Un verdadero Discípulo de Cristo
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Introducción
Introducción
Luego de que Jesus dijo terminada la fiesta de los tabernáculos que él era la luz del mundo, el cumplimiento de la esperanza mesiánica de Israel, el hijo de Dios que reinaría sobre su pueblo, y los llevaría al disfrute eterno del reino de Dios, Así como la columna de Fuego y la Nube de Gloria guió a Israel a travez del desierto a la tierra prometida, muchos creyeron en él (Vs. 30).
Seguir a Jesus no es fácil, las personas a las que Juan se dirigen estaban enfrentando mucha oposición, algunos serían martirizados, otros siendo Judíos al abandonar el judaísmo serían expulsados de la sinagoga.
Juan escoge la historia siguiente para animar a los discípulos a permanecer en el Señor, les quiere mostrar que la permanencia es la marca del verdadero discípulo de Cristo. El les quieres hacer notar que el Señor fue perseguido, así mismo no será extraño que su pueblo sea perseguido, de echo es lo que sigue en Juan 8, un ciego de nacimiento que cree en Jesus es expulsado de la sinagoga por su fidelidad al Señor que le sano.
La intención de Juan es fortalecer a la iglesia perseguida de su tiempo a permanecer en la fe, animar a los dudosos a poner su confianza en el Señor y a los incrédulos a poner su confianza en Cristo, el único y suficiente salvador de los hombres. Juan no quiere que en la iglesia hayan presuntuosos, sino verdaderos discípulos, así que que nos recuerda la gloriosa declaración del Señor a los que habían creído en él.
Estas palabras son para los creyentes, para todos los que se han ganado el oido del Señor de alguna manera, pero también pone al descubierto a los incrédulos que reaccionan a su declaración.
Esta es una enseñanza sobre lo significa ser un verdadero discípulo.
¿No te haz preguntado si tu fe es real? ¿Te haz preguntado por la fe de otros, como saber si es real? ¿Como darnos cuenta quien es un verdadero discípulo de Jesus o un verdadero creyente?
Aquí esta la respuesta del Señor, él declara aquí a todas estas personas que creyeron en él:
Que caracteriza a un verdadero discípulo
que privilegio tiene un verdadero discípulo
y cual es la bienaventuranza que goza un verdadero discípulo;
La idea en esta declaración es que al considerar estas cosas nos aseguremos si tenemos o no una fe real, esto es algo bueno: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (2 Corintios 13.5, RVR60)
La presunción no es segura, el Señor quiere que entendamos cual es la verdadera naturaleza de la fe o del discipulado y que tengamos la seguridad de que verdaderamente él está en nosotros. El Señor no quiere que estas personas este contentas con una imitación de la fe, su deseo es que todos se salven y vengan al conocimiento de la verdad que lo hace libres.
Espero que si no la tienes, te asegures hoy de tenerla, es la intención del Señor en nuestro texto. Ruego a Dios que si no haz venido a la fe, tu reacción a la palabra no sea como la de algunos en en este texto, que aseguraron su sentencia a pesar de la paciente misericordia del Señor que a pesar de todas las blasfemias e insultos, se ofreció a ellos como su salvador. (Esto lo veremos luego) Y si tienes el sello del verdadero discípulo, espero que esto te anime y te guíe a permanecer.
Iniciemos considerando:
1. Lo que caracteriza a un verdadero discípulo
1. Lo que caracteriza a un verdadero discípulo
“Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en El: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos;” (Juan 8.31, LBLA)
Comencemos con las implicaciones negativas de sus palabras “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”
Intelectualmente estos nuevos creyentes, estaban de acuerdo con las palabras que Jesus había hablado sobre él cuando dijo “Yo soy la Luz del Mundo”, pero Jesus les hace ver que:
No solo es creer intelectualmente que él es el Mesías rey que los guiará a un lugar seguro y los introducirá al reino de Dios;
Ellos deben también reconocer que para que esto pase, deben reconocer que son esclavos (Del pecado, de satanas) y que son reos de condenación eterna a causa de su rebelen contra Dios. Solo al reconocer esto podrán poner toda su esperanza en Cristo, no solo como el que nos guiara al reino de Dios, si no como el salvador que vino a librarnos del pecado, de satanás y de la muerte eterna, esto es una obra radical para una situación radical.
Ellos deben creer que Cristo es su libertador, no solo su maestro y guiador.
Un verdadero discípulo comienza reconociendo su condición de esclavitud y la realidad de que esta completamente engañado y que necesita un salvador. La fe comienza reconociendo esta necesidad, una necesidad que tiene todo hombre.
Note que por implicación, solo un verdadero discípulo de Cristo puede conocer la verdad y ser libre, el que no es de Cristo es un esclavo y esta engañado, vive en el ámbito de la mentira.
Luego del reconocimiento esta la permanencia en su palabra, no importa si crees que eres un miserable pecador, no eres salvo a menos que confíes en la palabra de Cristo, es decir: en las promesas y demandas del evangelio y permanezcas en ellas, siendo persuadido constantemente por el evangelio, apreciándolo, atesorándolo como tu única esperanza, alimentándote de él sabiendo que de el depende tu vida y crecimiento en la gracia.
El evangelio es en resumen la palabra de Cristo, todo lo que Cristo habla tiene que ver con la buena noticia sobre quien es él y su perfecta obra (Viviendo en perfección y entregando su vida por nuestros pecados al ser levantado en una cruz), recordemos todas las buenas noticias que hemos estudiado hasta ahora en el evangelio de Juan:
El es La escalera al cielo sobre la cual descienden las bendiciones de Dios para su pueblo
el Tabernáculo de Dios con los hombres
el hijo del hombre que descendió del cielo para ser levantado en una cruz a causa de la rebelión de los hombres de manera que todo aquel que en el crea no se pierda mas tenga vida eterna
el hijo de Dios enviado para salvar al mundo de sus pecados
el unigénito del Padre que vino a saciar la sed del hombre,
el que perdona el pecado y lo justifica por su perfecta obediencia y por su sacrificio en la cruz
aquel que da vida eterna a quién quiere por el poder de su palabra,
el levanta a los muertos por el poder de su palabra,
el pan de vida y la luz del mundo. Todo hombre le necesita y podrá saciar su hambre con él y salir de la oscuridad siguiéndole a él.
Cada una de sus palabras es la buena nueva del evangelio, sus palabras tienen que ver con él, con su obra y su carcater.
Es en estas palabras que permanecen los verdaderos discípulos. Un discípulo cree por el evangelio y permanece por el evangelio, las palabras de Cristo son Espíritu y son Vida para él.
La palabra permanecer es usada en Juan 15: 4-6: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.” (Juan 15.4–6).
Permanecer en su palabra, tiene que ver con permanecer en él, descansar completamente en él como nuestro salvador y libertador personal, reconocer que solo en él tenemos libertad y solo él es la verdad que puede guiar nuestra vida. Es estar en unión vital con él.
Permanecer en su palabra, es depender del Señor, como un pámpano depende de la vid, para tener vida y para llevar fruto. Es tener intima comunión con él por el E.S. que nos revela la gloria de Cristo por medio de la palabra inspirada de Dios (Bliblia).
Jesus explica mas adelante en Juan 15:7-11 los que implica permanecer en él y que su palabra permanezca en nosotros: y nos dice:
“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.” (Juan 15.7–11)
Permanecer en su palabra implica obediencia, no se trata solo de asentir al evangelio, sino seguir las demandas del evangelio, que implica tomar nuestra cruz para seguir una vida de entrega completa a Cristo. El discípulo verdadero considera a Cristo como su Señor, no solo como su salvador. Pues si lo compro con su sangre, se sabe deudor y vivirá para servirle a él.
Este es el llamado al discipulado, es un llamado a la permanencia, es lo mismo que el Señor dijo en el sermón del monte:
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 7.21, RVR60)
Mas adelante el Señor ilustro esto con una comparación: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.” (Mateo 7.24–27, RVR60)
Ser un discípulo implica que por su obra fuimos adoptados en su familia y revelaremos el carcater del Padre progresivamente en nuestra vida: “Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.” (Mateo 12.50, RVR60)
Por causa de su carácter, un verdadero discípulo será perseguido como Cristo lo fue, pero su fe persevera hasta el fin “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” (Mateo 10.22, RVR60)
No somos salvos por perseverar o por ser discípulos de Cristo y ser perseguidos, sino por su obra de regeneración en nuestros corazones y esta obra se manifiesta en la perseverancia en su palabra, en que vivimos una vida consagrada a él y así permaneceremos hasta el final:
“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1 Juan 5.4–5, RVR60)
La fe que nos ha sido dada es una fe omnipotente que permanecerá en al palabra del Señor, que creerá a sus promesas, que temerá a sus sentencias, que seguirá su consejo y dirección.
La fe verdadera, no puede morir: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2.8–10, RVR60)
Recordemos a Job, como el diablo intento arrebatar su fe y no pudo. Recuerden a Pedro, fue minado para desistir de seguir a Cristo por satanas y no fue posible. La fe salvadora no puede ser destruida.
Este tipo de fe fue la que manifestó Josue al seguir la dirección de la columna de fuego en desierto, al creer en las promesas de Dios y en ser valiente para enfrentar por la fe a su enemigos y entrar en procesión de la tierra prometida.
Esto no significa que Josué nunca fallo, pero cada vez que lo hacía se arrepentía y ponía su confianza en las promesas de Dios y continuaba en su camino de obediencia. El que es nacido de Dios actúa así, odia el pecado, se arrepiente de haber afrentado a su Señor y regresa al camino de la obediencia en dependencia del él.
Permanecer es saber que necesito estar expuesto a la influencia santificante de su palabra, no es una relación casual con las escritura, sino una relación creciente y dependiente de la escritura. Debemos desear, tener apetito por ella como el salmista en salmo 19.
Debemos crecer en nuestra comprensión de la palabra. Pedro advirtió sobre el peligro de no crecer en nuestra comprensión de la escritura:
“casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.” (2 Pedro 3.16–18, RVR60)
debemos crecer en nuestro entendimiento del Cristo de la escritura, Juan dice:
“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.” (2 Juan 9, RVR60)
J.C Ryle: Adviértase que no es “la palabra que permanece en nosotros”, sino nuestra “permanencia en la palabra”, lo que nos convierte en discípulos verdaderos. Es una distinción muy importante.
No es posible permanecer sin la palabra:
“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1 Timoteo 4.16, RVR60)
En resumen:
Si alguien es un verdadero discípulo permanecerá en la palabra del Señor, confiado en su persona y su obra, obediente a su dirección, dependiente de las promesas del evangelio.
No se nos dice que para ser un verdadero discípulo debemos perseverar, se nos dice que si permanecemos en la palabra, somos verdaderos discípulos. Esta es la identidad de un discípulo. Permanecer es evidencia de que has nacido de Dios, que tienes una fe omnipotente como un don que permanece para siempre.
Un falso discípulo se mostrará inconstante, desinteresado por la palabra de Cristo y en abierta oposición a sus mandamiento. Un falso discípulo no permanece: “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” (1 Juan 2.19, RVR60)
Son como nubes que no retienen agua, van de aquí para allá siguiendo todo viento de doctrina, van de un lugar a otros huyendo de las implicaciones del evangelio, quieren escapar del infierno pero permanecer vivos a su orgullo, vivos para el mundo, ajenos a la justicia de Dios.
En Juan 6 vimos un ejemplo de personas que no permanecieron, Cuando Jesus les hablo sobre su condición y sobre su necesidad absoluta de él para la vida espiritual, como los es el alimento para física y su incapacidad natural para venir a él sin la obra del Padre, muchos se apartaron para no seguirle más. Estas personas creyeron hasta cierto punto, pero cuando escucharon de Jesus la verdad sobre Dios, la verdad a cerca de su condición, de su impotencia para salvarse y la verdad sobre su necesidad de Cristo y las implicaciones de participar de su muerte, entonces se volvieron a tras.
Su fe, no era real, no era una fe salvifica, porque no permanecieron en su palabra.
Juan enfatiza lo mismo cuando dice:
“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” (1 Juan 2.3–6, RVR60)
Ser un discípulo es algo que tiene que ver con un caminar continuo por la senda de la negación, el amor, la obedecía a Dios y el deseo de permanecer bajo la influencia poderosa de la palabra del Señor.
No tiene nada que ver con un evento de un día, con levantar la mano o hacer la oración del pecador cuando alguien te evangelizo. Es permanencia.
No es comenzar, sino “permanecer” lo que demuestra la gracia verdadera. El tiempo y las pruebas sacaran a la luz que tipo de fe tenemos. El verdadero discípulo es aquel que prosigue como empezó, siendo fiel al Señor.
2. El privilegio de un verdadero discípulo
2. El privilegio de un verdadero discípulo
“y conoceréis la verdad....” (Juan 8.32)
Conocer aquí, es una palabra que denota una relación intima con algo. Mas adelante Jesus dijo yo soy el camino, la verdad y la vida.
Jesus es la verdad, es fue el único que como hombre expuso el carácter de Dios en su vida, de manera que sus palabras, sus pensamientos y acciones siempre estuvieron en concordancia con el Justo y verdadero Dios, no había nada engañoso en Jesus, él es la verdad y la verdad esta en él.
La verdad es todo lo que corresponde con la realidad. Jesus siendo Dios vino revelar en su carne todo lo que corresponde con la realidad, viviendo según el diseño de Dios para el hombre, entregado por completo a Dios y a sus propósitos, viendo para glorificar a Dios, amando a los hombres hasta la muerte y muerte de Cruz.
No puedes ver en Jesus un hombre egoísta, centrado en si mismo, velando por sus intereses y viviendo para su gloria. El hombre no fue creado para esto, vivir así daña al hombre, daña las relaciones, corrompe la creación y no corresponde con la realidad.
En la medida que un discípulo sigue sus pisadas, viviendo para la gloria de Dios, amando a Dios y a los hombres, negándose a si mismo, el creyente va a conocer cada vez mas el carcater de Dios y mas será capacitado para obedecerlo “El alimento sólido es para los que son maduros, los que a fuerza de práctica están capacitados para distinguir entre lo bueno y lo malo.” (Hebreos 5.14, NTV) “El temor del Señor es la base de la verdadera sabiduría; todos los que obedecen sus mandamientos crecerán en sabiduría. ¡Alábenlo para siempre!” (Salmo 111.10, NTV)
Es imposible crecer en el conocimiento de Cristo, de su obra, de su evangelio, sin seguirlo en obediencia, sin permanecer en su palabra. Crecerás en tu entendimiento de la verdad, en la medida que permanezcas en su palabra con un corazón humilde y obediente.
En la medida que un discípulo permanece en la palabra, conocerá la verdad sobre su procedencia y su destino eterno, sabrá la verdad sobre quien es el soberano de la tierra, sabrá quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, quien esta sentado a la diestra del trono de Dios intercediendo por él en medio de tus conflictos presentes, entenderá que Cristo esta preparando un lugar para él en el reino, entenderá quien es quien le sostiene en esta tierra e intercede por él en el cielo. ¿No esto un gran privilegio?
El que es nacido de Dios, teme a Dios y este temor le guiara a la obediencia y la obediencia le hará mas sabio y como resultado esta sabiduría le traerá libertad.
3. La Bienaventuranza de un verdadero discípulo
3. La Bienaventuranza de un verdadero discípulo
“Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.” (Romanos 6.22)
El que persevera en su palabra es libre del pecado, de las mentiras y engaños de satanás y sus maquinaciones; sabrá huir de la tentación, sabrá mantenerse alejado del pecado y la muerte no tendrá potestad sobre su vida, será libre del temor de la muerte, pues crecerá en su entendimiento del amor de Dios.
Es libre porque la verdad lo hace libre, libre verdaderamente, no para hacer lo que mas quiere hacer un hombre natural, sino libre para vivir según el diseño de Dios para él, libre para glorificar a Dios y disfrutar de él. Libre para amar a su prójimo incondicionalmente, para perdonarlo y mostrarle la gracia que ha recibido del Señor. Libre para servir en amor, libre para usar lo que tiene para el beneficio de otros y el avance del reino.
La verdadera libertad es encontrar las restricciones correctas, y es por eso que Jesús dice: 'El que encuentre su vida la perderá, y quien pierda su vida por mí la encontrará' (Mateo 10:39); "Toma mi yugo sobre ti y aprende de mí, porque soy manso y humilde de corazón, y encontrarás descanso para tus almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera "(Mateo 11: 28-30).
El que sigue a Cristo, nunca estará en cautiverio.
Como el salmista: “No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová.” (Salmo 112.7, RVR60)
Como la mujer virtuosa que describe Salomón: “… se ríe de lo por venir. Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.” (Proverbios 31.25–26)
Conclusión:
Conclusión:
Aquí está descrita la característica, el privilegio y la bienaventuranza de un verdadero discípulo, se espera que sea un seguidor de Cristo que persevera en la fe a pesar de las pruebas o las bendiciones, que permanece en amor, fiel y obediente hasta el final la dirección de Cristo; es un miembro de la familia de Dios, que esta en unión con Cristo, uno que puede disfrutar de conocer a Cristo, que ha sido liberado de la esclavitud del pecado, del dominio de satanás y del temor de la muerte y que tiene esperanza de vida eterna.
Con estas palabras Jesus esta animando a los que habían creído a permanecer con él.
Espero estas palabras sean un estimulo para ti, que puedas permanecer en Cristo y su Palabra, porque solo en el esta nuestra esperanza y nuestra fortaleza.
Oro al Señor para que perseveres en exponerte a la influencia poderosa del evangelio, para que perseveres confiando en sus promesas y permanezcas en obediencia a pesar de todos los obstáculos, las persecuciones, las tentaciones o las pruebas que vengan en este mundo, de manera que conozcas la verdad y experimentes la bienaventuranza de la verdadera libertad.
A los inconstantes, solo les quiero dejar con una pregunta: de verdad, ¿Esta tu vida dando evidencia de que eres un verdadero discípulo? si no es así, esta es la invitación del Señor:
Versículo 36: “Así que, si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres”.
Ven a Cristo y humillante delante de él y ruega que te salve y decide hoy mismo permanecer en su palabra y entonces podrás disfrutar de la bienaventuranza de los que han sido salvado por la gracia de Dios.
Oremos.