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Escatología • Sermon • Submitted
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· 105 viewsA Daniel le es revelada en sueño una visión que tiene que ver con los eventos futuros próximos y el evento final del plan de Salvación de Dios con la victoria de Cristo y el establecimiento de su reino eterno.
Notes
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Introducción
Introducción
El tema de los últimos tiempos ha sido un tema fascinante y que ha provocado, en la historia de la humanidad, grande expectación. También ha sido fundamento de doctrinas que podríamos llamar fantasiosas y en algunos casos hasta atemorizadoras. En nuestros días existen iglesias que llegan a enfatizar más en el tema escatológico, o de los últimos tiempos, más que en otras doctrinas, como: las doctrinas de la gracia, la salvación, la Trinidad, etc. Estas iglesias han llegado a provocar grande ansiedad entre los que escuchan sus enseñanzas, e inclusive llegando a atemorizar algunas congregaciones.
Considero importante poder llegar a abordar el pasaje descrito en , referente a las cuatro vestías, el juicio de Dios, la venida del Hijo del hombre y el establecimiento eterno de su reino en dónde incluye la participación del pueblo santo de Dios, y hacerlo desde una perspectiva fundamentada en las Escrituras, reconociendo la ayuda del Espíritu Santo para la elaboración del estudio exegético del texto bíblico, reconociendo la Soberanía de Dios, de la revelación que hace a sus siervos y elegidos, y teniendo en cuenta que en el Amor de Dios no debe de haber temor, sino que el perfecto Amor de Dios hecha fuera el temor (), sin olvidar que en este mundo tendremos aflicciones, pero confiando en la victoria dada en Cristo ()..
Por lo tanto, en este material se buscará ver la revelación de Dios hecha a Daniel desde la perspectiva del Amor de Dios que nos lleva a tener la Esperanza a la cual nos ha llamado porque todo ha sido creado para mostrar su Gloria.
Ap
3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
Desarrollo
Desarrollo
El autor del libro es el mismo profeta Daniel mientras se encontraba en el periodo de cautividad en Babilonia. De acuerdo con Roberto Jamieson (2003), el libro fue escrito alrededor del año 535 a.C. y describe los acontecimientos que ocurrieron entre el año 605 y el 535 a.C. El nombre de Daniel quiere decir “Dios es mi juez. Daniel nació dentro de la familia real y era de ascendencia noble. A partir del testimonio de sus contemporáneos, sabemos que fue un hombre justo y sabio (, ; ). Debió de haber sido muy joven cuando fue llevado cautivo por Nabucodonosor en el año 605 a.C., ya que, vivió por lo menos hasta el tercer año de reinado de Ciro, hasta el 536 a.C. (Jeske, 1996). Daniel recibió un nuevo nombre en Babilonia, su nuevo nombre fue Beltsasar, el cual significa “príncipe favorecido por Bel”. (Jamieson, 2003)
De acuerdo con Roberto Jamieson (2003), el libro fue escrito alrededor del año 535 a.C. y describe los acontecimientos que ocurrieron entre el año 605 y el 535 a.C. El nombre de Daniel quiere decir “Dios es mi juez, de acuerdo con lo que encontramos en , y en Daniel nació dentro de la familia real y era de ascendencia noble. A partir del testimonio de sus contemporáneos, sabemos que fue un hombre justo y sabio (, ; ). Debió de haber sido muy joven cuando fue llevado cautivo por Nabucodonosor en el año 605 a.C., ya que, vivió por lo menos hasta el tercer año de reinado de Ciro, hasta el 536 a.C. (Jeske, 1996). Daniel recibió un nuevo nombre en Babilonia, su nuevo nombre fue Beltsasar, el cual significa “príncipe favorecido por Bel”. (Jamieson, comp., et al 2003)
El ministerio de Daniel en el exilio se extendió a través del cautiverio babilónico y abarcó los reinados de Nabucodonosor (cap. 1-4), Belsasar (5, 7-8), Darío (6, 9, 11) y Ciro (10, 12). Dios le concedió extraordinaria sabiduría () para interpretar sueños y la escritura milagrosa en la pared. A Daniel le fueron confiadas revelaciones especiales del Señor con respecto al curso de la historia. Rafael Porter (1992) nos dice que Daniel habría tenido 89 años cuando terminó su ministerio público. fue contemporáneo de Jeremías y Ezequiel.
En la investigación realizada por John Barry (2012, 2016), menciona que, las visiones de Daniel de los capítulos 7 al 12 nos brindan esperanza al enseñarnos que Dios finalmente está en control de todas las cosas. Nos apartan de la confusión acerca de los eventos contemporáneos para enfocarse en la grandeza del plan de Dios.
De acuerdo con Roberto Jamieson (2003), el libro fue escrito alrededor del año 535 a.C. y describe los acontecimientos que ocurrieron entre el año 605 y el 535 a.C. El nombre de Daniel quiere decir “Dios es mi juez, de acuerdo con lo que encontramos en , y en Daniel nació dentro de la familia real y era de ascendencia noble. A partir del testimonio de sus contemporáneos, sabemos que fue un hombre justo y sabio (, ; ). Debió de haber sido muy joven cuando fue llevado cautivo por Nabucodonosor en el año 605 a.C., ya que, vivió por lo menos hasta el tercer año de reinado de Ciro, hasta el 536 a.C. (Jeske, 1996). Daniel recibió un nuevo nombre en Babilonia, su nuevo nombre fue Beltsasar, el cual significa “príncipe favorecido por Bel”. (Jamieson, comp., et al 2003)
El ministerio de Daniel en el exilio se extendió a través del cautiverio babilónico y abarcó los reinados de Nabucodonosor (), Belsasar (, ), Darío (, , ) y Ciro (10, 12). Su compromiso personal con el Señor permaneció firme en la cuestión de alimentos (cap. 1), la experiencia en el horno ardiente (3) y en el foso de los leones (6). Dios le concedió extraordinaria sabiduría () para interpretar sueños (, ) y la escritura milagrosa en la pared (). A Daniel le fueron confiadas revelaciones especiales del Señor con respecto al curso de la historia (cap. 7-11). Por medio de visiones (, 7) le fue revelado que la nación de Israel sería controlada por Babilonia durante los años 605-539 a.C., por el imperio Medo-Persia durante los años 539-331 a.C., por Grecia entre los años 331-146 a.C. y por Roma durante los años 146 a.C. - 476 d.C. A él también le fue revelada la promesa de que el reino venidero del Mesías sobrepasará a todos los imperios humanos y establecerá paz duradera en la tierra (, ; , ). Rafael Porter (1992) nos dice que Daniel habría tenido 89 años cuando terminó su ministerio público. fue contemporáneo de Jeremías y Ezequiel, quienes vivieron y sirvieron a Dios en otras esferas.
El libro de Daniel tiene una gran importancia histórica, ya que, es un puente entre los libros históricos de Israel y el Nuevo Testamento. John Walvoord y Roy Zuck, (2001), comentan: “las profecías del libro son acerca del programa divino para los gentiles, para la tierra de Palestina, y para el pueblo de Israel y colocan el cimiento del programa escatológico de Dios.
“La destrucción de Jerusalén y el violento desarraigo y traslado de sus habitantes al exilio fue una amarga experiencia para el antiguo pueblo de Dios. El resultado inmediato fue el fin de la independencia de la nación judía, pero el exilio significaba más que eso. A diferencia de las otras naciones, Israel gozaba de un privilegio muy especial, la protección y la guía de Dios. Esa teocracia terminó cuando los israelitas fueron llevados al exilio. Y aunque después de setenta años se les permitió volver a Jerusalén, no volvieron a gozar de la teocracia que tuvieron en el principio. Sólo un pequeño remanente regresó, y el gobierno que establecieron no fue más que un títere de los persas. Los muros de Jerusalén y su Templo fueron reedificados por los exiliados que regresaron, pero el antiguo orden de vida había desaparecido para siempre”. (Jeske, 1996).
En capítulo 7 de Daniel nos da un bosquejo, está presentado en dos partes: la visión de Daniel en los versículos 1 al 14 y, la interpretación de la visión dada a Daniel de los versículos 15 al 28. John Walvoord (2001) divide la visión de los versículos 1 al 14 en tres secciones: las cuatro bestias (v. 1-8), el Anciano de días (v. 9-12) y, el Hijo del hombre (v. 13-14). John Jeske (1996) divide el capítulo en tres temas: cuatro bestias, cuatro reinos y, un reino eterno. Warren Wiersbe (2003) nombra el capítulo como “Venga tu Reino”, título del cual me parece bastante acertado, y divide el capítulo en las siguientes secciones: el reino de este mundo (v. 1-7, 15,23), el reino de Satanás (v. 8, 11-12, 21-26), el reino de Cristo (v. 9-14, 27-28). Y Rafael Porter divide el capítulo de la siguiente manera: la visión es revelada de noche (v. 1-14), la interpretación de la visión (v. 15-18), el problema de la cuarta bestia (v. 19-22) y, la explicación de la cuarta bestia (v. 23-28). Particularmente me gusta la división realizada por Wiersbe (2003). Sin embargo, consideraremos las diferentes perspectivas de los materiales consultados en este estudio.
1 En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de su cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño, y relató lo principal del asunto.
En la investigación realizada por John Barry (2012, 2016), menciona que el libro puede dividirse en dos secciones. La primera contiene una serie de historias sobre la corte de Babilonia en donde Daniel y sus amigos viven como exiliados en un país extranjero (). Incluye los famosos relatos del horno de fuego () y Daniel en el foso de los leones (). En esta sección podemos ver como Dios protege a su pueblo a pesar de lo que puedan hacer los reyes en la tierra. La segunda sección () se establece más adelante. Aquí Daniel nos describe una serie de visiones simbólicas y sus interpretaciones. Cada una de las visiones tiene la intención de inspirar al pueblo de Dios durante los tiempos difíciles. Las visiones de Daniel de los capítulos 7 al 12 nos brindan esperanza al enseñarnos que Dios finalmente está en control de todas las cosas. Nos apartan de la confusión acerca de los eventos contemporáneos para enfocarse en la grandeza del plan de Dios. Las visiones nos muestran la necesidad de persistir en la fe mientras permanecemos en el desorden de las circunstancias de todos los días que se nos presentan en este mundo caído. Daniel también proclama la resurrección, lo que nos indica que algunas personas que han muerto resucitarán para una vida eterna, otros enfrentarán el castigo eterno ().
La visión que tiene Daniel en este sueño está relacionada con el mismo asunto del primer sueño que Dios le dio al rey Nabucodonosor (). Belsasar fue el último de los reyes babilonios, el que ocupaba el trono cuando la gran capital cayó ante el ataque de los medo-persas comandados por Ciro. La visión que se describe en este capítulo ocurrió cuando Daniel tenía más o menos sesenta y cinco años (Jeske, 1996). Belsasar quiere decir “Bel ha de ser quemado con fuego hostil” (; ) (Jamieson, 2003). Se considera que esta revelación le fue dada a Daniel alrededor del 553 a.C. cuando Belsasar fue nombrado corregente de Nabónido. Daniel tuvo este sueño 14 años antes de la experiencia del foso de los leones, suceso que ocurrió poco después de 539 (Walvoord, 2001). Los eventos descritos en la visión sucedieron antes que los eventos descritos en los capítulos 5 y 6 (Wiersbe, 2003).
El libro de Daniel tiene una gran importancia histórica, ya que, es un puente entre los libros históricos de Israel y el Nuevo Testamento. John Walvoord y Roy Zuck, (2001), comentan: “las profecías del libro son acerca del programa divino para los gentiles, para la tierra de Palestina, y para el pueblo de Israel y colocan el cimiento del programa escatológico de Dios. Algunos temas que se presentan en el libro de Daniel, con su énfasis en los gentiles, son paralelos a los del libro de Zacarías y esos asuntos alcanzan su cumplimiento final en el libro de Apocalipsis”. Para el estudioso de la escatología es necesario poder entender el comienzo de la revelación, dada a Daniel, para poder llegar a entender de manera completa la culminación del programa de Dios revelado al apóstol Juan en Apocalipsis.
2 Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar.
Por lo tanto, con la ayuda del Espíritu Santo realizaremos este estudio exegético versículo a versículo en la primera profecía descrita por el profeta Daniel en su libro en el capítulo 7. En el mismo capítulo se nos da un bosquejo de lo que Daniel nos describe, este, está dividido en dos partes: la visión de Daniel en los versículos 1 al 14 y, la interpretación de la visión dada a Daniel de los versículos 15 al 28. John Walvoord (2001) divide la visión de los versículos 1 al 14 en tres secciones: las cuatro bestias (v. 1-8), el Anciano de días () y, el Hijo del hombre (Dn 13-14). John Jeske (1996) divide el capítulo en tres temas: cuatro bestias, cuatro reinos y, un reino eterno. Warren Wiersbe (2003) nombra el capítulo como “Venga tu Reino”, título del cual me parece bastante acertado, y divide el capítulo en las siguientes secciones: el reino de este mundo (,15,23), el reino de Satanás (, 21-26), el reino de Cristo (-14, 27-28). Y Rafael Porter divide el capítulo de la siguiente manera: la visión es revelada de noche (-14), la interpretación de la visión (Dn 15-18), el problema de la cuarta bestia (Dn 19-22) y, la explicación de la cuarta bestia (Dn 23-28). Particularmente me gusta la división realizada por Wiersbe (2003). Sin embargo, consideraremos las diferentes perspectivas de los materiales consultados en este estudio.
En su visión, Daniel vio primero el gran mar que estaba muy agitado por la acción de los cuatro vientos (Walvoord, 2001). Normalmente la figura de los cuatro vientos indica que se trata de los cuatro puntos cardinales. A veces el mar se utiliza como una figura que representa a las naciones gentiles. En este caso, el gran mar podría usarse para identificar el Mar Mediterráneo, que era de gran importancia para el pueblo de Dios y que estaba en medio de los cuatro imperios involucrados en esta visión (Porter, 1992).
Tanto Daniel como Nabucodonosor experimentaron visiones. Las visiones de Nabucodonosor tenían dos propósitos: revelar la soberanía de Dios sobre los gobernantes y las naciones y presentar a Dios como revelador de los misterios (). Por el contrario, las visiones de Daniel se centran el desarrollo de su historia y sus efectos en Israel. El gran mar es un simbolismo de confusión y caos (Barry, 2012, 2016). La frase “miraba yo,” que aparece diez veces en este capítulo, es una combinación especial de verbos que literalmente significan, “contemplaba yo atentamente” (Jeske, 1996).
3 Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar.
Esta primera visión de Daniel refunde los componentes de la estatua del sueño de Nabucodonosor () como cuatro bestias, simbolizando cuatro reinos o imperios, las cuales pueden ser interpretadas como Babilonia, Media, Persia y Grecia, o Babilonia, Medo-persa, Grecia y Roma (Barry, 2012, 2016). Estos imperios se levantaban sucesivamente para ocupar lugares poderosos y prominentes. Cada uno de esos imperios iba a tener una marcada influencia sobre el antiguo pueblo de Dios, a medida que iban apareciendo en el escenario mundial. Cada bestia era distinta de las demás; cada uno de los cuatro imperios tenía sus rasgos particulares. Aunque los cuatro animales eran terrestres, emergieron del mar (Jeske, 1996). Es correcto el uso de la palabra bestias y no “animales vivientes”, como los cuatro querúbicos del (porque el original es una palabra diferente de “bestias”, que debería traducirse “animales vivientes”). Los querúbicos animales vivientes representan a hombres redimidos, combinando en sí las formas más elevadas de la vida. Pero las “bestias” aquí representan los poderes mundiales, en su carácter bestial y servil (Jamieson, 2003).
4 La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre.
El león con alas de águila es comparado con la cabeza de oro de la estatua del sueño que tuvo Nabucodonosor () (Barry, 2012, 2016). Nabucodonosor fue llamado “el león” (). Las alas de águila nos dan a entender un imperio que fue extenso y rápidamente adquirido (Jamieson, 2003). En las Escrituras se identifica a Babilonia con los dos animales, el león y el águila. La descripción de que el león fue puesto en pie como un hombre y que luego le fue dado un corazón de hombre nos recuerda como Dios humillo al rey Nabucodonosor a quien lo hizo vivir como una bestia durante siete años de locura (, ) (Wiersbe, 2003). John Barry (2012, 2016) agrega a este comentario que posiblemente también se refiere a la restauración que Dios le dio a Nabucodonosor (). Rafael Porter (1992) nos reta a pensar desde la perspectiva del hombre y del león: Al encontrarse a solas en el bosque, ¿qué preferiría ser, león u hombre? Nimrod de los camitas, rama de la familia de Noé, fue el primero en controlar a cuatro ciudades (). Por eso, él fundó el primer imperio (Jeske, 1996).
5 Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne.
El oso es comparado con el pecho y los brazos de plata de la estatua del sueño que tuvo Nabucodonosor () (Barry, 2012, 2016). El ejército medo-persa era poderoso y cruel (). El profeta vio que un costado se alzaba más que el otro, lo cual sugiere que, aunque Persia surgió después que Media, pronto sobresalió por su reino unido (Walvoord, 2001). Este imperio derroto a Babilonia (). La mejor explicación sobre las costillas que el oso lleva en su boca entre los dientes es que representan a Lidia, Egipto y Babilonia, naciones que fueron conquistadas por el imperio Medo-persa, que, al marchar a través de los campos de batalla, devoró mucha carne (Wiersbe, 2003).
6 Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio.
El leopardo cuatro alas y cuatro cabezas es comparado con el vientre y los muslos de bronce de la estatua del sueño que tuvo Nabucodonosor () (Barry, 2012, 2016). Este animal simbolizaba las pequeñas fuerzas griegas de Alejandro el Grande. Sólo le tomó doce años completar su conquista, así que este hombre a la edad de treinta años se convirtió en el amo del mundo. Las cuatro cabezas se refieren a la división del imperio griego en cuatro partes: Grecia, Asia Menor, el Imperio Seleúcida (incl. Siria, Babilonia y Persia) y Egipto. Cada uno fue gobernado por los generales de Alejandro. (Jeske, 1996). Alejandro Magno fue como un leopardo; más pequeño que el león; veloz; cruel; que salta repentinamente de su escondite sobre su presa (Jamieson, 2003). Los cuatro generales que sucedieron a Alejandro Magno fueron: Tolomeo (Egipto), Seleuco (Palestina, 301-198 a.C. y Siria), Lisímaco (Palestina 198-143 a.C.) y Casandro (Tracia y Bitinia, Macedonia y Grecia) (Porter, 1992).
7 Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos.
La bestia con los diez cuernos y dientes de hierro es comparada con las piernas y los pies de hierro de la estatua del sueño que tuvo Nabucodonosor () (Barry, 2012, 2016). Los diez dedos de los pies de la estatua en el sueño de Nabucodonosor representan los diez cuernos de la bestia. Las dos visiones de los capítulos 2 y 7 nos dejan en claro que Dios conoce el futuro y controla la caída o el ascenso de naciones y gobernantes (Wiersbe, 2003). Esta cuarta bestia era más espantosa y terrible; parece que era una cruza de león, oso y leopardo, como la bestia mencionada en (Walvoord, 2001). Roma tenía poco interés en mejorar el nivel de desarrollo de las naciones que conquistaba. La meta que tuvo el Imperio Romano fue destruir, aplastar, conquistar (Jeske, 1996). Roma fue dividida en diez reinos cuando incorporó las tribus germánicas y eslavónicas, y nuevamente en la Reforma (Jamieson, 2003).
8 Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas.
Tres de los diez cuernos fueron arrancados cuando surgió otro cuerno pequeño, tal como se profetiza en , este cuerno pequeño presenta dos cualidades notables. Tenía ojos humanos. Normalmente, estos se refieren a la inteligencia. La otra característica notable del cuerno es su boca. Este rey hablaba grandes cosas, se presenta como alguien arrogante, parece que se cree tan importante como Dios mismo. Se coloca sobre el trono divino como Dios () (Porter, 1992). El cuerno fue pequeño en el principio, pero más tarde creciendo para ser más grande que todos los demás. El imperio romano no se representaba a sí mismo como una continuación del de Alejandro; pero el imperio germánico se llama a sí mismo “el santo Imperio Romano”. “El hombre de pecado”, “el hijo de perdición” (), el anticristo (, ; ). Daniel vio algo en su visión que Nabucodonosor no: el ultimo reino humano en la tierra sería un reino espantoso y le declararía la guerra a Dios. Este reino es el anticristo descrito en , un reino que será destruido cuando Jesús regrese a la tierra en gloria. Daniel no nos da todos los detalles que Juan comparte en el libro de Apocalipsis, pero nos asegura que el reino de Satanás y su falsificación de Cristo será destruido y derrotado por Jesucristo (Wiersbe, 2003).
9 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.
9 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.
La última figura que vio, la del Hijo del hombre, que claramente se refiere al Mesías (7:13–14), nos obliga a reconocer que la descripción del Anciano de días corresponde a Dios Padre, quien está sentado sobre el trono celestial (7:9–10). Grandes multitudes estaban delante de él, algunos para servirle y otros para gozar su presencia y escuchar su voz. Después, el juez se sentó sobre su trono y los libros fueron abiertos (Porter, 1992). Aquí está el punto culminante de la visión nocturna de Daniel. La sucesión de reyes terrenales terminó, y Dios tomó su lugar. El juicio final contra la cuarta bestia iba a tomar largo tiempo, comenzando con el levantamiento del Imperio Romano hasta la segunda venida de Cristo. Dios es quien dice la última palabra en la historia, así como tuvo la primera palabra en la creación (Jeske, 1996).
10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.
La descripción de Daniel acerca de la gloria que rodeaba al que estaba sentado en el trono que tenía ruedas y que parecía llama de fuego evoca la descripción acerca de la gloria de Dios que vio Ezequiel () (Walvoord, 2001). Durante el tiempo del Antiguo Testamento, cuando Dios quería aparecer visiblemente ante su pueblo, usualmente lo hacía en forma de fuego, nube y humo. Piense en la aparición a Moisés en la zarza ardiente (), o a Israel en el monte Sinaí (. El término bíblico para este fenómeno de la aparición de Jehová en fuego, nube y humo es “la gloria de Jehová” (Jeske, 1996). La frase “los libros se abrieron” () es una imagen forense: todos los documentos de la causa a tratarse, en cuanto a la condenación del Anticristo y su reino, y el establecimiento del reino mesiánico.
11 Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego.
Este evento, terminará con el “tiempo de los gentiles” (, ). A la cuarta bestia se quitará su poder por un castigo divino (Walvoord, 2001). El cuerno pequeño que había salido de la cuarta bestia seguía jactándose y hablando grandes cosas hasta que Dios intervino y mató a la bestia (Porter, 1992). El cuerpo de la bestia, incluyendo el cuerno, fue hecho pedazos y echado al fuego. Eso se debe entender no como un aniquilamiento, sino como un castigo eterno (Jeske, 1996). La caída de la gran Babilonia (Roma) registrada en es la imagen de la destrucción escatológica de cualquier institución humana que se enorgullezca con la arrogancia de sus logros, a expensas de todo aquello que es justo y bueno. Finalmente, la justicia de Dios prevalecerá (Mounce, 2007).
12 Habían también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo.
Las otras bestias perdieron su autoridad, pero no fueron destruidas (Porter, 1992). Esto puede indicar que las culturas de los primeros tres imperios conquistados fueron asimiladas por las naciones que las subyugaron (Walvoord, 2001). El termino hasta cierto tiempo no sólo significa el triunfo de las bestias sobre los creyentes, sino que, la misma existencia de ellas está limitada a un tiempo definido, y aquel tiempo será el justamente conveniente (). Probablemente un período definido es indicado por “hasta cierto tiempo” (v. 25; ). La cuarta monarquía se representa como la más contraria a Dios que todas y que culmina al final en el blasfemo Anticristo. El motivo de ello es que el reino de Cristo ahora no es de este mundo (), y sólo en el segundo advenimiento de Cristo vendrá a ser un poder externo del mundo (Jamieson, 2003).
13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.
13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
Después de destruir a la cuarta bestia, se estableció el reino del hijo del hombre. Era un hombre de verdad, que fue enviado a la tierra desde la presencia de Dios, quien le dio autoridad sobre todas las naciones y pueblos de la tierra. Se estableció su reino universal y eterno (Porter, 1992). Esto es el preludio de la piedra que se corta de la montaña y desciende para destruir los reinos del mundo (, ; ). Daniel había visto el gran barrido de la historia, comenzando con el reino de Babilonia y cerrando con el reinado de Cristo en la tierra. El Mesías reinará en el trono de David (Wiersbe, 2003). Se le presenta viniendo “con las nubes del cielo”, con esto nos vienen a la mente las propias palabras de Jesús: “Y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo” () (Jeske, 1996). La aparición de Cristo en su segunda venida no será una venida meramente espiritual para morar en los corazones de las personas, sino un regreso personal y corporal de la misma manera en la que se fue (Grudem, 2007).
15 Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron.
Daniel no entendía todo lo que veía, pero comprendía lo suficiente como para asustarse (Porter, 1992). En su sueño había visto el levantamiento y la caída de imperios mundiales, había sido testigo de la blasfemia y de la rebelión contra el Señor e inclusive el punto culminante de la historia del mundo con el dominio eterno de Jesucristo. Los profetas, no eran máquinas sin sentimientos; al contrario, sentían profundamente el estado espiritual que prevalecía en esos días. Daniel, al ver el caos político en el que pronto iba a estar sumergido el mundo, sintió gran dolor. (Jeske, 1996). Esta era una respuesta común al experimentar con visiones de Dios (Barry, 2012, 2016).
16 Me acerqué a uno de los que asistían, y le pregunté la verdad acerca de todo esto. Y me habló, y me hizo conocer la interpretación de las cosas. 17 Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra.
Aquel quien anteriormente había interpretado sueños ahora necesita que su visón le sea explicada. Estar es una típica característica de la literatura apocalíptica (Barry, 2012,2016). Daniel buscaba el significado de la visión y se acercó a uno de los presentes para preguntarle su interpretación. El testigo explicó la visión a Daniel diciéndole que vendrían cuatro reinos pero que cada uno caería (Porter, 1992). Cada uno de los cuatro reyes representa una dinastía. Nabucodonosor, Alejandro, Antíoco y el Anticristo, aunque mencionados individualmente, son representantes de tendencias características (Jamieson, 2003).
18 Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre.
Después de que los cuatro reinos alcanzan su apogeo y declive, se les dará un reino a los judíos (Barry, 2012, 2016). Aquí en la interpretación, son “los santos” quienes toman el reino, pero en la visión (vv. 13, 14), es el Hijo del hombre quien lo toma; porque Cristo y su pueblo son uno en el sufrimiento y uno en la gloria (Jamieson, 2003). Los “santos” se refiere a los judíos creyentes. La nación de Israel sería puesta a un lado por castigo divino durante “el tiempo de los gentiles”, que empezó con Nabucodonosor. Los “santos” (judíos creyentes cuando Cristo regrese a la tierra) disfrutarán del reino, que es el cumplimiento de la promesa de Dios a Israel (Walvoord, 2001). Habría un tiempo en que los reyes gentiles tendrían el control, pero al final, el Señor lo recuperaría y establecería un reino eterno que vencería a todos los demás y que sería inconquistable. (Porter, 1992).
19 Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies; 20 asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandes cosas, y parecía más grande que sus compañeros. 21 Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía, 22 hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino.
Parece que Daniel no tuvo ninguna dificultad para interpretar el significado de las tres primeras bestias. Sin embargo, la cuarta bestia sí lo consternó, y le pidió al interprete que le mostrara la interpretación de la bestia, de los diez cuernos y del cuerno pequeño que sobresalía de entre los diez (Walvoord, 2001). Aunque se daba cuenta de que la victoria era de corta duración, le preocupaba la predicción de que el cuerno derrotaría los fieles temporalmente mientras Dios decidía cuándo intervenir. El profeta no entendía cómo podía Dios permitir que la bestia triunfara sobre su pueblo, aunque fuera por un corto tiempo (Porter, 1992). En Babel, Nimrod el cazador (rebelde) funda el primer reino del mundo (). Así como en Babel, así también en Babilonia el mundo se une contra Dios; Babilonia, el primer poder mundial, viene a ser el tipo del mundo que se opone a Dios. La cuarta monarquía consuma la maldad; ella es “diferente” de las demás sólo en la universalidad más ilimitada. Toda la historia se mueve dentro de las naciones románicas, germánicas y eslavas; continuará así hasta el segundo advenimiento de Cristo. La cuarta monarquía representa al universalismo exteriormente; el cristianismo lo representa interiormente. Roma es Babilonia plenamente desarrollada. El título de Anciano de días dado al Padre en el v. 13, aquí se refiere al Hijo; quien se llama “Padre eterno” (). Nunca se dice que el Padre “viene”; es el Hijo quien viene (Jamieson, 2003).
Dn 7:23-
23 Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará. 24 Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. 25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
Históricamente hablando, la influencia de la cuarta bestia es limitada. Sin embargo, el alcance del gobernante del cuarto reino en la tierra será mundial. Se explicó a Daniel que ese imperio devoraría a toda la tierra (). Será una conquista cruel, esto anticipa la venida de un gobierno mundial dirigido por un dictador absoluto (Walvoord, 2001). Ese enemigo de Dios estará contra su pueblo. En su rebelión contra los buenos deseos de Dios “pensará en cambiar los tiempos y la Ley”, ignorando a su antojo tanto las leyes humanas como las divinas. El Anticristo se levanta al principio “pequeño” (v. 8); pero después de destruir tres de los diez gobernantes, él viene a ser más grande que todos ellos (vv. 20, 21). Al destruir a tres, él viene a ser el octavo (); cabeza distinta, pero “de los siete”. El cuarto reino y sus Anticristos tendrán su maldad concentrada en un Anticristo final. Tres atributos del Anticristo se especifican: 1. La civilización y sabiduría mundanas más elevadas. 2. La unión de todo el mundo bajo su dominio. 3. El ateísmo, anti-teísmo y auto-teísmo en su desarrollo más completo (). Dios destruirá el poder mundial en general, por un juicio final. (Jamieson, 2003).
26 Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin, 27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.
Daniel no nos da detalles sobre este reino, sino que, se enfoca en el hecho de que los reinos gentiles y la persecución que han sufrido llegará a su fin (Barry, 2012, 2016). Jesucristo será el Juez. Este derecho de actuar como Juez sobre todo el universo es algo que el Padre le ha dado al Hijo (). Está claro que todos los incrédulos comparecerán ante Cristo para ser juzgados, pues este juicio incluye a los muertos, grandes y pequeños. Berkhof señala que el juicio final tiene como propósito exhibir delante de todas las criaturas racionales la gloria manifiesta de Dios en una acción forense formal, en la que manifiesta su santidad y justicia, y su gracia y misericordia. El juicio final será público y se aplicará tanto al alma como al cuerpo. (Grudem, 2007). El poder que poseían todos aquellos reinos será todo transferido al reino del Mesías. “Debajo del cielo” da a entender que será un reino en la tierra, no en el cielo. Los santos son reunidos de entre los judíos y los gentiles, pero el tronco de la iglesia es judío (; ); la fidelidad de Dios a esta iglesia elegida es así esencialmente fidelidad a Israel, y una prenda de su futura bendición nacional (Jamieson, 2003). La explicación lógica sobre los tiempos se refiere a tres años y medio (, ; , ; . Después de este tiempo, el anticristo, será juzgado y el reino eterno establecido. Así que, la visión contempla un tiempo de aflicción para Israel, pero Dios Controla todo y los santos fieles triunfarán al fin (7:26–27) (Porter, 1992). Esta según da venida de Cristo es la base de la esperanza cristiana; el único evento que marca el inicio de la finalización del plan de Dios. (Erickson, 2008).
28 Aquí fue el fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron y mi rostro se demudó; pero guardé el asunto en mi corazón.
Daniel sabía que Dios le había mostrado algunos de sus secretos sagrados: reinos que se derrumbaban y reinos que ascendían, amenazas de persecuciones para el pueblo de Dios, juicios que caen sobre los enemigos de Dios. Era difícil captar todo de golpe, pero Daniel continuó reflexionando sobre lo que Dios le había dicho (Jeske, 1996). No compartió la visión con nadie en ese momento. Sin embargo, cuando escribió las profecías que llevarían su nombre más tarde, registró lo que le había sido revelado en visión (Walvoord, 2001). El rostro de Daniel se volvió pálido por el miedo y la angustia (Barry, 2012, 2016). La frase “me turbaron mis pensamientos”, nos muestra que el Espíritu Santo pensaba mucho más de lo que había de comprenderse por las palabras de Daniel, y de lo que Daniel mismo entendió. No debemos limitar el significado de las profecías a lo que los profetas mismos entendían () (Jamieson, 2003).
Conclusión y aplicación
Conclusión y aplicación