Jesús Como Nuestro Señor
El es nuestra verdadera necesidad
Declarar su Señorío es costoso
Una confesión costosa
Confesar que Jesús es Señor es costoso.
Fue costoso para Jesús confesar ante el Sanedrín que el era el Hijo del Dios viviente.
Fue costoso para los discípulos confesar acerca de Jesús. Poco después de la crucifixión y resurrección de Jesús y de la formación de la iglesia, Santiago (que había estado con Jesús en el monte de la transfiguración) fue decapitado por confesar a Jesús como Señor.
Confesar a Jesús también es costoso hoy. En el siglo veinte solamente, millones han sido encarcelados, torturados y asesinados debido a esa confesión.
Sin embargo, todos los que confiesan que Jesús es Señor lo conocen como el único en toda la historia que merece ser Señor.
Hay alguien que puede satisfacernos
ustedes me buscan, no porque han visto señales sino porque comieron pan hasta llenarse
Motivaciones incorrectas
ustedes me buscan, no porque han visto señales sino porque comieron pan hasta llenarse
Llenar sus estómagos
No hay que trabajar
Ordenanza y promesa
Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.
Ordenanza: Trabajar
25 »Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
Promesa: vida eterna
santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos.
santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos.
¿En qué consiste el trabajo que Dios exige?
¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige?—le preguntaron
Creer en Jesús
Ésta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió—les respondió Jesús.
¿Qué señales nos das?
Cristo es el Pan
Dios es le proveedor
Pan eterno
Conclusiones
Cuando cuerpo y espíritu están separados, el resultado es la muerte y la descomposición.