También...
Para Pablo, los Corintios eran su gloria porque ellos eran el fruto de su predicación, eran sus amados hijos espirituales. A su vez para los Corintios su gloria era Pablo porque tenían a un amado y fiel siervo de Cristo que les había hablado el camino de salvación.

UN SIERVO HUMILDE NO BUSCA TENER CONTROL SOBRE LAS PERSONAS SINO QUE CONTRIBUYE PARA SU GOZO

2 Corintios 1.24 NBLH
24 No es que queramos tener control de su fe, sino que somos colaboradores con ustedes para su gozo, porque es en la fe que permanecen firmes.
Si juntas la soberbia y la inseguridad y las pones en el corazón de un hombre lo que vas a tener es a una persona manipuladora, autoritaria, chantajista y mentirosa. Pon humildad en el corazón de un hombre y lo primero que vas a ver es una actitud de servicio.
El Señor Jesucristo ya lo había dicho antes.
Lucas 22.25–26 NBLH
25 Y Jesús les dijo: “Los reyes de los Gentiles se enseñorean de ellos; y los que tienen autoridad sobre ellos son llamados bienhechores. 26 “Pero no es así con ustedes; antes, el mayor entre ustedes hágase como el menor, y el que dirige como el que sirve.
Ni Pablo ni el equipo misionero habían querido usar su posición con el propósito de obligar a las personas a hacer lo que ellos querían. No había chantaje ni manipulación. En el peor de los casos existen personas que manipulan y chantajean con el propósito de sacarle dinero a los demás o satisfacer algún deseo egoista. En el mejor de los casos (malos) algunas personas chantajean y manipulan para evitar que otras personas hagan algo que los va a perjudicar. Con el tiempo, tales actos se vuelven mas grotescos hasta el punto de que nadie quiere estar cerca de la persona.
Una madre puede fingir tener muchos problemas y requerir mas atención de parte de su hijo con la intención de que su hijo deje de estar viendo a alguien que esta pretendiendo.
Una esposa también puede incurrir en muchas manipulaciones y chantajes con tal de mantener a su esposo con ella.
Cuando el chantaje y la manipulación nos sirven para obtener aquello que queremos entonces se convierten en la opción rápida frente a la necesidad.
Entiendo que a veces no nos gustaría que las personas que queremos pasen por el dolor de las malas decisiones pero no tenemos el permiso de usar los medios incorrectos para obtener nuestro fin. Todo intento de tener el control de otras personas solo refleja nuestras inseguridades y orgullo.
Pablo, con todo y lo que estaba sucediendo con los falsos maestros y la iglesia no usó su autoridad apostólica para amenazar ni intimidar a la iglesia. Él se fue llorando de la iglesia y decidió no volver hasta sentirse mejor para poder seguir sirviéndoles con amor.
La persona humilde antepone a los demás y procura el bien del otro. Así también lo enseñó Pablo en otro lugar.
Filipenses 2.3–4 RVR60
3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
y ¿cuales son las cosas que podemos hacer para el bien y gozo de otros?
Me parece a mi que la prioridad del apostol tenía que ver con que la iglesia de Corinto estuviera en una correcta comunión con Dios.
No hay bien mas grande que el creyente esté caminando en los caminos del Señor
De ahí que también les escribió
2 Corintios 5.20 RVR60
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
Otra cosa que nos deja ver la carta es que todo lo que Pablo procuraba a través de la carta era con el propósito de edificar.
2 Corintios 12.19 LBLA
19 Todo este tiempo habéis estado pensando que nos defendíamos ante vosotros. En realidad, es delante de Dios que hemos estado hablando en Cristo; y todo, amados, para vuestra edificación.
Cuando hablamos de edificación lo usamos como sinónimo de crecimiento espiritual, madurez. Una iglesia madura no hubiese sido presa fácil de los falsos maestros como los corintios lo fueron y por ello Pablo quería que ellos alcanzaran la madurez.
En términos prácticos para nosotros, si antes de que la esposa, el esposo, los hijos o cualquier otra persona esté por tomar una decisión que le va a afectar usted en lugar de pensar como manipularle piensa en como puede contribuir con su gozo se dará cuenta que tiene que cambiar completamente su mentalidad, poner de lado su orgullo y sus inseguridades y entonces convertirse en un instrumento de Dios.
Si usted tiene responsabilidad sobre personas dentro de la iglesia tendrá que aprender esto o causará mucho daño a la iglesia. Muy a menudo los hermanos toman caminos que uno sabe que son peligrosos pero que ellos creen que no les pasará nada. Es doloroso pensar en las consecuencias a largo plazo de sus decisiones pero a ellos no les parece así. Aunque quisiéramos evitarles las heridas y raspones no podemos obligarlos y debemos buscar hacer todo lo que esté a nuestro alcance y medios legítimos para contribuir con su gozo. Que bendición es cuando las consecuencias de nuestros actos no se tardan ni siquiera días. Así somos corregidos prontamente, pero cuan terrible es cuando nos llega una gran multa después de años, justo cuando no tenemos las fuerzas ni los recursos para pagarla.
Con estas palabras enfatizamos que un siervo humilde no busca tener control sino contribuir con el gozo de las personas y ese gozo se encuentra en una correcta relación con Dios y en el crecimiento espiritual.
Un principio mas de humildad que aprendemos del ejemplo del apostol Pablo es que...

UN SIERVO HUMILDE PERDONA Y CONTRIBUYE A LA RESTAURACIÓN DE LA PERSONA QUE LE OFENDIÓ

2 Corintios 2.5–10 RVR60
5 Pero si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado a mí solo, sino en cierto modo (por no exagerar) a todos vosotros. 6 Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos; 7 así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza. 8 Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con él. 9 Porque también para este fin os escribí, para tener la prueba de si vosotros sois obedientes en todo. 10 Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo,
2 CORINTIOS 2.5
Hay quienes dicen que esta persona de quien Pablo habla aquí pudo haber sido uno de los que se puso del lado de los falsos maestros y cuando Pablo estuvo en la iglesia fue quien se opuso mas duramente contra él. Por lo que notamos era verdaderamente un hermano en Cristo, probablemente muy energico y facilmente influenciable.
No sabemos que palabras pudieron haber sido las que dijo pero el hecho de que Pablo haya terminado muy triste es porque debió ser un momento muy dificil. Tengamos presente que Pablo era el hombre no se amedrentaba ni aun cuando estaba frente a las autoridades de mayor rango en Jerusalén o en Roma. A este hombre no le temblaba la voz ni cuando lo querían matar, pero era la clase de hombre humilde que podía sentir una gran tristeza cuando uno de los suyos se desviaba poniendose en su contra.
La ofensa del hermano no solo lastimó a Pablo sino a toda la iglesia, como el hijo que insulta a su padre frente a todos los miembros de la familia.
En algun punto este hombre se dio cuenta de su error y pidió perdón por su ofensa haciendole saber a Pablo por medio de Tito. Pablo lo perdonó pero al parecer la iglesia que ya estaba del lado de Pablo ahora la traía contra él. Este hermano quedó sumergido en una profunda tristeza y seguramente mucha verguenza por lo que hizo. Una persona orgullosa hubiese dejado a aquel hermano sufriendo por sus errores, sin embargo, la actitud de un siervo humilde no solo es perdonarlo sino buscar su restauración completa a la comunión de la iglesia.
Conclusión
Estos tres principios que hemos aprendido hoy con respecto a la humildad tienen el propósito de enseñarnos a responder adecuadamente a la adversidad. En la medida que logremos asimilarlos y ponerlos en práctica es cómo nuestro carácter se irá forjando hasta empezar a reflejar un poco del carácter de nuestro Señor Jesucristo.
PIDAMOSLE AL SEÑOR QUE NOS DE LA FUERZA PARA COLABORAR CON ÉL HASTA VER REFLEJADA LA IMAGEN DE CRISTO SOBRE NOSOTROS, PARTICULARMENTE SU HUMILDAD.
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