La parábola de la calabacera humana (Jonás 4.1-11)

Las parábolas del Antiguo Testamento  •  Sermon  •  Submitted
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"Así como la calabacera no entiende, el hombre no entiende, no puedes tener compasión por una planta y no por el hombre"

Notes
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Introducción

Que sería si Dios te mandara a evangelizar la persona que asesino a tus hijos, o mato a tu esposa, o violo a tus hijas. Eso suena aterrador, sobre todo porque eso consideraría que debes perdonar a esas personas, y tu deseas el juicio de Dios sobre ellas y no que se sienten contigo a la mesa a tomar un café.
Cerca del año 750 aC se levantó un impero en la región norte de Palestina, un imperio bruto, guerrero, conquistador, que intento
Bueno ese es el caso de Jonás, quien durante toda su vida, en el proceso de expansión del imperio Asirio había visto y había aprendido a tener rencor y terror por el naciente imperio. Solo los que se encuentran en un ambiente de guerra saben como pueden llegar a ser de brutales los hombres; entran a tu casa, violan las mujeres, matan a sangre fría a los niños, destrozan tus pertenencias, se llevan lo tuyo. Si tu vienes has vivido la violencia en Colombia, eso no es muy extraño para ti.
Jonás había experimentado esta sensación de querer tomar las armas y matar a los malvados, la impotencia de saber que no puedes hacer nada, y sobre todo de saber que esto es así porque Dios lo permitió. A pesar de que Jonás no nos dice mucho de cómo era Nínive, el profeta Nahum si nos lo describe, nos dice que era un pueblo en extremo pecador, llegando a pensar cosas malas contra Dios (), explotar al desvalido (), suprémamente cruel en la guerra (), adorador de ídolos, prostitución y brujería (). Todo esto lo había experimentado desde pequeño y veía como el imperio se fortalcia, porque a los pocos años después de esto, Nínive se convirtió en la capital del imperio.
Pero en este lugar ocurre el mayor avivamiento de registrado en la historia, la ciudad entera se convirtió a Dios. Esto choca con nuestro entendimiento de justicia aparentemente, y nos coloca en una encrucijada similar a la de Jonás, en lo que titularemos “La parábola de la calabacera humana”, acompáñenme hermanos y amigos a
Jonás 4.1–11 RVR60
1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.4 Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. 6 Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. 7 Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. 8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida. 9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte. 10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. 11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?
Jonás 4.1–11 RVR60
1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.4 Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. 6 Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. 7 Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. 8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida. 9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte. 10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. 11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?
veremos entonces 3 puntos en la parábola de la calabacera humana
T
1. La acción de un hombre furioso
2. La parábola del Dios amoroso
3. La explicación del Dios piadoso

La acción de un hombre furioso (vv. 1-4)

Nota que nuestro texto nos introduce un evidente contraste, “pero”, ese “pero” coloca a Jonás como el bandido de nuestro texto, a pesar de lo que ha tenido que vivir desde pequeño, de lo que ha visto en su vida. Dios lo envía a un lugar donde no quiere ir, luego tiene que pasearse entre sus calles y profetizar y ahora ha experimentado lo que temía, Dios no ha cobrado venganza.
Si usted pudo darse cuenta este libro no tiene epílogo, es decir que no tiene final, parece que la historia fuese cortada de manera repentina y no se nos deja saber como termina, no se nos deja ver como la furia de Jonás es disipada, y ni siquiera si el fue salvo, a no ser por el mismo autor del libro, que es Jonás. Jonás escribió su propio libro y como el lucho contra su ira, no pudiendo entender como es que Dios puede perdonar a los malvados, es la posición de un alma asesinada que se quema en el infierno mientras su asesino disfruta del cielo.
Este contraste sin embargo no es entre dos hombres sino entre Dios y el hombre, es solamente una explicación del atributo mas recordado por los profetas del AT;
Números 14.18 RVR60
18 Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.
Números 14.18 RVR60
18 Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.
Números 14.18–19 RVR60
18 Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos. 19 Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.
Esto es lo que apesadumbre a Jonás, mejor traducido como arde a Jonás, que Dios perdone a estas personas malas, que han matado, lastimado, dejado hijos huérfanos, padres sin sus hijos, que han violado, masacrado a los niños, no puede ser que Dios los perdone y que ahora él sea el bandido de la historia.
Si bien Dios es tardo para la ira, Jonás no lo es, el arde de rabia viendo como es que Dios no actúa de la misma manera que Nínive. ¿Cómo puede el pez lamentarse por el agua en que esta nadando? Jonás sabía que si Dios lo estaba enviando a predicar a Nínive es porque los pensaba salvar, de otra manera no lo estaría enviando a evangelizar en este lugar, y esto lo hizo arder en ira; “Señor yo no quería venir aquí, me han hecho daño, le han hecho daño a las personas que quiero, estuve en un barco y fui arrojado al mar, estuve a punto de ahogarme, estuve tres días bañado en vómito de este pez, luego caminé por varios días para llegar esta ciudad, me humille en medio de ellos seis días proclamando que los destruirías, mejor mátame, prefiero morirme.
Su acción cuando ve que Dios bendice a quien hizo tanto mal es arder de ira y Dios le dice Jonás, es malo estar tan enojado. Seguro has estado expuesto a este pecado como Jonás, por pequeños o por grandes motivos, en el hombre la ira es un grave pecado que no debe dejarse pasar como algo tolerable
Santiago 1.20–22 RVR60
20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. 22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Si notas, la expresión que acompaña la afirmación de Santiago es inmundicia y abundancia de malicia, la cura, la mansedumbre.
Ahora que hemos visto la acción del hombre furioso, en la parábola de la calabacera humana, veamos la parábola como tal, y ese es nuestro segundo punto

La parábola del Dios amoroso

Nunca me he sentido enojado porque Dios sea piadoso, pero algunas veces lo he hecho porque es piadoso con quien creo merece ser castigado, o merece que le vaya mal, mientras tanto lo veo prosperar, y esa es la historia de Jonás, que ha salido fuera de la ciudad y esta mirando desde lejos a ver que sucede. El mensaje predicado, era que “de aquí a 40 días Nínive será destruida”. Ellos se arrepintieron los primeros días y Jonás se fue a contemplar como eran destruidos, cuando esto no sucedió se enfureció, y Dios empieza a tratar con quien está tratando.
Contra la voluntad de Jonás, en realidad el viaje a dado gran fruto. Pensaba dejar que los marineros murieran mientras él estaba encerrado en el barco, y proclamada la verdad, ellos se arrepintieron, proclamada la verdad en la ciudad, ellos se arrepintieron. Jonás quiere juicio y he esta experimentando lo que significa el amor de Dios por los paganos, no creyentes y gentiles, pero Jonás no esta disfrutando ni un poco su encomienda, no puede huir porque ya lo intento, odia tener que evangelizar a esta gente y fuera de eso Dios no los destruye. necesita entender, porque su ira no lo deja entender.
Por ello Dios le da una parábola real, la parábola se basa en esto, que nazca una calabacera, que le de sombra para que espere el juicio, pero que muera por un gusano apenas el este esperando. Lo que sea la calabacera no nos importa, no nos meteremos en la discusión de Agustín y Jerónimo, no nos importa si era una videra o una bombonera, ellos se enviaron cartas para discutir este asunto, (increíble que dos gigantes del pensamiento hayan discutido este asunto, el caso es que era tan grande que era suficiente para darle sombra y escuche: Jonás se alegró por ella. Esto no sería importante a no ser porque nunca en todo el viaje se había alegrado por algo, no se alegro con el llamado sino que huyo, no se alegro al ser identificado como enviado de Dios sino que pidió ser echado al mar, no se alegro al ser tragado o vomitado por el pez, sino que oró con amargura, no se alegro al predicar arrepentimiento sino que lo lamentó y ahora, lo único que le ha causado alegría, se lo ha causado después de una ataque de cólera; hay una explosión de sentimientos encontrados en Jonás.
!pero Dios decide preparar un gusano!
Nuevamente esta aquí Jonás, “Me trajiste desde tan lejos, no me dejaste morir en el mar, no morí en el pez, no me mataron los Asirios, tu los perdonaste, y yo estoy muriendo con este Siroco, prefiero morirme”
El siroco es un viento que viene con arena y a causa del calor de ella aumenta la temperatura de manera exponencial.
Hermanos, yo espero que ustedes puedan notar claramente que Dios esta llevando a cabo una serie de acontecimientos en la vida de Jonás para enseñarle, nada de esto es casual, Dios ha entrado a provocar cosa tras cosa en su vida, para mostrarle el valor del perdón, a deshacerse de este terrible pecado que es la ira, es un alma corroída por dentro, amargada y sensible, que cuando las cosas no salen de acuerdo a sus ideales quiere destrozar el mundo, aun cuando sea una ira aparentemente justificada. No es extraño que las cosas nunca funcionen para una persona iracunda, que se sienta atacada por todo, y que entre mas siente eso mas cosas que colocan a prueba su carácter acontezcan, que tenga momentos de tanta frustración que desee matar o matarse, y mucha gente a causa de la frustración termina con su vida, porque nada parece funcionarle, le intenta de una manera y no funciona, y de otra y tampoco, y mientras tanto las personas a su alrededor parecen ir de mas en mejor, esto es el sentimiento de Jonás. Hemos visto primero La acción del hombre furioso, después la parábola del Dios amoroso y finalmente veamos la explicación del Dios piadoso, en nuestro sermón que titulamos La parábola de la calabacera humana.

La explicación del Dios piadoso

La presentación con la cual Dios se dio a conocer fue “Jehová, Jehová, fuerte misericordioso y piadoso, tardo para la ira y grande en misericordia y verdad”. Aunque algunos textos utilizan la palabra celoso, en vez de piadoso, el ancho de la biblia usa el término piadoso, y en esto es que se muestra este gran atributo de Dios. La base es que Dios ama profundamente al hombre de tal manera que su piedad sobrepasa su ira. Solo imagina por un momento, estos hombres mataron a sus hijos, violaron a sus hijas, despedazaron a sus niños, robaron su casa, y aún así, Dios decide salvarlos, para mostrar que La Salvación es de Jehová. Cuan grande es la piedad, es decir la compasión de Dios y cuan diferente es a nosotros. Nosotros estamos ofendidos por el desamor, el abandono, una palabra que nos dijeron mal.
Pero Dios tiene compasión de los hombres aunque malos, porque él los creó, porque él los ha sostenido. El texto es un contraste entre la compasión del hombre y la de Dios, porque el hombre deja que las cosas de este mundo le hagan odiar a los otros, pero Dios ama a sus enemigos y la muestra son quienes ahora le siguen, el los salva por amor, porque es piadoso, o si no ya nos habría consumido.
La clave para entender la parábola es que “así como la calabacera perece, el hombre perece, nosotros no podemos tener compasión de una planta y desear el mal para un hombre” porque la planta es fugaz pero el hombre es imagen de Dios, su alma es eterna, debemos anhelar su salvación, glorificar a Dios por su conversión, y caminar hasta donde debamos para su evangelización .
oh hermano, el libro de Jonás quedo abierto para que tu escribas su final, esta es tu historia. Jonás al final entendió y escribió este libro para mostrar su necedad, como Dios lo rescato del terrible resentimiento, la falta de compasión, por aquellos que le hicieron mal, y lo dejo abierto para que sus lectores concluyeran su propia historia, de que manera ella concluye depende de ti, de cuantas caídas necesites para ser piadoso, para perdonar, de cuantas tormentas, de cuantos naufragios, de cuantos peces gigantes, de cuantas calabaceras y de cuantos gusanos necesites para aprender la lección, este libro esta escrito para que tu mujer, para que tu varón, escribas el mismo final de Jonás. La salvación es del Señor, a pesar de mi.

Aplicaciones

Querido amigo, puede que tu hayas visto hasta hoy un Dios distante, lejano, un Dios de ira, o cruel, que has personificado como un Dios legal, que se trata de cumplir requerimientos, mandatos y ordenes, este no es el Dios de la Escritura, no es el Dios de los cielos, Él está cercano, su piedad sobrepasa su ira, esta dispuesto para el perdón para aceptarte, no importa el pasado, no importa las heridas que traes, aunque hayas sido abusada, abandonado, lastimado, a pesar de las infidelidades, desamores, depresiones, planes sin realizar, necesidades económicas. Entiéndelo cada cosa esta diseñada para traerte a Él, La salvación es del Señor.
Apreciado hermano, curar las heridas demanda ofrecer perdón, el entendimiento de la piedad de Dios, debe llevarte a entender como es que Dios te ha amado, por encima de la maldad de tu propio corazón, que ha tenido ira, deseado perjuicios, lamentado el progreso de otros, ofrecer el perdón es escribir el final del libro, un final piadoso, nunca estimes los esfuerzos en buscar las personas que odias, con las tienes profundas cargas, ese es la mejor predicación, decirles que amas al Señor e invitarle a que se arrepienta.
Amigo, tal vez tu piensas que Dios es injusto por la forma en que se ha comportado contigo, angustias, hambre, problemas económicos, desempleo, humillaciones, solo recuerda que ninguno de esos acontecimientos son casuales, que no es que Dios no te este viendo, sino que Él mismo los esta usando para tratar las áreas de tu vida que tu mismo no quieres aceptar son defectuosas, solo una aceptación de ellas y el doblegar el corazón para que Dios las trate, las quitarán de ti.
Mi hermano, tu ira nunca tendrá justa causa, porque la ira de Dios, es lenta, no actúa de manera impetuosa, no se levanta a golpes, no es incontrolable, porque Dios mismo domina sobre su ira, la ira en el hombre es ocasionada por la falta de dominio propio, lo cual es una obra del hombre caído, aquel que levanta una chispa recibirá una llamarada, y pues tener las personas motivadas por el temor, pero aun en la ira de Dios los hombres son motivados por el amor.
Querido amigo que estas entre nosotros, que aun no has venido al Dios piadoso, hasta cuando cargaras el tormento de una vida sin sentido, no lo ves, esta junto a ti, esta cercano, es lento para la ira y grande en misericordia, conoce cada detalle de tu ser y aun así esta dispuesto a recibirte, corre hacia él, corre hacia él, no te detengas, aferrate a él porque es la única manera de ser sanado, el no te desechará.
Oh mis hermanos, déjenme terminar recordándonles que somos un instrumento de perdón, aun tener rencor contra el enemigo es malo, cuanto mas tener cuentas con los hermanos, sufre la afrenta, se piadoso como Dios, se un instrumento de perdón, lo que sea diferente a esto sea anatema.
Mateo 20.15 RVR60
15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?
Números 11.15 RVR60
15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.
1º Reyes 19.4 RVR60
4 Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.
Job 3.20–21 RVR60
20 ¿Por qué se da luz al trabajado, Y vida a los de ánimo amargado, 21 Que esperan la muerte, y ella no llega, Aunque la buscan más que tesoros;
Jeremías 20.14–18 RVR60
14 Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito. 15 Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido, haciéndole alegrarse así mucho. 16 Y sea el tal hombre como las ciudades que asoló Jehová, y no se arrepintió; oiga gritos de mañana, y voces a mediodía, 17 porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre embarazado para siempre. 18 ¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta?
jere 20.
1 Corintios 9.15 RVR60
15 Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria.
Lucas 19.41–44 RVR60
41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, 42 diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. 43 Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, 44 y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.

La Parábola de un Dios amoroso (vv. 5-8)

La Explicación de un Dios piadoso (vv. 9-11)

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