La luz del mundo

Un ateo famoso, con muchos seguidores, que escribe regularmente un blog en Internet por medio del cual busca destruir el cristianismo y el creer en Dios, entro una vez al museo de la creacion que se encuentra en Petesburgh Kentuky de los Estados Unidos, y que es operado por la organizacion defensora de la fe cristiana “Respuestas en Genesis” engano al recepcionista, para entrar gratis. Mantener el museo es caro, y para entrar se cobra. El ateo fingio ser alguien interesado en el museo, dijo no estar seguro de ser un creyente, dijo que tenia solo poco tiempo para ver el museo, y que no tenia dinero consigo. El recepcionista penso que ver el museo con toda la informacion que este tenia, lo podia ayudar a creer y a encontrar salvacion, lo dejo entrar gratis. Despues que vio todo el museo el hombre salio de alli, y le dio su targeta al que lo habia atendido con tanta bondad. La targeta decia el nombre del ateo, y el nombre de su sitio anticristiano especializado en difamar al cristianismo. El hombre participo despues en un programa de tv, y se mostros orgulloso de su accion.

El director del museo comento luego que a el no le enojaba ni le sorprendia lo que el hombre habia hecho. Es logico que si el hombre no cree en Dios, no tiene ninguna base para discernir entre lo que es bueno y lo que es malo. El no cree en la biblia, el no cree en los 10 mandamientos, el no puede discernir entre lo que es vergonzoso y lo que es motivo de orgullo. Ser ateo es ser un ciego que no sabe porque vive, no sabe para que vive, no sabe que proposito tiene su vida. Es un ciego porque aunque cree que ve mucho no es capaz de entender las cosas mas preciosas de la vida, y los ciegos viven en obscuridad, no tienen luz, y aquellos que los siguen se arriesgan a caer en los mas profundos abismos, y estan condenados a vivir en los mas tenebrosos rincones de la tierra. No tienen luz, no conocen la luz, y solo traen sombra s y tinieblas a sus vidas. Vivir sin creer en Dios es condenarse a no creer tampoco en la alegria y en la paz que el Senor nos da.

El Senor Jesus dijo:

Mateo 5.14–16 RVR60

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Mateo 5:14-16

Cuando uno mira el dolor de nuestra tierra, y cuando vemos cuan obscura puede llegar a ser la vida de ser humano. Entonces sabemos la importancia de la luz. Cuando somos cristianos, y cuando hemos caminado algun tiempo con el Senor, entonces al mirar hacia atras hacia nuestro pasado, podemos ver hacia atras la obscuridad y en nuestro presente y en nuestro futuro la luz de Cristo, y cuando hacemos esto podemos distinguir con claridad, la diferencia entre la luz y las tinieblas. Cuando los barcos llegan a los puertos, necesitan saber donde pueden y donde no pueden navegar. Ellos no quieren chocar contra las rocas que hayan debajo del agua, ni tampoco enterrar el casco en la arena, para despues no poder salir de alli. Por eso se colocan bayas-faros que les muestran el camino y en las noches y cuando hay neblina estos faros se encienden e iluminan el camino para que los barcos no choquen. Lo mismo ocurre con los aviones cuando descienden de noche, las pistas de aterrizaje siempre estan iluminadas para que no se salgan de ellas.

Hoy tenemos dos hermanos que han aceptado la luz de Cristo, y habiendo recibido la luz del Senor, no quieren esconder esta luz y quieren encenderla publicamente para que todos los vean. Nuestros hermanos se bautizaran dando testimonio publico de que han conocido la luz y que que la luz de Cristo brilla en sus vidas, Y ponen la luz del Senor en alto para que todos la vean.

Los textos que leimos nos dicen que somos luz. Pero sabemos que Cristo es la luz del mundo, y que nosotros seremos luz solamente cuando la luz de Cristo este brillando en nosotros. No hay luz en nosotros, toda la luz que podamos mostrar sera solo la luz de Cristo brillando en nosotros. Nosotros solo somos como la luna. La luna es un cuerpo obscuro la unica luz que vemos en ella es la luz del sol, que se refleja en la luna cuando ella recibe sus rayos luminosos, y actua como una especie de espejo, que sirve para iluminar las noches obscuras. Asi nosotros para ser luz necesitamos vivir sometidos a la luz de Cristo, y seran los rayos de su luz lo que nos haran luminosos. Y si nosotros somos iluminados por la luz del Senor, entonces podremos iluminar el camino de aquellos que se cruzan en nuestras vidas y si ellos reciben la luz del Senor, no chocaran con las rocas ni se hundiran en la aguas. Y la luna mis hermanos no sale en una cueva, y no esconde sus rayos de luz en lo profundo del mar. La luna esta en los cielos, alla arriba muy arriba, para que nada la pueda tapar, y para que sus rayos iluminen toda la tierra. Lo mismo pasa con los faros que en las noches marinas iluminan a los barcos, siempre son una torre elevada, y ponen su luz en lo mas alto de la torre, para que su luz sea vista. Asi debemos ser los cristianos

Mateo 5.14–15 RVR60

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.

El cristiano que no habla de Cristo, y que habla de la luz del evangelio, es como una luna que brilla solo en el fondo de una cueva, o solo en las partes mas profundas y tenebrosas de los mares. Un cristiano que no muestra el amor de Cristo, y que esconde su cristianismo, es como un faro alto, muy alto pero que pone su luz en la base, en lo mas bajo de su estructura. Si no muestras tu luz eres una luz encendida y escondida dentro de un cajon. En este pais la gente vive aislada, casi nadie sabe como se llama su vecino. Debieramos saber el primer nombre de nuestro vecino, y debieramos decirselo. Debemos mostrar amor e interes por la vida de ellos. Debemos amarlos para mostrarles que servimos a un Dios que los ama, Como cristianos debemos buscar oportunidades para que nuestra luz brille en el mundo, y no hablo de africa o de China, hablo de nuestra calle, hablo de nuestro vecindario, hablo de nuestra familia. Debemos brillar en nuestra familia. Hablo de nuestro vecindario, y debemos brillar en nuestro vecindario. La luz de Cristo debe ser vista, debe alumbrar en nosotros, y debe ser puesta tan en alto que la gente quede encandilada, y no pueda vernos a nosotros

Si Cristo brilla en nuestras vida sera mas dificil que los que descienden en la vida se destruyan al caer porque les iluminaremos su camino. como las luces que iluminan las pistas de los aviones. Anteriormente hablamos de la sal, y la sal ademas de dar sabor, y de proteger de la corrupcion, la sal tambien produce sed, y nosotros debieramos vivir de tal manera e influenciar al mundo de tal forma, y predicar de tal manera, que nuestra vida produzca en los demas sed de Dios. Pero la sal trabaja desde adentro en forma invisible. La sal cambia el caldo o la sopa o la ensalada pero la sal influencia desde adentro, afecta a la comida desde dentro, Y asi debemos hacer nuestro trabajo, de tal manera que influenciemos la sociedad desde dentro, eso significa que debemos mezclarnos con la sociedad, y actuar en ella, aunque no nos veamos. Pero la luz es diferente, la luz hace que todo sea visible, trabaja desde fuera. La luz influencia la sociedad desde fuera. y para brillar y para iluminar es necesario que nosotros desaparezcamos para que Cristo brille en nosotros

Mateo 5.16 RVR60

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Juan 5.16 RVR60

Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.

No se trata de iluminar al mundo con nuestras buenas obras. Porque no son nuestras buenas obras las que iluminan al mundo, es la obra de Cristo, en nosotros lo que debe brilar, para que se vean nuestras buenas obras. Se trata de la luz de Cristo brille en nuestras vidas, se trata de que su luz lo ilumine todo y que entonces se vean nuestras buenas obras, pero no se trata tampoco de que la gente vea nuestras obras para que la gente nos admire y para que nos aplaudan. Se trata de que Cristo brille, se trata de que al mirar la obra de Cristo en nosotros, los hombres le den Gloria a Dios que es nuestro Padre . No se trata de ponerse en un escenario y hacer brillar los reflectores para que el mundo me vea. Se trata de que aunque se vean nuestras buenas obras, nosotros no seamos vistos. Se trata de que nosotros seamos ignorados, se trata de que nosotros seamos invisibles para que solo Dios sea glorificado, porque solo el merece toda la gloria. Podriamos nosotros compararnos a una linterna muy poderos, y la luz de esa linterna es la luz de la presencia del Espiritu Santo en nosotros, la luz que brilla en nosotros es la luz de Cristo El que nos salvo y que nos libero y nos limpio de nuestra obscuridad. Nosotros seriamos el vidrio por donde pasa la luz que debe alumbrar, y por eso nuestra vida debe ser purificada por la presencia cada vez mas visible del amor, de la bondad, y de la santidad de nuestro Dios en nosotros. Debemos orar y ayunar y buscar siempre ser mas semejantes a Jesus, y mientras mas nos asemejemos a el. Mas fuerte sera el rayo de luz, y entonces mas se vera el Senor y el vidrio no se podra ver. El vidrio en una linterna solo se ve cuando esta demasiado sucio.

Pero la luz es diferente, la luz hace que todo sea visible, trabaja desde fuera. La luz influencia la sociedad desde fuera. y para brillar y para iluminar es necesario que nosotros desaparezcamos para que Cristo brille en nosotros. No se trata de iluminar al mundo con nuestras obras. Se trata de iluminar para que se vean nuestras buenas obras, pero no se trata tampoco de que la gente vea nuestras obras para que la gente nos admire y para que nos aplaudan.