Pablo su mensaje final a Timoteo
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Emotion
A
C
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O
C
E
A
E
Social
Introducción
Introducción
Era aproximadamente el año 63, Pablo había quedado absuelto por voluntad del emperador romano Nerón, ahora libre pudo realizar diversos viajes de los cuales poco sabemos. En uno de sus viajes tomó a su discípulo Timoteo y lo llevó a Éfeso para dejarlo al frente de aquella iglesia, que por ese entonces comenzaba a enfrentar algunas dificultades. Luego de algún tiempo, Pablo nuevamente se encontró prisionero en Roma, pero esta vez su muerte era inminente. Visitarlo era peligroso, entrar en contacto era un atentado contra la integridad de uno, Pablo estaba en total soledad, y aun cuando espiritualmente estaba mas vivo que nunca, estaba al mismo tiempo confinado a una muerte física y a una muerte social.
Entonces conociendo que su muerte era inminente y aprovechando la luz tenue de su celda subterránea, comenzó a escribir una carta dirigida a su mas querido discípulo. A su alumno, a su estudiante, que no sólo era un estudiante y aprendiz, le escribía a quien con el tiempo llegó a convertirse en su ayudante y a quien también dirigía sus consultas. Le escribía sabiendo que él moriría y con la esperanza de que él quede en su lugar.
Comenzó su carta diciéndole,
Querido Timoteo,
Verdadero hijo en la fe.
Enseña y exhorta a la iglesia diciéndoles:
Que el esclavo tenga a su amo por digno de honor, y si el amo es creyente, que el esclavo creyente lo sirva con mayor voluntad y devoción.
Querido Timoteo,
También te pido encarecidamente, que te apartes de aquellos, que presumiendo conocimiento y poder, se dedican a debates que en nada aprovechan, pues aunque estos aparenten ser hombres piadosos, en realidad solo buscan llenar su ego y sus bolsillos.
Tu en cambio querido Timoteo, busca ser piadoso y proponte vivir contento con aquello que el Señor te da, recuerda que nada hemos traído a este mundo y que nada podremos llevar, recuerda que el amor al dinero es la raíz de todos los males.
Tu querido Timoteo, eres un hombre de Dios y como tal, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna. Por favor Timoteo, echa mano de la vida eterna.
Te mando delante de Dios, que guardes los mandamientos, que te conserves sin mácula ni reprensión, hasta el día cuando retorne nuestro Señor Jesucristo.
Finalmente querido Timoteo, te pido que adviertas a los ricos de este mundo que no sean altivos, que no pongan su esperanza en las riquezas, sino que confíen únicamente en Dios. Pues Dios está vivo y Él es quien nos da todas las cosas en abundancia, y nos las da para que las disfrutemos y las compartamos. Exhorta a los ricos a que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; y que al igual que tu, echen mano de la vida eterna.
Oh Timoteo, cumple fielmente el ministerio para el que has sido llamado, evitando conversaciones vanas que en nada aprovechan, causa por la cual muchos en el pasado dejaron la fe. Querido hijo, que la gracia de Dios sea contigo. Amen.