Parte 5 - El Peligro de la Parcialidad

Hace unos días tuve una conversación con mi hijo Joshua en la que considerábamos el amor de Dios y si él amaba a algunas personas más que a otras. ¿Alguna vez se han hecho esa pregunta? ¿El amor de Dios hace diferencia entre personas? ¿Es posible que Dios ame a algunos más que a otros?

Cuando consideramos la naturaleza y el carácter de Dios, él es inherentemente todo amor. En nos dice que Dios es amor. Así que cuando nos preguntamos si Dios ama a algunos más que a otros, la respuesta es sencillamente: NO.

Las Escrituras nos dicen que “de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito…”. También nos dicen que conocemos el amor de Dios por nosotros en que envió a su hijo…”. Entonces Dios, no solo es amor, lo cual nos habla de su carácter, sino que él es la expresión misma del amor.

Más aún, y tan solo por mencionar algunos pasajes del Nuevo Testamento: , , , y Colosenses 3:35 nos dice que “Dios no hace acepción de personas”.

De manera que delante de Dios y ante sus ojos, toda la humanidad está bajo el pecado, tiene necesidad de un redentor y Dios en su inmenso amor hacia toda la humanidad envió a su hijo para pagar el precio por todo el pecado de la humanidad. El pacto redentor que Dios se había propuesto desde antes de la fundación del mundo fue cumplido, señalado y ratificado en Cristo Jesús, a través de su muerte, resurrección y ascensión. Ese pacto cobra efectividad en nuestras vidas cuando reconocemos que la obra que Jesús ejecutó en la cruz es suficiente para que nos reconciliemos con Dios y por ende hallemos la vida eterna. Ese es el valor incalculable de nuestra salvación.

Ese es el evangelio: las Buenas Nuevas de salvación. Dios establece el plan. Nosotros respondemos a la voz de su Espíritu Santo llamándonos al arrepentimiento y a que recibamos el perdón de nuestros pecados por medio de Cristo Jesús. Consecuentemente, la relación con que había sido rota por causa del pecado, ahora ha sido restaurada. Entonces ocurre una unidad en el Espíritu por medio de Cristo Jesús. Somos uno con él.

De manera que el amor de Dios es incambiable. Su amor no es más para algunos y menos para otros. Su amor es manifiesto porque en su naturaleza él es todo amor.

Por medio de ese amor de Dios, que ha sido derramado en nuestras vidas, podemos amar a los demás. Realmente no podemos dar de lo que no tenemos. Pero una vez Cristo Jesús viene a nuestras vidas, Dios comienza a obrar sobrenaturalmente a través de nosotros a fin de manifestar su amor hacia nuestro prójimo.

Por eso, en base a lo dicho acerca de la naturaleza de Dios como expresión viva del amor verdadero sin acepción de personas, cuando consideramos el pasaje en , puedo ver el celo santo que el apóstol Santiago siente en este tema. Leamos…

Santiago 2.1–13 RVR60

1 Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. 2 Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, 3 y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; 4 ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? 5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? 6 Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? 7 ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? 8 Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; 9 pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. 10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. 11 Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. 12 Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. 13 Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.

Cuando hay una fe verdaderamente auténtica, no debe haber ningún tipo de lugar en la iglesia para favoritismos.

El favoritismo es pecado

Apocalipsis 5.9b RVR60

9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;