EL SECRETO DE LA VICTORIA

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La vida cristiana es una batalla decisiva e importante.

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EL SECRETO DE LA VICTORIA
Predica dominical
Sermón Temático
Luis Andrés Estupiñán Ch
Bogotá, agosto 12 de 2018
EL SECRETO DE LA VICTORIA
A. INTRODUCCION
a. Sujeto o tópico
La vida cristiana es una batalla decisiva e importante.
Bienestar o destrucción de millones, depende de nuestra fidelidad.
Existe la lucha del triunfo descrita en -9 y del fracaso identificada en .
Nosotros escogemos nuestro campo de batalla.
El campo azul:
Piensen en todo esto
8 Por lo demás, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es digno de alabanza; si hay en ello alguna virtud, si hay algo que admirar, piensen en ello.
9 Lo que ustedes aprendieron y recibieron de mí; lo que de mí vieron y oyeron, pónganlo por obra, y el Dios de paz estará con ustedes.
El campo rojo:
19 Las obras de la carne se manifiestan en adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas. Acerca de ellas les advierto, como ya antes les he dicho, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
b. Tema
El secreto de la victoria y de escoger el buen escenario para dar la batalla en nuestra vida lo podemos apreciar e identificar a partir de la vida del Rey Asa, descrita en el libro 2 de Crónicas, capitulo 14:1-15 y en
Asa (en hebreo: אסא) fue el quinto rey de la casa de David y el tercero del Reino de Judá, gobernando entre 913 y 873 a. C.
Asa, era hijo de Abías y bisnieto de Salomón.
Asa fue celoso cumplidor de la religión judía, y persiguió a los idólatras.
Murió tras 41 años de reinado honrado por su pueblo, y le sucedió su hijo Josafat.
Rechazó dos intentos de invasión: uno de Egipto y otro de Basá, rey de Israel.
c. Texto
(RVC)
Reinado de Asa
B. CUERPO
a. Primera división principal
Para obtener la victoria: DEBE HABER PURIFICACION
()
Reinado de Asa
14 Abías[1] descansó entre sus antepasados y fue sepultado en la ciudad de David, y en su lugar reinó su hijo Asa, y durante su reinado el país estuvo en paz durante diez años.
2 Asa hizo lo bueno y lo recto ante los ojos del Señor su Dios,
3 pues quitó los altares de culto ajenos y los lugares altos, hizo pedazos los ídolos y derribó los símbolos de Asera[2],
4 y ordenó a Judá buscar al Señor, el Dios de sus padres, y poner por obra la ley y sus mandamientos.
5 Además, quitó de todas las ciudades de Judá los lugares altos y los ídolos, y bajo su reinado hubo paz.
i. Ilustración
Asa mismo, en primer lugar: “hizo lo bueno y lo recto” (v 2).
Es posible creerse bueno sin ser recto. ¡Cuántos borrachos creen estar haciendo el bien!
¡Cuántas personas super religiosas ofrendan y estafan en sus negocios!
Judas quiso presentarse como bueno con los pobres, cuando una mujer ungió a Jesús con un perfume muy caro, y él se disgustó, porque no lo vendieron y les dieron ese dinero a los pobres, pero sabemos que su corazón no era recto ya había decidido entregar a Cristo.
Juan y Santiago fueron rectos, pero a veces no tenían buenas intenciones. ()[3].
“No puede ser fuente de vida si tiene pecado en su interior.”
Asa, Se sintió siempre en la presencia de Dios y eso le ayudó mucho a hacer lo bueno y lo recto.
ii. Aplicación
Hay una relación directa entre la obediencia a los mandamientos del Señor y las bendiciones que resultan de este acatamiento a sus leyes.
Bendiciones y maldiciones son el resultado de vivir de cara o de espaldas a Dios.
Es la enseñanza que el capitulo 28 de Deuteronomio intenta inculcar en los oyentes del largo discurso de Moisés.
Hasta el libro de Apocalipsis llega la reiterada llamada a la obediencia con su premio de bendiciones ()[4].
Esta cita esta dentro la revelación de Jesucristo.[5]
3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y observan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca.
La primera parte del reinado de Asa, fue caracterizada por un tiempo de paz y prosperidad.
Tal situación se debió a las medidas que él tomó, que trajeron como resultado una situación de bienestar.
a. Instó al pueblo a reconciliarse con su Dios (v. 4a), y a poner en práctica las ordenanzas de la ley (v. 4b).
4 y ordenó a Judá buscar al Señor, el Dios de sus padres, y poner por obra la ley y sus mandamientos.
b. Limpió todos los lugares de idolatría (vv. 3, 5).
“pues quitó los altares de culto ajenos y los lugares altos, hizo pedazos los ídolos y derribó los símbolos de Asera,”
“Además, quitó de todas las ciudades de Judá los lugares altos y los ídolos, y bajo su reinado hubo paz.”
c. Inició un período de obras públicas (vv. 6, 7a).
6 Precisamente porque en ese tiempo había paz y nadie le hacía la guerra, pues el Señor le había dado paz, Asa construyó en Judá ciudades fortificadas.
7 Les dijo a los de Judá:
«Edifiquemos estas ciudades, y levantemos murallas a su alrededor, con torres, puertas y cerrojos, pues la tierra es nuestra. Nosotros hemos buscado al Señor nuestro Dios, y porque lo hemos buscado, él nos ha dado paz en todas partes.»
En la construcción tuvieron mucho éxito.
d. Pudo formar un ejército bien armado y adiestrado (v. 8).
8 Además, Asa tenía un ejército armado de lanzas y escudos, todos ellos soldados bien entrenados para lanzar flechas. De Judá eran trescientos mil, y de Benjamín doscientos ochenta mil.
e. Pero, sobre todo, manifestó una fe profunda en el poder de su Dios (vv. 9–11).
11 Allí Asa clamó al Señor su Dios, y dijo: «¡Ay, Señor! Para ti no hay diferencia alguna en brindar tu ayuda al poderoso o al débil. ¡Ayúdanos, Señor y Dios nuestro, porque en ti confiamos y en tu nombre venimos contra este ejército! Tú, Señor, eres nuestro Dios; ¡que no prevalezca el hombre contra ti!»
b. Segunda división principal
Para obtener la victoria DEBE HABER PREPARACIÓN
()
6 Precisamente porque en ese tiempo había paz y nadie le hacía la guerra, pues el Señor le había dado paz, Asa construyó en Judá ciudades fortificadas.
7 Les dijo a los de Judá:
«Edifiquemos estas ciudades, y levantemos murallas a su alrededor, con torres, puertas y cerrojos, pues la tierra es nuestra. Nosotros hemos buscado al Señor nuestro Dios, y porque lo hemos buscado, él nos ha dado paz en todas partes.»
En la construcción tuvieron mucho éxito.
8 Además, Asa tenía un ejército armado de lanzas y escudos, todos ellos soldados bien entrenados para lanzar flechas. De Judá eran trescientos mil, y de Benjamín doscientos ochenta mil.
i. Ilustración
Asa, para asegurarse la victoria, hizo por lo menos cuatro cosas.
a. Edificó (6).
“Asa construyó en Judá ciudades fortificadas.”
Si queremos crecer debemos ser edificados.
().
20 y están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, cuya principal piedra angular es Jesucristo mismo.
21 En Cristo, todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para llegar a ser un templo santo en el Señor;
22 en Cristo, también ustedes son edificados en unión con él, para que allí habite Dios en el Espíritu.
Reafirmamos enfáticamente que el cristiano es como un edificio en el cual el Señor quiere morar,
¿Lo somos?
b. Amuralló (7).
“Edifiquemos estas ciudades, y levantemos murallas a su alrededor,”
Todo muro tiene dos propósitos. ()
17 Por lo tanto, el Señor dice:
«Salgan de en medio de ellos, y apártense;
y no toquen lo inmundo;
y yo los recibiré.
18 Y seré un Padre para ustedes,
y ustedes serán mis hijos y mis hijas.»
Lo ha dicho el Señor Todopoderoso.
En resumen, el muro aísla a los de fuera y asegura a los de dentro.
c. Hizo torres (7).
“con torres, puertas y cerrojos, pues la tierra es nuestra.”
Para elevarse y asegurarse. ().
“El nombre del Señor es una fortaleza
a la que el justo acude en busca de ayuda.”
Goliat era un gigante y miraba a quien llegaría hacer el rey David hacia abajo, David miró hacia arriba y puso sus ojos en Dios.
d. Se armo (8).
“Además, Asa tenía un ejército armado…”
“Soy yo soldado de Jesús, mi rey es el Señor.”
Con la armadura que Dios nos provee no hay derrotas. ().
La armadura de Dios
10 Por lo demás, hermanos míos, manténganse firmes en el Señor y en el poder de su fuerza.
11 Revístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las asechanzas del diablo.
12 La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!
13 Por lo tanto, echen mano de toda la armadura de Dios para que, cuando llegue el día malo, puedan resistir hasta el fin y permanecer firmes.
14 Por tanto, manténganse firmes y fajados con el cinturón de la verdad, revestidos con la coraza de justicia,
15 y con los pies calzados con la disposición de predicar el evangelio de la paz.
16 Además de todo esto, protéjanse con el escudo de la fe, para que puedan apagar todas las flechas incendiarias del maligno.
17 Cúbranse con el casco de la salvación, y esgriman la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
ii. Aplicación
Ventajas que sacó el rey Asa, de esa tranquilidad.
El país disfrutaba de paz porque Jehová le había dado paz (v. 6).
1. Asá reconoce que la paz de que disfrutan es don de Dios, así como una recompensa por la reforma que habían emprendido (v. 7): «Porque hemos buscado a Jehová nuestro Dios … Él nos ha dado la paz por todas partes». Sabemos por experiencia que es bueno buscar a Dios, pues Él nos da paz.
2. Consulta a su pueblo, a través de sus representantes, para percibir de sacar de la paz el mayor provecho posible, y sacan esta conclusión:
ü Que no deben ser perezosos, sino que deben estar ocupados.
Al no tener por entonces guerra, decía el verso7: «Edifiquemos estas ciudades, etc.».
Cuando «las iglesias tenían paz, eran edificadas» ()[6].
Cuando la espada está envainada, hay que echar mano a la pala.
ü En tiempo de paz, debemos de prepararnos para tiempos de conflicto:
· Asá cercó de muros las ciudades, con torres, puertas y barras como está escrito en el verso 7.
Habla como quien espera que pueda surgir el peligro cuando sea demasiado tarde para fortificarse y desearían haberlo hecho antes. «Edificaron, pues, y fueron prosperados» (v. 7).
· Tenían también un buen ejército, bien equipado para salir al campo de batalla (v. 8).
Tanto Judá como Benjamín estaban bien entrenados, y tenía Benjamín casi tantos soldados como Judá.
Las dos tribus estaban armadas de manera diferente, tanto en cuanto a las armas defensivas, como a las ofensivas.
Los de Judá se protegían con paveses[7], mientras que los de Benjamín lo hacían con escudos[8], y eran los primeros mucho más amplios que los segundos (, [9]).
Los de Judá luchaban con lanzas; los de Benjamín, con arcos, para alcanzar a distancia al enemigo.
c. Tercera división principal
Para obtener la victoria DEBE HABER LUCHA
()
9 Zeraj el etíope salió a presentarles batalla con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros de guerra; y llegó hasta Maresa.
10 Asa salió a su encuentro, y libraron la batalla en el valle de Sefata[10], junto a Maresa[11].
11 Allí Asa clamó al Señor su Dios, y dijo:
«¡Ay, Señor! Para ti no hay diferencia alguna en brindar tu ayuda al poderoso o al débil. ¡Ayúdanos, Señor y Dios nuestro, porque en ti confiamos y en tu nombre venimos contra este ejército! Tú, Señor, eres nuestro Dios; ¡que no prevalezca el hombre contra ti!»
i. Ilustración
Zera, significa “levantamiento”, era idumeo, nieto de Esaú. Carnal.
Etíope, significa “quemado”. Siempre asociado a Egipto. Oposición. Mundo.
Maresa, significa “posesión”, “Principados y potestades” (). Diablo.
12 La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!
Asa, reconoce que con semejante enemigo no tiene fuerza. (verso 11).
«¡Ay, Señor! Para ti no hay diferencia alguna en brindar tu ayuda al poderoso o al débil. ¡Ayúdanos, Señor y Dios nuestro, porque en ti confiamos y en tu nombre venimos contra este ejército! Tú, Señor, eres nuestro Dios; ¡que no prevalezca el hombre contra ti!»
Su mirada no está en el enemigo; procura apoyarse en Dios.
Sabe que en realidad la batalla es entre el Señor y Satanás.
“En ti nos apoyamos.” Ahí está el secreto de la victoria. ().
5 Así ha dicho el Señor:
«Maldito el hombre que confía en otro hombre; que finca su fuerza en un ser humano, y aparta de mí su corazón.
6 Ese hombre será como la retama en el desierto: Cuando el bien llegue, no lo verá; al contrario, vivirá en los sequedales del desierto, en lugares completamente despoblados.
7 »Pero bendito el hombre que confía en mí, que soy el Señor, y que en mí pone su confianza.
8 Ese hombre es como un árbol plantado junto a los arroyos; echa sus raíces junto a las corrientes, y no se da cuenta de cuándo llega el calor; sus hojas siempre están verdes, y en los años de sequía no se marchita ni deja de dar fruto.»
Además, como esta descrito en el verso 8, Asa tenía un ejército armado de lanzas y escudos, todos ellos soldados bien entrenados para lanzar flechas.
De Judá eran trescientos mil, y de Benjamín doscientos ochenta mil.
ii. Aplicación
I. La paz del reino de Asá es perturbada por un formidable ejército de etíopes que les invadieron (vv. 9, 10).
9 Zeraj el etíope salió a presentarles batalla con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros de guerra; y llegó hasta Maresa.
10 Asa salió a su encuentro, y libraron la batalla en el valle de Sefata, junto a Maresa.
II. Bajo la nube negra que pendía sobre su cabeza Asá acude a Dios. Quien había buscado a Dios en los días de prosperidad, bien podía clamar confiado en el día de la aflicción, a su Dios (v. 11). Su oración es breve, pero densa de contenido.
11 Allí Asa clamó al Señor su Dios, y dijo:
1. Alaba a Dios por su infinito poder y por su soberanía: «Para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas».
2. Dios actúa con su propia fuerza, no con la de sus instrumentos. Es como si dijera: «Señor, no te decimos que te pongas de nuestra parte por tener un buen ejército con el cual puedes actuar, sino que te pongas de nuestra parte porque sin ti no tenemos poder alguno».
2. Apela a la relación pactada que tienen con Dios: «Oh, Jehová Dios nuestro».
3. Suplica también a la dependencia que tienen de Él. Asá estaba bien preparado para la lucha; sin embargo, no ponía su confianza en sus preparativos, sino: «En ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra esa gran muchedumbre; tenemos tu garantía, buscamos tu gloria y confiamos en tu fuerza».
4. Compromete a Dios en su causa: «No prevalezca contra ti el hombre».
El enemigo es un hombre mortal. ¡Que se vea cuán desigual es su lucha contra el Dios inmortal!
C. Conclusión y sus partes
ENTONCES HABRA GRAN VICTORIA
()
12 El Señor derrotó a los etíopes que se enfrentaron contra Asa y Judá, y los etíopes huyeron.
13 Asa y su ejército los persiguieron hasta Gerar, y los etíopes fueron derrotados hasta no quedar uno solo con vida. Fueron derrotados delante del Señor y de su ejército, y se les quitó un gran botín de guerra.
14 Además, el terror del Señor cayó sobre todas las ciudades alrededor de Gerar, y como había en ellas grandes riquezas, Asa y los suyos las saquearon,
15 y atacaron también las cabañas de los que tenían ganado, y antes de volver a Jerusalén se llevaron muchas ovejas y camellos.
a. Reafirmación de la proposición
En la vida y acciones del rey Asa, tres tipos de victoria identificamos:
· Victoria espiritual. Zera, Etíope y Maresa. Carne, mundo y Diablo. (v.13).
· Victoria moral. El terror de Jehová sobre ellas, sin aliento. (v.14).
· Victoria material. Ovejas, camellos, grande despojo. (v.14-15).
b. Resumen o sinopsis de las divisiones principales
La gloriosa victoria que le otorgó Dios sobre sus enemigos.
1. Dios derrotó al enemigo y puso sus fuerzas en desorden (v. 12): Y Jehová deshizo a los etíopes, los cuales huyeron aterrorizados; no sabían ni por qué ni adónde.
2. Asá y sus soldados aprovecharon la ventaja que les dio Dios contra sus enemigos, pues:
ü Les persiguieron y cayeron los etíopes hasta no quedar uno vivo.
ü Les saquearon el campamento.
ü Atacaron las ciudades en las que se habían refugiado los enemigos (v. 14).
ü Se llevaron numeroso ganado del país enemigo (v. 15).
c. Aplicación final del mensaje
Dificultades afrontadas con el poder de Dios significan victoria. ().
11 Claro que ninguna disciplina nos pone alegres al momento de recibirla, sino más bien tristes; pero después de ser ejercitados en ella, nos produce un fruto apacible de justicia.
d. Invitación o llamado a responder el mensaje
Como Asa invocó a Jehovah su Dios, diciendo: “¡Oh Jehovah, no hay otro como tú para ayudar tanto al poderoso como al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehovah, Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre vamos contra esta multitud.
Nosotros también invoquemos: “¡Oh Jehovah, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre!” (14:11).
Amen
[1] ABÍAS = «Jehová es Padre o Jehová es cuidadoso». Nombre bastante común en hebreo y que se usa también en su forma femenina
Ventura, S. V. (1985). En Nuevo diccionario bíblico ilustrado (pp. 5–6). TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
[2] ASERA (אֲשֵׁרָה, Asera). Nombre usado para una diosa canaanita de la fertilidad y para el poste de madera que la simbolizaba. La mayoría de las apariciones de “asera” en la Biblia se refieren al poste o árbol sagrado utilizado en la adoración canaanita e israelita. Sin embargo, textos extrabíblicos encontrados en Ugarit arrojan luz sobre otros casos, sugiriendo que Asera es el nombre de una diosa.
Tully, E. (2014). Asera. En J. D. Barry & L. Wentz (Eds.), Diccionario Bíblico Lexham. Bellingham, WA: Lexham Press.
[3] 54 Al ver esto, sus discípulos Jacobo y Juan dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos que caiga fuego del cielo, como hizo Elías, para que los destruya?»
55 Pero Jesús se volvió y los reprendió. [Y les dijo: «Ustedes no saben de qué espíritu son.
56 Porque el Hijo del Hombre no ha venido a quitarle la vida a nadie, sino a salvársela.»] Y se fueron a otra aldea.
[4] 1 Esta revelación Dios se la dio a Jesucristo para que mostrara a sus siervos lo que pronto tiene que suceder. Jesucristo envió a su ángel y se la dio a conocer a su siervo Juan,
2 y éste da fe de todo lo que ha visto, y de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo.
3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y observan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca.
[5] Reina Valera Contemporánea. (2012). (). Brasil: Sociedades Bíblicas Unidas.
[6] 31 Mientras tanto, las iglesias en toda Judea, Galilea y Samaria vivían en paz y eran edificadas en el temor del Señor, y su número iba en aumento por la fuerza del Espíritu Santo.
Reina Valera Contemporánea. (2012). (). Brasil: Sociedades Bíblicas Unidas.
[7] Escudo oblongo que cubría casi todo el cuerpo del combatiente.
[8] Arma defensiva consistente en una plancha de cuero, madera o metal, que se llevaba en el brazo para protegerse de las ofensivas el caballero se protegía con el escudo
[9]
16 Además, el rey Salomón mandó forjar doscientos grandes escudos bañados en oro. En cada escudo se emplearon seis kilos de oro.
17 También mandó forjar otros trescientos escudos más pequeños, bañados en oro, que hizo colocar en el palacio conocido como Bosque del Líbano. En cada uno se emplearon un kilo y medio de oro.
Reina Valera Contemporánea. (2012). (). Brasil: Sociedades Bíblicas Unidas.
[10] Sefata (heb. Tsefâthâh, “atalaya [mirador]”). Valle cerca de Maresa, donde el rey Asa de Judá venció al ejército de Zera el etí­ope (). Su ubicación no se ha establecido con certeza. Puede ser el Wâd§ Zeit~, que comienza a unos 3 km al norte de Maresa, que ahora se llama Tell Sanda1annah y continúa en dirección noroeste hacia el Mediterráneo.
[11] Ciudad de la llanura de Judá (; cfr. ). Fortificada por Roboam ()
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