Cuando el Poder y el Potencial se Encuentran
Volvamos al Origen, ( Al principio)
Y David era hijo de aquel hombre efrateo de Belén de Judá, cuyo nombre era Isaí, el cual tenía ocho hijos; y en el tiempo de Saúl este hombre era viejo y de gran edad entre los hombres. 13Y los tres hijos mayores de Isaí habían ido para seguir a Saúl a la guerra. Y los nombres de sus tres hijos que habían ido a la guerra eran: Eliab el primogénito, el segundo Abinadab, y el tercero Sama; 14y David era el menor. Siguieron, pues, los tres mayores a Saúl. 15Pero David había ido y vuelto, dejando a Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Belén.
Otro asalto llevó a los filisteos al valle de Ela, a unos 25 kilómetros al sudeste de Jerusalén y tal vez unos 16 kilómetros de Belén en los límites del sur de Judá. Soco y Azeca (1 cf. Jos. 10:11; 15:35) eran localidades vecinas en la Sefela o llanura meridional de Judá, entre las cuales acamparon los filisteos en Efes-damim (1). Los israelitas, a las órdenes de Saúl estaban en la falda de una colina, al otro lado de un valle (3), hebreo, gay, una garganta o valle estrecho con laderas empinadas; en comparación con el valle de Ela (2; heb., ‘emeq, “un valle o amplia depresión”, “un valle ancho”).
Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo. 33Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud
34David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, 35salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. 36Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente. 37Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David:
Ve, y Jehová esté contigo.
38Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza. 39Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas. 40Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.