Cuando El Potencial y El Poder Se Encuentran
19Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. 20Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo? 21Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.
Semillero homilético
Ni una mirada atrás
19:19–21
Introducción: Cuando el Señor llama a alguien a su servicio, espera sumisión total. Eliseo es un ejemplo de uno llamado a dejar lo de atrás y mirar adelante.
I. El llamado (v. 19).
1. Fue a través de otro siervo.
2. Fue directo y sin equivocación.
II. La respuesta (v. 20).
1. Fue entusiasta y sin vacilación.
2. Fue decisiva pero bien pensada y responsable.
III. El seguimiento (v. 21).
1. Fue definitivo.
2. Fue bendecido.
Conclusión: Eliseo sabía lo que Dios le quería decir a través de Elías. Por su respuesta adecuada y apropriada, Dios lo bendijo en su ministerio. ¿Cómo responde usted?
El joven Eliseo, después de haber sido escogido por el viejo profeta para que lo siga, pide únicamente que se le conceda la oportunidad para cumplir con la obligación moral de despedirse de sus padres, luego ofrece un sacrificio a Jehová, y sigue a su nuevo maestro espiritual.