EL SUPREMO SERVICIO
«Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos» (Mr. 10:45).
INTRODUCCIÓN: Jesús nos invita a considerar el Supremo Servicio a través de su propio ejemplo. Siendo igual a Dios «se humilló a sí mismo». Solamente en esta forma pudo rendir hasta lo sumo el tipo de Servicio al cual nos invita. Les enseñó a sus discípulos y a nosotros nos enseña también que su vida no era de concesiones cómodas, ni de privilegios, sino de servicio. Hace unos años apareció en un periódico en Florida esta noticia: «Iglesia reemplaza bancas duras por sillas mecedoras». Esto es simbólico de cómo necesitamos reinterpretar el espíritu de servicio evangélico en este tiempo cuando muchos sólo buscan comodidades.
1. Cómo el Señor no quiso ser servido:
a) Trabajó por muchos años antes de entrar en su ministerio para tener suficientes recursos.
b) Sostuvo a su familia.
c) Se sometió a la pobreza: «Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los Cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar la cabeza» (Lc. 9:58).
2. Cómo sirvió a los hombres:
a) Por su presencia oportuna.
b) Por medio de sus milagros.
c) Por medio de sus palabras.
3. Cómo pago nuestro rescate:
a) Por su calidad de vida.
b) Por su muerte expiatoria.
c) Por su triunfo de la tumba.
4. El que estaba con Dios:
a) He aquí la explicación de su virtud.
b) El que tenía conciencia de esta comunión: «Yo y el Padre uno somos».
c) El único que puede llevarnos a Dios.
42 Y llamándolos junto a sí, Jesús les dijo*: Sabéis que los que son reconocidos como gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que sus grandes ejercen autoridad sobre ellos.
43 Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande será vuestro servidor,
44 y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de todos.
45 Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.