Calumnias (Galatas I)

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Calumnias

hey cuantas veces nos hemos visto envueltos en calumnias y difamación, por cuestiones laborales o ventas.
Tal vez usted esta apunto de hacer una venta de pronto su competencia desleal empieza hablar mal de usted para ganarle el cliente.
O en casa con su familia no falta el familiar que siempre quiere quedar bien con los demás, y siempre habla de más.
La función de las calumnias es desacreditar a la persona y todo su trabajo.
Algo asi paso en la región de Galacia, era una iglesia joven tal vez por eso fue que presa de unos “perturbadores” que querían desacreditar a Pablo para poder decir que sus enseñanzas estaban basadas en ideas propias de el.

Pablo a Gálatas

Gálatas 1.1–5 NTV
1 Les escribo, yo, el apóstol Pablo. No fui nombrado apóstol por ningún grupo de personas ni por ninguna autoridad humana, sino por Jesucristo mismo y por Dios Padre, quien levantó a Jesús de los muertos. 2 Todos los hermanos de este lugar se unen a mí para enviar esta carta que escribo, a las iglesias de Galacia. 3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. 4 Tal como Dios nuestro Padre lo planeó, Jesús entregó su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo de maldad en el que vivimos. 5 ¡A Dios sea toda la gloria por siempre y para siempre! Amén.
galatas
Más adelante en su carta, Pablo exhorta a los gálatas basándose en su afecto por ellos (4:12–20), pero al principio procura hacerles ver la autoridad que él recibió del Señor. Pablo presenta tres pruebas para reclamar su autoridad:
Su ministerio (1:1–2). “Pablo, apóstol…”. En los primeros días de la iglesia, Dios llamó a hombres especiales, entre ellos los apóstoles—título que significa enviados con una comisión. Durante su ministerio terrenal, Cristo tenía muchos “discípulos” (aprendices), de los cuales seleccionó a 12 “apóstoles”
Marcos 3.13–19 NTV
13 Tiempo después Jesús subió a un monte y llamó a los que quería que lo acompañaran. Todos ellos se acercaron a él. 14 Luego nombró a doce de ellos y los llamó sus apóstoles. Ellos lo acompañarían, y él los enviaría a predicar 15 y les daría autoridad para expulsar demonios. 16 Estos son los doce que escogió: Simón (a quien llamó Pedro), 17 Santiago y Juan (los hijos de Zebedeo, a quienes Jesús apodó «hijos del trueno»), 18 Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago (hijo de Alfeo), Tadeo, Simón (el zelote), 19 Judas Iscariote (quien después lo traicionó).
Más tarde, uno de los requisitos para ser apóstol fue el de ser testigo de la resurrección de Cristo .
Más tarde, uno de los requisitos para ser apóstol fue el de ser testigo de la resurrección de Cristo .
Hechos de los Apóstoles 1.21–22 NTV
21 »Entonces ahora tenemos que elegir a alguien que tome el lugar de Judas entre los hombres que estaban con nosotros todo el tiempo mientras viajábamos con el Señor Jesús, 22 desde el día que Juan lo bautizó hasta el día que fue tomado de entre nosotros. El que salga elegido se unirá a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús».
Hechos de los Apóstoles 2.32 NTV
32 »Dios levantó a Jesús de los muertos y de esto todos nosotros somos testigos.
hechos
Hechos de los Apóstoles 3.15 NTV
15 Ustedes mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de los muertos. ¡Y nosotros somos testigos de ese hecho!

Pablo Apostol ?

Pablo no fue ni discípulo ni apóstol durante el ministerio de Cristo, sin embargo, había visto al Señor resucitado y había sido comisionado por él (; ).
Hechos de los Apóstoles 9.1–18 NTV
1 Mientras tanto, Saulo pronunciaba amenazas en cada palabra y estaba ansioso por matar a los seguidores del Señor. Así que acudió al sumo sacerdote. 2 Le pidió cartas dirigidas a las sinagogas de Damasco para solicitarles su cooperación en el arresto de los seguidores del Camino que se encontraran ahí. Su intención era llevarlos —a hombres y mujeres por igual— de regreso a Jerusalén encadenados. 3 Al acercarse a Damasco para cumplir esa misión, una luz del cielo de repente brilló alrededor de él. 4 Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues? 5 —¿Quién eres, señor? —preguntó Saulo. —Yo soy Jesús, ¡a quien tú persigues! —contestó la voz—. 6 Ahora levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer. 7 Los hombres que estaban con Saulo se quedaron mudos, porque oían el sonido de una voz, ¡pero no veían a nadie! 8 Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos, estaba ciego. Entonces sus acompañantes lo llevaron de la mano hasta Damasco. 9 Permaneció allí, ciego, durante tres días sin comer ni beber. 10 Ahora bien, había un creyente en Damasco llamado Ananías. El Señor le habló en una visión, lo llamó: —¡Ananías! —¡Sí, Señor! —respondió. 11 El Señor le dijo: —Ve a la calle llamada Derecha, a la casa de Judas. Cuando llegues, pregunta por un hombre de Tarso que se llama Saulo. En este momento, él está orando. 12 Le he mostrado en visión a un hombre llamado Ananías que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista. 13 —¡Pero Señor! —exclamó Ananías—, ¡he oído a mucha gente hablar de las cosas terribles que ese hombre les ha hecho a los creyentes de Jerusalén! 14 Además, tiene la autorización de los sacerdotes principales para arrestar a todos los que invocan tu nombre. 15 El Señor le dijo: —Ve, porque él es mi instrumento elegido para llevar mi mensaje a los gentiles y a reyes, como también al pueblo de Israel; 16 y le voy a mostrar cuánto debe sufrir por mi nombre. 17 Así que Ananías fue y encontró a Saulo, puso sus manos sobre él y dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, quien se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo». 18 Al instante, algo como escamas cayó de los ojos de Saulo y recobró la vista. Luego se levantó y fue bautizado.
1 Corintios 9.1 NTV
1 ¿Acaso no soy tan libre como cualquier otro? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor con mis propios ojos? ¿No es gracias a mi trabajo que ustedes pertenecen al Señor?
La conversión milagrosa de Pablo y su llamamiento al apostolado ocasionó algunos problemas. Desde el principio estaba separado de los otros apóstoles, y por eso sus enemigos decían que no era un verdadero apóstol.
1 Corintios 9.8 NTV
8 ¿Expreso meramente una opinión humana o dice la ley lo mismo?
hechos 9.1
1 corintios 9.8

Más adelante en su carta, Pablo exhorta a los gálatas basándose en su afecto por ellos (4:12–20), pero al principio procura hacerles ver la autoridad que él recibió del Señor. Pablo presenta tres pruebas para reclamar su autoridad:

Su ministerio (1:1–2). “Pablo, apóstol…”. En los primeros días de la iglesia, Dios llamó a hombres especiales, entre ellos los apóstoles—título que significa enviados con una comisión. Durante su ministerio terrenal, Cristo tenía muchos “discípulos” (aprendices), de los cuales seleccionó a 12 “apóstoles” (Marcos 3:13–19). Más tarde, uno de los requisitos para ser apóstol fue el de ser testigo de la resurrección de Cristo (Hechos 1:21–22; 2:32; 3:15). Pablo no fue ni discípulo ni apóstol durante el ministerio de Cristo, sin embargo, había visto al Señor resucitado y había sido comisionado por él (Hechos 9:1–18; 1 Corintios 9:1).

La conversión milagrosa de Pablo y su llamamiento al apostolado ocasionó algunos problemas. Desde el principio estaba separado de los otros apóstoles, y por eso sus enemigos decían que no era un verdadero apóstol. Pablo les señala que él fue hecho apóstol por Cristo Jesús, tanto como los doce. Su apostolado no fue el resultado de la elección humana, sino de la divina, así que Pablo tenía autoridad para tratar los problemas en las iglesias de Galacia.

Pero en su ministerio, Pablo tenía una segunda base para su autoridad: Había fundado las iglesias en Galacia. No les estaba escribiendo como si fuera un extraño, sino como quien les había llevado el mensaje de vida. Esta carta revela el afecto de Pablo por estos creyentes (ve 4:12–19). Lamentablemente, no correspondían con el mismo afecto.

La conversión milagrosa de Pablo y su llamamiento al apostolado ocasionó algunos problemas. Desde el principio estaba separado de los otros apóstoles, y por eso sus enemigos decían que no era un verdadero apóstol.
Pablo les señala que él fue hecho apóstol por Cristo Jesús, tanto como los doce. Su apostolado no fue el resultado de la elección humana, sino de la divina, así que Pablo tenía autoridad para tratar los problemas en las iglesias de Galacia.
Pero en su ministerio, Pablo tenía una segunda base para su autoridad: Había fundado las iglesias en Galacia.
No les estaba escribiendo como si fuera un extraño, sino como quien les había llevado el mensaje de vida. Esta carta revela el afecto de Pablo por estos creyentes . Lamentablemente, no correspondían con el mismo afecto.
Gálatas 4.12–19 NTV
12 Amados hermanos, les ruego que vivan como yo, libres de esas cosas, pues yo llegué a ser como ustedes, los gentiles, libre de esas leyes. Ustedes no me trataron mal cuando les prediqué por primera vez. 13 Sin duda, recordarán que yo estaba enfermo la primera vez que les llevé la Buena Noticia. 14 Aunque mi condición los tentaba a no aceptarme, ustedes no me despreciaron ni me rechazaron. Todo lo contrario, me recibieron y me cuidaron como si yo fuera un ángel de Dios o incluso el mismo Cristo Jesús. 15 ¿Dónde ha ido a parar el espíritu de alegría y de gratitud que antes tenían? Estoy seguro de que ustedes se hubieran arrancado los propios ojos para dármelos de haber sido posible. 16 ¿Acaso ahora me volví su enemigo porque les digo la verdad? 17 Esos falsos maestros están muy ansiosos de ganarse el favor de ustedes, pero sus intenciones no son nada buenas. Lo que quieren es aislarlos de mí para que ustedes sólo les presten atención a ellos. 18 Si alguien quiere hacer cosas buenas por ustedes, no hay ningún problema; pero que lo haga en todo tiempo, no sólo cuando estoy con ustedes. 19 ¡Oh mis hijos queridos! Siento como si volviera a sufrir dolores de parto por ustedes, y seguirán hasta que Cristo se forme por completo en sus vidas.

Cuando Pablo oyó que los falsos maestros habían empezado a desviar a los nuevos creyentes, se preocupó en gran manera—y con mucha razón. Después de todo, enseñar a los nuevos creyentes a vivir para Cristo es tan importante como ganarlos (Mateo 28:19–20). Es triste decirlo, pero muchos de los creyentes en Galacia le habían vuelto la espalda a Pablo, su padre espiritual, y ahora seguían a maestros legalistas quienes estaban mezclando la ley de Moisés con el evangelio de la gracia de Dios. (Estos maestros falsos se conocen como judaizantes, porque trataban de engañar a los creyentes, con el fin de que regresaran a la religión de los judíos.)

Cuando Pablo oyó que los falsos maestros habían empezado a desviar a los nuevos creyentes, se preocupó en gran manera—y con mucha razón.
Después de todo, enseñar a los nuevos creyentes a vivir para Cristo es tan importante como ganarlos.
Mateo 28.19–20 NTV
19 Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 20 Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».
Es triste decirlo, pero muchos de los creyentes en Galacia le habían vuelto la espalda a Pablo, su padre espiritual, y ahora seguían a maestros legalistas quienes estaban mezclando la ley de Moisés con el evangelio de la gracia de Dios. (Estos maestros falsos se conocen como judaizantes, porque trataban de engañar a los creyentes, con el fin de que regresaran a la religión de los judíos.)
Es triste decirlo, pero muchos de los creyentes en Galacia le habían vuelto la espalda a Pablo, su padre espiritual, y ahora seguían a maestros legalistas quienes estaban mezclando la ley de Moisés con el evangelio de la gracia de Dios. (Estos maestros falsos se conocen como judaizantes, porque trataban de engañar a los creyentes, con el fin de que regresaran a la religión de los judíos.)

Su mensaje (1:3–4). Desde un principio, Pablo presenta claramente el mensaje del evangelio, porque era ésta el que los judaizantes estaban pervirtiendo. El evangelio se centra en la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios, quien pagó el precio por nosotros al morir en la cruz.

Las Cosas claras

Gálatas 1.3–4 NTV
3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. 4 Tal como Dios nuestro Padre lo planeó, Jesús entregó su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo de maldad en el que vivimos.
galatas 1:3–4). Desde un principio, Pablo presenta claramente el mensaje del evangelio, porque era ésta el que los judaizantes estaban pervirtiendo. El evangelio se centra en la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios, quien pagó el precio por nosotros al morir en la cruz.
Desde un principio, Pablo presenta claramente el mensaje del evangelio, porque era ésta el que los judaizantes estaban pervirtiendo.
El evangelio se centra en la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios, quien pagó el precio por nosotros al morir en la cruz.

Los judaizantes querían que los creyentes dejaran la libertad de la gracia por la esclavitud de la ley. Pablo sabía que esa esclavitud no era parte del mensaje del evangelio, ya que Cristo había muerto para poner a los hombres en libertad.

El evangelio se centra en la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios, quien pagó el precio por nosotros al morir en la cruz.
Los judaizantes querían que los creyentes dejaran la libertad de la gracia por la esclavitud de la ley. Pablo sabía que esa esclavitud no era parte del mensaje del evangelio, ya que Cristo había muerto para poner a los hombres en libertad.

Sirviendo para La Gloria de Dios

Gálatas 1.5 NTV
5 ¡A Dios sea toda la gloria por siempre y para siempre! Amén.
Su motivo (1:5). “A quien sea la gloria por los siglos de los siglos”. Los falsos maestros no estaban sirviendo para glorificar a Cristo, sino para su propia gloria (ve 6:12–14).
Los falsos maestros no estaban sirviendo para glorificar a Cristo, sino para su propia gloria
Gálatas 6.12–14 NTV
12 Los que tratan de obligarlos a circuncidarse lo hacen para quedar bien con otros. No quieren ser perseguidos por enseñar que sólo la cruz de Cristo salva. 13 Ni siquiera los que luchan a favor de la circuncisión cumplen toda la ley. Sólo quieren que ustedes se circunciden para poder jactarse de ello y decir a todos que ustedes son sus discípulos. 14 En cuanto a mí, que nunca me jacte de otra cosa que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Debido a esa cruz, mi interés por este mundo fue crucificado y el interés del mundo por mí también ha muerto.
Su motivo (1:5). “A quien sea la gloria por los siglos de los siglos”. Los falsos maestros no estaban sirviendo para glorificar a Cristo, sino para su propia gloria (ve 6:12–14).
Así como los maestros falsos en la actualidad, los judaizantes no se ocupaban en ganar a los perdidos para Cristo, más bien, estaban robándose a los convertidos de otros y jactándose de ellos. Pero el móvil de Pablo era puro y piadoso: quería glorificar a Cristo Jesús
Así como los maestros falsos en la actualidad, los judaizantes no se ocupaban en ganar a los perdidos para Cristo, más bien, estaban robándose a los convertidos de otros y jactándose de ellos. Pero el móvil de Pablo era puro y piadoso: quería glorificar a Cristo Jesús

Su motivo (1:5). “A quien sea la gloria por los siglos de los siglos”. Los falsos maestros no estaban sirviendo para glorificar a Cristo, sino para su propia gloria (ve 6:12–14). Así como los maestros falsos en la actualidad, los judaizantes no se ocupaban en ganar a los perdidos para Cristo, más bien, estaban robándose a los convertidos de otros y jactándose de ellos. Pero el móvil de Pablo era puro y piadoso: quería glorificar a Cristo Jesús (ve 1 Corintios 6:19–20; 10:31–33).

1 Corintios 6.19–20 NTV
19 ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, 20 porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.
Su motivo (1:5). “A quien sea la gloria por los siglos de los siglos”. Los falsos maestros no estaban sirviendo para glorificar a Cristo, sino para su propia gloria (ve 6:12–14). Así como los maestros falsos en la actualidad, los judaizantes no se ocupaban en ganar a los perdidos para Cristo, más bien, estaban robándose a los convertidos de otros y jactándose de ellos. Pero el móvil de Pablo era puro y piadoso: quería glorificar a Cristo Jesús (ve ; ).
1 Corintios 6.19 NTV
19 ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos,
1 corintios
1 Corintios 10.31–33 NTV
31 Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios. 32 No ofendan a los judíos ni a los gentiles ni a la iglesia de Dios. 33 Yo también trato de complacer a todos en todo lo que hago. No hago sólo lo que es mejor para mí; hago lo que es mejor para otros a fin de que muchos sean salvos.
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