GEDEÓN Y SANSÓN: DEBILIDAD Y FORTALEZA. (I)

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GEDEÓN Y SANSÓN: DEBILIDAD Y FORTALEZA. (I)

Serie: Personajes de la biblia

GEDEÓN Y SANSÓN: DEBILIDAD Y FORTALEZA

(Dar créditos al libro del Dr. Y pastor John MacArthur por su libro “héroes inconcebibles”) (inconcebible significa, inimaginable, impensable, no se puede concebir en la mente)
Hebreos 11.32–34 RVR60
32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

GEDEÓN Y SANSÓN: DEBILIDAD Y FORTALEZA. (I)

Hebreos 11.32–34 RVR60
32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
32¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
SANSÓN: UN HOMBRE FUERTE DEBILITADO
32¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

INTRODUCCIÓN:

La historia de Gedeón se enriquece cuando se coloca junto al relato bíblico de otra figura familiar. Varias generaciones después de Gedeón, el Señor levantó un juez en Israel llamado Sansón.
Para nosotros, la palabra juez inmediatamente nos traslada a las corte de justicia donde están los jueces con sus vestimentas especiales, sus asistentes, los libros de leyes y todo lo que los jueces y la justicia requieren y representan.
Los comienzos de sus historias comparten algunos destacados paralelismos; sin embargo, en términos de sus disposiciones personales, Gedeón y Sansón no podrían haber sido más contrarios.
Mientras que Gedeón era tímido y temeroso, Sansón era rudo e insensato. El primero se consideraba débil e inadecuado; el segundo creía arrogantemente que era invencible. A pesar de estos agudos contrastes, el Señor obró por medio de ambos hombres para cumplir sus soberanos propósitos con Israel.
El juez instruye a los jurados, escucha los casos y se asegura de que los defendidos reciban el justo juicio que la Constitución de nuestra nación les promete.
Sansón mismo es un estudio en contradicción: un hombre dotado de una fuerza sobrenatural cuyas proezas de poder pertenecen al mundo de los héroes fantásticos de los niños. Sin embargo, esa fuerza y poder sin iguales, corrompidos y perdidos por su indómita pasión, le redujeron hasta convertirlo en un penoso enclenque. Pero cuando era más débil, el Señor usó a Sansón en el acto más poderoso de toda su increíble vida.
Pero eso no se parece en nada a los magistrados del libro bíblico de Jueces.
Concebido para obedecer, pero nacido para desobedecer
En el Antiguo Testamento, después del tiempo de Moisés y Josué —pero antes de los reinados de Saúl y David—, los israelitas fueron protegidos, preservados y gobernados por una serie de jueces.
En el capítulo trece de Jueces, la historia de Sansón comienza de forma similar a la de Gedeón. Los israelitas estaban, de nuevo, bajo el dedo opresor de un enemigo extranjero: los filisteos.
El tipo de juez era el de un libertador: un defensor de Israel levantado por Dios de entre el pueblo para rescatarles de sus enemigos. Al igual que las justicias modernas, los jueces de la antigua Israel ocasionalmente tomaban decisiones legales que afectaban a grandes masas de gente.
Tras años de opresión, el ángel del Señor, otra aparición pre-encarnada del Hijo de Dios, llegó para ordenar a un nuevo libertador para su pueblo. En este caso, se presentó a sí mismo a los padres de Sansón, anunciándoles que pronto tendrían un hijo que un día sería usado por Dios para rescatar a la nación. El padre de Sansón, Manoa, respondió al reporte del ángel del mismo modo que lo hizo Gedeón: llevando un cabrito y algo de grano como ofrenda al Señor. .
Pero eran más parecidos a figuras de acción. En lugar de ser expertos legales, a los jueces de la antigua Israel se les conocía principalmente por su destreza militar, ya que iban armados para dirigir a su pueblo en la batalla.

El término hebreo, que se puede traducir como juez, también significa salvador o libertador, y es en este significado último donde el vocablo se aplica a estos héroes en la historia de Israel.

La madre de Sansón había sido estéril antes de que el ángel del Señor le prometiera que daría a luz a un hijo único. El Señor también le dio instrucciones concretas con respecto a su embarazo. No debía beber vino ni comer nada que fuera ceremonialmente inmundo.
También, después de que naciera el niño, no debía cortarle el cabello porque Sansón debía ser nazareo. La palabra nazareo viene de un vocablo hebreo que significa: «separar». En , el Señor dio restricciones concretas para quienes tomaran este voto de separación: no beber alcohol, no cortarse el cabello y no tocar ningún cadáver. Eso era para simbolizar externamente la consagración de la persona a una vida santa.
Eran tanto guerreros como gobernantes, que buscaban proteger y asegurar la libertad de sus compatriotas bajo las promesas redentoras de Dios.
Durante casi trescientos cincuenta años en la historia de Israel, esos salvadores jugaron un papel clave en la interacción de Dios con su pueblo escogido y su protección.
El hecho de que Sansón fuera apartado desde su nacimiento tuvo poco efecto en la manera en que realmente vivió como adulto. A lo largo de su vida, violó las tres prohibiciones nazareas (tocar un cadáver, en ; beber en su fiesta de bodas, en ; y permitir que le cortaran el cabello, en ).
Se convirtió en un hombre movido por sus deseos carnales, especialmente su pasión ilícita y desbocada por las mujeres paganas. La Escritura le describe como una persona de voluntad terca, deseos irracionales y un temperamento violento: una combinación volátil.

CONTEXTOS Y ESCENARIOS

Al final, el franco menosprecio de Sansón por los claros mandamientos del Señor haría que su vida fuera una tragedia legendaria, con su encaprichamiento con las mujeres filisteas en el centro.
El libro de Josué termina con los israelitas, que acaban de entrar en la tierra prometida, prometiendo de todo corazón honrar al Señor.
En
La destrucción de su propia boda
Josué 24.24 RVR60
24 Y el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos.
, «el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos». Años antes, Moisés había enseñado al pueblo que si servían al Señor fielmente serían bendecidos, pero si se rebelaban contra Dios serían severamente castigados.
, «el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos». Años antes, Moisés había enseñado al pueblo que si servían al Señor fielmente serían bendecidos, pero si se rebelaban contra Dios serían severamente castigados.
) Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
A pesar del flagrante pecado de Sansón, por el cual pagó un precio terrible, Dios seguía teniendo un propósito con él en el rescate de Israel de la agresión filistea. Cuando Dios quería que tuviera un don sobrenatural para el papel que debía desempeñar, el Espíritu del Señor descendía sobre él y mostraba proezas de fuerza humanamente imposibles, relacionadas siempre con la destrucción de los filisteos.
Deuteronomio 30.15–18 RVR60
15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, 18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
) Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
) Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
Todo comenzó cuando, de joven, Sansón insistió en casarse con una mujer filistea, una unión que Dios había prohibido expresamente (; cp. ).
El pueblo en primera instancia puso atención a las palabras de Moisés.
El texto enfatiza el hecho de que Sansón «vio» a la joven, y que ella le gustaba, queriendo decir que su interés en ella era totalmente superficial. Aunque sus padres intentaron disuadirlo para que no se casara con ella, Sansón ignoró su consejo e insistió hasta que tuvo lo que quería ( 3Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió a su padre: Tómame ésta por mujer, porque ella me agrada.
Según
Jueces 2.7 RVR60
7 Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel.
, la generación de Josué sirvió al Señor fielmente, pero poco después de que ellos murieran, surgió otra generación que cometió el máximo agravio contra Dios al adorar ídolos.
, la generación de Josué sirvió al Señor fielmente, pero poco después de que ellos murieran, surgió otra generación que cometió el máximo agravio contra Dios al adorar ídolos.
Su infidelidad espiritual se debió en gran parte al hecho de no haber expulsado totalmente de la tierra prometida a los cananeos idólatras como Dios les había ordenado para su protección espiritual.
Mientras iban de camino a la ciudad donde vivía su novia pagana, Sansón se encontró con un león, un hecho no poco frecuente en la antigua Israel. Normalmente, la suerte hubiera favorecido al gran felino, con sus afiladas zarpas y sus feroces mandíbulas, pero esta vez el león sería la víctima, ya que Dios protegió a Sansón para futuras hazañas. Según : «Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano». Varios meses después, cuando Sansón pasaba por ese camino nuevamente, vio el cadáver del león y fue a investigar, probablemente esperando encontrarlo lleno de moscas y gusanos. Pero en lugar de eso, una colonia de abejas había anidado dentro. Evitar el cadáver era un requisito de su voto nazareo, pero Sansón lo ignoró y recogió la miel del cuerpo, comiéndosela mientras se alejaba por el camino. Incluso les ofreció a sus padres cuando llegó a su casa.

Ciclo durante este periodo; rebeldía, castigo, clamor y liberación.

Cuando terminó el período de compromiso matrimonial y se habían terminado los preparativos para la boda, Sansón viajó de nuevo a la ciudad de su novia para la fiesta. Esas celebraciones paganas normalmente duraban siete días y consistían principalmente en un jolgorio de borrachos. El texto bíblico indica que Sansón se unió a treinta jóvenes filisteos, cuya relación con él de algún modo no queda clara. Debían de ser conocidos de la novia que habían sido invitados a la fiesta, y también podrían ser guardas a los que se les habría ordenado vigilar a Sansón, a quien los filisteos probablemente ya veían con recelo. En un intento por avergonzarles, el joven novio, que probablemente ya estaba algo ebrio, desafió a los filisteos con un acertijo imposible basado en su aventura con el león.
El libro de los Jueces relata siglos del repetido fracaso espiritual de Israel y la continua gracia de Dios con su pueblo rebelde.
Y Sansón les dijo: Yo os propondré ahora un enigma, y si en los siete días del banquete me lo declaráis y descifráis, yo os daré treinta vestidos de lino y treinta vestidos de fiesta. Mas si no me lo podéis declarar, entonces vosotros me daréis a mí los treinta vestidos de lino y los vestidos de fiesta. Y ellos respondieron: Propón tu enigma, y lo oiremos. Entonces les dijo: Del devorador salió comida, y del fuerte salió dulzura. Y ellos no pudieron declararle el enigma en tres días. ()
Movidos por la frustración por su imposibilidad de resolver el acertijo, los treinta hombres humillados acorralaron a la esposa de Sansón, amenazándola con quemar su casa y la de su padre si no les contaba el significado del acertijo de su esposo. En un anticipo de la posterior relación de Sansón con Dalila, su esposa le rogaba incesantemente que le revelara el acertijo. Al principio rehusó, pero su implacable petición finalmente dio sus frutos.
El viejo adagio —que la historia siempre se repite—, es especialmente evidente durante esta época del pasado de Israel, donde se repite al menos siete veces un ciclo de rebeldía, castigo, clamor y liberación.
Una y otra vez, Israel se apartó del Señor, y Él les castigó al permitir que sus enemigos les oprimieran. En su desesperación, los afligidos israelitas clamaban a Dios pidiendo ayuda, y Él con misericordia les levantaba un juez humano para librar a su pueblo (
Cuando los hombres filisteos encontraron la respuesta correcta, Sansón sabía que la única forma en que podían haberlo averiguado era que su novia lo hubiera traicionado. Encolerizado, Sansón viajó hasta Ascalón (una ciudad filistea a unos 35 kilómetros de distancia), mató a treinta hombres y trajo sus túnicas para cumplir con su promesa si resolvían el enigma (). Enojado aún después de que su matanza y su viaje de setenta kilómetros hubieran alimentado su furia, abandonó a la mujer y regresó con sus padres.
Jueces 2.18 RVR60
18 Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
). Después seguía un tiempo de paz, hasta que una nueva generación se olvidaba del Señor y el ciclo se repetía.
). Después seguía un tiempo de paz, hasta que una nueva generación se olvidaba del Señor y el ciclo se repetía.
Durante esos cuatro siglos, Dios señaló al menos catorce jueces, en diferentes momentos y regiones distintas. Ese nombramiento no era de ellos por herencia, voto popular, conquista o selección humana. Tampoco los jueces estaban limitados a una zona específica o período. Era Dios quien los llamaba soberanamente.
Es tristemente irónico que, aunque se le identificó como uno de los principales jueces de su nación, Sansón nunca hizo intento alguno de expulsar a los enemigos de Israel de la tierra. De hecho, estuvo feliz de relacionarse con los filisteos, incluso hasta el punto de casarse con una de ellos. Aunque solo estaba interesado en servirse a sí mismo, el Señor supervisaba las egoístas decisiones de Sansón para asegurarse de la liberación de Israel y la desaparición de los filisteos (cp. ).

Lista de los jueces durante este periodo.

El juego con fuego
Los jueces escogidos por Dios fueron Otoniel, Aod, Samgar, Débora (acompañada de Barac), Gedeón, Tola, Jair, Jefté, Ibzán, Elón, Abdón, Sansón, Elí y Samuel.
La desastrosa boda de Sansón probablemente ocurrió al comienzo de la primavera. Después de enfurruñarse en casa durante un tiempo, decidió regresar con su esposa en la época de la cosecha del trigo, sin saber Sansón que su suegro filisteo, el cual supuso que el enojado novio nunca regresaría, había dado a su hija a otra persona ().
Sansón apareció en la casa de su esposa con un cabrito, aparentemente una precaria ofrenda de paz con la que pensaba aplacar a la agitada familia por la debacle de la boda. Para su sorpresa, solo salió a recibirle a la puerta su suegro, el cual rehusó dejarlo entrar. Los pensamientos de reconciliación se convirtieron en rabia cuando Sansón escuchó a su suegro decir lo inconcebible: «Me persuadí de que la aborrecías, y la di a tu compañero. Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? Tómala, pues, en su lugar» ().
Al levantar a estos libertadores humanos, el Señor mostró su fidelidad a su pacto con Abraham y su poder para cumplirlo, incluso de la forma más dramática.
Los versículos finales de Jueces resumen la confusión espiritual que caracterizó a Israel durante ese tiempo: «En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía» (
El traicionado novio estaba comprensiblemente furioso, y de nuevo vertió su rabia contra los filisteos. En una increíble proeza de capacidad sobrehumana, Sansón capturó trescientas «zorras» y ató sus rabos para crear ciento cincuenta pares de aullidos. La palabra hebrea para «zorra» también se puede traducir como «chacal». Es probable que los chacales fueran los animales usados en este episodio, ya que su número era mucho mayor que el de las zorras en la antigua Israel. Después de asegurar a estas criaturas parecidas al coyote en pares, Sansón ató antorchas a sus rabos, encendió las antorchas con fuego, y las envió corriendo desesperadamente en zig zag a través de los campos de trigo cercanos. Con encendida ira, las usó para incendiar las cosechas filisteas creando un fuego que arrasaba todo lo que encontraba a su paso, desde campos de trigo a viñedos y olivares ().
Jueces 21.25 RVR60
25 En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.
)
)

En la historia de Israel, ningún grupo de héroes es más inimaginable que los jueces del Antiguo Testamento.

Cuando supieron por qué había provocado los incendios, los filisteos culparon a los antiguos suegros de Sansón, y se vengaron quemando a su antigua esposa y al suegro ().
Irónicamente, para evitar la muerte anteriormente, la esposa de Sansón le había rogado que le revelara el significado de su enigma para poder decírselo a los treinta filisteos en la boda. Sin embargo, al hacer eso puso en marcha una serie de acontecimientos que terminaron con el mismo resultado que ella desesperadamente había intentado evitar: su propia muerte.
Gedeón y Sansón eran hombres con graves defectos, y hubieran sido rechazados por los hombres sabios para cualquier tarea clave de liderazgo.
Al escuchar las noticias de la brutal ejecución de su esposa, Sansón de nuevo se encolerizó. No aceptó la culpa de las circunstancias que llevaron a la muerte de su esposa sino que, en cambio, decidió vengarse contra los filisteos. Según : «Y los hirió cadera y muslo con gran mortandad; y descendió y habitó en la cueva de la peña de Etam». La frase «cadera y muslo» se puede traducir con más precisión como «pierna sobre muslo», y es probablemente una expresión de combate para designar un dominio total y violento. Aquí está la providencia de Dios y el cumplimiento del propósito divino de la manera más inimaginable. El Señor estaba usando la rabia egoísta de Sansón y su venganza para derrotar a los filisteos.
Sin embargo, el Señor los escogió para sostener a su pueblo y cumplir su propósito redentor.
Sus debilidades solo sirvieron para subrayar el poder infinito de Dios, el cual triunfó a través de ellos a pesar de sus imperfecciones.
Escape del arresto
Comencemos viendo la fuerza de Dios mostrada en la vida de un libertador llamado Gedeón
Con sus campos quemados y sus parientes muertos, los filisteos llegaron al colmo, juntaron un ejército y fueron a buscar a Sansón. Los hombres de Judá les vieron acercarse y se preguntaron: «¿Por qué habéis subido contra nosotros?» La respuesta de los filisteos fue simple y directa: «A prender a Sansón hemos subido, para hacerle como él nos ha hecho» ().
La reputación de Sansón era tal que incluso sus compatriotas israelitas le temían. Consecuentemente, los hombres de Judá enviaron su propio ejército de tres mil hombres para encontrarle y entregarle a los filisteos. Cuando localizaron a Sansón, le preguntaron: «¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has hecho esto?» La respuesta de Sansón, llena de autoreivindicación, fue casi idéntica a lo que los filisteos acababan de decir poco antes: «Yo les he hecho como ellos me hicieron» ().

GEDEÓN: UN HOMBRE DÉBIL FORTALECIDO

El relato de Gedeón comienza en . Desde el principio, se le describe como un hombre cuyo temor era mayor que su fe. Lo mismo ocurría con sus compatriotas.
Se producía un difícil y tenso empate, ya que los soldados israelitas anunciaron que habían acudido para arrestar a Sansón y entregarle a los filisteos. Los tres mil hombres contra él no suponían amenaza alguna para Sansón. Él sabía que les habían obligado a ir a buscarle, así que después de hacerles jurar que no le matarían, Sansón accedió a entregarse e ir con ellos calladamente. Para impedir que se escapara, los soldados le ataron con dos cuerdas nuevas.
Cuando la cohorte regresó para entregar a Sansón a sus enemigos, «los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos» (). Rompiendo las cuerdas nuevas, Sansón hizo frente a sus atacantes como si fuera un superhéroe de verdad. Tomó el objeto que encontró más a la mano para usarlo como un arma (la quijada de un asno que encontró en el suelo) y corrió para enfrentarse a sus enemigos.
Durante siete años habían vivido en un temor constante de los madianitas y amalecitas, que repetidamente arrasaban la tierra de Israel, destruyendo sus cosechas y robando su ganado. Cansados de esconderse en cuevas en las montañas, los israelitas finalmente clamaron al Señor pidiendo ayuda.

El líder que carecía de valor.

Los soldados israelitas veían impactados cómo el que acababa de ser su prisionero acababa con una sola mano con el ejército de opresores. Es difícil imaginarse el caos y la carnicería de ese conflicto, a medida que Sansón mataba a miles de sus enemigos por sí solo, únicamente con la quijada de un asno. Cuando terminó la batalla y habían huido los supervivientes filisteos, Sansón apiló los cuerpos de sus adversarios muertos en un montón, y llamó a aquel lugar «Ramat-lehi», que significa «Cuenca de la quijada».
Sansón compuso una canción para celebrar su victoria como una manera de atribuirse el mérito de lo ocurrido (). Sin embargo, pronto le recordaron con todo lujo de detalles el hecho de que Dios era la fuente de su fuerza. Exhausto por la batalla, Sansón tuvo mucha sed, hasta el punto de casi morir de sed. Clamó al Señor desesperado: «Tú has dado esta grande salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos?» ().
Que el Señor seleccionase a Gedeón como la respuesta para liberar a Israel demuestra que su poder no puede limitarlo ni tan siquiera el instrumento humano más inconcebible.
A pesar de la arrogante presunción de Sansón, se postró ante la realidad de que «Tú [Dios] has dado esta grande salvación». Dios respondió, contestando a su oración al darle milagrosamente agua de una roca. Del mismo modo que el Señor liberó a los millones de israelitas en el desierto durante los días de Moisés (), ahora libró a Sansón de una deshidratación que amenazaba su vida. Por primera vez en la vida de Sansón, experimentó una gran debilidad física y clamó al Señor pidiendo ayuda. Tendría que volver a hacer lo mismo al final de su vida.
La primera vez que encontramos a Gedeón, está escondiéndose de los madianitas, intentando sacudir el trigo en el lagar a escondidas (
Jueces 6.11 RVR60
11 Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas.
). (Esta tarea tenían que hacerla al aire libre, no a escondidas en un lagar)
). (Esta tarea tenían que hacerla al aire libre, no a escondidas en un lagar)
Después de narrar este episodio, el texto bíblico dice que Sansón «juzgó a Israel en los días de los filisteos veinte años» (). Durante dos décadas, bajo su protección, los israelitas disfrutaron de una época de respiro. Aunque los filisteos continuaron molestando a Israel mucho después en la vida de Sansón, él rompió la espalda de su dominio. Y en su muerte les asestó un golpe final y fatal.
Mientras Gedeón realizaba su monótona tarea con un temeroso fervor, ocurrió algo impactante: el ángel del Señor se le apareció de repente.
Atracción fatal
No cabe duda de que lo que le dejó perplejo fue darse cuenta de que habían descubierto su escondite. Pero Gedeón se sorprendió aún más cuando escuchó que el ángel le dijo: «Jehová está contigo, varón esforzado y valiente» (v. 12).
¿Valiente; cual valiente? Si estoy escondido por miedo a los enemigos…
El drama final de la vida de Sansón retrata a un hombre que fracasó estrepitosamente en cuanto a superar la insensata impulsividad de su juventud. El capítulo final comenzó cuando, como antes, cayó ante una mujer filistea. Pero incluso antes de que conociera a Dalila, el texto denota que visitó a una prostituta en Gaza (). Mientras estaba con ella, los hombres de Gaza fueron informados e intentaron capturarlo. Escapando de su esfuerzo, Sansón arrancó las pesadas puertas de la ciudad y las llevó (con barrotes y todo) sobre sus hombros hasta los montes de Hebrón, ¡a 60 kilómetros de distancia!

Desde la perspectiva de Gedeón, ambas partes del saludo eran cuestionables.

El sórdido episodio en Gaza destacaba tanto la fuerza sobrehumana de Sansón como su debilidad súper pecaminosa. Su fatal atracción hacia las mujeres paganas no fue solo el patrón de su vida, sino que también demostró ser el camino hacia su muerte. Si Sansón fuera Superman, sus propios deseos pecaminosos serían su criptonita. Pudo matar a un león, pero no a su lujuria. Pudo romper cuerdas nuevas, pero no viejos hábitos. Pudo derrotar ejércitos de soldados filisteos, pero no su propia carne. Pudo llevar a cuestas las puertas de una ciudad pero se permitió a sí mismo ser apartado cuando se perdió por la pasión.
Cuando Sansón fijó su lujuria sobre la Dalila, el desastre fue algo inevitable, y el camino hacia ese desastre era familiar. Así como los filisteos presionaron a la esposa de Sansón para conocer la respuesta al acertijo de su esposo, del mismo modo Dalila fue seducida para desvelar el secreto de la fortaleza de Sansón. En vez de una amenaza, como en el primer caso, esta vez los gobernadores filisteos le ofrecieron a Dalila una exorbitante cantidad de dinero: cinco mil quinientos shekels de plata. Los eruditos bíblicos han destacado que el salario promedio anual de un trabajador era solo de diez shekels de plata, con lo cual esta oferta era quinientas cincuenta veces esa cantidad. Si lo comparásemos con un salario actual de cincuenta mil dólares, la recompensa en efectivo hubiera sido de casi treinta millones de dólares. Ninguna cantidad era demasiado alta si tenía el propósito de eliminar a su mortal enemigo.
En el vr
Jueces 6.13 RVR60
13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.
juec 6.13 dice: «Si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas».
dice: «Si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas».
Movido por la duda, Gedeón negó ser un hombre de valor: «Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre» (v.
Con esa fortuna en juego, Dalila estaba contenta de seducir a su novio hebreo. Utilizó las mismas tácticas que la esposa de Sansón hacía dos décadas, y dos capítulos antes: manipulándole al quejarse de que en verdad no la amaba (). Las sagaces preguntas de Dalila eran de todo menos sutiles: «Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser dominado» (). Y sus repetidos intentos de atrapar a Sansón (vv. 8, 10, 14) eran una mortal revelación en cuanto a la naturaleza de sus intenciones. Quizá a Sansón en un principio le pareció que el juego del gato y el ratón era divertido; pero finalmente la insistencia de Dalila derritió su resolución y sucumbió, por lo que le contó la verdad sobre su fuerza.
Jueces 6.15 RVR60
15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
juec 6.15). Claramente, la fe y la fortaleza eran cualidades que Gedeón no poseía.
). Claramente, la fe y la fortaleza eran cualidades que Gedeón no poseía.

Evaluación aplicativa:

Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. Le descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres. ()
Esta vez, cuando los guardias filisteos llegaron para prenderle, Sansón no pudo hacer nada. Las angustiosas palabras del texto, «pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él», expresan la sacudida y consternación que Sansón sintió de repente. Nunca antes había sido incapaz de vencer a todos sus enemigos; nunca más escaparía de su custodia. Aun así, Dios mismo vencería la derrota de Sansón dándole la victoria a Israel.

¿A quién culpaba Dios de los problemas de Israel (6:8–10)?

Jueces 6.8–10 RVR60
8 Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre. 9 Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra; 10 y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz.
Jueces 6.8–10 RVR60
8 Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre. 9 Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra; 10 y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz.
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¿A quién crees que Dios culpa de tus problemas?

El derribo de la casa

¿A quién culpaba Gedeón? (6:13)

Sansón, cegado desde hacía tanto tiempo por la fuerza, la arrogancia y la lujuria, ahora estaba ciego a causa de sus captores, quienes le sacaron los ojos y le pusieron a trabajar en una rueda de molino en la prisión de Gaza (v. 21). El hombre fuerte que triunfantemente había cargado las puertas de la ciudad ahora había sido profundamente humillado, un prisionero que parecía un grano con una rueda de molino en una mazmorra. Con eso, el momento de su debilidad más desesperada, el escenario estaba listo para la expresión de su mayor fuerza y el acto más mortal de toda su increíble vida.
Jueces 6.13 RVR60
13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.

jue

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¿A quién culpas tú de tus problemas?

Los filisteos atribuyeron el mérito de la derrota de Sansón a su Dios, Dagón, en honor del cual tuvieron una gran celebración en su templo. A medida que la fiesta aumentaba así como su locura, pidieron que trajeran al hombre fuerte derrotado para entretenerles (). Totalmente degradado, llevaron a Sansón hasta el templo, donde se convirtió en el blanco de chistes groseros y burlas a cargo de la multitud mientras tropezaba ciegamente con sus desdeñosas bromas. Él pidió lo que parecía una pequeña cortesía para una figura tan desdichada: que le llevaran hasta los pilares centrales para poder sostenerse en pie apoyándose sobre ellos.
¿Por qué Jehová escogería una persona de baja posición social (6:15) para ser libertador de Israel?
Las evidencias arqueológicas de este período de tiempo indican que los templos filisteos tenían tejados sostenidos por columnas de madera fijadas sobre unas cortas piedras cilíndricas que hacían de base. Las columnas centrales estaban cerca del principal apoyo del techo. Desde la perspectiva de un ingeniero, el peso del perímetro se extraía de estas columnas centrales y de los cimientos. Estas columnas eran tan importantes que sin ellas el tejado se derrumbaría por su propio peso.
Sansón, incapaz de ver nada, sabía que estaba justo donde debía estar. En una última oración, le pidió al Señor que le devolviera su fuerza para un acto final, heroico y autosacrificial. Según :
¿Por qué elegiría a una persona con tantas dudas y quejas contra Dios? (6:13)

¿Qué clase de persona escoge el Señor hoy para servirlo? ¿Podrías ser tú?

Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los principales de los filisteos estaban allí; y en el piso alto había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón. Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.
¿Qué capacidades veía Dios en Gedeón?
Aunque lo que él tenía en su mente era su propia venganza, lo que no es algo heroico (), Sansón había sido durante muchos años un juez de Israel, e intentó proteger y preservar al pueblo del pacto con Dios de los terribles filisteos. Más allá de su deseo de venganza, el ciego prisionero mostró la disposición a dar su vida para proteger a su pueblo de sus enemigos mortales. En un momento, se había enamorado de las mujeres filisteas y estas no le aportaron nada, sino una tragedia. Ahora estaba preparado para matar a todas ellas en ese lugar.
¿Cómo puedes averiguar si tú tienes otras habilidades escondidas?
En una milagrosa ráfaga de energía divina, una fuerza sobrenatural recorrió su cuerpo. El desgraciado prisionero ofreció su último grito de guerra: «¡Muera yo con los filisteos!» Con una mano en cada columna, Sansón comenzó a empujar quizá para probar si su oración había sido contestada. Cuando esas inconmovibles vigas monolíticas comenzaron a moverse, supo que Dios le había escuchado y contestado.
Sin embargo, al llamarle valiente, el ángel del Señor no se estaba refiriendo a lo mismo que Gedeón, sino a aquello en lo que se convertiría mediante la fortaleza que Dios le proporcionó.
Con una explosión de poder incomprensible, Sansón desencajó las columnas para que con un golpe catastrófico se derrumbara toda la estructura de madera y piedra, aplastando a todos. Los gobernantes filisteos que habían organizado su captura murieron todos en la destrucción, junto con otros tres mil compatriotas que celebraban con ellos. Sansón había matado a cientos de filisteos durante su vida, pero nunca nada como esto. Así lo describe : «Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida».
Así, le dijo a Gedeón: «Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre» (v.
Sansón murió por la causa de su país y su Dios. Como un libertador divinamente señalado en Israel, estaba actuando como instrumento de juicio del Señor con sus enemigos. Sin duda, los motivos de Sansón no fueron del todo puros; su fe estaba mezclada con una actitud injusta de venganza personal. Sin embargo, como ocurrió con Rahab y su mentira (en ), Dios honró la fe de Sansón a pesar de su pecado.
Jueces 6.16 RVR60
16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
jue 6.16). Cuando el Señor vino sobre él, este cobarde sin fe lograría actos de valor increíbles para librar a Israel.
). Cuando el Señor vino sobre él, este cobarde sin fe lograría actos de valor increíbles para librar a Israel.
En términos de fuerza bruta, Sansón fue el campeón más grande de toda la historia de Israel. Sin embargo, fue también un hombre con fallos tremendos. A pesar de ello, está incluido, junto con Gedeón, en la lista de quienes caminaron por fe (). Su acto final de valor demuestra que, en la humillación y el quebrantamiento de sus últimos días, había llegado a depender totalmente del Señor. Se convirtió en un héroe de la fe al confiar en que Dios le usaría en la muerte y le llevaría a su presencia.
Gedeón estaba tan poco familiarizado con que eso pudiera proceder de un cobarde que dudaba como él, que le pidió a Dios una señal. El Señor consintió misericordiosamente. (El Señor espero que Gedeón le cocinar un cabrito…)
LA DEBILIDAD DE LOS HOMBRES Y EL PODER DE DIOS
Esta aparición es lo que se conoce como teofanías (son las apariciones de Cristo en el A.T)
Es importante destacar que al ángel del Señor se le identifica en como el Señor mismo (vv. 14, 16, 23, 25, 27).
Gedeón y Sansón representan extremos opuestos. Sin embargo, ambas historias enseñan la misma lección básica: el gran poder de Dios puede anular la debilidad humana para lograr sus propósitos soberanos. Gedeón era un débil cobarde que, mediante la fortaleza del Señor, libró a Israel al conquistar a los madianitas. Sansón era un hombre fuerte y audaz que, junto con su fortaleza sobrehumana, exhibió una debilidad súper pecaminosa. Sin embargo, el Señor misericordiosamente le aplastó y le humilló para que pudiera ser el arma divina para lograr la victoria de los israelitas sobre los filisteos.
Estos dos hombres se presentan como ejemplos de fe en el Nuevo Testamento. Sus legados se podrían resumir con la frase de : «sacaron fuerzas de debilidad». Fue en sus momentos de mayor fragilidad cuando dependieron más del Señor mediante la fe, cuando fueron más fuertes, porque era entonces cuando el poder de Dios se mostraba a través de ellos. Su heroicidad en los propósitos redentores de Dios quedó unida inseparablemente a su humillación.
Cuando finalmente Gedeón se dio cuenta de que era el Señor mismo a quien había visto, estaba seguro de que moriría.
Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara. Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás. (vv. 22–23)
Lo mismo ocurre con nosotros. Como les dijo Pablo a los corintios, la iglesia no consiste en personas particularmente sabias, nobles o poderosas (). Si nos miramos a nosotros mismos, somos necios, viles y débiles; pero en Cristo, nosotros que somos inherentemente indignos y pecadores nos transformamos en vasos de honor, aptos para el uso del Maestro. Por tanto, podemos servirle con la fortaleza que Él nos da, mediante su gracia y para su gloria.
La clave real para el poder es el quebrantamiento y la desconfianza en uno mismo para acudir a Dios como el único poder verdadero. En palabras del apóstol Pablo, hablando de la experiencia de su propio sufrimiento y debilidad:
El peso de la evidencia bíblica indica que el ángel del Señor era el Cristo pre-encarnado, el segundo miembro de la Trinidad, apareciendo en forma corporal, como lo hacía en algunas ocasiones en la era del Antiguo Testamento (cp. ; ; ; ; ; ; ). Esto es lo que conocemos como una teofanía.
Respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. ()
Esa noche, el Señor llegó a Gedeón y le dijo que destruyera un altar a Baal que había cerca de la casa de su padre. El joven obedeció, aunque con gran temor.
Según
Jueces 6.27 RVR60
27 Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.
: «Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche». De nuevo, el valor no era una virtud muy conocida para Gedeón. Sin embargo, había demostrado tener la disposición de obedecer al Señor, y eso era progreso en su fe.
: «Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche». De nuevo, el valor no era una virtud muy conocida para Gedeón. Sin embargo, había demostrado tener la disposición de obedecer al Señor, y eso era progreso en su fe.

La estrategia suicida

Cuando escuchó que los invasores madianitas habían vuelto, Gedeón reunió a los hombres de Israel para luchar. En una destacada muestra de valiente voluntariado, respondieron unos treinta y dos mil guerreros. Pero incluso con una fuerza tan grande bajo su mando, Gedeón dudaba de ser la persona adecuada para dirigir la batalla. De nuevo, su fe flaqueaba, así que demandó otra señal para estar seguro de que Dios estaba con él.
Jueces 6.36–40 RVR60
36 Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, 37 he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. 38 Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua. 39 Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra. 40 Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.
) Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua. Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra. Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.
) Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua. Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra. Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.
Como cristianos, no establecemos la validez de la Palabra de Dios pidiéndole una confirmación milagrosa, sino que vivimos según su voluntad creyéndole y siendo obedientes a su Palabra.
Cuando se disiparon sus dudas y estaba convencido de que el Señor le daría la victoria, Gedeón preparó a su ejército de treinta y dos mil hombres para luchar contra los madianitas, probablemente con una estrategia de batalla convencional. Pero Dios tenía su propia estrategia para el ejército de Israel, una que parecía desastrosa desde la perspectiva humana.
Cuando estaban acampados al otro lado del valle de sus enemigos, el Señor se acercó a Gedeón con este impactante plan.
(
Jueces 7.2–3 RVR60
2 Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. 3 Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.
) Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.
) Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.
Dios había escogido al tímido Gedeón para dirigir el ataque, a fin de que su glorioso poder pudiera ser la única explicación para la victoria.
Ahora, le dijo al desconfiado líder que redujera el ejército. Si Gedeón estaba nervioso con un ejército de treinta y dos mil, imagínese cómo se sintió cuando veintidós mil de sus hombres se fueron a casa.
Aunque solo quedaban diez mil guerreros, Dios no había terminado de reducir las fuerzas de Israel. En
Jueces 7.4 RVR60
4 Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá.
, le dice a Gedeón: «Aún es mucho el pueblo». Siguiendo las instrucciones del Señor, Gedeón llevó al ejército a un arroyo cercano para beber. «Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber» (v. 5).
, le dice a Gedeón: «Aún es mucho el pueblo». Siguiendo las instrucciones del Señor, Gedeón llevó al ejército a un arroyo cercano para beber. «Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber» (v.
Jueces 7.5 RVR60
5 Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber.
jue 7.5).
).
De los diez mil guerreros restantes, nueve mil setecientos se arrodillaron para beber. Solo trescientos se llevaron el agua a su boca usando sus manos para beber de ellas.
El desfallecido corazón de Gedeón debió de estar a punto de detenerse cuando Dios le dijo: «Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar» (v. 7). No se nos da ninguna razón para esta distinción, ya que la acción de beber no indicaba nada acerca de sus habilidades como soldados. Fue meramente una forma de reducir a la multitud. Sus destrezas como soldados no afectarían la victoria.
Desde el punto de vista de las tácticas militares probadas, reducir un ejército de treinta y dos mil a trescientos no tiene sentido, pero el Señor estaba declarando un punto inequívoco, no solo para Gedeón sino para todo Israel y para nosotros.
Estaban a punto de ver su poder puesto en escena; era el momento de ser valientes, no porque ellos mismos fuesen fuertes, sino porque el Señor lucharía por ellos (cp. ).
¿Nuestra confianza esta puesta en lo que nosotros podemos hacer, o en lo que esperamos y confiamos que Dios hará?
Todavía el temor de Gedeón era palpable (). Así pues, por tercera vez, Dios le dio una señal para calmar sus nervios. Llegó de una forma extraña. Dios le dijo a Gedeón que se acercara al campamento madianita.
). Así pues, por tercera vez, Dios le dio una señal para calmar sus nervios. Llegó de una forma extraña. Dios le dijo a Gedeón que se acercara al campamento madianita.
Él obedeció la aterradora orden. Cuando llegó, escuchó a dos soldados enemigos conversando. El primero contaba un extraño sueño que había tenido la noche anterior, en el que un pan rodaba hasta el campamento madianita y derribaba una tienda. Como respuesta, el otro soldado le dio una interpretación: «Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el campamento» (v. 14).
Después de oír el sueño y el terror en la voz de su enemigo, Gedeón tenía su señal y regresó con su ejército convencido de que el Señor les daría la victoria.

El ejército que se aniquiló a sí mismo

En la profunda oscuridad de la noche, los trescientos hombres de Gedeón, tras haberse dividido en tres compañías de cien soldados cada una, hicieron lo que les habían dicho y tomaron trompetas y antorchas metidas en vasijas vacías, y se posicionaron por encima y alrededor del campamento madianita.
En un esfuerzo coordinado, el ejército de Gedeón hizo sonar sus trompetas, rompieron sus vasijas contra el suelo, sostuvieron en alto sus antorchas encendidas en la noche, y gritaron: « ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!» Con ese grito, la silenciosa calma de la oscura noche se vio alterada con el sonido de las trompetas, los gritos de los soldados y la repentina llamarada de trescientas antorchas.
La estrategia era quizás que pareciera que cada uno de los trescientos representaba a todo un pelotón de soldados.
El resto de describe la victoriosa persecución de Gedeón y su ejército, mientras expulsaban a los madianitas de Israel.
Como resultado de la conquista, los israelitas querían hacerle rey, pero Gedeón reconoció que solo el Señor era el verdadero Rey. Reconoció que todo el mérito de la liberación de Israel le pertenecía al Dios todopoderoso.
Jueces 8.23 RVR60
23 Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová señoreará sobre vosotros.
). Reconoció que todo el mérito de la liberación de Israel le pertenecía al Dios todopoderoso.
).
APL:

Obedecer a Dios y dejarse guiar por él, trae la victoria…

¿Cuándo alcanzas tus logros, a quien le atribuyes el triunfo?
Aunque Gedeón no tomó siempre sabias decisiones (cp. ), el resto de su vida marcó una era de paz para la nación hebrea. Según las palabras de :«Así fue subyugado Madián delante de los hijos de Israel, y nunca más volvió a levantar cabeza. Y reposó la tierra cuarenta años en los días de Gedeón».
De manera increíble, el Señor usó a este débil granjero para liberar a su pueblo de sus mortales enemigos.
Cuando conocimos por primera vez a Gedeón, estaba escondiéndose como un cobarde en un lagar.

Gedeón era en el que menos hubieran pensado que sería un héroe.

Pero Dios le elevó para que ganara una batalla decisiva que parecía imposible, no para exaltar a Gedeón, sino para demostrar su gran poder para salvar a su pueblo. Como respuesta, Gedeón legítimamente reconoció que solo el Señor merecía toda la gloria.
La drástica transformación de este joven, de falta de fe a valentía, es de tal magnitud que se incluyó en el Nuevo Testamento entre los ejemplos de élite de los héroes de la fe (
Hebreos 11.32–34 RVR60
32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
32¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros)
32¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros)
Su ejemplo de dependencia llena de fe en el Señor sirve como un recordatorio perpetuo de la fuerza que Dios da a quienes confían en Él.

CONCLUSIÓN:

Este es un clarísimo ejemplo de un hombre débil y del común; a quien Dios hizo fuerte porque en medio de sus luchas y miedos internos, se dispuso para obedecer y dejarse guiar por su Señor…
Probablemente a algunos de nosotros también nos da temor emprender ciertas misiones o metas en las diferentes áreas de la vida; tanto ministeriales, como laborales, familiares y aún espirituales; pero q
Quiero recordarte que si es Dios quien te está llamando y guiando, él también te respaldara y te llevara a buen término… Pero aprende a escuchar la voz de Dios; y su voz, es su palabra
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